Argentina - 22 de julio de 2023
Argentina - Elecciones PASO 2023
Una trampa de los políticos patronales para encubrir con qué gobierno profundizan la guerra del FMI y los capitalistas contra los trabajadores
La clase obrera presenta batalla
La trampa electoral del FMI y los partidos patronales avanza en medio de una guerra feroz contra la clase obrera.
120% de inflación. La mitad de los trabajadores “en negro”, precarizados, con salarios que no pasan de $140 mil. Jornada laboral y ritmos de producción insoportables. Cientos de miles de desocupados con planes de $43 mil, bajo la bota de los Grabois y los Pérsico. Un verdadero infierno.
La gran patronal, en cambio, amasa fortunas con la superexplotación, salarios de miseria y una remarcación constante de precios para preservar sus ganancias y riquezas, mientras los usureros internacionales y el gran capital se llevan los dólares, dejando pesos sin valor. ¡Eso es la inflación! ¡Saqueo imperialista y superganancias de los grandes capitalistas!
En las elecciones de esta “democracia para ricos”, el candidato Morales (PRO-UCR) persigue a los docentes y campesinos del Jujeñazo, con jueces, grupos de tareas y servicios de inteligencia, al mejor estilo videlista.
La Kirchner manda a juicio a 4 trabajadores en Santa Cruz, a los que quieren condenar a cadena perpetua con cargos falsos de “femicidio” por la lucha de 2017, como hizo con los petroleros de Las Heras, condenados en 2013.
En la “democracia” de los banqueros y la oligarquía, los verdugos de los trabajadores son candidatos, los luchadores obreros son “delincuentes” y “vándalos”... ¡y cuando la clase obrera intenta expresarse con su lucha es reprimida y perseguida, como en Jujuy o Santa Cruz!
Estamos ante una gran trampa electoral de los políticos patronales para encubrir con qué gobierno se profundizará la guerra del FMI y los capitalistas contra los trabajadores en los próximos 4 años.
Si será el peronismo con el “pacto social” y el control policíaco de la burocracia sindical y sus pistoleros, o el PRO-UCR, que plantea pasar a una ofensiva abierta contra los sindicatos y los movimientos piqueteros.
Gane quien gane, ganan Wall Street y la gran patronal
Las grandes decisiones de la Argentina no se definen en la Rosada ni en el Congreso. Se definen en la embajada norteamericana y en la sede del FMI.
Por eso el PJ y el PRO-UCR votaron juntos el pacto con el FMI. Todos son pagadores serviles de deuda externa al imperialismo, con Massa y los Fernández aplicando hoy los planes del FMI, como lo hará cualquiera de los que gane en octubre. Todos votaron la reforma constitucional de entrega del litio en Jujuy, y cuando Morales estuvo a punto de caer a manos de los trabajadores, los sostuvieron el PJ, con el kirchnerismo y la burocracia sindical de la CTERA, CTA y la CGT.
Los yanquis quieren imponer el gobierno y el régimen más reaccionario posible, para derrotar a la clase obrera y garantizar el saqueo del litio, Vaca Muerta, la renta agraria y el pago de la deuda externa al FMI y Wall Street, en una Argentina quebrada.
Lo que hay por delante no es más “paz” ni “democracia”. Si las guerras del petróleo de Bush llevaron a genocidios y dictaduras sanguinarias en Medio Oriente, el golpe de Estado en Perú y la represión en Jujuy le anticipan a la clase obrera lo que traerán las guerras del litio en América Latina si no derrotamos esta feroz ofensiva imperialista.
Con el Jujeñazo, con el paro metalúrgico impuesto por la base y con la dura lucha del SUTNA…
La clase obrera comienza a presentar batalla
Pero la clase obrera argentina no se rinde. Con el enorme combate del Jujeñazo, con el paro del SUTNA y con los metalúrgicos imponiéndole un enorme paro a la burocracia de Furlán, comenzó a presentarle batalla al ataque de los capitalistas.
Furlán quiere desmontar la lucha metalúrgica con la conciliación obligatoria del Ministerio de Trabajo. ¡Hay que desacatar la conciliación tramposa del gobierno y la burocracia, como hicieron los metalúrgicos de Río Grande! ¡Asambleas generales y de base para que los propios trabajadores tomen la lucha en sus manos!
Se están poniendo en movimiento las fuerzas para organizar una gran lucha contra el ataque. Son batallones centrales de la clase obrera industrial, que con sus paros atacan las ganancias de los capitalistas. Ese es el camino.
Estas fuerzas, junto a la resistencia de los trabajadores y las comunidades de Jujuy, junto al Subte, los portuarios de Terminal 5, Dánica, las líneas combativas de la UTA, la oposición docente a la burocracia, el Garrahan, los movimientos de desocupados combativos, etc., ponen al orden del día la necesidad de conquistar la unidad de la clase obrera.
El FIT-U: con la trampa electoral o al servicio de sublevar a los trabajadores contra la burocracia sindical
En el Jujeñazo, el FIT-U tuvo la posibilidad de unificar las filas obreras. Bregman hablaba de hacer un “Encuentro” obrero. Solano llamaba a organizar a la clase obrera. ¿Por qué no lo hicieron?
Tenían el apoyo de enormes franjas de los trabajadores, como lo demostró la gran elección que hicieron en Jujuy, donde en mayo sacaron el 13% de los votos. Sus partidos dirigen e influencian al SUTNA, los ferroviarios de la Línea Sarmiento, las seccionales docentes opositoras, el Garrahan, la Unidad Piquetera, el sindicalismo combativo, etc. Podían llamar a una gran Coordinadora Nacional de Lucha en Jujuy. Pero no lo hicieron.
El FIT-U ha optado en todo momento por seguir en la disputa interna hacia las PASO, Solano vs Bregman. Deben definirse: ser un punto de apoyo decisivo para sublevar a la clase obrera o colaborar en el sometimiento de los trabajadores a la trampa electoral.
Para “golpear por izquierda” a la trampa electoral, hay que preparar una gran lucha. El primer paso es derrotar a la burocracia sindical, la policía interna de la clase obrera.
Es hora de que el FIT-U ponga sus fuerzas y su campaña electoral nacional al servicio de poner en pie un polo combativo de la clase obrera que sea una palanca para que la base supere y desborde a la burocracia de los sindicatos.
Un polo que impulse asambleas de base y generales para desconocer las paritarias de hambre de la CGT y la CTA.
Un polo que plantee un pliego único de demandas de todo el movimiento obrero ocupado, precarizado y desocupado para unificar las filas obreras desgarradas por la burocracia, con una paritaria única nacional: $420 mil de salario mínimo, vital y móvil, indexado mensualmente; la reducción de la jornada laboral sin reducción salarial, para que entren todas las manos disponibles a producir; ¡todos a planta permanente y bajo convenio! ¡Abajo el impuesto al salario!
Un polo que luche por romper el cerco de la burocracia sindical a las masas jujeñas, sometidas al terror y la persecución de Morales. ¡Abajo la reforma, arriba los salarios! ¡Fuera Morales!
Un polo que levante la lucha por la libertad de los compañeros presos por luchar, el desprocesamiento de los trabajadores del Jujeñazo y Santa Cruz y por la absolución de los petroleros de Las Heras y de Arakaki y Ruiz.
Que plantee que hay que atacar la propiedad de los capitalistas y enfrentar al imperialismo, que al FMI no se lo echa votando en el parlamento, esa cueva de bandidos al servicio de Wall Street.
¡Sin demoras, hay que poner en pie una Coordinadora Nacional de los trabajadores en lucha! ¡Ya es hora!
La única solución para la clase obrera y el pueblo vendrá con la revolución socialista
Amplios sectores de las masas que seguían al peronismo odian a este gobierno de hambreadores.
El importante abstencionismo y voto en blanco en las elecciones provinciales muestra el odio de millones de explotados a los partidos del régimen.
La clase obrera industrial, con huelgas contra la patronal “peronista” e imponiéndole el paro a la burocracia sindical, comienza a romper con ese partido de la gran patronal, los monopolios y el imperialismo.
El FIT-U espera que la clase obrera rompa con el peronismo en las elecciones, ¡cuando para ello hicieron falta grandes combates revolucionarios como el Cordobazo, el Rodrigazo o el 2001!
En 2001, los trabajadores ya demostraron cómo se rompe no solo con el PJ, sino con todos los partidos patronales y su “democracia”, al grito de “¡Que se vayan todos y no quede ni uno solo!”. ¡Ese es el camino!
¡Basta de farsa electoral! ¡Paso al Argentinazo! ¡Paso a la revolución obrera y popular!
Solo un gobierno de los trabajadores y las asambleas populares -tal como se votó en las asambleas de 2001-, sobre la base de la disolución de las fuerzas represivas asesinas del pueblo y la ruina de todas las instituciones de esta democracia podrida, podrá resolver los padecimientos del pueblo pobre, llevando hasta el final la ruptura con el FMI y Wall Street y la expropiación de las tierras de la oligarquía.
Pero esta será una tarea de todos los obreros y campesinos de América Latina, y, sobre todo, de la clase obrera norteamericana.
La solidaridad hermana desde el Perú y Bolivia con los trabajadores de Jujuy demuestra que sobran condiciones para unificar la lucha contra Wall Street y el Pentágono. El Comité de Lucha de las Regiones de Perú lanzó en febrero el llamado a un congreso continental de las organizaciones obreras y campesinas. ¡Desde Argentina debemos tomar esa convocatoria en nuestras manos!
Para conquistar la victoria, la clase obrera necesita una dirección revolucionaria, socialista e internacionalista…
¡Hay que poner en pie el partido de Mateo Fossa y León Trotsky en Argentina, bajo las banderas de la IV Internacional de 1938!
Argentina será socialista o colonia de Wall Street. |