Colombia - 17 de noviembre de 2025
El gobierno de Petro,
una parodia de “antiimperialismo” de palabra…
Mientras tanto, los yanquis ya han organizado una agresión a gran escala en Venezuela y el Caribe
Ahora el imperialismo levanta el látigo de la guerra, apuntando con sus cañoneras a Venezuela: o esta entrega la reserva de petróleo más grande del mundo o será atacada por los piratas de Wall Street.
El nuevo Hitler de Washington, Trump, sabe de la cobardía de la burguesía “bolivariana”, que entregó toda la lucha antiimperialista del subcontinente desde principios de siglo XXI.
Los yanquis hoy vienen por todo en su “patio trasero”. El ataque y la agresión militar ya comenzaron. El operativo “Lanza del Sur” ya está en marcha.
Trump es el “amo y señor” de los mares: utiliza las cañoneras como antes lo hiciera Inglaterra controlando los mares como potencia dominante. EEUU lo hace para recuperar con plenitud las zonas de influencia sobre las que venían retrocediendo.
El gobierno de Maduro, como los otros gobiernos “progresistas” o “bolivarianos”, simplemente fueron y son una estafa en contra de los trabajadores y pueblos oprimidos de América Latina.
Ellos entregaron los combates antiimperialistas de Argentina, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, del Chile rebelde de la Plaza de la Dignidad o la Colombia de las barricadas y las primeras líneas de 2021.
Con planes de reconciliación con sus verdugos, sin tocar uno solo de los intereses y negocios del imperialismo en sus naciones, siendo fieles y serviles pagadores de deudas externas espurias al FMI, terminaron llevando a las masas a penurias inauditas. Las sacaron de las calles apoyados en las direcciones traidoras, las burocracias sindicales y el stalinismo.
Estos gobiernos hoy son odiados por las masas. Son los que les quitaron enormes conquistas a los explotados.
Así crearon las condiciones para que ahora el imperialismo venga por todo. Las “boliburguesías” terminaron como “limones exprimidos” por el imperialismo y ahora van por ellos.
Bessent, Secretario del Tesoro de EEUU, planteó que están retomando el control de América Latina “sin disparar una bala”, “mediante elecciones”, donde ganan sus agentes directos.
Esto es una falsedad a todas vistas, luego de los golpes y masacres en Perú y Bolivia, los caídos y asesinados en los levantamientos de Colombia y de Chile, y los bombazos que los marines norteamericanos arrojan en el Caribe. Los yanquis iniciaron en Los Ángeles y todo EEUU una guerra abierta contra los hispanos migrantes, con millares de reprimidos y detenidos.
Petro, el gobierno burgués “de izquierda” guardián de los negocios de los capitalistas y el saqueo imperialista
La situación política en Colombia se ha clarificado en cuanto a Petro, quien ya se desenmascara abiertamente como lo que es: un gobierno burgués y como tal, no está en sus planes ni en su esencia romper con el imperialismo. Es un instrumento más de éste y de la burguesía colombiana para neutralizar, aplacar y redireccionar las luchas de masas del 2019-21, apoyándose en las burocracias sindicales, los seudotrotskistas, reformistas y estalinistas, desactivando las luchas y haciendo de Colombia un país económicamente próspero y estable para las clases dominantes y seguro para la inversión imperialista.
Con su “plan de reconciliación” Petro continuó con la política reaccionaria de Uribe y Santos de buscar pactos y acuerdos donde las masas masacradas deben reconciliarse con sus verdugos…
El petrismo es la otra cara, pero de la misma moneda, de la Chiquita Brands que controla los destinos de Colombia, mientras la otra cara es el uribismo.
Ambos tienen en común que los negocios y los intereses del imperialismo no se tocan; ni sus bancos ni sus transnacionales, y mucho menos, al FMI.
Tienen la misma doctrina de seguridad nacional, es decir, el respeto irrestricto a las 9 bases militares yanquis que están en Colombia. Tienen en común el sometimiento directo al Pentágono.
Petro se viste de “reconciliador” con charlatanería sobre “ecologismo” y se jacta de enfrentar él al negocio de la droga… En última instancia compite con el uribismo por quién va a ser el verdadero guardián que le sirve al imperialismo para contener a las masas, terminar de sofocar la guerra campesina y garantizar el saqueo imperialista: si una política burguesa de izquierda o una reacción contrarrevolucionaria directa como la que pone a la orden del día el intento de regreso del uribismo al poder.
Un ataque brutal al movimiento campesino y una disputa por la tierra colombiana que no cesa
Lo que menos le importa al gobierno de Petro es la droga; esa es la careta que usa para quedar bien con el imperialismo trumpista y justificar sus brutales ataques militares contra los focos de guerra campesina que aún se mantienen vigentes.
Así, el gobierno de Petro, como antes lo hacían Uribe y Santos, acaba de bombardear masivamente localidades y sectores en manos de la guerrilla que no entró a los “pactos de paz” con los que se repartieron la tierra con la oligarquía agraria.
En este último ataque, luego de los bombardeos, se recuperaron cadáveres de integrantes de las FARC disidentes, 15 de ellos niños y jóvenes que se han tenido que ir al monte porque sus padres fueron masacrados, o porque el Estado los dejó sin escuela, sin salud, sin un futuro en el cual haya oportunidad para estudiar o trabajar libremente.
El crimen de lesa humanidad no es el reclutamiento forzado, es forzar a la juventud a vincularse en actividades lumpen, porque el régimen capitalista burgués, que administra Petro, abandona la niñez colombiana, condenándola al hambre, al desplazamiento y al asesinato paramilitar. Estos niños en su mayoría campesinos encuentran en la guerrilla comida, techo y sentido de pertenencia. Pero esta guerrilla pequeñoburguesa campesina negocia con los gobiernos burgueses traicionando al pueblo, junto a las burocracias sindicales y los partidos reformistas, quienes solo sirven para negociar sus prebendas, ni estos ni Petro (quien ha comprado un millón de hectáreas a los terratenientes y los ha entregado a comunidades campesinas, indígenas y afros en todo el país), pueden dar solución al problema de la tierra en Colombia, la cuestión de la tierra en Colombia, como el coloniaje yanqui, solo lo puede resolver el proletariado con el método de la revolución de masas acaudillando al campesinado pobre...
¡Hay que sin pago expropiar a la Chiquita Brands, expropiar a los terratenientes y capitalistas, atacando y expropiando los bancos, a las empresas imperialistas, poniendo en pie los consejos de obreros y soldados rasos que coordinen todas estas acciones de las masas!
Rompiendo con los traidores de la burocracia sindical, hay que retomar el camino de la huelga general revolucionaria indefinida de 2021
Hay que volver tras los pasos del embate revolucionario de 2019-2021, pero esta vez sin dirigentes traidores que someten a la clase obrera a la burguesía y dejan libradas a las masas campesinas a la desesperación o a direcciones pequeñoburguesas que las llevan a callejones sin salida y a una política de sobrevivencia.
Hay que retomar el camino de la Huelga General Revolucionaria que unificó a la clase obrera y arrastró al campesinado a la lucha. Este combate fue el que puso a la orden del día la derrota del ESMAD y la policía asesina, que son el piquete armado de las bases yanquis contra las masas.
De eso se trata el gobierno de Petro y su “plan de reconciliación”: de impedir que los explotados salden cuentas con sus verdugos, expulsen al imperialismo, conquisten la tierra para el campesino, y el pan y la dignidad para la clase obrera en una Colombia revolucionaria obrera y campesina.
Los mejores aliados de la clase obrera colombiana y de todo el continente, y de Venezuela en particular, ya cercada y agredida por las cañoneras yanquis, son los trabajadores que en EEUU se han sublevado combatiendo por las masacradas masas palestinas, que han librado enormes batallas junto a los migrantes hispanos contra el gobierno de Trump y puesto en pie nuevamente un movimiento antiguerra con el grito de lucha en EEUU de “¡el enemigo está en casa!”.
Allí, en EEUU, y en la unidad de la clase obrera latinoamericana está el camino para frenar la agresión imperialista que pretende llenar de sangre y fuego a América Latina para terminar de imponer sus planes de saqueo.
Desde Colombia y sus organizaciones de lucha, rompiendo con el gobierno de Petro, debe salir ya mismo un llamamiento a poner en pie y preparar una jornada de combate internacional y antiimperialista en todo el continente.
¡Paso a la lucha unitaria antiimperialista de América Latina! ¡Hay que expropiar sin pago al imperialismo, sus tierras y bancos! ¡Hay que romper con el FMI, la OEA y expulsar las bases militares yanquis de América Latina!
Sinforoso Cheo Navarro - Colombia
miembro del Consejo Editorial de “El Organizador Obrero Internacional” |