BOLIVIA
DECLARACIÓN POLÍTICA DEL 1er. GRAN AMPLIADO NACIONAL FABRIL
A los compañeros fabriles del país y a la opinión pública nacional:
El Ampliado Nacional Fabril después de realizar un balance exhaustivo y serio de la última movilización fabril a nivel nacional producto del despido de más de 800 trabajadores de Enatex, arribó a las siguientes conclusiones, las cuales buscan convertirse en el nuevo lineamiento político y sindical que adopta el movimiento fabril boliviano para enfrentar las futuras luchas locales, regionales y nacionales.
1. La crisis estructural capitalista que aqueja al mundo entero es una crisis de sobreproducción de mercancías que invade y satura (salvaje competencia intermonopólica), todos los rincones del planeta y avasalla nuestro mercado interno penetrando por todos los resquicios de manera legal e ilegal. La fragilidad de nuestra infraestructura industrial hace que no podamos competir en igualdad de condiciones frente a esta invasión de productos manufacturados del exterior a bajos precios, esta situación es la que atenta contra nuestra seguridad ocupacional de manera permanente amenazando echarnos a la calle por el cierre de fábricas.
2. Nuestro país, cuya característica es ser capitalista atrasado con economía combinada, a lo largo de su historia sólo ha podido, por voluntad de sus castas dominantes, ser un país destinado a vivir de las migajas del saqueo de nuestras materias primas para provecho de economías foráneas. Actualmente, por la crisis estructural mundial del capitalismo, somos los países semicoloniales los condenados a soportar el peso de dicha crisis, y seremos los trabajadores fabriles los que paguemos los platos rotos por nuestro escaso desarrollo industrial y la falta de una verdadera clase capitalista industrial con capacidad de impulsar el desarrollo económico en su conjunto. La historia de nuestro país desconoce una clase de estas características, y, lo que conocemos es una burguesía intermediaria y vende patria ligada a los manejos del Estado para saquear nuestras materias primas asociado con los intereses imperialistas para su sobrevivencia.
3. Una de las conquistas obtenidas en el último conflicto es el haber desnudado ante el pueblo boliviano el carácter burgués y anti obrero del gobierno, al momento de convertirse en verdugo de los trabajadores de Enatex. Como también su política rentista y vende patria de nuestros recursos naturales, priorizando la entrega de estos a las trasnacionales y a los cooperativistas, antes que promover una verdadera política de fomento de la industria nacional, de control de nuestra fronteras, de aranceles elevados a las mercancías que se importan. Al mismo tiempo provoca el cierre de decenas de fábricas y cientos de microempresas en estos 10 años de gestión del gobierno. Bajo un hipócrita discurso “industrialista” esconden una gestión de presterío permanente y una política despilfarradora de los recursos del Estado en obras innecesarias como el centro nuclear, satélites, palacios lujosos y de ninguna manera inversiones productivas que nos encamine al inicio de un proceso de industrialización de la economía.
4. Después de muchos años que el sector se encontraba mediatizado y amordazado por la política neoliberal impuesta por la “libre contratación”, renace el movimiento fabril enfrentando el “relocalizador” D.S. 2765, logrando articular una poderosa movilización nacional con la participación activa y unitaria de todos los trabajadores fabriles del país. Lucha del cual no salimos derrotados, más bien salimos fortalecidos. Con un estado de ánimo, que prevalece en las filas de los trabajadores, de apronte y predisposición para enfrentar futuras luchas en defensa de nuestros intereses. Y con la misión clara de luchar por el sitial de vanguardia política y física del movimiento obrero y popular. Definitivamente hemos logrado reencontrarnos con nuestra valerosa historia y los lineamientos revolucionarios de nuestra clase.
5. Nuestra plataforma de lucha actual prioriza la defensa de la estabilidad laboral de todos los trabajadores a nivel nacional y la defensa intransigente de nuestras conquistas laborales, por una jubilación justa y digna con aporte tripartito (trabajador, empresa, gobierno); por una atención con calidad y calidez en las diferentes cajas de salud, por la apertura de mercados y el cierre de nuestras fronteras y sobre todo luchar férreamente contra la penalización de todos los trabajadores, hoy en día los empresarios arremeten con estos nuevos métodos para acallar a los trabajadores, así también pedir la destitución del consorcio de policías, fiscales y jueces corruptos que se enriquecen acosta de los pobres, también buscamos un un salario acorde a la canasta familiar, ingreso que nos permita vivir dignamente a nuestras familias. Así también por el derecho a la vivienda para todos los trabajadores y el pueblo
6. El movimiento fabril reivindica los principios inclaudicables de la INDEPENDENCIA POLÍTICA Y SINDICAL DE CLASE OBRERA CON REFERENCIA A LOS EMPRESARIOS, AL GOBIERNO Y AL ESTADO BURGUÉS, como también los principios del SINDICALISMO REVOLUCIONARIO. El sindicato se ha constituido históricamente para defender y resguardar los intereses de los trabajadores en su lucha cotidiana contra los capitalistas y el Estado, por lo que debe guardar distancia con cualquier gobierno de turno. El Estado boliviano es un instrumento de opresión en manos de las clases dominantes para sojuzgar a las clases explotadas; sus instituciones como el Ministerio de Trabajo, se parcializan en los hechos, a favor de los intereses de los capitalistas. Nuestra lucha debe ser en el plano de la lucha de clases, con nuestros propios métodos de lucha como la acción directa y la movilización; para ello, es urgente recuperar nuestra memoria histórica, nuestra vieja tradición contestataria y revolucionaria.
7. Los trabajadores no hemos conseguido nada con el famoso “pacto político” con el gobierno, más por el contrario hemos recibido una nueva “masacre blanca” al igual que en 1985, por lo que rompemos este “acuerdo” realizado en años anteriores por dirigentes vendidos al oficialismo. Los que hablan de reconducir el “proceso de cambio” pretenden confundir a las bases, puesto que no hubo, no hay y ni habrá cambio alguno para la clase trabajadora. Sigue plenamente vigente en las fábricas el 21060 y su famosa “flexibilización laboral”, instrumentos que utilizan los dueños del capital para conculcar diariamente los derechos laborales. No puede haber pacto alguno con los enemigos de la clase obrera.
8. Los trabajadores fabriles convocamos a conformar un frente común de todos los explotados bolivianos. Una unidad revolucionaria de todos los sectores sociales del país orientado a arrancar del poder ejecutivo todas nuestras demandas y derrotar al soberbio de Evo.
9. Para evitar llegar a la quiebra de las empresas, como en el caso de Enatex y ante el incumplimiento de pago de la prima de utilidades y otros derechos, los trabajadores debemos recuperar una histórica práctica del sindicalismo minero, el CONTROL OBRERO COLECTIVO, que se entiende por una severa fiscalización por parte de todos los trabajadores al área financiera, al proceso productivo y al mercadeo de una determinada fábrica. Seguimiento detenido que evitará anticipadamente el cierre de la empresa.
10. No podemos permitir ni un despido más. Por lo que frente al anuncio de cierre de cualquier fábrica, los trabajadores fabriles responderemos con la inmediata OCUPACIÓN Y TOMA DE FÁBRICAS, para que estas pasen a ser administradas por los obreros y de esta manera se resguarde y se garantice nuestras fuentes de trabajo, como se ha hecho por los trabajadores de Punto Blanco y Polar en el departamento de La Paz
11. Hacemos un llamado a nuestros hermanos obreros, a nuestros organismos matrices para deliberar, en el marco de nuestros intereses de clase, sobre el rumbo que debemos seguir en adelante y que no puede significar otra opción que enfrentar la crisis, garantizar la seguridad ocupacional, desarrollar el aparato productivo, impulsar la industrialización reorientando la manufactura de nuestros recursos naturales, ampliar el mercado interno, crear más fuentes de empleo; es decir acabar con la explotación capitalista que solo saquea nuestras fuentes de riqueza. No podemos conformarnos con ser tan solamente fuerza de trabajo y voto para encumbrar a nuestros propios verdugos. Los obreros, junto a los campesinos y las clases medias empobrecidas de las ciudades, debemos hacer un frente común para acabar con un sistema de opresión que sólo beneficia a un puñado de explotadores y parásitos y somete a la miseria a las grandes mayorías, orientándonos a conformar un Gobierno Obrero y Campesino dirigido políticamente por el proletariado e inspirados en los lineamientos centrales de la Tesis de Pulacayo de 1946 y la Tesis socialista de la COB de 1970.
VIVA LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES FABRILES DEL PAIS
VIVA LA CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES FABRILES D EBOLIVIA
VIVA LA CENTRAL OBRERA BOLIVIANA