Palestina - 20 de noviembre de 2025

Luego de dos años de un genocidio del sionismo y los yanquis, con más de 170 mil muertos y desaparecidos debajo de los escombros, de destruir todas las casas, edificios, hospitales y escuelas, de imponer un brutal cerco de hambre sobre la Franja de Gaza, ahora el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba el “plan de paz” de Trump y Netanyahu, que es un verdadero ultimátum para la rendición de la resistencia palestina.
Lo primero que busca este plan es garantizar el desarme de la resistencia palestina, y para ello entraría una fuerza militar extranjera, que quedará como las fuerzas de seguridad de Gaza. El sionismo quedaría armado hasta los dientes y siempre dispuesto a poder intervenir directamente “si considera que su seguridad se ve amenazada”.
Asimismo, este plan establece que el gobierno en Gaza debe componerse de funcionarios extranjeros (sumados a tecnócratas locales que se encargarían solamente de la administración cotidiana), quedando el mismo Trump como presidente.
Esta es la verdadera cara de la ONU, la que aprobó el ataque a Irak en 1991, a Afganistán en 2001 y avaló la agresión inglesa en Malvinas. ¿Qué otra cosa se podía esperar de esa cueva de bandidos que fundó al Estado de Israel, sostuvo la ocupación de Palestina y el despojo de sus tierras? Es un plan para imponer la “paz de los cementerios”.

Mientras la resistencia palestina salió a condenar esta votación de la ONU, EEUU ya mandó 200 marines para supervisar que este plan se lleve adelante. Las burguesías de la región (como Egipto, Arabia Saudita o Turquía), luego de cercar Gaza, declararon que tienen listos a sus hombres para llevar adelante este “plan de paz” en Gaza.
La burguesía palestina de Cisjordania, la OLP, saludó la resolución y declaró que estaba dispuesta “a asumir plenamente sus responsabilidades en Gaza”. No se podía esperar otra cosa de estos colaboracionistas, que vienen de encarcelar y tirar por la espalda a todo palestino que intentó luchar contra la ocupación junto a sus hermanos de Gaza. La OLP actuó como un verdadero brazo del sionismo al interior de Cisjordania. ¡Canallas!

En resumidas cuentas, para garantizar la rendición y el desarme de la resistencia palestina, ahora ya podrían ingresar a Gaza las fuerzas de las burguesías árabes con la bandera de la ONU a cuenta de Trump. De imponerse, sería la consumación definitiva de la “Nakba” con la que vienen haciendo una limpieza étnica en la Palestina ocupada, y sería también un fortalecimiento del sionismo para ir a ofensivas contrarrevolucionarias superiores, como ya lo está haciendo en Cisjordania y todo Medio Oriente, erigiéndose como el “Gran Israel”. Un punto de inflexión a favor del imperialismo.

Mientras tanto, Gaza hoy sigue siendo bombardeada por el sionismo y su ejército fascista realiza incursiones más allá del supuesto límite del “plan de paz”. Las masas siguen viviendo en carpas soportando las duras condiciones climáticas. La hambruna y la falta de insumos médicos es brutal. La ayuda humanitaria entra a cuentagotas, como herramienta de Trump y el sionismo para quebrar por hambre a las masas. Y aún así, de imponerse este plan, se van profundizar sus penurias, sufrimiento, desplazamiento y despojo de sus tierras.
Por eso, como sostiene la resistencia, ¡hay que derrotar el ultimátum de la ONU, Trump y el sionismo contra las masas palestinas! Para eso, ¡es el momento de multiplicar por mil la solidaridad internacional! ¡Hay que marchar a la huelga general internacional! Solamente habrá pan, vivienda y una Palestina libre del río al mar con la destrucción del Estado sionista-fascista de Israel.

Comité Redactor de "La Verdad de los Oprimidos"