Estados Unidos - 13 de noviembre de 2025
Zohran Mamdani, candidato de la burguesía imperialista del Partido Demócrata, gana la alcaldía de Nueva York
Contra el ataque a los migrantes, la masacre en Palestina y el “rey” Trump…
Millones de trabajadores y la juventud entran al combate
Con la impostura de un candidato “socialista”…
Los piratas de Wall Street buscan contener “por izquierda” la ofensiva de masas contra el gobierno asesino de Trump
El pasado martes 5/11, el Partido Demócrata, que se fue del poder con Biden comandando la masacre en Gaza y atacando ferozmente a la clase obrera norteamericana, se alzó como vencedor en las elecciones que se desarrollaron en tres estados de EEUU.
Los Demócratas ganaron en las gobernaciones de Nueva Jersey y Virginia (donde llevaron de candidata a una oficial de la CIA). Pero el triunfo más relevante fue el de la alcaldía de Nueva York, donde ganó Zohran Mamdani, el candidato autoproclamado como “migrante”, “musulmán” y hasta “socialista”.
Mamdani es integrante de un ala del Partido Demócrata imperialista que son los “Socialistas Democráticos de América” (DSA), dirigidos por el multimillonario y pro-sionista Sanders. Estos desde hace años vienen apoyando a todos los bandidos imperialistas del Partido Demócrata que llegan a la presidencia: desde el impostor político Obama, el salvador de la banca imperialista en 2008, hasta el genocida Biden.
Estos “socialistas democráticos” del DSA no son “socialistas” porque no llaman a la clase obrera de los países semicoloniales a sublevarse para aplastar a la bestia imperialista… Tampoco llaman a los trabajadores de EEUU a expropiar Wall Street y a atacar a las grandes transnacionales y bancos que les arrojaron toda su crisis.
Tampoco son “democráticos”: condenaron a la heroica resistencia palestina y apoyaron abiertamente a Biden. Por eso miembros de esta corriente eran expulsados y repudiados por el movimiento de la juventud pro-palestina por ser cómplices del genocidio en Gaza.
Este triunfo del Partido Demócrata en Nueva York con un candidato burgués “de izquierda” imperialista, se dio en momentos en que enormes sectores de las masas le presentan batalla a la brutal guerra que les ha declarado el gobierno de Trump; las mismas batallas que le presentan con destellos revolucionarios amplios sectores de la clase obrera y los pueblos oprimidos del mundo.
Ante el ataque fascista a los 30 millones de obreros migrantes, un sector clave y el más explotado de los trabajadores de EEUU, se desarrollaron las Batallas de Los Ángeles y Chicago, con amplios sectores de la clase obrera norteamericana poniéndose de pie junto a sus hermanos de clase hispanos. Ante esto Trump envió a los marines y la Guardia Nacional a decenas de ciudades y estados del país, decretando de hecho el estado de sitio y realizando detenciones masivas de migrantes.
Mientras la juventud pro-palestina no cesa su lucha contra el genocidio en Gaza, se realizaron movilizaciones masivas en más de 2.000 ciudades al grito de “no queremos reyes” (“No Kings”) y por la huelga general, enfrentando abiertamente al gobierno de Trump.
A esto se suma que sectores de los veteranos de guerra vuelven a ganar las calles contra el despliegue de marines en ciudades de EEUU, enfrentando los ataques fascistas en el Caribe y en apoyo a las masas palestinas, poniendo a la orden del día que resurja el poderoso Movimiento Antiguerra que ayer desde el interior de la bestia imperialista, le provocó las peores derrotas a Wall Street en Irak y antes en Vietnam.
Estos grandes frentes de combate demuestran la tendencia a la irrupción de masas que existe en EEUU, que lo hacen por fuera del control del Partido Demócrata y por ahora no permiten que Trump tenga las manos libres para terminar de imponer sus intentonas bonapartistas con las que busca disciplinar a la clase obrera para poder ir a aventuras políticas y militares superiores en el planeta.
El “socialista” Mamdani, encubierto por toda la izquierda social-imperialista del mundo, que lo embellece como si fuera un “revolucionario”, no ha tenido ni tiene nada que ver en sus propuestas electorales ni en la acción en las calles, con ninguno de estos procesos de lucha de las masas de EEUU. Él viene a sacar a los explotados de las calles con 3 o 4 medidas mínimas y promesas demagógicas, algunas irrisorias, como la que dice que abriendo supermercados municipales en Nueva York se puede obligar a Walmart y las grandes cadenas de venta de alimentos a bajar sus precios… ¡Vaya “socialista” y “luchador antiimperialista” que no le toca ni una lata de atún a Walmart!
Es más, Mamdani guardó un silencio vergonzoso sobre los ataques y la invasión que prepara EEUU contra Venezuela y tampoco denuncia el sometimiento que ejerce el imperialismo yanqui sobre las naciones que oprime a través del FMI y con gobiernos abiertamente contrarrevolucionarios o fascistas para mantener sus negocios en el mundo.
Estamos frente a una nueva estafa del Partido Demócrata, que es especialista en engañar a las masas en lucha, cuando han sido y son los más grandes guerreristas de los piratas de Wall Street.
El Partido Demócrata se viste de Mamdani para volver a prestigiarse y contener los enormes combates de las masas en EEUU
La izquierda reformista mundial que salió a festejar el triunfo de Mamdani, algunos de ellos desaforados, se han convertido en verdaderos loros parlanchines y propagandistas de esta trampa infame del Partido Demócrata.
Lejos entonces de lo que afirman corrientes como el SWP inglés de Callinicos, que llegó a la aberración de plantear que “la victoria de Mamdani sume al imperialismo yanqui en el pánico”, son las masas de EEUU en lucha las que mantienen en vilo y aterrorizan a los carniceros del imperialismo norteamericano.
Justamente por eso el establishment norteamericano pone en marcha una nueva cara con Mamdani como “ala izquierda” del Partido Demócrata, para desviar y contener “por izquierda” las luchas de los explotados de EEUU y sacarlos de las calles, creando la ilusión de que con elecciones se puede a frenar a Trump.
Le va la vida a la burguesía imperialista yanqui en recuperar al Partido Demócrata, que se fue del poder profundamente odiado por las masas por imponer los peores planes de carestía de la vida y miseria contra los trabajadores y explotados, inclusive a un nivel superior que el aplicado durante del primer gobierno de Trump.
Por esto, millones no votaron al Partido Demócrata en las últimas elecciones presidenciales y el que ganó fue Trump, votado inclusive por amplios sectores de la clase obrera blanca, a los que los “demócratas” Obama y Biden atacaron abiertamente para salvar a la banca imperialista, arrancándoles todas sus conquistas.
Las viejas y desgastadas imposturas de las “alas izquierdas” del Partido Demócrata: un brutal engaño a las masas
“Por más que la mona se vista de seda”… sigue siendo lo mismo, nada más que bien vestida. De eso se trata el surgimiento de este “socialista” en Nueva York, que busca desesperadamente sacar a las masas del camino de la lucha revolucionaria.
La actual impostura de Mamdani no es nada distinto a lo que hicieron los Demócratas en 2008, cuando el gobierno de Bush estaba acorralado por los explotados. Había surgido un poderoso Movimiento Antiguerra que impuso la retirada yanqui de Irak, mientras las masas marchaban a ocupar Wall Street.
En ese momento los piratas yanquis vistieron al Partido Demócrata de Obama, el “primer presidente negro de la historia”. El stalinismo y toda la izquierda latinoamericana gritaban desde La Habana: “ya no hay más un enemigo en la Casa Blanca”. Decían esto en momentos en que el Partido Demócrata con Obama en el poder les estatizaba las deudas y subvencionaba con más 600 mil millones de dólares a los parásitos de Wall Street que quebraban en cadena con el estallido de las burbujas inmobiliarias y financieras de 2008.
El llamado “progresista” Obama, que en su discurso de asunción como presidente dijo “le extiendo la mano a los pueblos musulmanes”, como forma de encubrir su retirada como rata de Irak, se encargó de descargar uno de los ataques más grandes de la historia sobre el movimiento obrero norteamericano, arrojándole toda la crisis y el crac capitalista de EEUU.
A los trabajadores les arrebataron los seguros sociales, las jubilaciones, las condiciones de trabajo, etc., dejando inclusive ciudades fantasma sin fábricas ni empresas, como Detroit.
Volvieron imposible el pago de las hipotecas. Millones quedaron sin casas.
Esto hizo el “presidente negro” para que fueran los trabajadores y el pueblo norteamericano los que pagaran la estafa, el parasitismo y el robo de los bandidos de Wall Street, que hicieron desaparecer 90 billones de dólares con los que habían inflado sus ganancias, el valor de sus empresas y su control del comercio mundial.
Lo de Obama fue un verdadero engaño y una mentira para sacar a las masas de las calles, donde un poderoso Movimiento Antiguerra, como vimos, obligó a retirar a los marines yanquis de Irak y amenazó con abrir un “nuevo Vietnam” en las calles de Washington. La clase obrera quedó dividida. Un enorme sector perdió todas sus conquistas, el trabajo y hasta la vida. Esa fue la base social sobre la que comenzó a apoyarse Trump de forma demagógica para llegar a su primer gobierno en el año 2017.
Así venía funcionando el régimen de los “Republicratas” en EEUU: con un “centro” que votaba todas las leyes necesarias para el funcionamiento del imperialismo yanqui y el Partido Demócrata, con un “ala izquierda” conteniendo a las masas.
Eso se hizo abiertamente cuando fueron los combates revolucionarios encabezados por el movimiento obrero negro contra el primer gobierno de Trump en 2020. Ante el asesinato de George Floyd, una cadena de levantamientos de masas recorrió las ciudades y estados de todo el país. En Minnesota el gobernador del Partido Demócrata era expulsado de toda asamblea y movilización de los trabajadores y el pueblo pobre que se sublevaban al grito de “¡disolución de la policía!” y “¡sin justicia, no hay paz!”.
Esa acción de masas que se generalizaba amenazó con la caída del gobierno de Trump a manos de la lucha en las calles. Entonces llegó el turno de los “socialistas democráticos” que demostraron para qué existían: la “campaña socialista” de Sanders, que sacó millones de votos en las internas del Partido Demócrata, fue para contener “por izquierda” el ascenso de masas, el odio del movimiento negro y la derrota de los supremacistas blancos en las calles, y darle todo su apoyo a Biden.
Fue el DSA el que sacó al movimiento negro y las masas de las calles y apoyó al gobierno de Biden, que aplicó el plan que Trump no había podido: mientras comandó el inicio del genocidio en Gaza, le impuso a los trabajadores una brutal carestía de la vida, recesión con inflación y alquileres impagables que quedaron al nivel de los valores de la burbuja inmobiliaria. Fue Biden quien dejó a 40 millones de obreros en EEUU viviendo de un plato de comida caliente al día que les dan en “comedores comunitarios”.
De eso se trata la vuelta del canalla represor y asesino Trump al gobierno: nada más ni nada menos, que del pérfido rol del Partido Demócrata y su “ala izquierda socialista” contra la clase obrera y todos los sectores explotados de EEUU.
La reciente trampa electoral en Nueva York estuvo por esto, al servicio de intentar represtigiar al Partido Demócrata. El establishment busca cubrirse por si Trump fracasa tanto en su ofensiva bonapartista y contra las libertades democráticas en EEUU, como en sus tropelías contrarrevolucionarias a nivel internacional.
No es casual entonces que Mamdani, que tenía el apoyo de la mayoría absoluta de los trabajadores y el pueblo de Nueva York, no fuera como candidato de un partido socialista a las elecciones, sino que se presentara en la boleta del Partido Demócrata.
Cuomo, la “derecha” del Partido Demócrata que perdió las internas, fue consecuente: se presentó a las elecciones por su cuenta. ¿Por qué no hizo lo mismo Mamdani para enfrentar al Partido Demócrata de Wall Street?
¡Y aun así este hombre fue pintado como “socialista” por todos los partidos de izquierda de EEUU y a nivel internacional! Querer hacer pasar como “socialista” a un farsante del Citibank y la JP Morgan, es una infamia.
Una cosa son las falsas ilusiones y contradictoriamente el sentimiento de justicia que anidan en los millones de votos que fueron a Mamdani, pero otra muy distinta es el veneno que este y los social-imperialistas le introducen a las masas. Por eso la obligación de los marxistas es decirles la verdad, por más dolorosa que esta sea: cuando más y más la burguesía se viste de “rrrrrojo” para engañar al pueblo, tenemos que denunciarla un millón de veces más, porque se trata de una trampa mortal con el objetivo de sacar a los explotados de las calles para que luego venga Trump y los aplaste. De eso se tratan los “cantos sirena”… Sí, “cantos de sirena” de la pérfida política de colaboración de clases de los autoproclamados “socialistas” dentro del Partido Demócrata imperialista, el de los asesinos de Vietnam y Gaza, el de los organizadores de golpes contrarrevolucionarios en todo el mundo, el de los sostenedores del FMI y las bases militares y centuriones con los que los yanquis controlan el planeta… Miserables.
Por más que los señores reformistas quieran seguir mintiendo sobre Mamdani, los trotskistas revolucionarios afirmamos que no estamos ni ante un socialista, ni ante un luchador antiimperialista y ni siquiera ante un demócrata consecuente.
Mamdani, el representante centroizquierdista de los piratas de Wall Street: un raro “socialista” que no propone ninguna medida anticapitalista contra los parásitos imperialistas
Como ya dijimos, la campaña electoral de Mamdani fue prometer el congelamiento de los alquileres, la construcción de viviendas, la creación de guarderías y supermercados municipales con “precios accesibles”, etc. etc. Pero estando en una potencia imperialista, Mamdani no propone una sola medida que ataque directamente los negocios, la propiedad y los intereses de la burguesía imperialista yanqui.
Mamdani se jacta de ser un “migrante” más, pero silencia que los marines bajo las órdenes de Trump y los oficiales genocidas del Pentágono transformaron cada ciudad militarizada contra los migrantes, en campos de entrenamiento con el propósito de preparar a las tropas para tomar países por asalto, como se dispone a hacerlo el gobierno de Trump en Venezuela.
Mamdani dice ser “pro-palestino” ¡y no llama a parar y derrotar la máquina de guerra yanqui que organizó el genocidio en Gaza y está a punto de invadir Venezuela!
Mamdani no ha llamado a ninguna acción para poner de pie al movimiento obrero, a los sin techo, etc., planteando la nacionalización sin pago de los bancos y el desconocimiento de sus créditos hipotecarios usureros.
Mucho menos Mamdani llama a derrotar a Trump en las calles. Su único objetivo es que vuelva a resurgir el Partido Demócrata imperialista y jugar el mismo rol que antes jugaron Obama o el pro-sionista Sanders, que llamó abiertamente a apoyarlo.
Renegados del marxismo como Callinicos del SWP inglés o la diputada Bregman del PTS/FIT-U de Argentina festejan el triunfo a Mamdani como un niño al que le han regalado un helado.
Callinicos pinta a Mamdani como si éste fuera Lenin, Trotsky o el Che Guevara, que habría “creado terror en los banqueros imperialistas”, como vimos. Esto es una desfachatez contra el marxismo y contra la clase obrera norteamericana.
Desde Buenos Aires, la “socialista” Bregman, enamorada de la campaña electoral de Mamdani, plantea que el programa de este es el mismo por el cual vienen batallando y hay que batallar desde el FIT-U de Argentina, con propuestas mínimas concretas a fin de ser una alternativa para las masas… Esto lo dice con un total descaro, sin plantear ninguna medida anticapitalista, igual que Mamdani.
Así lo dijo en un posteo del 5/11, donde afirmó que su banca en el Parlamento estará al servicio de organizar la pelea “para que la Ciudad de Buenos Aires deje de ser una ciudad expulsiva para las familias trabajadoras, para que el Subte y todo el transporte no sean una pesada carga para los bolsillos, para que luchemos por vivienda contra la especulación inmobiliaria, por la salud y la educación públicas, por la cultura, el arte y los derechos de las mujeres y disidencias, por la juventud”…
Estamos ante un programa abiertamente capitalista con algunas “reformas” transformadas en demagogia electoralista… Pero por lo menos Mamdani se dice “socialista” para engañar a las masas. A Bregman le da vergüenza hasta decirlo y cuando le preguntan, dice que el “socialismo es muy para el futuro”…
Argentina es un ejemplo de cómo quedaron las cooperativas de alimentos, los comedores populares, las ferias baratas de los desocupados… Al primer golpe decisivo del régimen y el gobierno de turno, no quedó nada de nada.
La parlamentaria Bregman, así como el señor Callinicos, se desviven, tal cual magos, para esconder en su galera al Partido Demócrata, del cual fue candidato Mamdani, para poder pintarlo de “rojo” y “socialista”.
Ocultan que Obama y Kamala Harris, la última candidata presidencial y vice del genocida Biden, fueron impulsores de la campaña electoral de Mamdani.
El señor Callinicos y la doctora Bregman con sus adláteres quieren repetir esa experiencia en Londres y en Buenos Aires. A todas luces, está claro, en el caso de Argentina, que no tendrían ningún pudor en presentarse como candidatos socialistas en las listas del partido burgués peronista. No se oculten más.
Viendo las posiciones del PTS o de Callinicos de Inglaterra sobre Mamdani, la burguesía sabe que cuenta con ellos cuando los necesite.
Contra los engaños de las nuevas estafas “izquierdistas” del Partido Demócrata imperialista,
¡Al “rey” Trump se lo derrota con el combate revolucionario en las calles!
La tarea del momento que han puesto a la orden del día los millones que ganan las calles en EEUU, es coordinar, centralizar y generalizar todos los organismos de las masas en lucha como los comités autoorganizados de migrantes, el movimiento de apoyo a Palestina, el No Kings, el de los veteranos de guerra y los soldados rasos que comienzan a movilizarse, para poner en pie los órganos de poder autoorganizados de los de abajo.
Un movimiento así arrastraría nuevamente al movimiento negro al combate, sacándolo de las garras del Partido Demócrata que lo disolvió y lo desorganizó.
También golpearía sobre la clase obrera blanca, levantando las demandas de desconocimiento de todas las deudas hipotecarias de los trabajadores y por la incautación sin pago de los bancos imperialistas que saquearon la nación y las viviendas de los obreros y el pueblo pobre.
La puesta en pie de organismos de doble poder es la tarea del momento en EEUU para enfrentar la embestida contrarrevolucionaria del proto-fascista Trump.
Para cerrarle el camino a los yanquis y sus guerras contrarrevolucionarias, es de vida o muerte que se multiplique por mil el combate de la clase obrera y las masas norteamericanas.
Como se gritaba en Minneapolis: ¡Disolución de la policía, de ICE y todas las fuerzas represivas del estado imperialista yanqui! ¡Por comités de autodefensa!
Cada vez que fue sometida al Partido Demócrata, la clase obrera norteamericana quedó con las manos atadas para pelear por sus intereses.
Llegó la hora de unir las filas obreras en una sola lucha contra el gobierno asesino de Trump y el régimen de los piratas yanquis. Por trabajo y salario digno, por salud, vivienda y educación para todos, ¡hay que tomar Wall Street! ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a las transnacionales y banqueros imperialistas que esclavizan a la clase obrera norteamericana y a los trabajadores y pueblos oprimidos del mundo!
Las cañoneras de EEUU invaden el Caribe, masacran a mansalva y preparan la rendición a punta de pistola de Maduro o el ataque militar a Venezuela. Los yanquis vienen a recuperar con guerra comercial y a los tiros sus zonas de influencia que habían perdido en el mercado mundial.
Pero nuevamente el movimiento de veteranos de guerra comienza a ponerse de pie en EEUU. Ya antes un soldado de base del ejército norteamericano se había inmolado por Gaza.
¡Hay que parar la máquina de guerra imperialista desde todos los puertos y aeropuertos del país!
Hay que ponerse de pie puesto que en EEUU el enemigo está en casa y es el que hay que derrotar antes de que, como hizo en Medio Oriente, llene de sangre América Latina y el mundo entero.
Hay que romper con los carniceros asesinos del Partido Demócrata y no tener ninguna confianza en sus voceros “socialistas” que son los encargados desde la “izquierda” de sostener los fusiles de los marines, siempre listos a disparar contra las rebeliones de los pueblos oprimidos.
¡Paso a los comités de veteranos de guerra! ¡Por comités de soldados rasos que desacaten a los oficiales que envían a la Guardia Nacional a militarizar las ciudades de EEUU! ¡Por la derrota militar de los yanquis en su guerra contra los hispanos, que es parte de la ofensiva contrarrevolucionaria del imperialismo sobre América Latina!
¡Que vuelva a ponerse de pie el Movimiento Antiguerra y la “Marcha del Millón” contra la guerra que ya empezó contra los migrantes y se prepara contra Venezuela!
¡Hay que pelear como lo hacen los obreros de Italia, que salieron a la Huelga General en apoyo a las masas palestinas!
Este es el camino para derrotar el ultimátum de Trump y Netanyahu que busca imponer la rendición del pueblo palestino de Gaza, y para expulsar a las tropas yanquis y sus bases militares de toda América Latina.
El aliado de las masas norteamericanas no es el Partido Demócrata de los carniceros imperialistas, ni su “ala izquierda” de “socialistas” de Wall Street, la JP Morgan y BlackRock.
La clase obrera norteamericana, para triunfar en su lucha, debe unirse a los trabajadores de los pueblos que su propio imperialismo oprime y saquea. ¡Allí están sus verdaderos y únicos aliados!
Para que la clase obrera y las masas vivan, ¡el imperialismo debe morir!
¡Por Estados Unidos socialista con la revolución proletaria de los consejos de obreros y soldados, y junto a la clase obrera internacional!
Carlos Munzer, del Comité Redactor de “El Organizador Obrero Internacional”
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