Una ofensiva se venía cocinando: veíamos al Papa visitando los campos de refugiados en Grecia donde mantienen a nuestros hermanos refugiados peor que a los animales. Este gesto intentaba hacerle creer al mundo que el gobierno del estado griego junto con el Papa "pobre" (dirigente del estado más rico del mundo) son aliados de los más necesitados y de los que luchamos por una vida mejor.
Por otro lado, olíamos el odio que la inmunda Merkel irradiaba por sus poros cuando ésta se acercó a la frontera de nuestro país declarando -junto a su gabinete- que Turquía es un país seguro para los millones de hermanos sirios que se encuentran allí luego de haber perdido todo aquí y son utilizados de la peor manera como mano de obra esclava sin derecho a nada. Esto es condenar a muerte a nuestros hermanos.
Luego de estos gestos el imperialismo y sus perros desataron el infierno...
Hace aproximadamente una semana la farsa del "alto el fuego" anunciado por Obama y su sicario Putin se desplomaba frente a los ojos del mundo.
El perro Bashar -quien jamás había cesado de masacrar- comenzó a largar su ofensiva contra nuestros hermanos de Ghouta y Duma (a escasos kilómetros de Damasco capital de nuestra amada tierra), de Homs, Hama y Latakia.
Mientras, en Aleppo nos reagrupábamos, atacábamos y emboscábamos la maquinaria de guerra de Putin y los mercenarios de Bashar, Irán y Hezbollah.
Al mismo tiempo, los generales del ESL son los que controlan a los que custodian fuertemente los arsenales de armas y municiones en la ciudad de Idlib, que sólo utilizan para someter a los que allí habitan. Estos mismos generales del ESL junto al grupo de burgueses de la "oposición Siria" fingían retirarse de la reunión de Ginebra argumentando que lo hacían en nombre de 70 mil de nuestros hermanos, varados en la frontera sirio-turca luego de que Bashar y el Estado Islámico bombardearan el campo de refugiados en el que se encontraban.
Sabemos que ese grupo de burgueses, que no fueron votados por nadie, jamás ha dejado la reunión en Ginebra y no hace más que complotar a puertas cerradas junto con el imperialismo yanqui, Rusia, Irán, Arabia Saudita, Turquía y Bashar en contra de los que resistimos, en contra de los que llevamos el estandarte de la revolución del 2011 que se inició en busca de pan y libertad.
Lejos de rendirnos, tanto en la ciudad de Aleppo como en los alrededores, comenzamos a coordinar nuestras fuerzas para defendernos mejor de la ofensiva de perro Bashar. Éste, ante la imposibilidad de entrar con sus tropas a las zonas que él no controla, no tardó en llamar al sicario Putin -quien jamás retiró sus tropas de Siria- y ambos se encuentran largando un exterminio sobre nosotros a cuenta del imperialismo yanqui y europeo.
Desde el miércoles pasado han dejado caer más de 1.000 bombas en la ciudad de Aleppo y los suburbios y han arrasado con 3 centros de salud. Mientras, en Duma y Ghouta, así como en Latakia, los generales del ESL pactan con los mercenarios un “alto el fuego” con la excusa de dejar entrar las migajas de la ONU y convencer a los que resisten de que cambien su fusil por un paquete de arroz. Por otro lado, a los generales del ESL y sus familias sí los dejan salir. Ellos son generales sin batalla que vuelven a donde siempre pertenecieron: a los hoteles de lujo. Estos cobardes entregan en bandeja a nuestros valientes hermanos que resisten día a día el hambre y la masacre impuesta por el gobierno sirio.
Por otro lado, Aleppo queda excluida de este “alto el fuego” pues aquí la palabra de los generales vale poco y nada. En varios grupos son los jóvenes que resisten quienes eligen y revocan a los generales; generales que tienen obligaciones en vez de poder. Es por eso que hoy se centra la masacre aquí. Es por esta forma de organización donde todos tenemos voz y voto y donde el que mejor combate es el que lidera. Y esto es así porque el hambre y el anhelo de una vida digna son nuestro motor de lucha.
Quieren borrarnos de la faz de la tierra, como lo están haciendo con nuestros hermanos refugiados en Grecia y en toda Europa.
Pero aún así nos negamos rotundamente a bajar los brazos y a escasas horas del Día Internacional del Trabajador afirmamos: "no habrá olvido ni perdón" ni para quienes nos masacran ni mucho menos para quienes callan nuestros gritos de dolor. Tampoco para quienes calumnian nuestros gritos de guerra ni para aquellos que hablan en nombre de la revolución pero en los hechos son su negación.
¡Por un 1° de Mayo de ayuda internacionalista a la resistencia de nuestra masacrada Siria!
¡Armas a los desplazados al interior de nuestra Siria ensangrentada! ¡Armas a nuestros hermanos en los ghettos en las fronteras de nuestra tierra! ¡Médicos para los niños, las mujeres y los ancianos de Aleppo y toda Siria!
El 1° de Mayo es nuestro día. No se lo regalemos a la burguesía y demostrémosle que la clase obrera unida se hará visible… y será invencible.
Brigada León Sedov
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