Mayo 2018
PRESENTACIÓN
Presentamos en esta edición especial de “El Organizador Obrero Internacional” dedicada a la clase obrera negra y de forma particular al continente africano, donde el proletariado negro juega un rol central, no solo en dicha región del planeta sino también a nivel mundial. Los levantamientos de los obreros afroamericanos luchando por sus vidas en el corazón del monstruo imperialista yanqui es un ejemplo de lo que aquí decimos. La atención de la clase obrera mundial con sus hermanos negros es fundamental. Ellos constituyen un importante sector de la clase obrera de Europa, a donde son llevados a trabajar como esclavos con métodos que harían empalidecer a los esclavistas de los siglos anteriores.
Publicamos esta edición especial del OOI en momentos en que África del Sur se encuentra convulsionada por las ondas expansivas del crack de la economía mundial capitalista. Estas ondas expansivas esta vez han golpeado a los BRICS como Brasil, cuya bancarrota ya es descomunal, y Sudáfrica en particular, donde la desocupación ya ronda el 23% y los explotados se hunden en la miseria luego de que las transnacionales y el FMI extrajeran enormes super ganancias del robo de sus recursos naturales.
La clase obrera de Sudáfrica no faltó a la cita ante en esta crisis y entró al combate en una dura lucha contra sus verdugos: el régimen de la “reconciliación” que impuso Mandela, el Congreso Nacional Africano (CNA), el stalinismo y la burocracia de los sindicatos junto a la burguesía fascista anglo-bóer. Este régimen infame sólo mantuvo a Sudáfrica sometida al imperialismo y a la voracidad de los explotadores. De su interior fue surgiendo una nueva burguesía negra totalmente asociada a las transnacionales; una burguesía negra millonaria rodeada de un mar de obreros negros hambrientos.
Enormes procesos de lucha se están desarrollando también en estos momentos en Zimbabwe, donde la clase obrera ingresa sistemáticamente a pelear en ese país, el más pobre del mundo, saqueado por el FMI, con una deuda externa espuria y ahora bajo el mando de una dictadura militar que es la fiel continuadora del gobierno y el régimen dictatorial de Mugabe. Allí la burguesía se “Sobre las Tesis Sudafricanas” de León Trotsky Panticipó a una explosión violenta de las masas y lo sacó a este del gobierno, reemplazándolo por una junta militar.
También en Sudáfrica por las sucesivas luchas y huelgas generales de las masas, la burguesía entregó la cabeza de Zuma y en su lugar asumió su vicepresidente, Ramaphosa, el asesino de Marikana, odiado por los explotados.
La burocracia sindical y el stalinismo como fuerza contrarrevolucionaria fundamental de la región, aquí y allá comienzan a ser desbordados por las aguerridas masas africanas. El stalinismo ha atado su suerte al régimen “del pacto y la reconciliación” y ya desde la postguerra y luego en los ascensos revolucionarios del continente africano a fines de los ’70 y ’80 entregó todos los combates antiimperialistas por la tierra y por la independencia nacional que libraron los obreros y campesinos del continente.
La cuestión negra, entonces, cobra una enorme actualidad. Publicamos en esta edición del OOI las resoluciones de los congresos de la FLTI (Fracción Leninista Trotskista Internacional) de los años 2009 y 2015. En ellas el lector podrá ver la actualización del programa del marxismo revolucionario sobre la cuestión de la clase obrera negra y la lucha en defensa de la teoría-programa de la Revolución Permanente.
Solo desde la estrategia del marxismo revolucionario se puede orientar a las masas hacia su verdadera liberación que no es otra que el triunfo de la revolución socialista.
Como plantea la teoría-programa de la Revolución Permanente: “En las condiciones de la época imperialista, la revolución nacional-democrática solo puede ser conducida hasta la victoria en el caso de que las relaciones sociales y políticas del país de que se traten hayan madurado en el sentido de elevar al proletariado al poder como dirección de las masas populares. ¿Y si no es así?-se pregunta Trotsky en dicho trabajo. Entonces, la lucha por la emancipación nacional dará resultados muy exiguos, dirigidos enteramente contra las masas trabajadoras”. Esto es lo que ha pasado con toda agudeza en el mundo semicolonial y en el África negra en particular. A la salida de la segunda guerra y en el medio de la crisis interimperialista que ésta había abierto, las masas africanas buscaron un camino para su liberación. Por traición del stalinismo, estos enormes combates no impusieron al proletariado como “dirección de las masas populares”. Sino que el stalinismo puso sobre sus hombros a las burguesías nativas que terminaron abortando la lucha por la independencia nacional del imperialismo y asociándose como socia menores del saqueo de las naciones negras.
En manos de la burguesía la lucha por la independencia nacional a la salida de la Segunda Guerra y como ya dijimos, en la década del ’70 y el ’80, fueron no la victoria de la “revolución democrática”, como aún afirma la LIT, sino su aborto.
El combate contra el imperialismo y por la tierra, pone a la orden del día que la clase obrera rompa definitivamente con la burguesía negra. Son decenas y decenas de pandillas de explotadores y capangas al servicio de los amos imperialistas, las que constituyen los gobiernos cipayos de toda la región. Una cobarde y cínica burguesía negra, íntimamente ligada a la economía y política mundial del imperialismo.
El rol contrarrevolucionario del stalinismo, como ya dijimos, fue y es en el África martirizada uno de los lugares del planeta donde más hizo valer su rol de agentes del capital. Inclusive como en la Mozambique, Angola y Guinea Bissau, los partidos stalinistas y sus “movimientos de liberación nacional”, luego de derrotar militarmente al imperialismo inglés o portugués, ejercieron ellos mismos gobiernos obreros-burgueses que les garantizaron su propiedad y sus superganancias a los bancos imperialistas, sus empresas mineras y petroleras.
Las burguesías nativas aquí y allá utilizaron los heroicos combates de las masas para negociar algunas monedas más de la pequeña porción de plusvalía que se quedan del saqueo imperialista, pero siempre han terminado atacando abiertamente a la clase obrera y los campesinos pobres. Es que le temen mucho más a las masas armadas que al imperialismo, al cual están asociados. Los explotadores tienen instinto de clase, saben que la revolución proletaria no distinguiría entre los burgueses nativos o imperialistas.
La cuestión está clara: en el continente africano, para la lucha de las masas explotadas, se enfrentan dos estrategias y dos programas. Una, la pérfida política de colaboración de clases que impuso el stalinismo y los renegados del trotskismo, sosteniendo aquí o allá a las burguesías nacionales, ya sea cuando estas posaban de “antiimperialistas” o de “democráticas”. El resultado está a la vista. Yace en ese continente la clase obrera más golpeada del planeta y que en Europa y EEUU es usada como mano de obra esclava.
Del otro lado, la teoría-programa de la Revolución Permanente, que plantea: “Con respecto a los países de desarrollo burgués retrasado, y en particular de los coloniales y semicoloniales, la teoría de la revolución permanente significa que la resolución íntegra y efectiva de sus fines democráticos y de su emancipación nacional tan solo puede concebirse por medio de la dictadura del proletariado, empuñando éste el poder como caudillo de la nación oprimida y, ante todo, de sus masas campesinas”.
Podrá ver el lector en estas tesis de la fundación de la FLTI de 2009 sobre la cuestión de la clase obrera negra, que estas se asientan en esta teoría, estrategia y este programa para poner en pie los partidos revolucionarios internacionalistas de vanguardia y de combate que el proletariado africano necesita. En ellas desenmascaramos que las “revoluciones democráticas triunfantes” no son más que una parodia, el aborto y la derrota de la revolución proletaria.
Todas las tareas democráticas como la ruptura con el imperialismo y la cuestión agraria sólo podrán ser resueltas con el proletariado como caudillo de la nación.
Los grandes aliados de la clase obrera africana son la clase obrera norteamericana y europea, de la cual el proletariado africano es parte constitutiva y avanzada en sus luchas y sus combates. El carácter internacionalista del proletariado negro, como un sector clave de la clase obrera mundial, marca y marcará el camino para recuperar el internacionalismo militante en las filas de la clase obrera mundial, que las direcciones traidoras han roto sometiendo al proletariado país por país a su propia burguesía. Desatar las manos y romper el sometimiento de los trabajadores africanos con su propia burguesía es lo que le permitirá al proletariado afroamericano ponerse realmente de pie, al ver que sus hermanos son los trabajadores de África y no las cínicas burguesías negras como Mandela, los stalinistas ni mucho menos el castrismo, que hace rato entrego las luchas de liberación de África tal como hizo ahora con Cuba al imperialismo.
Como complemento entonces a esta parte que hace a la estrategia y al programa revolucionario para los explotados de África del Sur, en esta edición publicamos también “Sobre las Tesis Sudafricanas” de León Trotsky (escrito en 1935), que son un material histórico de altísimo valor político para abordar la actualidad contra toda esa escuela de charlatanes y liquidadores del marxismo que toma vuelo con el surgimiento de la Nueva Izquierda y los renegados del trotskismo que hace rato abandonaron la teoría y el programa del marxismo revolucionario.
El lector podrá encontrar en esta edición un artículo de la WIL de Zimbabwe que salió a la luz en el mes de noviembre de 2017, dando cuenta del golpe militar en ese país y marcando un curso de acción revolucionario para enfrentarlo con acciones de masas, mientras corrientes como la ISO del SWP inglés se postraba ante los seudo “demócratas” del MDC que apoyaron la embestidas de los militares contra el gobierno del dictador Mugabe. Como parte de la misma elaboración publicamos una polémica con la LIT, que suplicaba a la junta militar un llamado a “Asamblea Constituyente” negándose a impulsar la puesta en pie de los organismos de doble poder de las masas en lucha para barrer con los golpistas, mediante una acción revolucionaria que abra el camino a la revolución socialista en Zimbabwe y toda África del Sur.
Por ello, en este OOI también presentamos a los obreros y jóvenes revolucionarios, una declaración escrita por los compañeros de la WIL de Zimbabwe (03-01-2018) que versa sobre el actual almacenamiento y tráfico de esclavos negros impulsado por la nueva burguesía khadafista desde Libia hacia las grandes metrópolis imperialistas. En ella la FLTI, además de desnudar el rol de las burguesías nacionales como socias menores de los bandoleros imperialistas, da cuenta de un programa de acción inmediato comenzando por insistir en la necesidad que los obreros de Estados Unidos, Europa y Japón asuman sus responsabilidades y obligaciones internacionalistas para liberar a sus hermanos del África negra.
Las aristocracias y burocracias obreras y los partidos social-imperialistas, mientras atan a la clase obrera de las colonias y semicolonias a su propia burguesía, en los países imperialistas no hacen más que defender a sus propias transnacionales y regí- menes que se disputan las zonas de influencia en el mundo semicolonial.
La complicidad del stalinismo, la socialdemocracia y los renegados del trotskismo con el saqueo imperialista en las naciones oprimidas se ve a plena luz del día. Estas corrientes son consejeras de sus banqueros imperialistas.
Algunos de ellas, como el NPA francés, le aconsejan a la burguesía imperialista de Francia que sus invasiones militares, como las que realizaron en Malí, no son el camino para sostener su dominio sino que deben engañar a los pueblos oprimidos con más banderas de “democracia” y “libertad” para así mejor llevarse las riquezas de los países que saquean. De esta forma es cómo aconsejan a ese siniestro imperialismo francés de la Legión Extranjera. Basta ver también al lambertismo y su “Internacional de los pueblos” ocupar cargos parlamentarios en la Argelia de la feroz dictadura militar de Bouteflika, mientras el Frente Islámico de Salvación Nacional continúa proscripto.
También hay que mencionar frente a esto al SWP inglés, devenido ya en un “caballo de Troya” de las transnacionales al interior de las organizaciones obreras. En Zimbabwe, ellos sostuvieron y entraron al MDC, un partido burgués con el que a partir de 2008 el gobierno de Mugabe del Zanu PF hizo un acuerdo de gobernabilidad y se limpió su ropa manchada de sangre para frenar el ascenso obrero que lo amenazaba. El MDC es el gran administrador de los negocios de la Anglo American en Zimbabwe, junto a los “socialistas de la Reina” a su interior. O bien, como lo hacen en Sud- áfrica, llamando a poner en pie la “Nueva Izquierda”, buscan crear un nuevo obstáculo que impida la ruptura de las masas con la burguesía, al querer imponer un “CNA de izquierda”, apoyado en los sindicatos, el stalinismo y figurones “democráticos” de la burguesía negra. Ellos son los voceros del Partido Laborista inglés, donde tienen un estrecho acuerdo alrededor de Corbyn. A no dudarlo, que de ganar el Partido Laborista las próximas elecciones en Inglaterra, con este candidato “antiimperialista, antimilitarista y anticapitalista” (como el SWP inglés hace campaña a Corbyn), estos socialistas de la reina serán sus ministros, con o sin cartera en todo el África negra saqueada por el imperialismo angloyanqui.
En este sentido y combatiendo por la independencia de clase y por poner nuestras fuerzas al servicio de un nuevo reagrupamiento revolucionario de la clase obrera negra, es que presentamos un artículo de la WIL y la FLTI haciendo nuestros aportes y nuestra colaboración política al debate que se ha abierto en toda la izquierda de África el Sur y de Sudáfrica en particular, alrededor de la convocatoria de los dirigentes del NUMSA (Sindicato metalúrgico sudafricano) a construir un “Partido de Trabajadores Revolucionarios”.
Es que la crisis de la central sindical COSATU, el CNA y el stalinismo ya es abierta. La base obrera busca el camino a la lucha y a la huelga general y pugna por abrirse paso a la independencia de clase. Está en ciernes que el proletariado de Sudáfrica vuelva sobre el camino que fuera obstaculizado y desviado por la traición del stalinismo en los ’80. Es que el movimiento obrero sudafricano necesita tratar a esta cobarde y cipaya burguesía negra, sostenida por el stalinismo y su pacto con los anglo-bóer, igual y de forma más contundente aun que al régimen del Apartheid, que se sobrevivió en el régimen de “reconciliación nacional” que impuso Mandela junto a los bóer.
Este llamamiento a poner en pie un “Partido de Trabajadores revolucionarios” no puede ser tan solo una cuestión de Sudáfrica, sino que debe ser llamado a conformarse en todo el continente africano. El programa de los obreros metalúrgicos de Sud- áfrica debe llegar a todos los rincones del continente.
Este esfuerzo que ha comenzado un sector de los trabajadores del sur de África no puede ser llevado a los pies de las burguesías nativas ni de la así llamada “Nueva Izquierda” europea. Es indudable que esta buscará limitar el giro a la izquierda de la vanguardia obrera para someterla a la política de “más democracia”, como si esta fuera posible sin expropiar al imperialismo y a las transnacionales y sin dejar piedra sobre piedra de toda política de colaboración de clases con la burguesía.
En Sudáfrica, el NUMSA y la SAFTU vienen de protagonizar una huelga general contra el gobierno del pro-imperialista Ramaphosa, lucha que fue carnereada por la burocracia del COSATU. En esta edición publicamos unos primeros apuntes sobre este hecho de la lucha de clases en este país, planteando que es de vida o muerte derrotar a la burocracia del COSATU para que los trabajadores puedan conquistar la unidad de sus filas y barrer el gobierno de Ramaphosa como camino a conseguir todas sus demandas.
A nuestro entender, la dirección del NUMSA debe disputarle palmo a palmo la dirección de todos los sindicatos y del movimiento obrero a las burocracias sindicales del stalinismo, y de aquellas que han surgido al calor de las distintas pandillas burguesas que se alejan del CNA cuando este se hunde, como es el caso de Malema, quien con demagogia y limosnas intenta contener y expropiar la lucha de los heroicos mineros de Marikana, que aun claman justicia por sus 34 compañeros asesinados.
Las masas han irrumpido en lucha política en Sudáfrica. Con un 23% de desocupación, la clase obrera sabe que en el terreno de la lucha económica y sindical ya no puede conseguir su más mínima demanda con semejante crisis económica. Las masas han tomado conciencia de que para conseguir sus reclamos hay que derrotar al gobierno y a la burocracia sindical en las calles, con huelgas generales políticas como las que estamos viviendo. Esta situación pone a la orden del día la necesidad de poner en pie junto a los sindicatos combativos de Sud- áfrica, organismos ad hoc de todas las masas que entran al combate peleando por el agua, el salario, la vivienda, la educación, etc.: comités por el agua, comité de fábrica, comités de consumidores, por la vivienda. Hay que unir a todas las masas en lucha. Un llamamiento audaz del NUMSA a poner en pie un gran Congreso nacional de los explotados, que incluya un llamando a los soldados rasos -que ayer el stalinismo puso a los pies de la burguesía negra a poner en pie sus comités de base y a luchar junto a los trabajadores y el pueblo pobre.
Estamos ante luchas decisivas de las masas y los explotados. Sudáfrica, junto a Zimbabwe, es hoy la avanzada de estos combates en África del Sur. En este sentido, presentamos también distintas declaraciones y artículos sobre la lucha de los mineros y el Comité de Mujeres de Hwange que desde Zimbabwe enfrentan a la trasnacional imperialista (Anglo American) y resisten hace más de 100 días al aislamiento, la presión de la patronal y el olvido de las corrientes “socialistas”. Esta lucha sigue en pie gracias a la lucha de los docentes, estatales, enfermeros, trabajadores ambulantes y cientos de miles de explotados que enfrentan el ataque pro imperialista del gobierno de Mnangagwa, del Zanu-PF sostenido por los militares y los “opositores” del MDC. Los mineros y el valiente Comité de Mujeres de Hwange cuentan además con el apoyo de obreros internacionalistas que han aportado y llamado a un fondo de huelga y de lucha internacional, mocionando esta pelea en organizaciones obreras, demostrando que el camino para ganar no pasa por la política traidora de aliarse a uno u otro sector burgués como pretenden hacer los burócratas sindicales de la ZTUC. Pues es solamente con la clase obrera peleando como un solo puño por arriba de las fronteras, enfrentando los mismos enemigos que nos explotan, que los trabajadores encontraran las fuerzas para alcanzar la victoria.
Es precisamente al servicio del combate por el internacionalismo militante de la clase obrera, contra toda política que ate lo sintereses de los obreros al de los patrones y sus gobiernos, que hemos seleccionado esta serie de documentos, artículos, debates y declaraciones buscando defender la continuidad del marxismo revolucionario y realizar un aporte a los explotados del mundo presentando este programa el cual consideramos una guía de acción revolucionaria para que los trabajadores lleven sus luchas al triunfo.
Es por ello que este OOI de edición especial sobre la lucha de clases en África, es una herramienta para desnudar a los falsificadores del “socialismo”, del cual hablan solo los días de fiesta y todos los días esconden para subordinarse a las burguesías “progresistas” y burócratas de turno en los grandes sindicatos. Como lo afirman cada uno de los distintos textos que hacen a esta publicación sobre la lucha de la clase obrera negra y el programa de los marxistas revolucionarios, los trotskistas llamamos a los obreros y jóvenes a reagruparnos bajo las banderas de la IV Internacional y su congreso de fundación de 1938, contra todos aquellos que liquidan su programa y vigor revolucionario y traicionan en su nombre abrazando las viejas recetas del estalinismo y la socialdemocracia que tantos años de martirio le han traído a los trabajadores y pueblos pobres del mundo; sosteniendo, con una política de colaboración de clases y/o de luchas “por más democracia”, a un sistema putrefacto que mantiene a un puñado de parásitos que viven del sudor, sangre y lágrimas del 99% de los explotados del mundo.
La lucha por la revolución obrera y socialista está más vigente que nunca. Al servicio de este combate es que presentamos este Organizador Obrero Internacional sobre África y sobre el marxismo y la cuestión negra, para que sea un documento de debate y formación, y por sobre todas las cosas una herramienta para la clase obrera y la vanguardia en el combate y la guerra de clases contra los capitalistas, sus gobiernos, estados, regímenes y sus sostenedores.
El combate por las repúblicas negras socialistas del continente africano está a la orden del día. En ellas las martirizadas masas del Norte de África y Medio Oriente tendrán sus más grandes aliados.
Siguiendo la ruta de los esclavos de ayer, el proletariado negro será un elemento fundamental para reconstituir la unidad internacionalista de la clase obrera mundial.
¡Paso al internacionalismo militante!
De Sudáfrica al Bronx, de Zimbabwe a Lampedusa: una sola clase, una misma lucha
¡Muera el imperialismo!
¡Por la Federación de las repúblicas socialistas negras del África martirizada!
Colectivo por la Refundación de la IV Internacional - FLTI |