Recordando Marikana, luego de 7 años
Hoy es el 7° aniversario de la masacre de Marikana, en donde 34 mineros fueron asesinados, la cantidad más grande de muertos en una huelga que se realizara en el país después del Apartheid. Los trabajadores mineros y sus familias aún no han visto justicia. Solo ocho oficiales de policía, incluyendo al Sargento General William Mpembe, comisionado adjunto de policía del Noroeste, fueron acusados por los crímenes relacionados con la masacre. Los ocho fueron acusados por las muertes de tres mineros huelguistas y dos oficiales de policía, asesinados el 13 de agosto de 2012, por no poder aclarar una muerte ocurrida bajo custodia policial y por mentirle a la Comisión Farlam.
Treinta y cuatro mineros fueron asesinados a balazos el 16 de agosto de 2012. El organismo supervisor de la policía, el Directorio Investigador Independiente de la Policía (IPID) determinó que todas estas muertes fueron causadas por acciones de la policía. A pesar de estar en posesión del expediente desde 2017, la Autoridad Nacional de Fiscalía (NPA) hasta el momento no ha procesado a nadie por las muertes del 16 de agosto de 2012.
Hoy la burocracia del COSATU ya no puede hablar en nombre de los trabajadores. Cada vez queda más claro su rol de agente de la burguesía. Ellos entregaron a los mineros de Marikana. Es la clase obrera, conquistando su propia democracia, la que debe barrer a los dirigentes sirvientes, a los cómplices y a los que aplican los planes capitalistas esclavistas. Solamente entonces, los obreros serán capaces de conquistar la tan esperada y tan ansiada unidad de sus filas y la justicia.
¡Abajo la burocracia colaboracionista! ¡Fuera el ministerio de trabajo, el estado, los patrones y sus políticos de nuestras organizaciones! ¡Fuera los estatutos y cuerpos orgánicos de la burocracia y sus sindicatos estatizados! ¡Que los delegados cobren las cuotas sindicales en los lugares de trabajo en las fábricas y establecimientos! ¡Por dirigentes revocables y delegados electos en asambleas de base, que puedan ser revocables cuando la asamblea decida o crea que sea necesario! ¡Que los dirigentes vuelvan a trabajar cuando se acabe su mandato!
Hoy debemos ponerle fin al gobierno de Ramaphosa y al parlamento, donde se conspira a espaldas y contra el pueblo pobre y se votan todas las leyes contra los trabajadores, que previamente son acordadas en las embajadas de las potencias dominantes por los CEOS de la AngloAmerican y demás pandillas imperialistas con sus socios menores de la burguesía local.
¡Debemos conquistar un programa de acción revolucionaria para unificar las filas de los trabajadores y preparar una lucha superior contra Ramaphosa, el CNA, los piratas imperialistas y el régimen infame de los capitalistas!
Contra el poder de los de arriba, hay que poner en pie el poder de los de abajo. Las demandas que nos unifican son las que fueron levantadas en cada marcha que conmovió Sudáfrica desde el 16 de agosto de 2012. Ha llegado la hora de unirlas en un pliego único de demandas para preparar y organizar una lucha superior a la que ya estamos protagonizando. Se trata de fortalecer todas esas enormes energías desplegadas por los explotados en todos estos años de batallas contra la burguesía y el estado de los opresores y mostrarles un camino a la victoria.
Por 12.500 rands de salario mínimo, vital y móvil según el aumento del índice de inflación! ¡Trabajo para todos los desocupados! ¡Basta de obreros precarizados! ¡A igual trabajo, igual salario! ¡Todos los trabajadores deben estar en blanco y en planta permanente y recibir un salario de convenio! ¡Apertura de los libros de contabilidad de todas las empresas! ¡Por el control obrero de toda la industria minera, con un directorio obrero en cada empresa estatal, minera y todas las ramas clave de la economía!
Para conquistar pan, trabajo, salario, tierra, vivienda, crédito barato para las clases medias arruinadas: ¡Fuera el imperialismo! ¡Fuera el FMI!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de las transnacionales, la Anglo American, las minas, la tierra y los bancos!
¡Por un banco estatal único bajo control obrero; por el monopolio del comercio exterior! ¡Allí están los fondos para otorgar créditos baratos a los pequeños comerciantes y campesinos arruinados! ¡Allí están los fondos para educación y salud públicas, gratuitas y de alta calidad! ¡Allí están los fondos para desarrollar un plan de obras públicas y de viviendas para el pueblo! ¡Condonación de todas las deudas para el pueblo pobre!
Solo la clase obrera, expropiando tanto al imperialismo como a la burguesía negra, puede garantizar un plan obrero de emergencia y por lo tanto sacarle los padecimientos a las masas.
Para hacerlo, la clase obrera se debe armar, poner en pie los Consejos Obreros y Populares, los comités de soldados rasos, las milicias obreras y populares, para expropiar a la burguesía y destruir su poder.
¡Abajo Ramaphosa y el régimen de la reconciliación!
¡Abajo la reforma laboral! ¡Salario de 12.500 rands, como exigen los mineros de Marikana! ¡Reducción de la jornada laboral! ¡Trabajo digno para todos! ¡Agua gratis para todo el pueblo pobre!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las propiedades y las tierras de las transnacionales y los banqueros imperialistas y sus socios de las burguesías locales!
La verdadera lucha por la revolución socialista está en los organismos embrionarios de doble poder de las masas, que están emergiendo en el sur de África. La lucha por el internacionalismo proletario de los obreros sudafricanos está con las masas revolucionarias que hoy salen a combatir en Zimbabwe, Malawi y Sudán, que resisten en Siria y en Palestina, que combaten en los países imperialistas como los Chalecos Negros de Francia.
#NeverAgain (Nunca Más)
#RememberMarikana (Recuerden Marikana)
#JusticeForMarikana (Justicia por Marikana)
Por una República Negra Obrera y Socialista en Marikana y Sudáfrica
Liga Obrera Internacional (WIL) de Zimbabwe |