Nuevas acciones revolucionarias de masas profundizan la lucha contra la monarquía, por el pan y por la liberación nacional
¡Hay que tirar abajo la monarquía hambreadora
y al rey Mswati agente de Imperialismo!
¡Hay que poner en pie consejos obreros y campesinos y por una milicia obrera!
¡Por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino!
En el pequeño reino sudafricano de Suazilandia (rebautizado Eswatini por el rey contra la voluntad de sus habitantes), las masas vienen desde mayo pasado en lucha contra la sangrienta monarquía de Mswati III y las terribles condiciones de vida enfrentando una brutal represión con muertos, heridos, desaparecidos y allanamientos por parte del ejército. En junio, los trabajadores, campesinos y estudiantes con acciones revolucionarias, con bloqueos, movilizaciones y quema de campos paralizaron el país, atacando la propiedad de las trasnacionales y del monarca, al que hicieron huir, dejando en crisis al régimen.
Continuando este combate, desde el pasado 1° de octubre nuevamentemás de 10.000 de manifestantes salieron a la calle, enfrentándose con la terrible represión desatada por la policía y el ejército. Marcharon a la embajada de Estados Unidos para entregar una petición para que el embajador yanqui intercediese para liberar a los detenidos.Pero fueron dispersados violentamente antes de llegar, puescomo es su costumbre la maldita policía utilizó munición real, balas de goma y gases lacrimógenos. El ejército también se desplegó y se vio a los soldados vallando las carreteras para evitar que la gente se uniera a las protestas.
Los estudiantes, maestros, profesores de primaria y secundaria son la vanguardia de estos nuevos levantamientos. Vienen desde junio tomando escuelas, realizando actos para exigir educación gratuita, mayor presupuesto del estado, aulas menos pobladas y nombramiento de miles de nuevos maestros y profesores y directivos de escuelas y colegios para cubrir vacantes suspendidas hace tiempoy movilizándosecontra la amenaza de privatización de la enseñanza. Las protestas de esta semana incluyeron manifestaciones en las escuelas donde los estudiantes corearon "Mswati debe caer" y "Liberen a nuestros parlamentarios", exigiendo la libertad de dos miembros del Parlamento, presos desde julio.
Otro pilar de las protestas son los trabajadores del transporte, afiliados al sindicato SACAWU que venían parando en diversas ciudades.Desde el 14/10 también han lanzado una huelga nacional del transporte público apoyada por la población y en especial por algunos sectores de transportistas de otros rubros, como los de camiones cisterna. Los conductores de autobuses y taxis están parando por demandas del sector, como aumentos de salarios, fijación de un sueldo mínimo igual a la canasta familiar, un estatuto en el cual se fijen claramente las tareas correspondientes al oficio, para que no los obliguen a hacer otras ajenas al rubro, y mejoras en las condiciones de trabajo y el estado de las calles y rutas. Otro punto central en sus reclamos es también la libertad inmediata de los dos parlamentarios de la oposición, que fueron detenidos durante los hechos de julio, acusados de terrorismo e incitación a la violencia. El secretario general del SACAWU proclamó que no se levantará la huelga hasta que no se les conceda libertad bajo fianza para quepasen todo el juicio en libertad y no en prisión preventiva.
En estos días el rey y el primer ministro han redoblado su represión, cerrando en forma indefinida los centros de estudio, suspendiendo sin fecha los exámenes y largando nuevamente un ataque despiadado con armas de fuego y tanques hidrantes contra las movilizaciones y actos de protesta, que se ha saldado en estos días con la muerte de otro estudiante y un conductor de autobuses y más detenciones de manifestantes. El 10 de octubre las fuerzas represivas entraron a las escuelas tomadas, arrestando por lo menos a 17 alumnos, entre ellos uno de 7 años, y dejando un estudiante herido.
El motor fundamental de los levantamientos es el hambre, el desempleo y las condiciones miserables de vida, que han empeorado terriblemente con la Pandemia, con el 60 % de la población viviendo por debajo de la línea de la pobreza.Pero también el odio contra la opresión por parte del rey, que mientras llama a "intercambiar ideas en paz" en una mesa de negociaciones ad hoc, boicoteada por los principales partidos (que están prohibidos desde hace 50 años) y jura que él "ama y es amado" por su pueblo, acusa junto a su primer ministro a los "cobardes y criminales" que se le oponen, de ser delincuentes comunes y de "mandar a los pobres niños a protestar", y de cometer "actos satánicos para hundir la economía del país".
Es que las masas identifican a la monarquía como la responsable de todas sus penurias. Por eso las demandas democráticas de los manifestantes son contra el poder absoluto del Rey Mswati, que asumió hace 35 años, y es un aliado incondicional del imperialismo al que le garantiza el saqueo de las riquezas de la nación. Algunos piden que el primer ministro y su gabinete sean directamente elegidos por el pueblo, otros plantean directamente el derrocamiento de la monarquía y la instauración de un gobierno republicano democrático.
Pero la liberación nacional, el pan, la paz, la libertad de los detenidos y las demandas democráticas del pueblo Swazi, no se conseguirán a través de petitorios al imperialismo, que es el verdadero jefe del Rey, ni de leyes del Parlamento fantoche.Esto solo lo podrá conseguir la clase obrera en alianza con las masas oprimidas de la región luchando por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, basado en las organizaciones de las masas autoorganizadas y armadas.Solo un gobierno así podrá garantizar una Asamblea Nacional Constituyente libre y soberana que no deje piedra sobre piedra del régimen asesino de la nación Swuazi, y la burguesía negra garante de la propiedad de las trasnacionales imperialistas.
La ONU, las trasnacionales y los partidos políticos de la burguesía, el PC y las centrales sindicales del imperialismo quieren un pacto de reconciliación con las fuerzas armadas de la monarquía para hacer cambios cosméticos que mantengan la propiedad de la nación en manos del imperialismo. Contra esto la clase obrera, lejos de parar su ofensiva revolucionaria, debe barrer el régimen y destruir todas las instituciones del estado. Para esto es necesario poner en pie comités de autodefensa armados disolver a la policía y ganarse a los soldados rasos destruyendo la casta de oficiales de la monarquía.
Para conseguir libertades democráticas, para solucionar el problema del hambre, la salud y a vivienda, ¡Hay que poner en pie los consejos obreros y de campesinos pobres, hay que poner en pie la milicia obrera y campesina nacional! ¡Hay que derrocar a la monarquía y poner en pie un gobierno provisional revolucionario basados en los consejos obreros y campesinos armados!
Una vez más, la lucha de los explotados de Swuazilandia muestra que la lucha nacional democrática de las masas pone en cuestión todas las fronteras creadas por el imperialismo en acuerdo con el estalinismo, que entregó y traicionó las luchas de liberación nacional de toda África dando como resultado la creación de naciones semicoloniales gobernadas por una burguesía negra esclavista de su propio pueblo, esto es lo que se demuestra en toda África del sur.
La lucha de la nación Swuazi debe triunfar. ¡Abajo la monarquía del rey Mswati III!
¡Hay que poner en pie los consejos obreros y campesinos y la milicia obrera nacional!
¡Por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, apoyado en las organizaciones de las masas autoorganizadas!
¡Por una federación de repúblicas negras soviéticas y socialistas de toda África del sur!
Ana Negri y Luisa Campos
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