¡Huelga general revolucionaria!
Para conquistar el pan, el trabajo y la dignidad
¡Hay que expropiar al imperialismo y a los capitalistas!
¡Arriba los de Abajo!
Desde hace meses, los trabajadores y el pueblo de Swazilandia, hartos de vivir en la miseria y el hambre, y despojados de todo derecho, vienen peleando en las calles contra la monarquía, el rey MSWATI III y el saqueo de su país por el imperialismo. El motor fundamental de los levantamientos es el hambre, el desempleo y las condiciones miserables de vida, que han empeorado terriblemente con la Pandemia, con el 60 % de la población viviendo por debajo de la línea de la pobreza. La mayoría de los Swazi se mantiene con solo dos dólares diarios o aún menos. En las estrechas casas obreras y los ranchos rurales, no hay baños ni agua, apenas comida.
El combate contra la monarquía continua
En este mes de octubre la clase obrera y las masas pobres recrudecieron su lucha se enfrentaron con la terrible represión desatada por la policía y el ejército, que obstaculizaba las rutas para impedir que las movilizaciones llegaran a las ciudades mas importantes. El sindicato de enfermeras acuso a las fuerzas de represión de disparar contra el personal que atendía a los heridos y que viajaban al trabajo en turnos nocturnos
Los trabajadores de la educación, los transportistas, empleados públicos, de la salud salieron a las calles y protagonizaron huelgas, por sector. Pero el rey, ante esta oleada de protesta contra régimen, “dueño y señor de la nación suazi”, en una nueva embestida contra las manifestaciones, prohibió las protestas, cerró internet, impidió la salida de informaciones al exterior, y mantuvo el cierre de escuelas.
A pesar de esta prohibición, las enfermeras entraron en su segundo día de huelga pues se negaban a tratar a los funcionarios de seguridad luego de que éstos habían irrumpido a fuego limpio en el hospital más grande de la ciudad de Mbabane, capital del país, donde había numerosos heridos de las marchas. Además, ese ejército, bajo las órdenes del rey, por el toque de queda, baleaba por las noches a todos los que estaban en la calle, es decir también a las enfermeras que salían para ir a trabajar en el turno noche, cuando son ellas las que atendían a los manifestantes y escolares heridos. Los trabajadores textiles también convocaban a una huelga para el lunes 25, la que luego resolvieron suspender, para poder volver a reunirse y decidir cómo encararla ante la prohibición de las protestas y la represión del ejército con balas reales
Ningún acuerdo de la burguesía ni reformas cosméticas del régimen
Por el momento, si bien los trabajadores y las masas fueron sacadas de las calles, su odio contra la opresión del rey, su hartazgo ante la miseria, el hambre y condiciones de vida deplorables, no se acalla. Pues en un país de millón y medio de habitantes, sumidos en una pobreza total, con un régimen dictatorial, el rey corrupto y arrogante viviendo en la opulencia total y acusando a las masas de borrachos y criminales siendo el garante del robo por parte de las transnacionales de las riquezas de la nación, provoca la ira de los habitantes de Swuazi.
La situación sigue tensa, el rey cambió al odiado primer ministro, nombrando a otro más diplomático que para que el ánimo de los desposeídos se apacigüe, dio un comunicado de condolencia a los familiares de los muertos que sobrepasan el centenar y una salutación a los heridos que fueron muchos, mientras siguen las detenciones de menores de tienen de 5 a 14 años.
Situación preocupante para el conjunto de la burguesía de la región y para el imperialismo. Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, envío un emisario de parte de la Asociación para el desarrollo de África del Sur, para que se reúna con el rey y hacer un llamando al dialogo. Sin embargo, los partidos de la oposición se niegan a negociar con el rey por desconfianza.
A su vez la ONU llamó a respetar los derechos de los niños… Toda la burguesía, tanto negra como blanca y el imperialismo quieren ir hacia una transición negociada para realizar solo cambios cosméticos a ese infame régimen, es decir tratar de engañar a las masas con acuerdos entre los partidos de la burguesía para aplacar a las masas en su lucha.
Pero los esclavos de Swazi saben muy bien que esa monarquía es la que les impone todas sus penurias. Todas sus demandas se chocan con la existencia de ese régimen despótico del Rey Mswati III, que asumió hace 35 años y es un aliado incondicional del imperialismo al que le garantiza el saqueo de las riquezas de la nación.
Nada bueno vendrá para las masas de las manos de acuerdos entre la burguesía, ni de reformas cosméticas como las propuestas por algunos partidos de oposición, el PC, las centrales sindicales conciliadoras y los gobiernos de la región, especialmente el de Sudáfrica. La clase obrera y las masas empobrecidas nada conseguirán por esa vía, ni el pan, salario y vivienda dignos, la educación y la salud gratuitas y de calidad, la paz, ni la libertad de todos los presos por luchar y demás demandas democráticas de la nación Swazi
¡Que la lucha de la clase obrera y las masas empobrecidas no se detenga!
Es necesario que tomen en sus manos la resolución de todas sus demandas. Hay que preparar una acción decisiva que paralice la economía de toda Swazilandia, para demostrar quién hace funcionar el país.
Los sindicatos deben romper su sumisión al rey y poner todas sus fuerzas en preparar y organizar este combate para romper las cadenas que nos atan.
Para lograrlo, se trata de poner en pie comités de obreros ocupados y desocupados, que, junto a los comités de estudiantes y de campesinos, se prepare y organice una huelga general revolucionaria que derroque al rey y no deje piedra sobre piedra de este régimen nefasto, hambreador y garante del robo y el saqueo del imperialismo.
Ante la terrible represión que el régimen imprime y no dudara en profundizar, creando bandas paramilitares que sigan asesinando y sembrando terror a las masas junto a las fuerzas represivas, es urgente poner en pie desde los sindicatos comités de autodefensa armados bajo control de las asambleas de ocupados y desocupados, ganarse a los soldados rasos para que desconozcan a sus oficiales y se nieguen a tirar, pasándose con sus armas del lado de los trabajadores y el pueblo pobre, para formar milicias obreras, destruir la casta de oficiales y disolver la policía.
Y conquistar en ese camino, un gobierno Provisional revolucionario obrero y campesino, basado en las organizaciones de masas autoorganizadas y armadas
Solo un gobierno así podrá llamar una Asamblea Nacional Constituyente libre y soberana que se conforme por un delegado votado cada mil habitantes, que sean revocables, con salario de un obrero. Esta asamblea deberá romper con el imperialismo para recuperar las riquezas de la nación Swazi, darles la tierra a los campesinos, nacionalizar el comercio exterior y que establezca un plan obrero y popular de emergencia para enfrentar el hambre y las demandas más urgentes de las masas explotadas.
¡Por la expropiación sin pago de todas las empresas del rey, de sus esposas, hijos y demás familiares, del conjunto de las propiedades de la burguesía blanca como negra y de las multinacionales que saquean a la nación Swuazi y los países de toda la región del Sur de África!
¡Expropiación sin pago de todos los bancos bajo control de sus trabajadores! Para que puedan otorgar créditos baratos, semillas, herramientas a los miles de campesinos pobres.
¡Por la expropiación sin pago de las tierras que están en manos del rey, los latifundistas y las corporaciones imperialistas! La tierra es para quien la trabaja y para dar de comer a los trabajadores y las masas pobres.
¡La lucha de la nación Swuazi debe triunfar!
Para ello, los sindicatos de toda África de Sur que manifestaron su simpatía y solidaridad con las masas de Swazilandia en las luchas de junio y julio, en especial el NUMSA que acaba de protagonizar una huelga Nacional del sector metalmecánico y los valientes mineros de Marikana, que conocen de primera mano las masacres del imperialismo, deben llevar las palabras a los hechos y unir sus propias luchas y demandas a las de las masas empobrecidas de Swazi.
Llamamos a las centrales sindicales de África del Sur a romper con la burguesía y no plegarse a las trampas de reconciliación y reformas cosméticas que proponen los gobiernos de sus países, que son aliados de los mismos piratas imperialistas que se roban las riquezas, la sangre y los músculos de los trabajadores y las masas pobres de la región y de toda África.
Por ello, luchemos junto a los trabajadores de Sudáfrica que viven en las mismas condiciones. ¡Derrotemos a las direcciones de la alianza tripartita del CNA-PC-COSATU que son los que garantizan que la República del arco iris mantenga los batustanes de mano de obra esclava!
¡Hay que imponer la ruptura de las organizaciones obreras con la burguesía!¡Por un congreso internacional de todas las organizaciones obreras y de lucha del sur de África!¡Fuera el imperialismo y la burguesía negra!
¡Hay que romper todas las fronteras dibujadas por el imperialismo!
¡Por una federación de repúblicas negras soviéticas y socialistas de toda África del sur!
EG y AM |