Gabón - 10 de Septiembre de 2023
GABÓN: Luego del de Níger, otro golpe que se anticipa para controlar el estallido de las masas contra el saqueo imperialista
La lucha contra el imperialismo solo puede ser efectiva y triunfar en manos de la clase obrera y los campesinos
¡Fuera del imperialismo de Gabón y de toda África!
En Gabón, el 30 de agosto una decena de militares anularon las elecciones presidenciales, por la que Ali Bongo, por tercera vez consecutiva se perpetuaba como presidente; también disolvieron el Congreso y la Corte Suprema. Surge así el Comité de transición y restauración de las instituciones, que tiene, según los militares, la responsabilidad de evitar el caos, defender la paz, ante “un gobierno irresponsable, imprevisible, que se traduce en una degradación continua de la cohesión social”; y este es el argumento con el que pusieron fin al régimen de Ali Bongo.
Gabón, ex colonia francesa hasta su independencia en 1960, cuenta con 2.400.000 habitantes, que tienen bajo sus pies un suelo de enormes riquezas naturales: petróleo, gas natural, diamantes, manganeso, uranio, oro, madera, mineral de hierro… riquezas que roba Francia. Mientras que el 33% de la población vive en la absoluta pobreza, la desocupación alcanza el 22% que entre los jóvenes llega a un 38 %. En la actualidad 81 empresas francesas están radicadas en Gabón, de las cuales las más importantes son Total Energy, el grupo minero Eramet y Bolloré.
Los militares golpistas junto a la burguesía “nacionalista” buscan contener a las masas que se sublevan contra la expoliación imperialista
Los golpes militares en Níger el mes pasado y hoy en Gabón son para controlar a las masas y evitar un enfrentamiento abierto contra el imperialismo e impedir que haya levantamientos revolucionarios en el continente.
Las masas empobrecidas, comienzan a ganar las calles expresando su hartazgo ante la expoliación del imperialismo francés que deja tierra arrasada a su paso y condiciones de vida miserable para la población de Gabón. De allí deviene su odio al gobierno títere de Francia que desde hace 60 años le permite al imperio un saqueo sin precedente.
La lucha de las masas en Gabón, es parte de los combates antimperialistas que recorren toda África central, junto a Senegal, Kenia, Níger, el Chad. Pues las masas se levantan contra la potencia que las oprime y para poder salir de la miseria tienen que expulsar al imperialismo.
Es por eso que las masas salen a la calle en apoyo a este Comité de Transición, creyendo que este sector del ejército junto a la burguesía que impulsa y apoya el golpe contra el gobierno pro francés, puede jugar un rol liberador.
Pero esto no es así. Ambos sectores del ejército y de la burguesía apoyaron al gobierno de Ali Bongo durante estos 60 años y jamás se levantaron contra el saqueo imperialista ya que son sus socios menores en este saqueo. Por eso los golpistas dejarán intactos los negocios y sus bienes al imperialismo. Tal como se ve en Níger, donde la junta militar expulsa al embajador francés, pero no osa tocarle ninguno de los intereses al imperialismo y así el uranio, el manganeso y las enormes riquezas naturales siguen en manos de Francia.
En Gabón, la burguesía “panafricana” revestida de “democrática” junto a un sector del ejército da un golpe de estado preventivo para que las masas no canalicen su odio combatiendo al imperialismo, y desaten una lucha antiimperialista ante el permanente saqueo del amo francés y también del imperialismo yanqui que deja tierra rasa a su paso y hunde a la nación en la miseria
Esta burguesía cipaya no puede permitir que estallen levantamientos revolucionarios como en Senegal o Kenia y antes en Sudáfrica, pues tiene terror a la sublevación de las masas, que al entrar en combate contra el imperialismo pueden terminar arrancándole todos sus privilegios a la burguesía y tomar en sus manos lo que les pertenece. Esto es lo que realmente impulsa a los golpistas. Se trata de una burguesía nacional que posa de antiimperialista y, aprovechando la crisis imperialista y el combate de masas, buscarán negociar quedarse con unas monedas más de lo que saquea el imperialismo.
En África Central: millones de hambrientos entran al combate, envalentonados por lacrisis en las metrópolis y en Francia en particular
Es que la burguesía francesa está en crisis y perdiendo grandes negocios en sus colonias del África. Ya que está terriblemente golpeada por los embates de su propia clase obrera que salió a la lucha política de masas, enfrentando la reforma jubilatoria y por derrocar a Macron. Asimismo, el asesinato de Nahel, un joven franco argelino, a manos de la policía, puso en el centro de la escena al sector más explotado de la clase obrera francesa: la juventud hija de inmigrantes, que combatió al imperialismo francés incendiando todo el país. Esta crisis al interior de la Francia imperialista es la que abrió una grieta por donde se colaron las masas que entran al combate en sus colonias en África. Por eso los combates de la clase obrera y la juventud en la metrópolis es parte indisoluble del embate antiimperialista de sus hermanos del continente africano que hoy se levantan contra sus colonizadores.
En Francia, las direcciones de las organizaciones obreras no han levantado en estos combates, junto a las demandas del proletariado francés, las demandas de los pueblos oprimidos por este imperialismo ni la unidad con la lucha antiimperialista de los trabajadores y explotados de las colonias en el África central que hoy golpea duramente al gobierno y deja debilitado y en crisis a Macron, creando así las mejores condiciones para derrocarlo.
Las burocracias sindicales y las corrientes social-imperialistas del proletariado francés son las responsables directas de que las burguesías nativas de las colonias dirijan la lucha antiimperialista como ocurre en Gabón y Níger. Porque ninguna de estas direcciones ni los liquidadores de la IV Internacional han levantado como punto central que, para recuperar las 35 horas, frenar la flexibilización laboral y defender las jubilaciones, Francia debe dejar de saquear las colonias y de súper explotar a sus hermanos negros de África.
Si las direcciones de las organizaciones obreras de Francia hubieran tenido esta política y levantado “el enemigo está en casa”, habría sido un verdadero shock eléctrico que habría unido rápidamente el combate de los barrios obreros de los suburbios franceses con el de los explotados de Gabón, Níger, Senegal, Kenia que pugnan por “echar al enemigo de la casa”. Y esto hubiera permitido que la clase obrera y los campesinos pobres de las colonias superen rápidamente el límite que las burguesías nativas le imponen a su lucha antiimperialista, puesto que verían que tienen un aliado poderosísimo dentro de Francia: sus hermanos de clase del proletariado de la metrópolis.
Las corrientes reformistas desarticulan el programa y desgarran la lucha de los pueblos oprimidos, dejándolos inclusive expuestos a golpes contrarrevolucionarios, mientras la aristocracia obrera de la metrópolis intenta mantener sus privilegios a costa de entregar la lucha de las colonias y del propio proletariado del país imperialista, en este caso de Francia. Donde ni el estalinismo que influencia la CGT, ni Francia Insumisa, ni los “Anticapitalistas”, ni Revolución Permanente (FT) han llamado jamás a hacer ninguna acción decisiva por la independencia de las colonias oprimidas, saqueadas y masacradas por el régimen de la V República francesa. Traidores. Así han llevado a un callejón sin salida la lucha del proletariado francés.
Para que la clase obrera y los campesinos pobres puedan triunfar, hay que expulsar al imperialismo
Al grito de: ¡Fuera el imperialismo del continente africano!¡Fuera Francia, Estados Unidos y demás potencias imperialistas!
¡Basta ya de pillaje! Solo así, podrá resolver íntegra y efectivamente la lucha antiimperialista.
¡El uranio, cobalto, litio, manganeso, oro, petróleo, gas para sus verdaderos dueños!: la clase obrera y los campesinos pobres.
Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a todas las transnacionales francesas, yanquis, inglesas que nos roban todas nuestras riquezas naturales y también nos roban la tierra que nos pertenece.
¡Fuera de Gabón la Total Energy, Shell, Bolloré, la minera Eramet y las otras 78 empresas multinacionales francesas!
Expropiación de la banca sin pago y bajo control de sus trabajadores. Por un banco estatal único nacional.
Por una Asamblea Nacional libre y soberana, con delegados revocables, 1 cada 10 mil habitantes, que actúe como cámara única y asuma las funciones ejecutiva, legislativa y judicial, que rompa con el imperialismo y garantice la tierra al campesino. ¡No permitamos más enfrentamientos fratricidas por el uso de la tierra fogoneados por el imperialismo! ¡La tierra es para el pueblo de Gabón así podremos comer todos los explotados!
Pongamos en pie comités de lucha en cada mina y cada empresa, que se coordinen por ciudad y a nivel nacional. ¡Por comités de soldados rasos que estén del lado del pueblo y rompan con la casta de oficiales, tanto con los golpistas que negocian con el imperialismo como con sus sirvientes directos! ¡Armamento generalizado para las masas en lucha, pongamos en pie milicias obreras y campesinas para poder expulsar al imperialismo!
¡Disolución de la policía y las fuerzas de represión!
¡Fuera de Gabón, de Mali, Chad, Djibouti y de toda África las bases militares francesas, norteamericanas y del resto de las potencias imperialistas!
Las burguesías nacionales fueron y son los socios menores de los imperialistas en el saqueo de nuestras naciones, hundieron al África negra en el más absoluto hambre y miseria. Ahora, es el momento de que la clase obrera y los campesinos pobres establezcan su propio poder, se lo arranquen a esta burguesía vasalla del imperialismo e impongan una república negra obrera y campesina.
Y codo a codo con nuestros hermanos de Níger, Somalia, Senegal, Kenia, Zimbabwe, Sudáfrica, Nigeria, Chad, Mali, Burkina Faso etc. ¡pongamos en pie una Federación de Repúblicas Negras de África del Centro y Sur!
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