África del Sur - 20 de septiembre 2024
El gobierno quiere paliar la crisis alimentaria sacrificando elefantes
Fenomenal hambruna en Zimbabwe
Para que la clase obrera y el pueblo pobre coman:
Hay que expropiar al imperialismo y derrotar a su gobierno lacayo de Mnangagwa
7 millones y medio de habitantes, la mitad de la población del país, padecemos una situación de hambruna fenomenal. El gobierno de Mnangagwa, temiendo una revuelta de hambrientos que está a punto de estallar, aprobó el sacrificio de 200 elefantes para que se conviertan en el alimento de nuestra población totalmente desnutrida, siguiendo la experiencia de la vecina Namibia, que ya ha sacrificado elefantes para el consumo humano. Planean secar la carne, envasarla y entregarla a las comunidades con escasez de alimentos. El sacrificio de estos mamíferos, el primero que se lleva a cabo en el país desde 1988, tendrá lugar en los distritos de Hwange, Mbire, Tsholotsho y Chiredzi. Así, estos gobernantes lacayos del imperialismo, intentan apaciguar la situación de hambruna que sufrimos, ¡quieren darnos carne de elefante! ¡Canallas!
Zimbabwe es uno de los países más pobres del planeta. Desde hace años soportamos una inflación brutal, con tasas superiores al 500% en los últimos años. Y desde marzo de este año el aumento de precios fue del 55%, uno de los niveles más altos en meses. Nuestro nivel de vida es bajísimo. La desocupación llega al 75% de la población. Por ello, entre 4 y 7 millones de trabajadores emigramos hacia los países vecinos, sobre todo a Sudáfrica, en busca de trabajo, para poder llevar un plato de comida a nuestras familias.
Nos dicen que esta hambruna se produce por una gran sequía que azota África provocada por el fenómeno de El Niño, que ha destruido las cosechas en todo el sur de África. Si bien es la peor sequía desde hace 40 años, que efectivamente profundiza la terrible pobreza en todo el continente, no es la causa fundamental, pues ya en 2021 el Banco Mundial advertía que el número de Zimbabwenses en situación de extrema pobreza superaba el 40% de su población. La deuda pública en 2021 con el FMI era de 19.992 millones de dólares, es decir el 59.77% de su producto bruto interno.(https//datosmacro.expansion/países/grupos/FMI)
Zimbabwe estrangulada, desangrada por el FMI y saqueada por las transnacionales, mientras en su suelo se concentran grandes riquezas naturales
Tanto en Zimbabwe como el resto del continente, la verdadera causa de la hambruna de la población no es el factor climático, sino el saqueo del imperialismo que se lleva todas las riquezas de Zimbabwe: oro, amianto, cromo, vanadio, paladio, litio, níquel, cobre, hierro y carbón, dejando tierra arrasada y miseria para las masas explotadas. Con estos recursos y riquezas que el imperialismo nos roba se podría haber evitado el daño ambiental que hace años había sido previsto, o inclusive tener fondos para que toda la población coma, aun a pesar de la sequía. El imperialismo es voraz en su saqueo y más hoy, cuando se profundiza su brutal ofensiva colonizadora en todo el mundo semicolonial, ya que, para poder salir de la crisis económica, necesita quedarse con las fuentes de materias primas y mano de obra esclava, multiplicando por mil el saqueo de las riquezas. Solo de esta forma el imperialismo puede salir de su crisis, en primer lugar, descargándola sobre los hombros de los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo.
En las tierras cultivables que habían sido expropiadas a los blancos, la burguesía negra no invirtió ni un centavo, por lo que no se mantuvo la productividad y tuvieron que rematarlas para volver a dárselas a los blancos y a las transnacionales del campo, que por supuesto, no invirtieron y no hicieron a estas tierras productivas para que el pueblo coma.
Tal es el saqueo y la desinversión de los recursos naturales que se está agotando el agua y ya no se genera la electricidad suficiente, y tampoco hay fondos para comprarla, por lo que los cortes de luz son cada vez más amplios, cerca de 17 horas diarias.
Se da la tesis de que en un polo se acumula la riqueza de un puñado pequeño de explotadores y en el polo opuesto la gran mayoría del pueblo trabajador y los campesinos pobres sufren una gran hambruna, que ahora paliarán con ¡carne de elefante!
Esto es lo que brinda este sistema capitalista putrefacto a su clase explotada y al pueblo pobre. Descarga sobre las masas su crisis, para que la paguen, incluso atacándolas con guerras tal como en Ucrania, Palestina, donde los habitantes en Gaza, que resisten heroicamente el genocidio del estado sionista fascista del ocupante, no tienen agua, remedios ni comida y ¡se alimentan con yuyos!
Para que la clase obrera y el pueblo pobre puedan vivir, el imperialismo debe morir
Los trabajadores zimbabwenses, estamos ante una alternativa de hierro: o peleamos por derrotar a este sistema con una revolución triunfante o está asegurado nuestro camino hacia la barbarie, que en gran parte ya la estamos sufriendo. Pues hoy ante esta catástrofe que nos amenaza al conjunto de la clase obrera y los pueblos pobres del mundo, “para obligar a los capitalistas a hacer concesiones serias es necesario quebrar su voluntad, y esto no se puede lograr más que con una ofensiva revolucionaria”. (Adónde va Francia. “Las reivindicaciones inmediatas y las luchas por el poder”. L. Trotsky)
Por eso, nuestro grito de guerra y el de todos los explotados del continente africano será que para poder comer:
- ¡Hay que expulsar al imperialismo de Zimbabwe y de todo el continente africano!
- NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA. Allí están los fondos para poder importar de inmediato comida, alimentos para que la clase obrera y los campesinos pobres, podamos comer dignamente.
- Hay que expropiar, sin pago y bajo control obrero, a todas las transnacionales que dejaron tierra arrasada en el país y en todo el continente africano y que aún siguen saqueándolo hasta dejarlo exhausto. Que el oro, el platino, los diamantes, el litio, y la tierra vuelvan a nuestras manos, las de la clase obrera y los campesinos pobres, los verdaderos dueños de estas riquezas.
- Hay que expropiar todas las minas que están en manos de las transnacionales que saquean los recursos naturales de Zimbabwe, como también a las de capital chino que se roban el litio y todos los minerales para mantener la producción de las transnacionales imperialistas radicadas en territorio chino y nos explotan no respetando ninguna ley laboral.
- Nacionalización de la banca, allí tendremos los fondos necesarios para poder dar créditos baratos a los campesinos pobres para que puedan comprar semillas, fertilizantes, y así poder producir alimentos para toda la región.
- Expropiemos todos los bienes de la burguesía blanca y de la burguesía negra, expropiadora de nuestras revoluciones.
- ¡Libertad a todos los presos por luchar! ¡Disolución de todas las fuerzas represivas! ¡Comités de autodefensa de obreros unificados con los obreros informales, los desocupados! ¡Por Comités de soldados rasos para que las armas pasen a manos de la clase obrera y el pueblo pobre!
Para luchar y triunfar necesitamos verdaderos organismos de lucha, sin burócratas sindicales
Para llevar adelante este combate tenemos que recuperar la Central sindical de Zimbabwe, (ZCTU) de manos de la burocracia colaboracionista. Ellos, en 2018 nos arrodillaron a los pies de la oposición burguesa, llamando a que los obreros votemos por los partidos patronales como el MDC de Chamisa y en 2023 otra vez nos dijeron que votando a la oposición burguesa de ese MDC reciclado, que es la Coalición de Ciudadanos por el Cambio (CCC), comandado por el mismo Chamisa, los obreros viviríamos mejor… ¡Mentira! ¡Hay que recuperar la independencia de la clase obrera para pelear por nuestros intereses, imponiendo la ruptura de la ZCTU con la burguesía! ¡Basta ya! ¡Fuera los burócratas al servicio de las patronales!
Reagrupemos nuestras filas para poner en pie un polo obrero, combativo, anticapitalista y antiimperialista, para echar a la burocracia y recuperar la ZCTU y poder derrotar al imperialismo que saquea nuestras riquezas y a su lacayo Mnangagwa.
Para enfrentar el redoblamiento del saqueo de las transnacionales, y preparar un combate decisivo contra este gobierno dictatorial sirviente del imperialismo, carcelero de los luchadores: hagamos asambleas en los establecimientos, minas y fábricas, elijamos delegados y pongamos en pie un Congreso Obrero Nacional con delegados mandatados de esas asambleas, revocables en cualquier momento, para levantar estas demandas.
Por ello, llamamos a la ISO, corriente que se reivindica de la clase obrera, a que rompa con la política con la que llamó a votar por el MDC en 2018 y por la que viene subordinada a la burocracia de la ZCTU, a la que le exige que se ponga al frente de la lucha cuando se niega a organizar a los obreros para que rompan con estos colaboracionistas podridos. ¿Cómo se puede pelear por los intereses de la clase obrera y que ésta defina su política y tenga independencia de clase sin organizaciones aptas para pelear sin burócratas y sin patrones?
Ya contamos con aliados en el continente, son nuestros hermanos en Kenia, Níger, Somalia, Senegal, Sudáfrica. ¡Somos una misma clase, enfrentamos a un mismo enemigo y es la misma pelea en todo el subcontinente de centro y sur de África contra el imperialismo y sus sirvientes! Unifiquemos estos combates.
¡Por un gobierno provisional revolucionario de obreros y campesinos pobres!
¡Por una Federación de Repúblicas Negras Obreras y Socialistas en toda África del Sur!
James Sakala, por la Liga Obrera Internacional (WIL) de Zimbabwe |