Homenaje a León Trotsky, a 80 años de su asesinato a manos del stalinismo
Saludo del grupo Comuneros de Cali, Colombia
“En este homenaje a Trotsky queremos homenajear también a dos compañeros caídos en los últimos días a manos de los paramilitares”
Nosotros queríamos ser parte de este homenaje al compañero Trotsky a 80 años de su asesinato, el vil asesinato hecho por el estalinismo y el imperialismo. Para nosotros es un honor estar aquí y decirles que continuamos en el campo de batalla contra el reformismo, contra el oportunismo y el nacional-trotskismo.
Al mismo tiempo, queremos rendirle homenajes a dos compañeros nuestros que eran cuadros pre-militantes: uno es el compañero Harold Díaz Hernández. El compañero era conductor, trabajador de la empresa de transporte de jeep de Llano Verde de un barrio de aquí en Cali. El compañero murió en un atentado en el que hubo 15 heridos más, incluyendo a un niño de 10 meses. El día de hoy salieron los últimos compañeros, los que tenían mayores fracturas, fracturas muy graves en las piernas y los brazos, y que son miembros del Comité de Resistencia y, al mismo tiempo, de la Cooperativa de Transportadores. A esos compañeros les queremos rendir un homenaje. Ellos fueron parte de las movilizaciones y portaron las banderas de la Revolución Siria y de la IV Internacional.
Lo mismo el compañero Jaime Monge, de ASOCAMPESINA. En estos días, el Comité Coordinador Sindical y Popular había enviado la carta de hacer parte de la ASOCAMPESINA a las luchas y a la movilización de estos sectores. Allí estaba nuestro compañero Jaime Monge, que fue asesinado por sicarios del paramilitarismo y del gobierno y a quien también le queremos rendir un homenaje en este día. Desgraciadamente lo estamos haciendo con compañeros caídos. Pero nosotros, a pesar de eso, continuamos en la lucha y continuamos enarbolando las banderas de la IV Internacional, del Programa de Transición.
Para nosotros el eje central es el apoyo a las luchas mundiales, a las luchas del pueblo sirio, del pueblo libanés, a la lucha del pueblo palestino, a la lucha de la resistencia de los obreros y los trabajadores negros en EE.UU. y al igual también lo planteamos para los compañeros de Francia, los Chalecos Amarillos y los Chalecos Negros. Lo mismo la lucha de los compañeros de Bolivia y los de Ecuador, que vienen siendo reprimidos salvajemente y nadie lo denuncia.
Y estamos por la libertad de los presos políticos de toda América Latina y del mundo. Aquí en Colombia quedaron botados 7000 presos políticos, los abandonaron los tránsfugas y bandidos de las FARC y del PC, al igual que dejaron botada la lucha y la organización del movimiento que hoy está acéfala. Necesitamos reorganizarla para continuar la lucha y unificar, por fin, la lucha del movimiento obrero y el movimiento campesino pobre.
Ahora, nosotros estamos por la expulsión de las bases militares en Colombia, que iniciaron una operación por el control del mercado. Los gringos desembarcaron tropas en la zona del norte de Santander y lo mismo están haciendo en la zona del sur, controlando las áreas de salida, por el sur y por el norte, para Europa por el lado de Venezuela. Nosotros creemos que no va haber ninguna invasión. Lo que va haber allí es, sencillamente, el control del mercado, del narcotráfico, como hicieron en Afganistán por el control del opio para las grandes multinacionales farmacéuticas.
Entonces estamos por la expulsión de los norteamericanos de Colombia. La pelea contra el reformismo y contra el nacional-trotskismo debemos darla abiertamente. Y son necesarias formas organizativas para los sectores populares, desde la autodefensa, como las milicias, porque no vamos a permitir que nos sigan masacrando de esta manera impune. Nosotros sabemos que con el fascismo no se negocia. Tenemos la respuesta y es una sola.
La otra es la lucha por la tierra. Estamos llamando al movimiento campesino a ser parte de ese trabajo, por la recuperación de tierras y por la restitución de las tierras expropiadas por los paramilitares y los terratenientes. Estamos por una reforma agraria para los campesinos, que les dé la tierra y crédito. Y trabajamos por la movilización y la lucha por esas conquistas, que sabemos que no se lograrán si no es sobre la base de la revolución, más aún en estas condiciones de crisis mundial y de miseria a las que estamos llegando aquí en Colombia, con el aumento de 5 millones de desempleados.
Y lo más grave es una ofensiva disputa interburguesa por el control de las pocas miserias que quedan y se las están robando. Es una disputa entre ellos por conquistar el control y la dirección del Estado mismo. En medio de esto, las que están pagando las consecuencias son las masas y esas son las masacres que estamos viviendo.
Queríamos felicitar a los compañeros de la FLTI. Hicieron un evento extraordinario. Estuvimos muy atentos. Nuestra humilde intervención es esta. Y esperamos que continuemos juntos en la lucha.