Homenaje a León Trotsky, a 80 años de su asesinato a manos del stalinismo
Presentación de las jornadas de homenaje, por el compañero Martín
“Somos un núcleo que está peleando por recuperar las banderas de la IV Internacional contra los que hoy la denostan y que, por supuesto, tienen que hacer un homenaje a Trotsky porque es el único lugar desde donde se le puede hablar a la clase obrera internacional”
“El reagrupamiento que se está poniendo en pie hoy en San Pablo, ha unido no a los trotskistas homenajeando a Trotsky. Unió a los que quieren hablar en nombre del trotskismo junto con los que lo han perseguido, asesinado, encarcelado y masacrado a los trotskistas y a cuanta fracción revolucionaria se ha levantado en el mundo”
Camaradas, compañeros, compañeras, buenas tardes, estamos dando inicio a la primer jornada en homenaje al camarada León Trotsky, asesinado a manos de un agente stalinista de la KGB, como fue Ramón Mercader.
Creemos que esta actividad es fundamental, porque consideramos que el combate que dio la IV Internacional, su programa, su legado estratégico y teórico, siguen hoy más vigentes que nunca. Tal es así que miles de militantes obreros y juveniles de vanguardia han visto durante esta semana decenas y centenares de homenajes, simposios y charlas alrededor del camarada Trotsky.
En estas jornadas intentaremos demostrar cuál fue el combate que dio Trotsky y los trotskistas, los marxistas revolucionarios internacionalistas que realizaron la tarea histórica que culminó en la fundación de la IV Internacional.
Pero estamos viendo en estos días distintas charlas y conferencias alrededor de Trotsky y, fundamentalmente creemos humildemente que, lo que están haciendo aquellos que hoy homenajean a Trotsky es con el objetivo de castrar el programa del marxismo revolucionario y del trotskismo, mellarle su filo revolucionario y dejar a Trotsky y a los trotskistas como íconos inofensivos.
Justamente eso hizo la burguesía con todos los revolucionarios y con todos los sectores en la historia en defensa de los oprimidos a nivel mundial en toda la historia de la humanidad. Primero, en vida los persiguen, los calumnian, los falsifican, los denigran, los denostan y, una vez muertos, intentan llenarlos de una aureola inofensiva sólo con el objetivo de calmar a los oprimidos y transformar a esos revolucionarios a los que no se cansan de perseguir y de asesinar en leones herbívoros o en íconos que no hacen ningún daño.
Pero queremos detenernos fundamentalmente en una de las conferencias en particular que, más allá de las que se han hecho distintas organizaciones que se reivindican del trotskismo, que es la que se viene de realizar en San Pablo, Brasil, bajo el nombre justamente de “Mario Pedroza”.
Esta charla tuvo un antecedente que fue el “Encuentro León Trotsky” realizado en La Habana, convocada por una persona llamada Frank Hernández que, justamente, es hijo de militantes del Partido Comunista stalinista de Cuba.
Camaradas, allí, en Cuba, viene de restaurarse el capitalismo. En Cuba fue donde el stalinismo de la mano de Fidel y Raúl Castro asilaron al asesino de León Trotsky, Ramón Mercader, condecorado por el stalinismo en la URSS con la medalla de honor por haber cumplido ese rol contrarrevolucionario.
Ellos se juntaron el año pasado y nuevamente se vuelven a juntar hoy, no por casualidad en San Pablo. Este enorme reagrupamiento que se está poniendo en pie hoy, ha unido, no a los trotskistas homenajeando a Trotsky, sino que, lamentablemente, unió a los que quieren hablar en nombre del trotskismo junto con los que lo han perseguido, asesinado, encarcelado y masacrado a los trotskistas y a cuanta fracción revolucionaria se ha levantado en el mundo desde que empezó el siglo XX.
No es casualidad. Justamente tenemos un problema enorme. Todas las conferencias que la izquierda está realizando apuntan a definir la crisis de dirección que tiene hoy la clase obrera mundial. Pero lo que intentan ocultar es lo que nosotros vamos a definir en estas dos jornadas que desde la FLTI hacemos en homenaje a León Trotsky.
Debemos recordar que en el siglo XIX cuando la clase obrera comenzaba a nutrir sus filas, comenzaba a fortalecerse como clase, lo hacía entrando al combate contra la burguesía como una clase homogénea, porque había comprendido que era una sola clase a nivel mundial. Es decir, comprendía en su combate, que no podía pelear en cada país, por fuera de pelear como una clase obrera internacional.
El internacionalismo militante era uno de los fundamentos centrales por los cuales combatía la clase obrera. Uno de los más grandes ejemplos en el siglo XIX es la lucha por las ocho horas, que terminó con los compañeros mártires de Chicago ahorcados en el patíbulo de Estados Unidos. El 1° de mayo todos los obreros recordamos a nuestros mártires.
En el siglo XIX, cuando el marxismo entraba en lucha política y combatía a nivel internacional con corrientes anarquistas como la de Bakunin, como la de Proudhon, con las cuales se combatió en común por ejemplo en la Comuna de París, donde la clase obrera tomó el cielo por asalto en París pero no pudo avanzar a tomar y destruir la ciudadela del poder en todo Francia y, desde Versalles, la burguesía se reagrupó tanto en Francia, como la burguesía prusiana y avanzaron y asesinaron a todos los obreros revolucionarios de la Comuna de París.
A nadie se le podía ocurrir en ese momento que, corrientes que debatían en ese momento muy fraternalmente pero sin diplomacia sobre cuál era el mejor programa para que el combate del proletariado llegue al triunfo, terminen en persecuciones, en calumnias, inclusive en encarcelamientos.
Esto sí lo vimos en el siglo XX, como sucedió con la socialdemocracia, que permitió el ingreso a esa carnicería donde entraron los obreros a cuenta de las potencias imperialistas en la Primera Guerra Mundial a la que llevó fundamentalmente la dirección del Partido Socialdemócrata Alemán encabezada por Kautsky, contra la que se levantaron en pie de guerra obreras y obreros revolucionarios como Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo. Su grito de guerra fundamental fue “el enemigo está en casa” porque, justamente, al enemigo que había que destruir era al imperialismo alemán.
Ahí se producía lo que el marxismo en la época imperialista le llamó la “escisión del socialismo”, porque la fase decadente, de agonía y de descomposición del capitalismo, se sostiene, no por fortaleza de sus ejércitos, por fortaleza de sus estados mayores, por fortaleza de sus partidos políticos paternales, sino que se sostuvo y se sostiene al día de hoy, precisamente porque corrompe y compra a sus capas altas de la burocracia y la aristocracia obrera y, no solamente están encarnadas en el stalinismo y la socialdemocracia, sino también contra la burocracia sindical contra la que los obreros y la juventud combate a diario a nivel mundial.
Justamente, la crisis de dirección que ninguna de las corrientes que se juntan a homenajear a Trotsky hoy pueden explicar, es que hay un sector, que son las capas altas de la clase obrera que han sido compradas y corrompidas para engañar, para mellar el filo de los combates de la clase obrera y, finalmente, luego de desmoralizarlos y desarticularlos, ponerlos a los pies de la burguesía.
Contra esa primera escisión del socialismo que fue la de la socialdemocracia, se puso en pie la III Internacional, encabezada por Liebknecht, por Trotsky y por Lenin, que le demostraron a la clase obrera que se podía tomar el poder como se hizo en Rusia en 1917 y también le demostraron a la clase obrera mundial que se podía tomar el cielo por asalto. Mientras que la socialdemocracia decía que el capitalismo y sus estados eran cascarones vacíos que se los podía llenar de un contenido ora burgués, ora obrero y que avanzando de forma evolutiva se podía conquistar el socialismo de forma pacífica.
Esa enorme teoría traidora, luego tomada en sus manos por el stalinismo fue, justamente la que llevó, en manos de ellos a corromper a la III Internacional.
Pero esto no se produjo de la noche a la mañana. El combate del trotskismo surge porque, el primer Estado Obrero que se conquistó en Rusia, posteriormente llamada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), quedó aislada. Y esto fue así porque fue derrotada la revolución europea a la cual todos los obreros revolucionarios agrupados en la III Internacional, volcaron todas sus fuerzas, tanto en Alemania, como en Inglaterra, etc.
Y luego de aislada la revolución triunfante en Rusia, luego de haber sido derrotados los procesos revolucionaos de 1918-19 con la revolución de los Consejos Obreros en Alemania, del 1921-22 y 1923-24, le permitieron a la burguesía cercar al Estado Obrero ruso y, en ese aislamiento, surgió una capa privilegiada encarnada en el stalinismo, contra la cual se puso de pie y buscó darle continuidad al bolchevismo, es decir, a lo más avanzado de la teoría y el programa revolucionario de la III Internacional, la Oposición de Izquierda Bolchevique Leninista Internacional, encabezada por el camarada León Tortsky.
Pero no hay que olvidarse que esta derrota se había impuesto con masacre, persecución y también asesinatos de dirigentes revolucionarios a manos de la socialdemocracia que, en Alemania se encargaron de perseguir y asesinar a dirigentes revolucionarios como Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo, nombrados anteriormente que fueron fundadores de la III Internacional que, durante la Primera Guerra Mundial estuvieron en prisión, que se negaron a votar los créditos de guerra y, como dije antes llamaron a que la clase obrera dé vuelta el fusil planteando que el enemigo estaba en casa y que era la burguesía que los mandaba al muere a los obreros en beneficio de la burguesía imperialista.
Justamente, reuniendo toda esa experiencia, acumulando todo ese bagaje revolucionario de Liebknecht, de Luxemburgo, de Lenin que hasta su último respiro dio el combate por sostener y extender la revolución socialista a nivel internacional, se puso en pie el bolchevismo en la resistencia. En 1924 surge la Oposición de Izquierda.
Pero ya el Estado Obrero estaba aislado y volcó sus fuerzas, con la teoría de la revolución permanente que empieza a generalizarse como teoría a nivel internacional para el proletariado mundial planteando en las colonias y semicolonias, como tarea inmediata la pelea por la dictadura del proletariado para resolver las tareas democráticas y nacionales en esos lugares, combinándolas con la pelea por la revolución socialista en los países imperialistas. Así el programa del trotskismo se pone de pie contra el stalinismo que, para enarbolar toda su política de traición a la revolución socialista internacional, se enmascaraba con una seudoteoría llamada “teoría de la revolución por etapas” y la “teoría del socialismo en un solo país”, con la que después, llevada hasta el final en los ’30 aplica la política conocida por todos los compañeros que combatimos en cada revolución que se puso en pie durante la historia del siglo XX y en lo que va del siglo XXI, que es la teoría del frente popular, que no es otra cosa que buscar y apoyar a un burgués, pintarlo de “progresivo”, pintarlo de “democrático” y sostener a ese sector de la burguesía para encaramarse en aplastar y en dividir a la clase obrera para que su revolución no llegue al triunfo.
Justamente, lo que nadie puede explicar es por qué, después de 1917 nunca se pudo tomar el poder como se hizo en Rusia dirigido por una dirección revolucionaria y lo que hubieron fueron revoluciones triunfantes dirigidas justamente de forma excepcional, como decía Trotsky en el Programa de Transición, por direcciones pequeño burguesas como el stalinismo en los períodos históricos que vienen después de la Segunda Guerra Mundial.
Camaradas. Acaban de reunirse en San Pablo, justamente donde en 1997 se ponía en pie una enorme internacional contrarrevolucionaria que le daba sustento y nueva vida al stalinismo que en el ‘89 caía y entregaba los estados obreros que teníamos en un tercio del planeta. En 1997 se ponía en pie el Foro de Sao Paulo primero y luego el Foro Social Mundial después, que incluían a direcciones burguesas como el chavismo, como Aristide de Haití, como el General Gutiérrez de Ecuador, inclusive con Lula, que luego gobernó como todos sabemos durante 13 años Brasil y le entregó ese país al imperialismo y entregó toda la lucha del movimiento obrero en los ‘70 y en los ’80.
Estos que se juntan en San Pablo hoy, están dirigidos por el stalinismo de Cuba que viene de entregar el Estado Obrero a los yanquis. Justamente en el 2008, el stalinismo con Fidel y Raúl Castro, pactaron con Obama, el presidente del Partido Demócrata de ese momento en Estados Unidos y le entregaron la isla a la Coca-Cola y a la Cargill.
No es casualidad que, ahora quieran revestirse de trotskistas y hacer este homenaje que hoy están haciendo en San Pablo.
Nosotros vamos a hacer todo lo contrario, porque queremos demostrar que el programa y la estrategia de la IV Internacional y su teoría, han pasado la prueba y se demuestran hoy más vigentes que nunca y por eso, es el único lugar desde donde se puede hablar a la clase obrera, porque es el único lugar desde donde se le puede entregar al combate de la clase obrera y la juventud revolucionaria en este momento una bandera sin mancha por la cual pelear y con la cual triunfar.
Pero, lamentablemente, aquellos que se reivindican trotskistas, reniegan de su programa y hoy se juntan con sectores del stalinismo a hacer un homenaje a Trotsky. Y eso es lo más grave que puede existir, porque justamente se juntan con sus verdugos a los rendirle homenaje a los compañeros que fueron asesinados.
Para terminar me gustaría decirles que aquí hay un problema. El programa del trotskismo pasó la prueba, los que no pasamos la prueba y tenemos todo por demostrarle a las nuevas generaciones que entran al combate, somos los trotskistas. Fundamentalmente porque las banderas de la IV Internacional hoy se han desintegrado y se han puesto a los pies del stalinismo y hoy militan en común en un partido único llamado “Nueva Izquierda”.
Nosotros, desde la FLTI, somos un núcleo que está peleando por recuperar esas banderas, justamente en manos de los que hoy la denostan y que, por supuesto, tienen que hacer un homenaje a Trotsky porque es el único lugar desde donde se le puede hablar a la clase obrera internacional.
Tenemos que decir algo que es lo que todos ocultan. El stalinismo cumplió un rol enorme como organización contrarrevolucionaria a nivel mundial, no solo matando a Trotsky, porque justamente el asesinato de Trotsky, al cual le rendimos homenaje a 80 años de su asesinato por la espalda de parte de un sicario del stalinismo en México, fue la culminación de la persecución, la masacre y la liquidación física de toda una fracción internacionalista y revolucionaria que encarnaba la continuidad del bolchevismo y lo mejor del programa revolucionario que combatió durante años, cuando se dio el momento en que el socialismo se partía y sus capas altas y la aristocracia y burocracia obrera eran compradas por la burguesía.
Porque no fue sólo Trotsky. Cuando se funda la IV Internacional, quien tenía que dar el informe de fundación, el joven camarada Rudolph Klement, apareció asesinado decapitado en el río Sena. El hijo de Trotsky, León Sedov, que organizaba a la sección soviética y a la sección bajo el fascismo en Alemania, en Austria y en el Este europeo que estaban bajo la bota del fascismo y del stalinismo en sus cárceles y campos de exterminio, también fueron asesinados.
Es decir, el stalinismo jugó un rol central en la persecución y en el asesinato de la fracción internacionalista del proletariado que había conquistado y buscado darle continuidad a la IV Internacional, que buscó entrar como una fuerza compacta y se preparó para intervenir en la Segunda Guerra Mundial y fueron los trotskistas que vinieron después del asesinato de Trotsky los que la disolvieron, los que luego la revisaron y los que hoy la ponen a los pies del stalinismo y militan en común en un partido mundial como es la “Nueva Izquierda” e inclusive le rinden homenaje a Trotsky con sus asesinos como es el stalinismo cubano que hoy devino en nueva burguesía haciendo millonarios negocios con los yanquis.
Camaradas, avancemos en esta reflexión, en esta jornada que busca darle a los combatientes de la clase obrera mundial, una bandera sin mancha por la cual pelear que, para nosotros, hoy más que nunca, es la de la IV Internacional fundada en 1939.
León Trotsky
León Trotsky en el soviet de Petrogrado - 1919
Segundo Congreso de la III Internacional
Trotsky y Van Heijenoort
Encuentro entre renegados del trotskismo con
el stalinismo cubano en La Habana, 2019
Mercader, el asesino de Trotsky, junto
al hermano mayor de Fidel Castro
Mártires de Chicago
La Comuna de París, 1871
Primera Guerra Mundial
Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht
Lenin y Trotsky
Rosa Luxemburgo en un mitin durante
la revolución alemana de 1918