PARA LOS LIQUIDADORES DE LA IV INTERNACIONAL, LA IV INTERNACIONAL NO EXISTE
Durante años un historiador dedicado a seguir de cerca la vida de León Trotsky se preguntaba por qué el fundador del ejército rojo y el dirigente de la III Internacional y del octubre victorioso se dedicaba a discutir y a organizar grupos tan pequeños y perdió tantas horas reagrupando cuadros en la noche negra del stalinismo y el fascismo en los ’30, para fundar la IV Internacional.
Para este historiador llamado Isaac Deutscher, que escribiera trabajos como “El profeta desarmado” y “El profeta sin visado”, no hubo error más grande de Trotsky que perder tiempo organizando la IV Internacional, a partir de la ruptura de la Oposición de Izquierda con la III Internacional, luego de la derrota que le propinó el stalinismo al proletariado alemán a manos del fascismo y de Hitler en el año 1933.
Hoy todos los renegados del trotskismo, por más que escriban ríos de tinta y realicen sus “homenajes” fraudulentos, no pueden negar que son continuadores de esta visión pequeñoburguesa de Deutscher, que realmente le rinden un homenaje apócrifo al verdadero combate de Trotsky y su lucha por fundar la IV Internacional. Ellos sólo se han dedicado, con sus distintos “caudillos nacionales-internacionales” de Yalta, a hacer “sus” internacionales, con sus partidos madres y grupos satélites que sólo le daban cobertura a las trapisondas que cada uno realizaba en su país.
Ellos han usado a la IV Internacional como cobertura de federaciones de grupos nacionales, para en sus pomposas relaciones diplomáticas internacionales practicar y encubrir el peor de los nacionalismos-socialistas para poner al proletariado de sus países a los pies de sus propias burguesías.
Para el trotskismo -que afirma que ya hace rato se acabó la época de los programas nacionales-, para el que la revolución en cada país no es más que la refracción de las condiciones internacionales creadas por el dominio político, económico y militar del planeta del imperialismo, afirma que la única tarea nacional de un partido revolucionario es ganarse a la mayoría del proletariado y sus organizaciones de combate para centralizarse junto a la clase obrera mundial para triunfar y dirigir en cada país una insurrección victoriosa.
Los liquidadores de la IV Internacional, con sus federaciones diplomáticas internacionales, con sus partidos madres y satélites, sólo han logrado liquidar la continuidad de un partido centralizado del proletariado mundial.
Cuando Trotsky era visitado en México por centenares de cuadros revolucionarios apasionados y ansiosos de conocer su experiencia al frente del ejército rojo, éste se negaba a responder sobre esta cuestión.
Sus visitantes insistían en que Trotsky les comente su visión sobre sus experiencias al frente del ejército rojo y su extraordinario aporte hecho como la guerra de maniobras al programa militar del proletariado. Trotsky solamente respondía: “La III Internacional y el bolchevismo ruso ya han escrito mucho sobre eso. Lean esas lecciones y fórmense con ello”.
El fundador de la IV Internacional afirmaba: “para dirigir la toma del poder, para fundar la III Internacional y para defender el poder de los soviets, en donde jugué un rol importantísimo, yo podría no haber estado e igualmente el bolchevismo lo hubiera logrado”. Contra los estafadores que rinden “homenajes” falsificando al trotskismo, vamos a decir la verdad. El camarada Trotsky les respondía a sus visitantes (y hoy a sus detractores): “para lo que sí soy importante y debo jugar un rol central es en la tarea de fundar la IV Internacional, el partido mundial de la revolución socialista. Sin ello, la próxima generación del proletariado estará perdida. La próxima guerra será tan sólo una catástrofe que le sucederán otras catástrofes si no triunfa la revolución socialista mundial. La perspectiva de la revolución socialista se alejará por años, y la barbarie asolará el planeta.”
Fundar la IV Internacional fue la obra más grande de Trotsky y su equipo internacionalista para continuar con la labor del bolchevismo y la III Internacional. |
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