ARGENTINA - 11/04/2017
Se cumplen 20 años del asesinato de la compañera Teresa Rodríguez:
¡Basta de impunidad!
El 12 de Abril de 1997 la policía asesina, comandada por Menem y Sapag se cobraba la vida de la compañera Teresa Rodríguez, en medio de la feroz represión contra los trabajadores que protagonizaban el “Cutralcazo” al grito de “trabajo para todos”.
Han pasado 20 años y absolutamente todos los responsables de su asesinato gozan de impunidad, garantizada por la casta de jueces videlista-peronista-radical, al igual que sucede con los asesinos de Carlos Fuentealba, Aníbal Verón, Víctor Choque, Mariano Ferreyra, Darío y Maxi y tantos otros mártires obreros y populares asesinados por luchar, mientras han condenado a cárcel y cadena perpetua a los petroleros de Las Heras, a camioneros y docentes de Tierra del Fuego y mantiene procesados a más de 7.000 luchadores obreros y populares.
¡Basta de impunidad! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a todos los asesinos de Teresa Rodríguez y de todos nuestros mártires!
¡Absolución de los petroleros de Las Heras y los docentes y camioneros de Tierra del Fuego! ¡Desprocesamiento de los más de 7.000 luchadores obreros y populares! ¡Libertad a todos los presos políticos del mundo!
Teresa Rodríguez es una mártir de todo el movimiento obrero mundial. La lucha por conquistar juicio y castigo para sus asesinos es inseparable del combate por hacer justicia para todos nuestros mártires y por la libertad de todos los presos políticos del mundo. En este mes de abril, cuando también se conmemora el Día Internacional del Preso Palestino, levantemos en alto esta lucha por encima de las fronteras contra los gobiernos y regímenes represores y asesinos, sirvientes de las transnacionales imperialistas.
Hoy el mejor homenaje a la compañera Teresa Rodríguez es retomar el camino del “Cutralcazo” que junto a Mosconi, son la cuna del heroico movimiento piquetero que peleaba por trabajo genuino contra las petroleras imperialistas que hoy continúan saqueando nuestros recursos naturales, garantizado (como lo demostró el acuerdo el acuerdo con Chevron dentro de la legislatura neuquina militarizada) por los partidos patronales asesinos de Teresa Rodríguez y Carlos Fuentealba .
El combate revolucionario de los trabajadores desocupados es el que sepultó la burocracia piquetera que hoy le firmó la tregua al gobierno de Macri, cuando hay un millón y medio más de obreros desocupados que perdieron su empleo en el último año. ¡Basta! ¡Hay que volver a pelear como en el “Cutralcazo” y Mosconi: por trabajo digno para todos, contra las transnacionales imperialistas y por la unidad de los obreros ocupados y desocupados!
Reproducimos a continuación las palabras del compañero Miguel Rodríguez,
padre de Teresa, a 20 años del asesinato de su hija:
“Teníamos jueces, teníamos fiscales, teníamos peritos… El gobierno del MPN nos sacó todo, todo, todo. Hasta el dinero de los pibes nos sacó. Hoy estamos comiendo con lo que ganamos nosotros. Yo estoy pensionado. Mi pensión es de $4.500. ¿Qué es eso? Eso no es plata. Pero yo vivo feliz y contento. ¿Sabés por qué? Porque tengo salud y vida todavía. (…)
¿Por el caso? ¿Qué vamos a hacer? Nosotros no pudimos hacer nada. Nada, nada. Los abogados se abrieron. Los sacaron de al lado a nosotros y le dieron otros puestos grandes para que no se rocen con nosotros.
Teníamos dos abogados. Creo que organismos de Derechos Humanos nos los pusieron. Pero ¿qué pasó? Nada nunca. Nunca se hizo nada. Anduvieron con nosotros paseando mejor dicho, porque otra cosa no se hizo. Nunca más se hizo nada. Y eran muy buenos abogados. Fernando Dalmazzo y Fernando Diez. Ahora uno está de fiscal y el otro no sé de qué está, creo que está de juez. Pero nunca hicieron nada por nosotros. (…)
Yo me hice cargo desde el día en que mataron a mi hija. Yo tenía a mi nieto más chiquito operado en Neuquén. Me fui a buscarlo porque le habían dado el alta. Agarré el coche y fui a buscarlo. Me acuerdo que llego acá, llego a la casa de mi hija. “Viejo –me dijo mi hija-, no te vas a poner mal”. ¿Pero por qué si yo no he hecho nada? “¿No sabés lo que pasó?” “No –le digo-, no sé”. Me dice: “Mataron a la Teresa”. Me quise morir.
Yo me vine con el nene más chiquito desde Neuquén. Cuando llegué acá me habían matado a mi hija. La policía fue la que la mató. La policía mató. Qué se yo por qué mató si nadie hacía nada. Mi hija iba a ver al trabajo a otra hija que tengo yo y le tocó un tiró. Fue en un puente de Plaza Huincul en la ruta 7. La gente iba a la ruta 22 y ellos los retuvieron a los tiros. Nadie iba haciendo nada. (…)
Y duele en el alma porque es una hija. Porque los grandes poderes, se acomodaron ellos. Los grandes poderes sacaron del medio a los abogados, nos sacaron a los jueces, sacaron a todo el mundo. Quedamos ahora sin nada…”