PASO 2017
La farsa electoral encubre un brutal ataque contra los trabajadores y el pueblo
Macri, sostenido por el kirchnerismo, el PJ y la burocracia sindical,
profundiza sus planes de hambre, esclavitud y entrega de la nación
¡Basta de circo electoral!
LOS DE ARRIBA VIENEN POR TODO
Despidos, flexibilizacion laboral, carestía de la vida y represión a los que luchan…
LA CLASE OBRERA DEBE IR POR ELLOS
¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a las transnacionales, los bancos y a la oligraquía!
La izquierda ya tiene sus frentes electorales…
Miles les daremos el voto, pero lo que necesitamos para enfrentar el ataque de los capitalistas es un...
FRENTE DE LOS TRABAJADORES
para derrotar a la burocracia sindical, conquistar un plan de lucha y abrir el camino a la
¡HUELGA GENERAL!
¡Que se vayan todos y no quede ni uno solo!
Argentina será socialista o colonia de Wall Street
próximo 13 de agosto se llevarán a cabo las PASO, elecciones primarias de los partidos políticos para votar sus candidatos hacia las elecciones legislativas de octubre. La campaña electoral está en su pleno desarrollo, un verdadero circo con el que se quiere vestir de “democrático” a este régimen infame en donde Macri y los partidos patronales gobiernan al servicio de las trasnacionales imperialistas atacando las conquistas de los trabajadores, condenando a la pobreza y desocupación a millones de explotados y reprimiendo a los que luchan.
En éste régimen, la “democracia” es para los de arriba: para los patrones, sus políticos, jueces y fuerzas de represión. Ellos tienen libertad y democracia para explotar trabajadores, saquear y expoliar los recursos de nación, y son premiados por este gobierno con la quita de retenciones e impuestos como los sojeros, las mineras y con subsidios en millones de dólares para las petroleras imperialistas, las mismas que llevan adelante las guerras del petróleo en el mundo. No existe la más mínima democracia para los de abajo, a quienes se les niega inclusive el derecho a organizarse libremente para defender sus derechos. Éste régimen infame estatiza los sindicatos para reventar al movimiento obrero, y profundiza la represión y persecución. La clase obrera y los explotados son proscriptos día a día en este régimen. Sin ir más lejos, las mismas PASO impiden a aquellas organizaciones que no cuentan con los recursos de los grandes aparatos patronales para alcanzar los votos que dicta la ley electoral, poder presentarse en las elecciones.
¡El ataque a los trabajadores ya está aquí! En el G20 los imperialistas dieron la orden para redoblar la guerra contra los explotados del mundo…
En medio del circo electoral se generaliza el engaño de los políticos patronales, quienes mendigan el voto de los explotados con promesas de manos vacías mientras de conjunto comandan un brutal ataque a los explotados. El kirchnerismo, el PJ y los Massa se muestran como oposición, pero la verdad es que si Macri pudo y puede descargar el ataque a los trabajadores fue gracias a la gobernabilidad que le dieron los partidos patronales, como el FpV y el PJ desde las gobernaciones, intendencias, desde el propio parlamento votando todas las leyes antiobreras y con la tregua dada por la burocracia sindical. Macri, Cristina, y todos los políticos patronales son representantes de Wall Street y salen de la misma cloaca de éste sistema capitalista.
Lamentablemente, aquellas corrientes que se reivindican de la clase obrera como el FIT y la Izquierda al Frente, se han prestado a este circo diciéndoles a los trabajadores que con su voto y en el parlamento se puede frenar el ataque de los capitalistas y mejorar su existencia. Una vil mentira. Todo obrero debe saber que ninguna de sus conquistas llegaron de la mano de las instituciones de la burguesía como el parlamento. Todas fueron producto de enormes gestas y combates en las calles de los trabajadores. Es más, nada de lo que pasa en el país se define en esa cueva de bandidos levanta manos al servicio del imperialismo. Todo obrero debe saber que lo que pasa y deja de pasar en este país se define en las 8 manzanas de Wall Street y en las embajadas imperialistas a espaldas de los explotados.
Con el circo electoral quieren esconder la verdadera Argentina en la que los capitalistas están protagonizando una feroz guerra contra los trabajadores. Guerra que Macri y los políticos patronales vienen de discutir con sus amos en el G20 y en donde han definido un plan de flexibilización laboral para todo el continente americano con el fin de transformarlo en una verdadera maquila con mano de obra esclava sin ningún tipo de conquista para garantizar los negocios de las trasnacionales y los pagos de las deudas externas usureras. Los de arriba vienen por todo. En medio de la crisis capitalista que no da respiro, las potencias imperialistas se disputan abiertamente los mercados y las zonas de influencia protagonizando una carrera de velocidad para imponerle a la clase obrera condiciones de esclavitud para reproducir sus ganancias e imponer su dominio. Tienen a su favor haber impuesto el genocidio de las masas sirias y la restauración del capitalismo en Cuba junto al PCC. Trump y el imperialismo yanqui muestran sus cañoneras y amenaza con nuevas masacres contra los explotados en el Pacífico y busca imponer disciplina de hierro en su patio trasero.
Los políticos de la izquierda no se cansan de decirles a los trabajadores que deben votar a sus candidatos para organizar y fortalecer la lucha contra el ataque patronal y los planes de flexibilización que el gobierno se prepara para imponer tras las elecciones con la reforma laboral mientras que ésta ya comenzó a aplicarse. Es que la misma ya se aprobó en Brasil, se intenta imponer en Perú y en nuestro país ya comenzó con la liquidación del convenio colectivo petrolero en el mes de enero y con la liquidación de las paritarias con el decreto del 21% impuesto por el gobierno y garantizado por la burocracia sindical tanto de la CGT y la CTA. Comenzó con el ataque a los sectores combativos del movimiento obrero y al activismo, única forma de poder llevar hasta el final sus planes de esclavitud.
Por supuesto que una vez que los políticos patronales terminen de contar el último voto y con sus instituciones legitimadas con la trampa electoral, profundizaran el ataque a los trabajadores y explotados, pero la clase obrera necesita organizar sus fuerzas de forma inmediata antes de que sea demasiado tarde para poder derrotar los planes de las trasnacionales.
Los frentes electorales de la Izquierda no están por la independencia de clase, ni son socialistas, ni anticapitalistas...
El FIT y la izquierda reformista demostraron no ser una alternativa para los trabajadores. La clase obrera no agachó la cabeza ante el ataque del gobierno y los capitalistas. A cada paso presentó batalla, trazando un camino de lucha a 180 grados de la política y el programa de sus direcciones con tomas de fábrica, paros, piquetes e inclusive protagonizando una grandiosa rebelión contra la burocracia sindical iniciada el 7 de marzo tomando el palco del triunvirato de la CGT, que prendió la señal de alarma de toda la burguesía argentina. Lejos de ponerse a la cabeza de dicha rebelión, y de poner todas sus fuerzas al servicio de centralizarla y de coordinar la lucha de los trabajadores para imponer la huelga general, el FIT fue un factor determinante en la división de las filas obreras. No sólo se negó a poner en pie una coordinadora de lucha de los sectores que durante todos estos meses resistieron el ataque como los trabajadores de AGR, de la UTA-Córdoba, de Santa Cruz, Cresta Roja, Pepsico y un larguísimo etc. Sino que rompió con toda posibilidad de que la clase obrera conquiste su independencia de clase llevando las fuerzas de los trabajadores a los pies de las instituciones de la burguesía como el ministerio de trabajo y el parlamento, e inclusive de los partidos patronales como el kirchnerismo.
El FIT ha liquidado toda política de independencia de clase como lo vemos en su política frente a la lucha de los trabajadores de Pepsico, principalmente de la mano del PTS que llevó dicha lucha a una alianza con los legisladores kirchneristas y luego de la mano de sus diputados a votar en el parlamento junto a la burguesía defendiendo a De Vido. En una clara política de colaboración de clases, el FIT, y en este punto en nada se diferencia la Izquierda al Frente (MAS y MST), le dice a los trabajadores que sus aliados son los kirchneristas. Una verdadera estafa. Los aliados de los trabajadores no son los políticos patronales. Dicha alianza debilita la fuerza de los trabajadores porque impide la unidad de sus propias filas y la lucha por la expropiación de los capitalistas. En sus campañas electorales plantean que "hay que castigar al gobierno de Macri en las elecciones", y como "los K no son consecuentes", hay que votar a la izquierda. O sea, dicen que al gobierno se lo castiga en las urnas y que los trabajadores pueden resolver sus penurias también votando dentro de esta democracia para ricos que no es más que la envoltura dulzona de la dictadura del capital.
Estamos ante Frentes electorales que no tienen ni rasgos de independencia de clase, ni son socialistas y ni siquiera anticapitalistas. Porque no están al servicio de poner en pie los organismos de autoorganización de los trabajadores en lucha y por el contrario realizan alianzas con sectores de la burguesía. No son socialistas porque no llaman a la clase obrera argentina a enfrentar la restauración capitalista comandada por los Castro, la nueva burguesía del PCC y el imperialismo en Cuba, y le dan la espalda a la resistencia siria y su revolución dejándole las manos libres al genocida Al Assad y Putin que bajo el mando de las potencias imperialistas impusieron el peor de los genocidios a las masas sirias. Tampoco son anticapitalistas porque les dicen a los trabajadores que para conseguir sus demandas no hace falta expropiar a los capitalistas.
¡Basta de circo electoral y verso parlamentario! ¡Preparemos el infierno contra los capitalistas!
La salida está en las calles ¡Por un Frente de los Trabajadores para unir y coordinar a los que luchan!
Los socialistas revolucionarios no nos negamos a intervenir en las elecciones burguesas, pero lo hacemos con el fin de desarrollar la lucha extraparlamentaria de masas, utilizando la tribuna electoral y parlamentaria para llamar a la clase obrera a romper con las instituciones de la burguesía y para ponerla al servicio de construir los organismos de autoorganización de las masas para unir las filas de la clase obrera y conquistar las condiciones para la victoria. El FIT se niega a esta política y por el contrario alimenta el engaño de la burguesía de que es posible cambiar su existencia desde el parlamento. Nada bueno para la clase obrera vendrá de esa cueva de bandidos como nos quiere hacer creer la izquierda vende humo. Las 6 hs. de trabajo y todas nuestras demandas, las conquistaremos como lo hicimos con las 8hs: con Huelgas Generales y la lucha en las calles de la clase obrera mundial.
Es el momento de conquistar la unidad de los trabajadores frente al ataque de los capitalistas. La lucha esta en las calles y junto al conjunto de la clase obrera que combate contra el plan del gobierno y los partidos patronales. Las organizaciones obreras y trabajadores combativos deben imponer la ruptura del FIT con la burguesía. Estamos a tiempo. Las corrientes integrantes del FIT y la Izquierda al Frente son la versión criolla de la Nueva Izquierda mundial como Syriza y PODEMOS que le dicen a los trabajadores que es posible mejorar sus condiciones de vida sin luchar por destruir el sistema capitalista. Su programa es que a este sistema se lo puede reformar. Como plantea la juventud rebelde griega “basta de izquierda vendedora de ilusiones”. Mientras los patrones y el imperialismo hablan el lenguaje de la guerra, ellos le proponen a la clase obrera hablar el lenguaje de la paz.
La izquierda ya conquisto su unidad en las listas electorales, ahora, necesitamos un Frente de los Trabajadores para unir de forma inmediata a todos los sectores en lucha como los trabajadores de Santa Cruz que resisten el ataque de Alicia Kirchner, los choferes de la UTA-Córdoba perseguidos por el estado y la burocracia sindical, de Pepsico, Cresta Roja, Atucha junto a al movimiento piquetero para poner en pie un gran Congreso Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados con delegados con mandato de base para votar un pliego único de demandas y plan de lucha para expulsar a la burocracia sindical en las calles y conquistar la Huelga General para derrotar el ataque de los capitalistas y al gobierno de Macri. Hay que generalizar y centralizar la rebelión contra la burocracia sindical y terminar con la mendicidad que impone la burocracia piquetera a la lucha de los trabajadores desocupados ¡Que vuelva el movimiento piquetero revolucionario y su programa de 21 puntos del Norte de Salta!
Un Congreso para votar un programa que unifique las filas obreras ¡Abajo el techo salarial del gobierno y la burocracia sindical! ¡Paritaria única nacional y aumento del 47% para todo el movimiento obrero! ¡Basta de despidos! ¡Trabajo digno para todos! ¡Reapertura y estatización sin pago y bajo control obrero de Pepsico, AGR-Clarín y de toda fábrica que cierre, suspenda o despida! ¡Reducción de la jornada laboral y un turno más en todas las fábricas para que todos los desocupados entren a trabajar! ¡No al pago de la deuda externa! ¡Fuera las trasnacionales y el FMI! ¡Basta de represión y persecución a los que luchan! ¡Comités de autodefensa para defendernos de las fuerzas de represión del estado y los matones de la burocracia sindical! ¡Libertad a Milagro Sala, Agustín Santillán y a todos los presos políticos! ¡Absolución de los obreros petroleros de Las Heras y a los trabajadores de Tierra del Fuego! ¡Desprocesamiento de los más de 7 mil luchadores obreros y populares!
Los aliados de la clase obrera argentina no son los patrones kirchneristas, son la clase obrera brasilera y de todo el continente. Los patrones se organizan en el G20 y en miles de reuniones en donde discuten como multiplicar sus ganancias sobre los huesos de los trabajadores. Los trabajadores debemos unir nuestro combate por sobre las fronteras para derrotar el plan de las trasnacionales para la región. Es necesario centralizar la lucha de la clase obrera brasilera que viene de protagonizar suras huelgas generales y jornadas revolucionarias contra la reforma laboral de Temer, la enorme huelga indefinida del magisterio en Perú que lleva más de 40 días, de los mineros colombianos que enfrenta el plan de paz de Santos y la entrega de la resistencia por parte de las FARC, de los trabajadores mexicanos y de Argentina en un mismo combate para retomar el camino revolucionario de principios de Siglo XXI expropiado por los bolivarianos que hoy matan de hambre al pueblo venezolano y que entregaron Cuba al imperialismo. ¡Por la unidad de la clase obrera latinoamericana y la clase obrera norteamericana! ¡Abajo la estafa de la revolución bolivariana! ¡Revolución socialista o caricatura de revolución!
Este combate se merecen los Macri, los Temer y todos los bolivarianos. La llamada “nueva izquierda” augura años de paz y democracia, pero por delante lo que viene, si la clase obrera no lo impide, es más barbarie y destrucción. Así lo demuestra la contraofensiva imperialista concentrada en el genocidio a las masas revolucionarias sirias. No hay lugar para reformar al sistema capitalista, hay que destruirlo con la revolución socialista. Por eso hay que retomar la lucha revolucionaria del 2001, y que esta triunfe imponiendo el poder de la clase obrera y los explotados. ¡Por un nuevo partido revolucionario e internacionalista de la clase obrera argentina bajo el programa de la IV Internacional de 1938!
¡Los obreros no votamos patrones!
Bajo estas banderas y este programa, los trotskistas internacionalistas de Democracia Obrera, llamamos a los trabajadores a no votar por nuestros verdugos y a votar críticamente por aquellas corrientes que se presentan en nombre de la clase obrera en estas elecciones como el FIT y la Izquierda al Frente. Pero fundamentalmente, llamamos a los trabajadores a confiar en sus propias fuerzas y a conquistar la unidad de las filas obreras para enfrentar y derrotar el ataque de los capitalistas•
Democracia Obrera