Argentina - La Plata - 24 de agosto de 2017
24-08-2017
Ante el fallecimiento del compañero Francisco Ayala,
militante de la IV Internacional
A Fran lo conocimos en 2011, cuando por primera vez tomó en sus manos el periódico de los trotskistas. Era un obrero con una gran experiencia de lucha, porque fue protagonista de uno de los combates más importantes de la zona: la defensa del ARS y la resistencia a la privatización que en los ´90 debieron enfrentar las empresas nacionales como YPF, la telefonía, los servicios básicos, aerolíneas, entre otros.
Él era un obrero consciente que sabía que sólo los trabajadores tienen interés y son capaces de defender con sus manos firmes y sus métodos de lucha las empresas estatales, cuestión que ninguna burguesía nacional puede ni quiere garantizar. Sabiendo esto es que se preparaba para el próximo combate que ya se avecina en defensa de los puestos de trabajo del ARS, donde ya la burguesía está atacando a los trabajadores arrebatándoles sus conquistas y prepara la ofensiva definitiva contra el astillero. Fran se preparaba de la mejor manera: con las lecciones de la lucha de los 90 de la que fue protagonista, pero también con las lecciones de la revolución y la contrarrevolución en Siria, de la estafa de la revolución bolivariana que hambrea y masacra al pueblo venezolano, porque sabía de los negociados y engaños que esta burguesía rastrera había tramado en el ARS.
Siempre quería saber qué pasaba con la revolución y la contrarrevolución siria. Fran no salía mucho de Ensenada, pero lo hizo por esta revolución, participando en festivales y actos, emocionándose hasta las lágrimas por el combate de nuestros compañeros allí.
Él era un compañero joven, que dejó sus mejores años trabajando en el astillero. Tenía aún su vida por delante, sus hijos chicos a los que criar y ver crecer. Se descompuso en su casa y sus amigos tuvieron que cargarlo para llevarlo al hospital donde murió a los dos días. Es que en este sistema capitalista infame, los trabajadores que dejamos nuestra vida al pie de la máquina, estamos condenados a morir en una desvencijada cama de hospital y sin la atención necesaria. El compañero lo sabía y por ello luchaba todos los días por cambiar este sistema.
Francisco era un obrero que humildemente todos los días aportaba su grano de arena para la causa, haciendo sacrificios sin esperar nada a cambio. Su trabajo para la revolución era gris y cotidiano: conversar sobre el periódico con sus compañeros y amigos, impulsar las campañas financieras, dejar el periódico en el trabajo para que “circule”. Estas tareas a veces pasan desapercibidas, son silenciosas, no “brillan”… Pero son enormes e imprescindibles; son las fuerzas esenciales, motoras, del obrero consciente que abraza las banderas de la IV internacional y el internacionalismo militante.
Hoy lo despedimos con un gran dolor, al igual que su familia, sus amigos y sus compañeros de trabajo. Para nosotros es una pérdida irreparable, pero también lo es para la clase obrera que debe despedir a quien se preparaba, con las lecciones estratégicas y revolucionarias, para organizar y dirigir el próximo combate.
Pero no lo olvidaremos. Solo en las manos firmes de los obreros conscientes que abrazan, no pasajeramente sino para toda la vida, la lucha por la revolución socialista, la IV Internacional volverá a hacer temblar a la burguesía, su sistema putrefacto y sus sostenedores.
Compañero Fran: ¡Hasta el triunfo de la revolución socialista! ¡Hasta el socialismo siempre!
Eq. de militantes de La Plata, Berisso y Ensenada