Argentina - Marzo de 2017
Una vez más, dos estrategias en el movimiento obrero
El FIT y la impotencia del reformismo
Las corrientes que componen el FIT y dirigen e influencian a sectores del sindicalismo combativo han quedado realmente revolcadas por los acontecimientos protagonizados por los trabajadores y las masas en la segunda semana de marzo. Su programa y estrategia nada tuvieron que ver con la rebelión de las bases de la CGT que enfrentaron a los boicoteadores de la huelga general repudiando al triunvirato de carneros.
Los dirigentes del FIT no sólo que llamaron a la clase obrera a participar de la marcha junto a la patronal bajo la forma de “columna independiente”, sino que mientras sucedía la rebelión contra la burocracia, se encontraba bien lejos de éstos acontecimientos.
Pitrola, dirigente del Partido Obrero y diputado del FIT en la provincia de Buenos Aires, quien había dado la línea de que se le podía cambiar el contenido al acto del PJ y por ello había que marchar en él con una columna “independiente”, dijo en un programa de TV la noche misma del 7 que ellos habían intentado hablar con los organizadores del acto para diseñar por donde marchar y “no generar choques”… Por esta política es que no tuvieron nada que ver ni con la rebelión de las bases de la CGT, ni con el palco tomado por la Linea 60, Aceiteros y Canale que fueron ovacionados por todas las columnas de los sindicatos.
En última instancia, el FIT fue “el ala izquierda” de ese acto de colaboración de clases y por ello nada tuvo que ver con la rebelión obrera de las bases.
Es que al acto del PJ no se le podía “cambiar el contenido”, pero una política audaz de coordinación de los sectores en lucha, una política de lucha en las calles contra la burocracia sindical, hubiera empalmado con esa rebelión profunda mucho antes del acto convocado para el 7 de marzo. Lamentablemente la estrategia del FIT es la de respetar los cuerpos orgánicos de los sindicatos estatizados y no la de coordinar a los que luchan y derrotar a la burocracia sindical en las calles.
La rebelión contra el triunvirato tiró por tierra la permanente excusa del FIT de que nunca “hay condiciones” para coordinar y derrotar a la burocracia. Las acciones de masas del paro y movilización docente y de las mujeres, y la rebelión obrera contra la burocracia del 7/3 demostró que hay profundas condiciones para derrotar a la burocracia sindical y marchar a imponer la Huelga General. Lamentablemente, las corrientes del FIT optan por el camino de mantener las luchas de los trabajadores que resisten el ataque patronal, aisladas unas de otras negándose a luchar para echar a la burocracia sindical de las organizaciones obreras, disputarle en la lucha la dirección del movimiento obrero a la misma y conquistar las condiciones para imponer la Huelga General. El FIT, en vez de desarrollar y poner en pie los organismos aptos para la lucha política de masas, ya comenzó su campaña electoral y utiliza las luchas de los sectores del movimiento obrero que dirige e influencia para dirimir sus internas de las PASO.
El FIT se niega a disputarle la base a los sindicatos que dirige la burocracia de la CGT y la CTA, a ella le respeta los espacios, lamentablemente no pone todas sus fuerzas al servicio de un llamamiento de las organizaciones combativas a realizar asambleas de base en todo el movimiento obrero para profundizar la rebelión de la base en el acto del 7-3, llamando a desconocer las paritarias truchas de la burocracia, a poner en pie comités de fábrica, comités de despedidos y suspendidos y unificar las filas obreras para conquistar la Huelga General.
Lejos de esta estrategia, el FIT ni siquiera coordina a las propias fuerzas que dirige o influencia, hoy, una coordinadora de lucha de los compañeros de la Linea 60, Aceiteros, Canale y AGR tendría más autoridad ante los trabajadores que la dirección de la CGT. Se vuelve urgente que desde estas organizaciones de lucha pongamos en pie dicha coordinadora, llamando a asambleas de base de todo el movimiento obrero ocupado y desocupado para conquistarla.
El FIT le oculta este combate a la clase obrera y le dice que es posible frenar el ataque de los capitalistas con leyes en el parlamento y de las instituciones del régimen como el Ministerio de Trabajo. Para las corrientes del FIT es posible que los explotados mejoren su nivel general de vida bajo el régimen capitalista al que luchan por “democratizar”. Por ello son incapaces de llamar a una lucha política de masas a la clase obrera y a retomar el camino revolucionario del 2001 y su grito “Que se vayan todos”, para derrotar el ataque de Macri y todos los partidos patronales bajo el comando de las trasnacionales imperialistas. Los representantes de la “Nueza Izquierda” en Argentina, han renegado definitivamente de la lucha por la revolución socialista y se han abrazado a una lucha por una “democracia superior” como le gusta definir a Del Caño.