Córdoba, Argentina- 20 de mayo de 2017
Elsa Sosa, querellante en el mega-juicio de San Rafael-Mendoza contra los 21 milicos genocidas, ha sido asesinada
Tras el intento del 2x1 de la Corte y el “Nuevo Punto Final” que busca imponer la impunidad para la mayoría de los genocidas que continúan en libertad… los “grupos de tareas” de los milicos asesinos que ayer desaparecieron a Julio Lopez y mataron a Silvia Suppo, se cobran la vida de otra testigo…
¡JUICIO Y CASTIGO A LOS ASESINOS MATERIALES E INTELECTUALES DE ELSA SOSA Y SILVIA SUPPO!
¡APARICIÓN CON VIDA DE JORGE JULIO LOPEZ!
Ni 2x1, ni un “Nuevo Punto Final” donde el 90 por ciento de los genocidas quedan libres
¡QUE EL 100% DE LOS GENOCIDAS SE PUDRA EN LA CÁRCEL!
Junto a los jueces que ayer los legitimaron y hoy los liberaron
En la noche del último viernes, Elsa Sosa fue encontrada sin vida en el baño de su departamento en la provincia de Córdoba. La policía y justicia quiere hacer pasar el hecho como un robo seguido de asesinato. Desde Democracia Obrera nos solidarizamos con sus familiares, amigos y compañeros, y hacemos responsable al estado con su gobierno, justicia y fuerzas represivas.
Elsa Sosa era querellante y testigo de la mega-causa contra 21 genocidas de la última dictadura militar que entraba en momentos de definición y en dónde su compañero es uno de las víctimas.
Este asesinato se da tras el Nuevo Punto Final impuesto luego del intento de la Corte del 2x1 y la posterior anulación del mismo con la ley votada en el parlamento y aprobada por el presidente Macri. Es que los partidos patronales se montaron sobre la legítima y justa bronca de millones de explotados contra el fallo de la Corte y la utilizaron con el fin de garantizar la impunidad y vestir de "democráticas" las instituciones del régimen infame argentino. Una verdadera trampa contra los trabajadores y el pueblo ya que, a pesar de la anulación del 2x1, el 90 por ciento de los milicos genocidas continúan en libertad y hoy ocupando los cargos en el generalato de las FFAA, al igual que los fiscales y jueces que ocuparon cargos durante la dictadura y hoy son los que dejan en libertad a los milicos y comandan la persecución y represión a los trabajadores junto a los politicos de los patronales cómplices y colaboradores de la dictadura como el PJ y la UCR. Tan solo en las últimas semanas, las fuerzas represivas han reprimido a los trabajadores estatales de la Santa Cruz gobernada por Alicia Kirchner, la policía bonaerense ha repremido a estudiantes secundarios en Banfield y Berisso y la policía rosarina terminó con la vida de la docente María de los Ángeles París que entró con vida a la comisaría a realizar una denuncia y la encontraron en un calabozo sin vida.
El asesinato de Elsa Sosa demuestra que después de la anulación del 2x1, presentada como un gran triunfo para el pueblo y su lucha por memoria, verdad y justicia, la impunidad por parte de este estado y su democracia para ricos está garantizada hacia los genocidas y sus grupos de tareas asesinos. Éstos, al igual que ayer durante el gobierno de los Kirchner con la desaparición de Julio López y el asesinato de Silvia Suppo, actúan bajo el amparo del gobierno de Macri y todas las instituciones del estado para asesinar a Elsa.
El Estado de los capitalistas es el asesino, con sus partidos, sus jueces, sus milicos y la banda de hombres armados de policías y gendarmería sobre los que se asientan para reprimir al pueblo.
¡Juicio y castigo a los asesinos de Elsa Sosa y Silvia Suppo! ¡Aparicion con vida de Julio Lopez!
¡Juicio a la Corte Suprema por asociación ilícita con los genocidas!
¡Destitución de la casta de jueces! ¡Disolución de las fuerzas represivas y los servicios de inteligencia!
¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a los asesinos de ayer y de hoy!
¡Absolución a los obreros petroleros de Las Heras condenados a cadena perpetua y cárcel por la justicia patronal y a los trabajadores de Tierra del Fuego! ¡Desprocesamiento de los más de 7500 luchadores obreros y populares! ¡Libertad a Milagro Sala y a todos los presos políticos!
No habrá ni justicia ni verdad de la mano de los partidos patronales, ni con juicios truchos que encarcelan a un puñado de militares y dejan libre al 90 por ciento de los genocidas que siguen actuando impunemente.
El genocidio fue contra la clase obrera y la juventud rebelde. ¡Hay que poner en pie ya un movimiento de organizaciones obreras, del movimiento estudiantil y de derechos humanos que encabece la lucha por el juicio y castigo, sin burócratas sindicales ni políticos patronales!
¡QUE SE VAYAN TODOS, QUE NO QUEDE NI UNO SOLO!
Corresponsal