Argentina- 9 de noviembre de 2019
La estafa de la “revolución bolivariana”
Maduro, el mayor ajustador del pueblo venezolano a cuenta del imperialismo.
Nuevas promesas de manos vacías para el Astillero Río Santiago
Entre el 1 y 3 de noviembre se realizó en La Habana, Cuba, el “Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo” del que participaron entre otros los presidentes de Cuba y Venezuela, el secretario del PC Cubano, representantes del CNA sudafricano, José Luis Centella dirigente del PC español y Manuel Pineda, eurodiputado por el mismo partido, Salvador Sánchez Cerén, expresidente de El Salvador; David Choquehuanca, secretario general de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP); Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores de Brasil, Nguyen Viet Thao, vicerrector de la Academia Política Nacional Ho Chi Minh, entre otros. A este Encuentro se dirigieron los dirigentes de ATE y la CTA como Isassi.
En el discurso de cierre, Nicolás Maduro aseguró que ahora que los Fernández volvían al gobierno en la Argentina iba a poner los millones que faltan para terminar de construir los dos buques graneleros que desde hace más de 15 años están construyéndose en el ARS. Más allá que quedó claro que Maduro no tiene la más absoluta idea de qué estaba hablando (dijo que el acuerdo por “dos grandes barcos” lo firmó Chávez con Cristina), lo más absurdo y cínico fue que él aseguró que estos buques no se habían terminado de construir “porque Macri odia a los bolivarianos, a la vez que les teme”. Una verdadera burla.
A decir verdad el día 8 de julio de 2004 los entonces presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y de Venezuela, Hugo Chávez, anunciaron un acuerdo para que el Astillero Río Santiago repare y construya buques para la compañía petrolera PDVSA de Venezuela. El acuerdo por el que inicialmente iban a construir 8 buques nunca se hizo realidad.
De los famosos ocho barcos solo se avanzó en la construcción de dos: El Eva Perón y el Juana Azurduy. El primero fue botado en 2012 en un mega acto donde participaron las autoridades del gobierno provincial y los obreros del astillero estatal Río Santiago. Pero aún hoy está muy lejos de navegar los mares: el petrolero de 47 mil toneladas reposa desde entonces sobre un canal interno del astillero. El contrato del Eva Perón se firmó en agosto de 2005 y se calculaba que debía estar terminado en 2009. Es decir que quienes no garantizaron que la construcción de los dos buques se lleven a cabo fueron en primer lugar los Kirchner, quienes estuvieron en el poder hasta el año 2015 cuando asumió Macri, quien tampoco obviamente garantizó la terminación de los buques.
Por tomar solo algunos ejemplos de la historia anterior del Astillero Río Santiago: el petrolero Ingeniero Huergo II -de 75 mil toneladas- se botó en agosto de 1978 y se entregó a YPF en septiembre de 1980 (25 meses). En tanto, el Ingeniero Silveyra -un buque casi idéntico al anterior- se botó en marzo de 1980 y se entregó en mayo de 1981 (14 meses). Muy, muy lejos de los ya 14 años que está demandando la construcción de los buques para PDVSA.
Venezuela necesitaría 300 buques petroleros para transportar el 50% del petróleo que produce, pero nunca tuvo más de 30.
Hoy PDVSA cuenta con solo 23 buques operables. De estos solo 6 pertenecen a PDVSA, mientras 17 son de empresas extranjeras.
13 de estos tanqueros, por ejemplo, los operaba la empresa BSM (alemana) a quién PDVSA le debe 15 millones de dólares y por ello inició acciones para dejar de operarlos.
Por las grandes deudas que tiene PDVSA más de una docena de petroleros con crudo venezolano en todo el mundo han sido retenidos en los últimos años. Últimamente Venezuela ha comenzado a enviar embarcaciones al extranjero para reparación, y luego los mismos aparecen “extraviados”. Tal es el caso de los barcos Paramacay,Yavire. Con la embarcación Parnaso, el Tribunal Marítimo de Lisboa lo puso a la venta por la falta de pago del estado venezolano. Se estima que Maduro los está vendiendo como parte de pago de las deudas que contrajo PDVSA. Estamos asistiendo a un verdadero remate de los vestigios de PDVSA.
Las empresas internacionales, que se la pasaron haciendo jugosos y millonarios negocios operando los buques que transportaron el petróleo venezolano durante años, hoy ya no lo hacen, puesto que PDVSA como hemos dicho, tiene deudas millonarias con todos ellos. Pero PDV Marina además tampoco cuenta con la tripulación necesaria para manejar las embarcaciones, y en su lugar utiliza personal militar.
Hoy Venezuela vende 770 mil barriles diarios de crudo según datos de septiembre. Chevron sigue operando en Venezuela y 495 mil de esos barriles van a EEUU, que deposita el pago en cuentas que PDVSA no puede tocar. Asimismo, mediante las sanciones EEUU congeló activos de PDVSA en EEUU por 7 mil millones de dólares.
La producción diaria de petróleo venezolano está por debajo de los 700 mil de barriles diarios, cuando alcanzó en 2009 los 2.4 millones.
El imperialismo le está haciendo un verdadero cerco a Venezuela, pero Maduro ha demostrado ser el más fiel aplicador de los planes del imperialismo, de saqueo de la nación y de hundimiento en el hambre y la miseria de todo el pueblo explotado venezolano. Que Maduro quiera seguir pintándose hoy de antiimperialista y que incluso plantee que la salida del Astillero Río Santiago vendrá de su mano, de Fernández y de Cristina es ya un chiste de mal gusto.
La verdadera unidad latinoamericana, para que nuestros pueblos vivan y no se llenen los bolsillos los parásitos imperialistas y los lacayos que hacen negocios con ellos, vendrá de la mano de los trabajadores y explotados de todo el continente, hoy hundidos en la miseria.
La solución a nuestros problemas la podremos dar solo los trabajadores de todo el continente, junto a las masas explotadas. La daremos uniéndonos con los trabajadores venezolanos, los trabajadores chilenos y ecuatorianos que marcan el camino de cómo se frenan los planes de hambre, miseria y expoliación de nuestras riquezas que está llevando a cabo el imperialismo yanqui de la mano de sus secuaces. Lo haremos de la mano de los trabajadores de Estados Unidos, que como los trabajadores de la General Motors y los trabajadores de la educación, enfrentan a la bestia imperialista en su propia tierra.
Es que somos los trabajadores los únicos y verdaderos defensores de la nación, quienes podremos librarla del yugo imperialista.
La burguesía bolivariana ha demostrado ser una sirviente del imperialismo, atacando a las masas, hundiéndola en la más absoluta miseria, con los trabajadores y explotados comiendo basura para sobrevivir, o muriendo en los pasillos de los hospitales sin atención médica, mientras las transnacionales y Wall Street siguen llenando sus bolsillos.
Hoy, estos sirvientes del imperialismo, vuelven con nuevas promesas de manos vacías para los trabajadores del Astillero. Pero lo que ha quedado demostrado es que todo lo que conseguimos lo trabajadores ha sido por nuestra lucha, nadie nunca nos regaló nada. Los que frenamos los despidos, los que frenamos a Macri que quería “dinamitar el Astillero” fuimos los trabajadores con nuestra pelea y en las calles. ¡Basta de engaños! ¡Basta de que los dirigentes nos pongan a los pies de Maduro, Cristina y todos sus secuaces, que solo han garantizado fabulosos negocios para los de arriba y Wall Street! ¡Solo podemos confiar en nuestras propias fuerzas! ¡Solo los trabajadores con nuestra lucha podemos hacer que el Astillero vuelva a ser lo que era!
Corresponsal
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