Elecciones presidenciales en Argentina: se apagaron las luces del circo electoral…
La transición Macri-Fernández:
cogobierno, devaluación, tarifazos y un nuevo robo al salario
Chubut se mantiene en pie de lucha y es la avanzada contra el “pacto social” de hambre y miseria de la burocracia sindical, Macri-Fernández y la patronal...
¡Todos a Chubut a poner en pie una Coordinadora Nacional! ¡Chile y Ecuador marcan el camino!
Pasaron 10 días desde la victoria electoral de Fernández y el kirchnerismo sobre Macri (con el 48% de los votos contra el 40% del macrismo). Los partidos patronales sacaron el 98% de los votos. El FIT-U obtuvo un 2%.
Legitimados con 12 millones de votos, el kirchnerismo y el PJ se preparan para suceder a Macri, para continuar el ataque al pueblo, en medio de una brutal crisis social y económica y en una América Latina convulsionada por los combates revolucionarios de Chile y Ecuador.
Fernández y Macri pactan una transición de hambre y miseria para los trabajadores y el pueblo
Muchos obreros, desesperados por la crisis y la miseria y acorralados por la traición de la burocracia de la CGT y la CTA, esperan -sin grandes expectativas- que la asunción de Fernández les cambie la suerte.
Pero la realidad es implacable. Argentina está quebrada. Fernández ya pactó una transición con Macri, un verdadero cogobierno que impuso una brutal devaluación encubierta, aumentos siderales y un mazazo al salario, tal como ocurrió después de las PASO, cuando Fernández celebraba el dólar a $ 60.
La transición Macri-Fernández va de lo mejor... para los capitalistas y Wall Street, que no pararon ni por un minuto la guerra contra el pueblo: la nafta, las tarifas y los alimentos siguen al dólar y aumentan vertiginosamente; los despidos no paran; los salarios siguen congelados, entregados por la burocracia sindical.
El Chubut de Arcioni anticipa lo que será la Argentina de los Fernández. Ahí el Frente de Todos hambrea, persigue y encarcela obreros como Macri. Ahora, que parecía que Macri-Fernández tenían la transición controlada, los docentes y estatales volvieron a las calles y a los piquetes porque hace meses que no cobran el salario y la carestía de la vida es infernal.
Este es el "país para todos": un robo descarado al salario y la profundización del martirio diario de los trabajadores. Esto es lo que queda cuando se apagan las luces del circo electoral. ¡Y Caló (UOM) ya dijo que si a Macri le dieron tregua, cómo no se la van a dar a Fernández! ¡Traidores!
A los obreros nos sacaron del camino de Chile y Ecuador que empezamos el 18 y 19 de diciembre de 2017
Los trabajadores estamos pagando caro que Macri haya llegado hasta las elecciones. En diciembre de 2017, lo dejamos en crisis con la huelga general, los piquetes y una paliza a la policía en Plaza Congreso. Comenzamos a enfrentar los planes de Trump y el FMI como hoy en Chile y Ecuador. El PJ, los K y la burocracia sindical y piquetera lo salvaron de terminar como De la Rúa con el verso de que lo sacábamos con las elecciones en 2019.
Los políticos patronales peronistas sostuvieron a Macri y al FMI desde el parlamento y las gobernaciones, donde le votaban las leyes y aplicaban el ajuste. La burocracia entregó cada una de las luchas contra los despidos y por salario y todas las paritarias durante todo 2018 y 2019, inclusive con matones y pistoleros rompiendo piquetes, como en Chubut, Ecocarnes o Electrolux.
Gracias a la traición de la burocracia, los capitalistas nos tiraron toda la crisis a los trabajadores con despidos, cierres de fábrica, devaluación e inflación, robo al salario. La patronal y la burocracia usan el chantaje de la crisis, la amenaza de cierres y más despidos para arrancarnos nuestras conquistas y convenios. Este es el “pacto social”. Ya existe y Fernández viene a institucionalizarlo.
Por delante no hay más “democracia” y “parlamentarismo” sino más “pacto social” y ataque al pueblo
El crac y la ofensiva imperialista sobre América Latina no dan márgenes para concesiones ni “democracia” a los trabajadores. Se acabó el verso electoral. El “Club de los Seis” (la banca imperialista, UIA, la Bolsa, la Sociedad Rural y las cámaras del comercio y la construcción) mira Chile y Ecuador, Chubut, y se prepara ante la posibilidad de un nuevo 18 y 19 de diciembre de 2017. Lo que vienen son choques de clase decisivos.
Por eso con Fernández la burguesía cambió de caballo para enfrentar a la clase obrera.
Fernández quiere un gobierno de “1 presidente y 24 gobernadores”, una alianza de los poderes ejecutivos de la nación y las provincias contra la clase obrera, y ya se discute una ley que le dé superpoderes para gobernar por decreto.
¿El parlamento? Está pintado. El congelamiento salarial de millones de obreros lo arreglan los Fernández, el “Club de los Seis”, la burocracia sindical la Corte Suprema y la embajada yanqui, en acuerdos extraparlamentarios a espaldas del pueblo.
La “oposición” macrista gorila quedará lista y fortalecida para ganar las calles con las clases medias ricas contra el movimiento obrero, como látigo del imperialismo yanqui, inclusive para marcarle la cancha a la pandilla de los Fernández.
Y la base de todo esto es el “pacto social” y la estatización extrema de los sindicatos, para controlar férreamente al movimiento obrero con los pistoleros de la burocracia. Fernández tiene a la gendarmería para garantizar el orden con palo y balas a lo Berni, la misma gendarmería que mató a Santiago y Rafa bajo las órdenes de la Bullrich.
El FIT-U habla de Chile y Ecuador, mientras pregonó todo lo contrario en su campaña electoral
En esta situación, la izquierda parlamentaria dijo que en las elecciones se “castigó” a Macri. Es el colmo. ¿Cómo los trabajadores van a castigar a sus verdugos en una urna? Que Del Caño, Bregman, Del Plá, Castañeira, no mientan más: Macri y Fernández atacan juntos a los trabajadores.
Ahora hablan de Ecuador y Chile. Del Plá, Solano y Del Caño viajaron a Santiago. Pero en su campaña jamás plantearon que había que luchar por derrotar a los parlamentos fantoches del FMI como en Valparaíso, Quito o Chubut. Acá pedían “fortalecer a la izquierda en el Congreso”.
Mucho menos dijeron que a los presidentes se los derrota con el método de la revolución, como las que estallaron de nuevo en Medio Oriente y recorren América Latina hoy. Bregman y Belliboni (Polo Obrero) dijeron que querían que Macri llegue a diciembre… ¡Y Solano, que ya se volvió de Chile, se reúne con Larreta para llevarle los “problemas de los trabajadores, la juventud y las mujeres”!
Del Caño y el FIT-U jamás llamaron a preparar insurrecciones, barricadas y comités de autodefensa contra la guerra de Macri y el FMI que continuarán los Fernández. ¡El NMAS “comparte la alegría de la derrota de Macri”!
Esta izquierda democratizante y su dirección pequeñoburguesa quep2 viaja a Chile es la que escondió a Chubut en su campaña electoral. Se negó a coordinar al SUTNA, la UF-Haedo, Kimberly Clark, etc. con Chubut, cuando sobraban condiciones para generalizar el Chubutazo a todo el país.
Hoy que el Chubutazo que el FIT-U creía dormido vuelve a ponerse de pie, la izquierda se sigue negando a unir y coordinar a la vanguardia.
El FIT-U ya no sabe cómo explicar su bancarrota electoral, cuando está más que claro que si a Macri se lo castigaba votando a Fernández, ¿para qué los trabajadores iban a votar a Del Caño?
En Capital y Provincia de Buenos Aires, el FIT-U directamente fue una colectora de los Fernández. Impulsaron el corte de boleta a favor de los Fernández para que Bregman entre al Congreso, en una escandalosa política de destrucción de toda independencia de clase.
La debacle electoral del FIT-U marca que la crisis de la izquierda reformista acompaña a la bancarrota del parlamentarismo. Ya no hay lugar para una izquierda parlamentaria que pase limosnas por reformas sociales. En medio del crac, la burguesía viene por todo y los márgenes para la conciliación de clases se achican al mínimo. Lo máximo que puede dar el parlamentarismo reformista del FIT-U es un “paliativo” como la estafa de la Emergencia Alimentaria.
Chile y Ecuador marcan el camino para derrotar el “pacto social”… ¡todos a Chubut a poner en pie una Coordinadora Nacional de Lucha!
Con los Fernández vuelven los asesinos de Fuentealba, Mariano Ferreyra y Daniel Solano. Vuelve Solá, el asesino de Kostequi y Santillán. Vuelven los carceleros de los petroleros de Las Heras. Vuelven los entregadores de Vaca Muerta a Chevron y Techint. Vuelven los pagadores seriales de la deuda. Vuelve el partido de la Triple A de los ‘70.
Pero Chubut sigue presentando batalla. La burocracia de Ctera tuvo que llamar al paro para controlar e impedir que los trabajadores desarrollen una lucha independiente de la burocracia y se le vaya de las manos.
Chubut puede ser una chispa en una Argentina donde sobra leña seca. Para enfrentar los despidos y cierres de fábrica, el robo al salario y la represión y la persecución a los luchadores obreros y populares en Argentina, hay que derrotar el “pacto social” de la burocracia sindical y piquetera peleando junto a los compañeros de Chubut, junto a nuestros hermanos de Chile y Ecuador. ¡Ellos marcan el camino para derrotar la ofensiva de Trump y el imperialismo yanqui sobre América Latina!
La Línea 60, el SUTNA y la UF-Haedo, las Coordinadoras de la Zona Norte y de la Zona Sur, Kimberly Clark, el sindicalismo combativo, los movimientos de desocupados en lucha, etc. ¡todos a Chubut a poner en pie una Coordinadora Nacional para unir a los que luchan!
Las bancas parlamentarias y puestos sindicales del FIT-U tienen que estar al servicio de esta tarea. Para eso los trabajadores los pusieron ahí. ¡Los obreros socialistas y la juventud combativa del FIT-U tienen que impedir que sus direcciones sigan aislando Chubut!
Hay que decir la verdad. El programa de la izquierda parlamentaria frente al ataque de los capitalistas no es la revolución socialista. A Chile viajaron a defender el mismo programa que el PC y la Concertación: Asamblea Constituyente, “democratización” del capitalismo. Son los seguidores de Bernie Sanders, la Ocasio-Cortez y los “socialistas” impostores de la izquierda del Partido Demócrata imperialista.
En las barricadas de Bagdad, Beirut, Santiago y Guayaquil se incendian esos programas y pseudoteorías -ya perimidos en la historia- de “democracia real” de la llamada "nueva izquierda": para conquistar el pan y la libertad, las masas explotadas hacen la revolución, tal como hicimos en 2001, en el Cordobazo y empezamos en 2017. No hay otro camino para que la crisis la paguen los capitalistas.
El problema no es de la clase obrera, que peleó y mucho en estos años. Son sus direcciones. Los partidos del FIT-U hace tiempo que rompieron con la revolución y la IV Internacional. Necesitamos un reagrupamiento revolucionario internacionalista de la vanguardia obrera argentina, para poner en pie un partido leninista insurreccionalista de combate que luche por que surjan los organismos aptos para la lucha política de masas. Alí los obreros avanzados se templarán y forjarán para la lucha por la revolución, incluso antes de que lleguen los momentos decisivos.
Ese partido es el de León Trotsky y Mateo Fossa, que solo podrá ponerse en pie como parte de la lucha por refundar la IV Internacional de 1938.
Solo la IV Internacional planteó un programa para unificar la lucha contra el imperialismo y sus lacayos desde Alaska a Tierra del Fuego y llevarla a la victoria, a la toma del poder como parte de una sola y misma revolución continental.
¡Argentina y América Latina serán socialistas o colonias de Wall Street!
Comité Redactor del Periódico “Democracia Obrera”
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