El 14 de abril de 2020 falleció el compañero David Soria de un paro cardio-respiratorio. Esto ha sido un tremendo golpe para su familia, amigos y compañeros de militancia revolucionaria. Homenajes, saludos y cientos de mensajes de organizaciones obreras, militantes y activistas de distintas partes del mundo, de ex trabajadores de Paty (sus compañeros), llegaron a los teléfonos y casillas de correo de los que militábamos a diario con David. Hubo llantos y grandes emociones. Pero a pesar del dolor, a pesar de nuestros genuinos sentimientos, en estas breves líneas queremos recordar lo fundamental del combate que David dio durante sus 35 años de militante revolucionario internacionalista. Eso sí, no pretendemos con este texto escribir la historia de David Soria, ni reemplazar una sola de las cientos y cientos de páginas que han sido escritas en los últimos 15 años reflejando los combates que dio David y sus compañeros, primero, como obrero revolucionario internacionalista y cuadro trotskista y luego, como militante y dirigente de un colectivo revolucionario (FLTI). Las mismas serán ordenadas y publicadas, a su debido momento, como lecciones revolucionarias para toda la clase obrera mundial y el movimiento revolucionario internacional.
Antes de seguir avanzando, queremos dejar en claro lo que para nosotros fueron los aspectos principales por la cual David entregó su vida a la militancia revolucionaria. Podemos afirmar que su actividad, con avances o retrocesos, con aciertos o errores, siempre estuvo ligada al servicio de dotar al proletariado de una dirección revolucionaria e internacionalista, para que la clase obrera se haga del poder sobre la destrucción del poder y estado de la burguesía. Entendiendo que ella solo podría surgir de la lucha por desarrollar los organismos de autodeterminación y democracia directa de las masas en lucha para el combate político contra la burguesía y su régimen. Es que David se había convencido –y peleaba por ello en la clase obrera argentina y mundial- de la necesidad inmediata de la Revolución Obrera y Socialista para que las masas explotadas del mundo puedan sobrevivir a los vejámenes y miserias impuestas por el sistema capitalista imperialista. Estas características son las que separan a los militantes profesionales revolucionarios, de los políticos reformistas, aun cuando éstos se disfrazan de “izquierda” y de “socialistas”.
David, en su juventud, llegó a Buenos Aires proveniente de la provincia de Córdoba. En búsqueda de trabajo estable y de la posibilidad de poder cursar sus estudios de Diseño de Indumentaria, profesión que tanto le gustaba. Reconociendo su falta de condiciones físicas para la ejecución de la guitarra (instrumento que amaba, al igual que la música), buscó en esa profesión poder desarrollar sus gustos artísticos y creativos. Pero no pudo dedicarse, pues para los jóvenes provenientes del proletariado y de las clases bajas, era muy difícil (al igual que ahora), trabajar como ayudante de albañil y estudiar al mismo tiempo. No alcanzaban ni las horas ni el dinero.
En aquel entonces, a fines de los años ´70 y comienzo de la década del ´80, la Resistencia del Pueblo Palestino conmovió todas las fibras de David y despertó en él el odio contra los capitalistas, sus gobiernos, el estado sionista fascista de Israel y el conjunto de la clase explotadora. Es decir que su primera incursión consiente en la vida política, estaba relacionada a un enorme acontecimiento internacional.
Entrado en los primeros años de la década del 80 ingresó en Paty. Allá por el año 85 fue elegido delegado por sus compañeros de trabajo, puesto de lucha que ocupó durante muchos año, en los que nunca dejó sus tareas laborales. Para ese mismo tiempo se había incorporado al MAS (que era parte de la LIT). David fue muy importante en la puesta en pie de la Lista Naranja del gremio de la carne, con la cual recorrían los frigoríficos de la Zona Norte y del Gran Buenos Aires, luchando por conquistar Comisiones Internas Clasistas que representen y defiendan los intereses de los trabajadores. En ese camino fue parte de la nueva directiva que, impulsada por un acuerdo entre el MAS y un sector de burócratas peronistas que posaban de “izquierda”, asumió la dirección del Sindicato “Capital” con Peretti como Secretario General. Pero David, fiel a su instinto anti burocrático y clasista, enfrentó el surgimiento de una nueva burocracia y rompió con la dirección del gremio, transformando a la Lista Naranja en una oposición a la burocracia y en el reagrupamiento de los sectores más combativos de los obreros de la carne. Allá por el 2002 los delegados de Paty con David a la cabeza pelearon para que los obreros de Ecocarnes conquistaran su Comisión Interna apoyados en la unidad de los trabajadores ocupados y desocupados.
Luchas, paros, piquetes, asambleas, ocupaciones de frigoríficos, encontraban a David a la cabeza de la lucha. Ya sea por aumento salarial, contra los despidos, por la reincorporación de compañeros, por condiciones dignas de trabajo… David siempre al frente. Así transcurrían sus primeros años de su actividad como obrero revolucionario en la industria de la carne. Una actividad militante que estuvo signada por transmitir a sus compañeros de trabajo la lucha internacional de los trabajadores del mundo. Por eso era común (muchos años más tarde) encontrarse con David en la puerta de su trabajo y ver que algún compañero le preguntase, con cariño y respeto, por dar un ejemplo si: ¿”En Madagascar los explotados siguen colgando de los puentes a funcionarios del estado”?
En el año 1988 comenzaba el estallido del MAS. David perduró en ese partido hasta el año ´91 aproximadamente, iniciando un curso independiente, aunque mantenía lazos con aquella organización. También inicia una actividad internacional, viajando a distintos países a participar de charlas y debates sobre la actividad sindical y los problemas de la clase obrera.
En Argentina, en mitad de esa década, comienza la resistencia contra el menemismo. El país comenzaba a llenarse de obreros desocupados. Surgían los piqueteros, con su génesis en los fogoneros de Cutral Có. La vanguardia obrera recrudece sus combates. Y los obreros de la carne como parte de ella también. Es más, en el ´98 la patronal de Paty cierra el sector de depostada. Quedan obreros despedidos. David, que trabajaba en ese sector, pone a disposición de la asamblea de los trabajadores despedidos su renuncia como delegado. Sus compañeros despedidos votan en contra, para que como delegado defienda al conjunto delos obreros de la fábrica, porque se había perdido una pelea pero la guerra contra los patrones continuaba.
En el 2000 estalla la batalla de Mosconi, con los piqueteros del Norte de Salta en la primera línea de fuego. El país se llena de nuevos mártires obreros. Estas fuerzas revolucionarias empujan a David hacia la izquierda poniéndolo de frente ante la revolución, de la cual muchas corrientes eran escépticas. La Intifada Palestina y su revolución en el 2000 vuelven a conmoverlo. La cuestión Palestina separa aguas en el movimiento marxista internacional. David ferviente militante de la causa Palestina se mantiene junto a los que luchan por la liberación de la nación oprimida sobre la base de la destrucción del Estado de Israel. Este fue nuestro primer punto de encuentro: LA REVOLUCIÓN y la lucha contra sus enemigos.
En la fábrica Paty, junto a la Comisión Interna, David y los trabajadores de la planta plantean la necesidad inmediata de conquistar la unidad entre los obreros ocupados y desocupados. La crisis de la economía mundial golpea de lleno al país. Las masas explotadas lanzan la lucha revolucionaria del 19 y 20 de Diciembre de 2001 en Argentina. Caen 5 presidentes. Las asambleas populares comienzan a ser embriones de organismos de semi doble poder. David y los “Trabajadores Autoconvocados de la Carne (TAC)”luchan junto a los trabajadores desocupados de la FTC (incluso en su casa funcionó el primer comedor del barrio Bancalari de la FTC). Allí nos volvimos a encontrar peleando juntos por el desarrollo de los organismos de autodeterminación y democracia directa de las masas en lucha, es decir la puesta en pie del poder de los abajo para derrotar el poder de la burguesía. Enfrentamos a las corrientes reformistas que no luchaban por que las masas se hagan del poder y al surgimiento de la burocracia piquetera, que renegaba de la lucha por trabajo digno como motor para la acción revolucionaria y pasaba a administrar (dando de alta y bajas los planes sociales) las dadivas del estado capitalista.
La Revolución Palestina y la Revolución Argentina, habían estrechados nuestras relaciones. Pero fue la Revolución Boliviana y el combate contra los bolivarianos y el la nueva burguesía castrista en Cuba que venían a expropiar la revolución latinoamericana, lo que soldó esta unión que nos llevó a militar juntos en la FLTI bajo las banderas de la IV Internacional hasta el mismo día de su muerte.
La revolución en nuestro continente había sido expropiada. La burguesía bolivariana tomaba las riendas de los gobiernos y estados para mantener las ganancias de los capitalistas y el dominio (aunque inestable) de los piratas imperialistas en la región. Los obreros de Paty y su Comisión Interna encabezan una lucha sin cuartel contra las corrientes reformistas en el movimiento obrero. Combaten por la independencia política de las organizaciones obreras frente a su estado y la burguesía, enfrentando así a esa política de frente popular del FSM que impulsaban las corrientes reformistas. Rompen acuerdos con agrupaciones sindicales, puesto que las mismas se negaban a luchar contra el descuento compulsivo de las cuotas sindicales enfrentando así el mecanismo patronal de cooptación de dirigentes obreros y de mantención de la burocracia sindical. Y en defensa de la democracia obrera contra los burócratas traidores y sus estatutos y cuerpos orgánicos regidos por la Ley de Asociaciones Profesionales y el Ministerio de Trabajo.
Luchan denodadamente por la puesta en pie de la coordinadora de los frigoríficos. Ampliando el llamado a todas las organizaciones en lucha del país, bajo el lema “Unidad y Coordinación”. Cientos de batallas en el gremio, paros, ocupaciones de plantas; marchas sobre el sindicato de la carne para enfrentar a la burocracia del gremio y como guía de acción contra los burócratas de la CGT y la CTA; llamados a la unidad de las filas obreras para enfrentar a los K y a su régimen infame al servicio de las petroleras, transnacionales del MERCOSUR y el FMI. Los obreros de Paty se transforman en parte de la vanguardia del movimiento obrero.
Estalla el crack de la economía capitalista mundial (2008). Quiebran los grandes bancos. Se pierden millones de puestos de trabajo. En respuesta, grandes acciones revolucionarias de masas recorren distintas zonas del planeta. A fines de 2010 irrumpe la heroica revolución del Magreb y Medio Oriente, que comenzaba en Túnez y tal cual cadena se iba eslabonando en Libia, Egipto y Siria. Los obreros trotskistas de Paty, reconocen a sus hermanos de clase del mundo árabe y se vuelven sus más grandes defensores en el movimiento obrero. Mientras unos hablaban de “primaveras árabes” y de “revueltas organizadas por las pandillas imperialistas”, los obreros trotskistas levantan la bandera de la Revolución Obrera y Socialista.
Como parte de la FLTI, David y su equipo de obreros trotskistas en Paty ponen en pie el Comité de apoyo a las milicias de Libia que enfrentan al dictador Khadafy. Por resolución de la asamblea de base de la fábrica, juntan aportes en ayuda de los que están en el frente de batalla. Lo mismo hace por las masas sirias que enfrentan al dictador Al Assad. Y así lo expresaron en enero de 2013, en la Asamblea de la fábrica cuando votaron una campaña de apoyo y solidaridad con los trabajadores de Siria, pues se reconocían como “una sola clase a nivel mundial que en cada país tenían que enfrentar a los mismos enemigos y a las mismas transnacionales imperialistas que saquean a nuestros pueblos.”
De esta forma, los obreros trotskistas retomaban la tradición de la IV Internacional y del movimiento obrero internacionalista, que en los años ´30 impulsaba las brigadas obreras internacionales para luchar junto a los obreros y campesinos del Estado Español contra el franquismo.
Empiezan a intervenir en los “Encuentros del sindicalismo combativo” donde se encontraba lo más aguerrido de la clase obrera argentina. David y la Comisión Interna de Paty acudían mandatados por la asamblea de la fábrica y presentaban las mociones votadas por la base obrera en la planta. Llamando a todos a apoyar a las masas del Magreb y Medio Oriente a luchar contra las autocracias por el triunfo de la revolución. Y al mismo tiempo proponen a las agrupaciones clasistas que dirigían el FIT y las corrientes de izquierda en Argentina, la lucha contra la nueva burguesía cubana que viene a restaurar el capitalismo en Cuba y a entregar la más grande conquista del proletariado en el continente Americano. El lema de los obreros de Paty había mutado hacia el de “Unidad y Coordinación Internacional” de las luchas obreras contra los capitalistas. Claro que estos partidos, postrados frente a la clase enemiga, sus gobiernos y estados, escépticos de la fortaleza revolucionaria de las masas en lucha, hacían oídos sordos a las mociones internacionalistas y de principios presentadas por David y los compañeros. Pero eso no los hacia bajar los brazos, por el contrario, la cobardía política de las corrientes reformistas, aumentaba la valentía en David y los compañeros.
A fines del 2012 llegan las elecciones del gremio. Donde los obreros de Paty se niegan a avalar el fraude del Ministerio de Trabajo y la burocracia de Molina, puesto que solo estaba legalizada a votar una minoría de los compañeros, sólo 3.000 de los 7.000 de los trabajadores del gremio. Tampoco podían hacerlo los más de 30.000 obreros que habían quedado en la calle con el cierre de 120 frigoríficos en la “Década K”. Las corrientes de izquierda que acusaban de “sectarios” a los compañeros de Paty, fueron parte de esta trampa que buscaba legitimar a una burocracia peronista odiada por la base, cuya mayoría ya se había convertido en obreros desocupados o golondrinas. No enfrentaron ni el fraude, ni al Ministerio de Trabajo y la injerencia patronal sobre los sindicatos. Fueron los que avalaron que en los padrones electorales quedaran afuera la amplia mayoría de los obreros de la carne. Por un puesto en los sindicatos estatizados y reglamentados por la burguesía, las corrientes reformistas renegaron de luchar por conquistar la unidad de los obreros de la carne. Renegaron de unir a los 30.000 trabajadores despedidos, de unir a los ocupados con los desocupados. De conquistar la reapertura de los más de 100 frigoríficos cerrados, puesto a producir bajo control de los trabajadores. Esa lucha estaba en juego, y no la carrera sindical de algún burócrata de turno disfrazado de “rojo”. Los principios no se traicionan. Y David fue un maestro en ese arte.
Corría el tiempo, y la patronal y sus funcionarios aumentaban la persecución a los obreros de Paty. Procesaban a uno de sus valientes delegados y lanzaban ataques de baja estofa para desprestigiar a los trotskistas de la Comisión Interna. Pero nada detenía a este equipo de obreros que organizados en la FLTI luchaban bajo las banderas de la IV Internacional. Ante cada provocación patronal, los compañeros respondían. Así lo hicieron parando la planta ante el juicio a uno de los delegados y ocupándola por 3 días cuando la policía y la seguridad de la planta se habían llevado detenido a uno de los compañeros. Respondían fundando el Comité de Apoyo a los Obreros Petroleros de Las Heras, quienes fueron juzgados por los jueces de las petroleras a cárcel y cadena perpetua. El día que los condenaban (12/12/2013), la obreros de Paty paraban la planta mientras, una delegación conformada por parte de la Comisión Interna y obreros de base llegaban a Santa Cruz, junto a trabajadores de otros establecimientos, para acompañar a los obrero petroleros y denunciar a ese tribunal videlista. Esto es una demostración de que los obreros de Paty no solo luchaban por la unidad de los trabajadores en lucha, sin importar que corriente política estaba atrás de la dirección de cada uno de los conflictos, si no que se ponían de pie frente al estado de la burguesía, represor y asesino, contra sus tribunales y jueces corruptos, peleando con los métodos de lucha de la clase obrera. Votan en asamblea de base ser parte, junto a diferentes organizaciones del mundo, de la Red Internacional por la Libertad de los Presos Políticos.
La burguesía, con el gobierno K, los jueces y la patronal de Quickfood, trazan un plan para terminar con los obreros de Paty. En 2014 cierran la planta definitivamente. Los obreros la ocupan. Llaman a transformar a Paty en una “Plaza de Mayo” para coordinar todas las luchas de los trabajadores del país. Son desalojados. Las corrientes de izquierda no ponen sus fuerzas para ayudar a los obreros en este combate. Dejan solos a los obreros que dijeron presente en todos los conflictos de los trabajadores a lo largo y ancho del país. Lo hacen porque no estaban de acuerdo con las posiciones de los compañeros. Y no los defienden ante el ataque del gobierno y del gran capital. Una vergüenza este accionar. Una verdadera vergüenza.
Luego de que una de las asambleas de Paty vote una serie de medidas para continuar un plan de lucha -ya afuera de la planta-, como por ejemplo marchar al gremio, a la CTA y a la CGT, para conquistar el Paro General por Paty, Lear, Donnelley, Gestamp y decenas de fábricas donde la patronal y la burocracia sindical arremetían sin piedad contra el activismo y los obreros de izquierda; David le dijo a todos sus compañeros “hoy nos cierran la planta, pero nuestro campo de batalla es el mundo y en donde sea nos vamos a vengar”. Podemos dar fe de que ese juramento el compañero David lo cumplió hasta el final de sus días. Un ejemplo de ello fue el viaje a Brasil para participar del congreso de la CONLUTAS donde peleó por unir a los obreros en lucha de Brasil y Argentina, y donde mocionó que todos los sindicatos representados en ese congreso apoyen a las masas de Siria.
Podemos llenar páginas y páginas de luchas y combates que protagonizó David. De discursos, intervenciones y comunicados. De reportajes, debates y artículos. Pero no la vamos a hacer en este texto, eso amerita sacar un libro… un libro para que los obreros, jóvenes y marxistas revolucionarios, conozcan de esta experiencia que David encarnaba como figura pública de un colectivo revolucionario y como combatiente en un puesto de lucha del proletariado industrial. Sus compañeros que militábamos diariamente con él, en la Zona Norte del Gran Buenos Aires, asumiremos orgullosos esa tarea. Las lecciones de Paty son patrimonio de la clase obrera mundial.
Por último querido David, queremos destacar tu abnegación y sacrificio por la causa revolucionaria. Pero también el cariño que le tuviste a tus compañeros. Eras un fiel amigo, sin que ello te llevase a conciliar tus posiciones y a callar lo que pensabas. Fuiste duro en cada batalla y discusión política, pero se terminaba el tiempo de discusión y todos podíamos quedarnos mateando o comiendo algo, riendo a carcajadas de alguna anécdota u ocurrencia. Te sentías orgulloso de tus compañeros, principalmente de los más jóvenes, a quienes siempre acompañaste en tareas políticas y en cuestiones personales de la vida cotidiana y a quienes intentabas siempre transmitir y compartir tus experiencias. Supiste marcar tus diferencias, y supiste convencer y ser convencido… un bolchevique de verdad. Leal a sus convicciones, y cuidadoso y respetuoso con sus camaradas por sobre todas las cosas.
David, te vamos a extrañar. Fueron muchos años luchando juntos, codo a codo. Todavía no podemos creer lo que pasó. La noche anterior a que se dicte la “cuarentena” estuvimos juntos ofreciéndoles nuestra prensa y volante a los obreros de Fate. Nuestra última reunión de equipo fue en tu casa, donde siempre nos juntábamos y vos nos esperabas con el pan y las facturas. ¡Cómo no te vamos a extrañar! sino pasábamos un día sin vivir algo juntos. Nuestras vidas militantes y nuestras vidas personales estaban totalmente unidas. Puesto que por sobre nuestras circunstanciales posiciones políticas, ante todo, éramos compañeros, nos unía la solidaridad y el afecto entre comunistas. Siempre era un placer estar al lado tuyo, no importaba el lugar; si era que estábamos acompañándote a comprar productos para vender, o si estábamos yendo a algún hospital en búsqueda de remedios, o a visitar a algún médico por tus problemas cardíacos y de diabetes, o para terminar con tus estudios para operarte de esa hernia inguinal que tanta molestia te causaba; o si estábamos yendo a algún concierto, a algún asado, alguna cena de fin de año, algún cumpleaños de nuestros hijos, alguna reunión informal de amigos, para compartir un vaso de vino y alguna empanada, o alguna tortafrita y mate caliente. O cuando vos nos acompañabas a alguna guardia médica, cuando alguno de nosotros no estaba bien. Viste crecer a nuestros hijos, y nosotros a los tuyos, los cuales están orgullosos de vos y nosotros de ellos.
El domingo 12/4 a la noche y lunes 13/4 a la mañana, llamamos a la ambulancia y las dos veces afirmó que tu estado de salud no era grave para llevarte al hospital. Nosotros, con tu hijo, no lo dudamos y partimos rápidamente juntos en nuestro vehículo al HDI.
Esas dos veces que la ambulancia se negó a trasladarte demuestra que la burguesía declara que “tiene camas libres para atender los casos de coronavirus” y deja que los trabajadores y el pueblo pobre queden fuera del plan sanitario, arriesgando inclusive sus vidas.
Te pusieron en aislamiento y te hicieron el test de coronavirus, que luego diera negativo. Nos habías pedido, porque estabas en aislamiento, que te lleváramos el cargador de tu celular. Estabas obsesionado con eso. Es que querías mantenerte comunicado con todos nosotros y poder seguir minuto a minuto la lucha de los trabajadores del frigorífico Penta y de los trabajadores del gremio de la carne. Ese fue tu último respiro.
Querido David, ya no estás físicamente, pero vos, como Abu y otros compañeros que la muerte vino a buscar, vivirás eternamente en nuestros corazones y serás bandera de lucha de todos los que integramos la FLTI y peleamos por refundar nuestro partido mundial: la IV Internacional, la dirección que necesita la clase obrera para triunfar. Tu espíritu vivirá en cada combate de la clase obrera mundial, en cada revolución protagonizada por los trabajadores y explotados contra el orden capitalista y la burguesía imperialista. En cada lucha por derrotar a los burócratas traidores de todo olor, color y pelaje, que sostienen a este sistema perverso que tanto martirio y sufrimiento le han traído a la humanidad.
¡DAVID SORIA, HASTA EL TRIUNFO DE LA REVOLUCION OBRERA Y SOCIALISTA SIEMPRE!
Villacorta, Esteban, Carlitos y J. Juárez
Por todos tus compañeros de equipo de la Zona Norte
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