09 de agosto de 2020
Conferencia de Latinoamérica y Estados Unidos del FIT-U
Una reunión de la “sección argentina”
de la “nueva izquierda”
La conferencia virtual del FIT, que esperaba reunir a distintas corrientes de la izquierda latinoamericana y de Estados Unidos, terminó en una reunión de los propios partidos del FIT-U de Argentina con sus grupos y algunos invitados. Ni la LIT, ni el PSOL oficial ni corrientes de renegados del trotskismo norteamericano de cierto peso estuvieron en esa conferencia.
La conferencia fue una muestra de la política del FIT, que nada tiene que ver con los combates feroces de clases que se libran en Estados Unidos, Medio Oriente, Bolivia o Chile, y sí tiene mucho que ver con los partidos “anticapitalistas” del mundo, que sostienen frentes de colaboración de clases y alianzas abiertas con el stalinismo contra los trabajadores.
La negativa a votar siquiera una campaña internacional por los presos políticos sirios en manos del fascista Assad demuestra que la conferencia del FIT discutió cualquier cosa menos los intereses de los oprimidos del mundo.
La conferencia de la “sección argentina” de la “nueva izquierda”
Las únicas fuerzas reales que hubo en la conferencia fueron los aparatos nacionales del FIT-U de Argentina, es decir, las fracciones morenistas del viejo MAS (PO, MST, IS) y el altamirismo sin Altamira (PO), todos devenidos ya en fuerzas socialdemócratas sin ninguna ligazón con el programa y la estrategia del trotskismo.
Estas son las verdaderas fuerzas de la llamada “nueva izquierda” en Argentina. La reunión reveló las relaciones espurias de los partidos del FIT con los “anticapitalistas” de Estados Unidos y Europa y el stalinismo (el corazón de la “nueva izquierda” internacional), que los propios partidos del FIT blanquearon con acusaciones mutuas durante toda la conferencia.
El MST e Izquierda Socialista están en el PSOL de Brasil, un aliado del PT de Lula, que mandó a su dirigente Pedro Fuentes a entrevistarse con Bernie Sanders, El PSOL es aliado del DSA, el partido que apoyó la candidatura Demócrata de Sanders, al que, junto al PTS, presentaron como un “socialista” ante la clase obrera.
En Perú, el grupo hermano de Izquierda Socialista, “Uníos”, está dentro del Frente Amplio de Perú junto a la Iglesia y sectores de la burguesía humalista.
El PTS, que quiere unir a Trotsky con el stalinista Gramsci, está dentro del NPA francés hace 12 años, el partido sostenedor de la burocracia de la CGT de Francia y sirviente de la V República imperialista. En Siria, el PTS encubre el genocidio de Al Assad y apoya al PKK -el stalinismo kurdo-, en España está sometido a la burocracia de CC.OO., en Chile a la burocracia de la CUT.
El Partido Obrero con Altamira y sus ex-socios del EEK (Grecia) y el DIP (Turquía) llamaba a poner en pie una Internacional con sectores del stalinismo ruso de Darya Mitina, funcionaria de Putin, admiradora de Assad y traidora de la revolución ucraniana.
Y todos fueron parte del seminario sobre Trotsky que organizó el PC cubano en La Habana el año pasado con el apoyo de ex-trotskistas de todo el mundo, donde se falsificó a Trotsky para reconciliarlo con el castrismo y montar una cobertura por izquierda a la restauración capitalista en Cuba.
Este es el “prontuario” de la sociedad de renegados del trotskismo y “anticapitalistas” que sostiene frentes de colaboración de clases y al stalinismo en todo el mundo. El viejo nacional-trotskismo no solo rompió hace años programática y estratégicamente con la IV Internacional sino que inclusive perdió toda independencia organizativa, estableciendo organizaciones comunes con el stalinismo y llamando a apoyar abiertamente a la burguesía.
Lucha por reformas parciales en “la perspectiva de la revolución”: el programa reformista de la conferencia
La conferencia del FIT no pudo firmar una posición unificada, salvo generalidades sobre la “independencia de clase”, el antiimperialismo, el golpe en Bolivia, etc. que ni siquiera dicen “Fuera Trump” en Estados Unidos.
Pero esos partidos sí tienen un gran acuerdo, expresado en la convocatoria y las resoluciones: “luchar por un programa de reivindicaciones transicionales que agitamos con el fin de contribuir a movilizar a las masas en la perspectiva de lucha por un gobierno de los trabajadores y el socialismo” (12 de marzo de 2020). ¿Qué significa esto? Que la revolución no es una tarea inmediata de la clase obrera frente a la bancarrota del sistema capitalista y enormes luchas políticas de masas en Estados Unidos y Medio Oriente. Cuando el capitalismo quiebra y se abren condiciones objetivamente revolucionarias a nivel internacional, el FIT dice que la revolución es… “una perspectiva”.
Su programa es para épocas de paz y reformas parlamentarias, enemigo de toda lucha por los organismos soviéticos y el armamento de las masas, que son las tareas inmediatas en Estados Unidos hoy. ¡Por eso ni hablan de “abolir la policía”, como gritan las masas norteamericanas!
La “perspectiva” de la revolución es la posición clásica de la socialdemocracia o del stalinismo francés en los ’30, que decía, “combatiendo cada día para aliviar a las masas laboriosas de las miserias que les impone el régimen capitalista, los comunistas subrayan que la liberación definitiva no puede ser lograda más que por la abolición del régimen capitalista y la instauración de la dictadura del proletariado” (Una vez más, ¿adónde va Francia?, 1935).
Trotsky respondía que eso eran despojos de reformismo, que un partido revolucionario debía plantear: “Explicando todos los días a las masas que el capitalismo burgués en putrefacción no deja lugar, no sólo para el mejoramiento de su situación, sino incluso para el mantenimiento del nivel de miseria habitual; planteando abiertamente ante las masas la tarea de la revolución socialista, como la tarea inmediata de nuestros días; movilizando a los obreros para la toma del poder; defendiendo a las organizaciones obreras por medio de las milicias; los comunistas (o socialistas) no pierden, al mismo tiempo, ni una sola ocasión de arrancar al enemigo, en el camino, tal o cual concesión parcial o, por lo menos, impedirle rebajar aún más el nivel de vida de los obreros” (negritas nuestras). Categórico: el programa del FIT es el del stalinismo.
Frente popular y fascismo: el FIT no pasa la prueba
En los procesos de guerra civil, la política del FIT es de un pacifismo absoluto. En Chile, horas después de la conferencia bandas fascistas atacaban a los campesinos mapuche que reclamaban la libertad de sus presos. En Bolivia, los fascistas de la Unión Juvenil Cruceñista lanzaron amenazas públicas contra los explotados.
Las resoluciones de la conferencia sobre Chile y Bolivia no contemplaban nada de esto. Ante el surgimiento del fascismo, el FIT no lucha por que se pongan en pie las milicias obreras y campesinas. Sus consignas democráticas no buscan armar a los obreros y campesinos, sino someterlos al “frente democrático” del MAS de Morales o la trampa del plebiscito de Piñera y la Concertación en Chile (ver recuadros).
El FIT, desde afuera, hablando de “independencia de clase”, ata la suerte de la clase obrera al “campo” de la burguesía “progresiva”, “democrática”, que juegan el rol de adormecer a las masas con demagogia y preparan las condiciones para los ataques del fascismo, como se ve en Chile y Bolivia. Para el FIT, “derrotar a Bolsonaro” significa llamar a votar a Haddad; “todos contra Trump”, apoyar a Sanders; “todos contra Macri” es apoyar leyes kirchneristas en el parlamento.
Una vez más queda claro cómo el FIT levanta el programa clásico de colaboración de clases clásico del viejo stalinismo, que somete a los obreros al frente popular y los deja desarmados ante el fascismo.
El “gobierno de los trabajadores” que pregona la dirección del FIT-U: a imagen y semejanza del stalinismo
En esta conferencia, los distintos integrantes del FIT-U se dedicaron a proclamar que su lucha es por un “gobierno de los trabajadores” y así lo plantearon en el documento de convocatoria.
Esto es una impostura. Los dirigentes del FIT-U hablan de un “gobierno de los trabajadores” cuando están en frentes y bloques comunes con el stalinismo que liquidó la dictadura del proletariado y restauró el capitalismo en la URSS y demás ex estados obreros. Un ejemplo reciente de esto es la dirección del PTS participando de simposios comunes por los 80 años del asesinato de Trotsky a manos del stalinismo, junto a miembros del Partido Comunista castrista, ¡el mismo que viene de entregar Cuba a los yanquis y que acogió con honores a Mercader, el asesino de Trotsky!
Pero además, estas direcciones le han copiado sus peores métodos al stalinismo en el movimiento obrero, como sucedió en el sindicato del neumático SUTNA, dirigido por el PO. Apenas unos días antes de que se realizara esta conferencia latinoamericana del FIT-U, la “seguridad privada” contratada por la dirección del SUTNA agredía físicamente a Víctor Ottoboni, miembro de la directiva del sindicato y militante del PTS, y no le permitía su ingreso a una reunión de delegados. Esta cobarde agresión, que repudiamos enérgicamente, está totalmente reñida con los principios básicos de la democracia obrera. Es el accionar típico del stalinismo, que no se cansó de utilizar ataques físicos y calumnias contra sus disidentes, comenzando por los trotskistas.
Si esto sucede en un sindicato dirigido por estas corrientes, no es muy difícil imaginar cómo es el “gobierno de los trabajadores” que ellas pregonan: un “gobierno de los trabajadores” stalinista, hecho a imagen y semejanza no del bolchevismo y su defensa irreductible de la democracia obrera, sino de Stalin y la burocracia de la ex URSS.
Una conferencia por fuera de los procesos de radicalización de la clase obrera del continente
La conferencia estuvo por fuera de los procesos de radicalización de los explotados a nivel internacional: las masas de Portland, la juventud socialista en Hong Kong, el auge proletario en Irán, la lucha contra los despidos en México, del llamado a una lucha continental de las masas en lucha de Colombia
El FIT ni siquiera lanzó ningún llamado a una lucha continental unificada junto a Portland y los explotados de Estados Unidos contra el imperialismo yanqui. Dirigentes del Plenario del Sindicalismo Combativo de Argentina como el “Pollo” Sobrero fueron parte de la conferencia, pero no hubo ningún llamado a Conlutas de Brasil, por ejemplo, a convocar juntos a una jornada de lucha continental a los explotados de Estados Unidos, Colombia, Chile, Brasil, Argentina, México, etc. contra Wall Street y el FMI.
Inclusive se negaron a impulsar acciones por la libertad de los presos de Siria y Egipto, como había propuesto un miembro de un comité antiguerra de Estados Unidos.
Las únicas acciones votadas fueron una marcha a la embajada yanqui en 3 semanas (!!!) y apoyo a la marcha por el derecho al aborto… ¡en septiembre! Realmente vergonzoso.
La única fuerza capaz de unir al proletariado del continente americano: la IV Internacional
de 1938
Los partidos del FIT hablan de la IV Internacional para ocultar que hace tiempo que borraron el río de sangre que separa a stalinismo de trotskismo. Ellos quieren el partido de Stalin y Trotsky.
Todos están bajo la disciplina del PC cubano que largó esta política desde el blog “Comunistas Cuba”, donde un grupo de castristas desvergonzados llaman a poner en pie los partidos de Castro, Trotsky y Gramsci y realizan los mencionados seminarios sobre Trotsky en La Habana. Ahora se prepara el segundo seminario en Brasil.
Sin dudas, el FIT es parte de la “nueva izquierda” y las fuerzas del reformismo que someten a la clase obrera a los regímenes burgueses país por país. Esos partidos ataron su suerte al régimen burgués semicolonial de la Argentina. Por eso son incapaces de llamar a la clase obrera latinoamericana a unirse tras las masas norteamericanas que enfrentan a la bestia imperialista yanqui desde sus mismas entrañas.
La lucha sin cuartel contra el imperialismo yanqui y la unificación de la clase obrera de Alaska a Tierra del Fuego solo está inscrita en las banderas y el programa de la IV Internacional de 1938. Los trotskistas de la FLTI hemos puesto nuestras fuerzas en la lucha por refundarla. Combatimos en Siria y en Irán junto a los revolucionarios de Medio Oriente. Desde El Alto y las minas de Huanuni en Bolivia enfrentamos al gobierno golpista y su pacto con el MAS. Las discusiones con los marxistas revolucionarios del Japón no tienen nada que ver con la pose y los lugares comunes del FIT.
Los obreros y los jóvenes conscientes tienen una bandera por la cual combatir: la IV Internacional. Los llamamos a organizarnos juntos para pelear por ella.
Juan Carballo y Nadia Briante |
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Pedro Fuentes del PSOL en el
encuentro organizado por el DSA
Savas Matsas, Jorge Altamira y Mitina
Pablo Oprinari, dirigente del MTS de México (PTS), presentando el libro “Escritos Latinoamericanos” editado por el PTS, junto a los organizadores del seminario sobre Trotsky en La Habana
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