8 de agosto de 2020 Los “estrategia soviética” del PTS en Chile: soviets desarmados y sometidos a la burocracia stalinista de la CUT Una vez más, tras los pasos de la “vía pacífica al socialismo” de los ‘70 En el panel sobre la situación de la clase obrera latinoamericana, intervino Lester Calderón, dirigente del PTR de Chile, desarrollando en qué consiste su política para desarrollar los organismos de doble poder de masas en una situación revolucionaria. Para ello, Calderón insistió en la experiencia chilena y cómo el PTR impulsó la puesta en pie en Antofagasta de un Comité de Emergencia y Resguardo: “en el Colegio de Profesores junto a otros sindicatos y gremios de la educación, votamos un organismo con diferentes sectores y la coordinación de los trabajadores (…) Se coordinaron así sectores como la Unión Portuaria de la ciudad, los gremios industriales, estatales y las organizaciones sociales y de DDHH, estudiantiles y los partidos políticos”. ¿Cuál es el objetivo de esto? Poder impulsar una política de “Frente Único Obrero”, es decir, “desarrollar la coordinación (…) y buscar las fuerzas necesarias para exigir a los grandes sindicatos que peleen por las demandas de los trabajadores”. En Chile, explica Calderón, “esa política para nosotros significó la exigencia e imposición a la CUT, dirigida por el PC, para que ese día pare efectivamente y movilice a la base de sus sindicatos”. Dejando de lado que los organismos reales que pusieron en pie las masas en lucha a partir de Octubre en Antofagasta no fue este Comité de Emergencia y Resguardo, las palabras de Calderón son una verdadera confesión de partes. Es que la política de poner en pie un “embrión de soviet”, encarnado según el PTR en el Comité de Emergencia y Resguardo, ¡es para someterlo a la burocracia stalinista de la CUT! Es decir, según el PTR la clase obrera y las masas deben construir sus organismos de autodeterminación y democracia directa para después actuar como un mero grupo de presión sobre los “pacos de rojo” del PC. El PTR no puede con su genio de oponerse a todo "paralelismo" a la burocracia de la CUT: cuando las masas han roto abiertamente con esa burocracia rompehuelgas, que no representa ni al 0,0001% de los trabajadores de Chile, su política es subordinar los organismos de autoorganización de los explotados en lucha al control de los traidores de la CUT. El PTR reedita así la misma receta que los "pacos de rojo" del PC de Corvalán aplicaron en la revolución de los '70 que llamaban a someter a los Cordones Industriales a la CUT que apoyaba al gobierno de Allende. Cómo si esto fuera poco, Calderón continuó con su exposición a propósito de su “estrategia soviética” definiendo que ellos están por el “desarrollo de organismos de autoorganización de la clase obrera y los sectores populares como parte de un gobierno de las y los trabajadores (…) Sin esos organismos, ¿quién va a imponer una Asamblea (Constituyente, NdeR) así? ¿Quién la sostendrá y hará cumplir sus resoluciones que serán resistidas por la burguesía y su estado, empezando por las Fuerzas Armadas?”. ¿Qué hacemos ante eso? Calderón se llamó al silencio antes que llamar a la clase obrera y las masas a armarse, a poner en pie sus comités de autodefensa, a formar la milicia obrera y campesina, a ir a buscar a los soldados rasos para que desacaten a la oficialidad pinochetista y se pasen con sus armas al bando de la revolución. Como dice el Programa de Transición: “Engels definió al Estado como ‘destacamentos de hombres armados’. El armamento del proletariado es un elemento concomitante imperativo a la lucha”. Pero lo que inculca el PTR son soviets desarmados, como si la clase obrera pudiera avanzar en su lucha sin aplastar en Chile a la casta de oficiales de las FFAA (la gran “herencia pinochetista” como le gusta hablar al PTR, que el propio PTR nunca quiere derrotar) o a las bandas fascistas que ya levantan cabeza en Chile, apaleando a campesinos pobres de origen mapuche. Es que “los reformistas inculcan sistemáticamente a los obreros la idea de que la sacrosanta democracia está mejor garantizada cuando la burguesía está armada hasta los dientes y los obreros están desarmados”. (Programa de Transición) Así terminan estos “estrategas” del PTR: nuevamente reeditando la vieja política de la “vía pacífica al socialismo” con la cual Fidel Castro y el stalinismo traicionaron la revolución de los Cordones Industriales en los ’70 y que terminó siendo la “vía sangrienta” al golpe pinochetista que masacró a lo mejor de la vanguardia obrera.

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