Al cumplirse 5 meses del inicio de la lucha revolucionaria de masas en octubre pasado, Piñera declaraba “estado de excepción” por los próximos 90 días, prohibía toda movilización y derecho a reunión y sacaba a los militares a las calles, utilizando como excusa la pandemia del coronavirus. Así este gobierno asesino volvió a militarizar el país, asignando un general del ejército pinochetista en cada región como encargado de las fuerzas de orden. Luego de esto, en el día de ayer instauró un toque de queda a nivel nacional, desde las 22 hs. hasta las 5 de la madrugada, hasta que dure el estado de excepción.
Todo esto lo hicieron hablando de “cuidar la salud” del pueblo. Un chiste de muy mal gusto. Cuando ya son más de 1.000 los contagios confirmados (y hablando de cifras oficiales), el gobierno se ha negado a decretar la cuarentena general, todo para cuidarle los bolsillos y sus ganancias a las transnacionales y los capitalistas, arriesgando la vida del pueblo. Esto se suma a que el test no es gratuito, sino que el mismo tiene un valor de 25 mil pesos (30 dólares), haciendo más complejo aún saber la cantidad real de contagios ¡No han tomado una sola medida para proteger la salud de los explotados!
Está claro que solo sacaron a los militares para controlar y disciplinar a los millones que venimos peleando por nuestra dignidad y justas demandas contra este gobierno y el maldito régimen de la Constitución del ’80, demostrando que no les temblará el pulso para volver a llenar Chile en un baño de sangre. Solo quieren dispersar a las masas revolucionarias y mantenerlas a raya para que sigan trabajando y paguen los costos de la crisis social que se profundiza por la pandemia.
Hoy los trabajadores somos obligados a ir a nuestros centros de trabajo, fábricas, minas y puertos, sin contar con las condiciones mínimas de higiene y sanitarias para prevenir el contagio del coronavirus, debiendo viajar hacinados en las micros y en el metro, y vivir con la pistola en la sien de que nos despidan si queremos resguardar nuestra salud, como está sucediendo en cientos de centros de trabajo.
Por esta desidia de los capitalistas, a los que solo les importa resguardar sus ganancias, hoy la curva de contagio en Chile es altísima, comparable solamente con la del Estado Español. Esta situación se agudiza aún más en un país donde enfermarse significa tener que desembolsar millones y millones de pesos para acceder a un tratamiento, mientras la salud pública está literalmente destruida, con una infraestructura insuficiente, sin insumos y totalmente colapsada, como demuestra que solo en el último año fallecieron 20.000 personas esperando a ser atendidas en los hospitales. Esta situación es la que vienen denunciando los trabajadores de la ex Posta Central de Santiago, que no cuentan ni con mascarillas ni con alcohol en gel para cuidar su salud. O en el Hospital de La Florida (comuna de la región Metropolitana), donde tuvieron que ¡decretar cuarentena a 60 de sus trabajadores! porque se produjeron allí contagios masivos. Lo mismo sucedió en el Hospital de Puerto Montt (X región, sur de Chile), con 13 funcionarios de la Unidad de Tratamientos Intensivos.
¡Los obreros ni siquiera tenemos derecho a cuarentena ni acceso a la salud para proteger nuestras vidas y encima sacan a los milicos para reprimirnos!
¡Abajo el estado de excepción y el toque de queda!
¡Fuera el ejército genocida pinochetista que ocupa el país para reprimir al pueblo y cuidarles la propiedad privada a los capitalistas!
¡A este gobierno que asesinó a 50 de nuestros mártires y a los patrones esclavistas no les importa nada la vida de los trabajadores y explotados!
Contra esta situación, distintos sectores de la clase obrera no se han quedado pasivos y en la última semana desarrollaron distintas acciones de lucha, comenzando por los mineros de Spence, en manos de la transnacional BHP Billiton, que han salido al paro el día de ayer demandando medidas de protección para los mineros y detener la actividad minera para resguardar la salud de miles de trabajadores.
Lo mismo sucedió con los trabajadores de los centros comerciales que realizaron manifestaciones y obligaron a la patronal y al gobierno a tener que cerrarlos, al igual que los trabajadores de la construcción del proyecto MAPA de la empresa de celulosa Arauco-Malleco. Mientras tanto, los choferes del transporte público de la línea SUBUS en Santiago, se fueron al paro ya que no cuentan ni con baños, agua potable, jabón, ni mucho menos con alcohol en gel ni mascarillas. La patronal respondió despidiendo a 28 compañeros. ¡Patrones asesinos!
¡No dejamos en las garras del gobierno, las FFAA y los capitalistas el cuidado de nuestra salud y la de nuestras familias!
¡Hay que tomar la resolución de la crisis en nuestras manos y pararles el país con la Huelga General!
La clase obrera tiene una solución para enfrentar esta crisis y que las masas no sufran aún más. Desde las organizaciones obreras, las asambleas territoriales y demás organizaciones de lucha hay que imponer un:
¡Plan Obrero de Emergencia Sanitaria para proteger la salud de los trabajadores y el pueblo pobre!
Contra la “mesa social por el coronavirus” de este gobierno al que no le importa nada la vida de los de abajo: ¡Comité de crisis sanitaria, bajo el control de las organizaciones obreras, de la juventud rebelde y las asambleas autoconvocadas, junto a los médicos y los trabajadores de la salud con plenos poderes para resguardar la salud de los explotados!
¡Hay que seguir el ejemplo de los mineros de Spence para imponer que dejamos de ir a trabajar en todas las áreas que no sean de absoluta necesidad y que los capitalistas paguen los salarios completos durante todos los días que dure la cuarentena!
Desde distintas asambleas territoriales y la Confederación Nacional de Trabajadores plantean que para garantizar una cuarentena total hay que conquistar la huelga general. ¡Ese es el camino a seguir!
Las direcciones de la CUT y de la “Mesa de Unidad Social” tienen en sus manos impedir que los trabajadores sigan exponiendo sus vidas. Para ello deben romper ya mismo su tregua con el gobierno, llamar a la Huelga General para derrotar a Piñera y que ningún trabajador más se infecte y convocar de forma urgente a este Comité de crisis sanitaria para que la resolución de la pandemia pase a manos del movimiento obrero y el pueblo. De lo contrario, estas direcciones serán cómplices de miles de trabajadores que serán contagiados.
¡Hay que parar las minas, los puertos y las fábricas ya! ¡Cuarentena para todos los obreros, ocupados, cesantes, sin contrato, a honorarios, etc., con un salario básico, vital y móvil pagado por los capitalistas y el estado!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de las transnacionales agroindustriales y ganaderas, de todos los supermercados y sus centros de acopio para que el pueblo tenga agua, alimentos, pañales y ropa!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las fábricas alimenticias y textiles para ponerlas a disposición del pueblo!
¡Expropiación de las cadenas hoteleras y de todo aquel que posea más de dos inmuebles dedicados al lucro para garantizarle un techo digno a los explotados para que puedan hacer la cuarentena!
¡Por comités de cuarentena y de abastecimiento de las asambleas territoriales, de las organizaciones obreras y los sindicatos, que garanticen que a ningún trabajador y a sus familias les falte alimentos, elementos de limpieza ni nada!
¡Por comités de soldados rasos que se pongan a disposición de este plan de emergencia rompiendo con la oficialidad pinochetista asesina de las FFAA! ¡Por comités de vigilancia obreros y populares para resguardar la seguridad del pueblo!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las clínicas privadas, cadenas de farmacias y laboratorios para garantizar la mejor atención médica, los testeos y medicamentos gratuitos para los trabajadores y el pueblo pobre!
¡Renacionalización sin pago y bajo control obrero del cobre y expropiación sin indemnización de todos los bancos! ¡Abajo la “Ley de financiamiento para las Capacidades Estratégicas de la Defensa Nacional” con la cual se financia la millonaria casta de oficiales pinochetista!
¡Ahí está el dinero para resolver todos los padecimientos y necesidades de los explotados de todo Chile para hacer frente a la pandemia!
¡Libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos!
La única manera de imponer este Plan Obrero de Emergencia Sanitaria para resguardar la salud de las masas explotadas y sacar a Chile de la postración y la miseria a la que nos condenan los capitalistas, es llevando al triunfo la revolución que empezamos en octubre para romper con el imperialismo y expropiar a los expropiadores del pueblo.
Solo un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, basado en los organismos de autodeterminación de las masas, impuesto sobre los escombros del régimen cívico-militar y su gobierno, será el único que podrá garantizarlo.
POI-CI de Chile, adherente a la FLTI