En el medio de la trampa electoral, la burguesía alista abiertamente sus fuerzas contrarrevolucionarias para profundizar su ataque a las masas
Alberto Fernández dice que es “revolucionario”, mientras mata de hambre al pueblo y con los traidores de la burocracia sindical expropia una a una las conquistas obreras. ¡Es un gorila menemista, caradura y vende humo!
Junto a las transnacionales buscan asentar una Argentina maquiladora, con millones de obreros esclavos y precarizados.
Es el gobierno de la UIA, la gran patronal y los banqueros.
De las mismas transnacionales y embajada yanqui, salen el PRO, la UCR y Milei. A este último lo mandan a explorar las condiciones para poner en pie un movimiento protofascista en las clases medias arruinadas y los gorilas. Un Vox español pero del Río de la Plata o un Trumpismo de “supremacistas blancos” a la derecha del PRO.
El régimen se prepara y alista sus instituciones para un estallido de las masas
Berni y Patricia BULLRICH aclaran que como jefes de las bandas armadas del capital... son lo mismo: los perros guardianes del capital. ¡CANALLAS! El ministro de gobierno del supuesto “progresismo”, como lo llama el FIT al archireaccionario gobierno peronista, aplaude el asesinato de Maldonado... Este facho de Berni ya probó sus dotes de represor en Guernica y con Facundo Castro.
¡Todos, pero todos, son variantes burguesas que salen de la misma cloaca del sistema capitalista!
La izquierda parlamentaria prepara a las masas para momentos de paz social. Mientras tanto, las clases dominantes utilizan la trampa electoral para alistar y mostrar abiertamente sus fuerzas de choque:
- las fuerzas represivas del estado bajo el mando único de Berni y la Bullrich
- los pistoleros de la burocracia sindical, rodeados de barrabravas mercenarios siempre dispuestos a matar a palos y a tiros a la vanguardia obrera
- y las bandas fascistas de “supremacistas blancos” que hoy intenta montar Milei.
El socialismo revolucionario debe preparar a la clase obrera para los choques de clases. Llamar abiertamente a preparar, coordinar y centralizar los piquetes de trabajadores ocupados y desocupados y los comités de autodefensa. Llamar a poner en pie comités de coordinación de todas las luchas que están en curso.
Toda política pacifista en momentos en que la burguesía declara una guerra abierta contra las masas, prepara nuevas y futuras derrotas hacia adelante. Ahí está la experiencia de Guernica, la lucha de los trabajadores del puerto de Buenos Aires, del frigorífico Penta, de la policía peronista de Chubut desfilando y gritando a los cuatro vientos “voy a ir a tu casa piquetero, a buscarte de noche a dónde estás, a romperte la cabeza y mandarte al hospital”.
Hay que llamar a la clase obrera a responderles a esos perros guardianes del capital, también con un grito de guerra: “banquero, capitalista y gorila, estés donde estés te vamos a buscar y te vamos a expropiar”.
¡Basta ya de mirar para otro lado! Hay que preparar a los trabajadores para las condiciones del combate que ya están aquí.
El pacifismo de la izquierda parlamentaria le ata las manos a la clase obrera y no la prepara para la lucha extraparlamentaria revolucionaria de masas. Los capitalistas vienen por todo y el reformismo mira para otro lado y solo pregona gritos de paz... como si esto fuera posible en la catástrofe actual del sistema capitalista.
“Mauricio” Fernández no es más que el nuevo sirviente del FMI en Argentina
¿En serio que “Mauricio” Fernández es «progresista pero inconsecuente», como lo llama Del Caño, el candidato del FIT, hace rato? ¿Hay patrones “progresistas”?
Pero si Fernández viene a pagar lo que toda la clase capitalista se robó con el FMI, como lo hizo Cristina Kirchner que gusta llamar a su gobierno el de los “pagadores seriales” de la fraudulenta deuda externa argentina.
¿“Progresista”? Solo llamarlo así es una capitulación a los enemigos de la clase obrera y es recrear ilusiones en su verdugo.
Milei dice que va a quemar el Banco Central para que a nadie de su clase se le ocurra coquetear con el pueblo.
Así están las cosas en esta democracia para ricos, que no es otra cosa que una envoltura edulcorada de la más feroz dictadura del capital.
La burguesía ya habla el lenguaje de la guerra civil. Se prepara…
Mientras tanto dirigentes del movimiento de desocupados, de la izquierda, el stalinismo y la Iglesia se disputan la administración de la miseria.
Del movimiento revolucionario piquetero que cortaba las rutas y combatía por trabajo digno junto a los trabajadores ocupados como en el 2001, no dejaron ni rastros. Solo reparten limosnas mientras la CGT y la CTA dejan librados a su suerte a millones de obreros desocupados, precarizados… Los capitalistas ya amasan enormes fortunas robando el salario obrero y son subvencionados como parásitos con los impuestos del pueblo.
El combate por trabajo digno debe ser la demanda mínima de la lucha en las calles, tal como en el 2001 lo exigían los piqueteros del Norte de Salta, de Cutral Co y del Puente Avellaneda, entre otros, donde dejaron su vida los más valerosos luchadores de esos años. Ellos fueron la primera línea del levantamiento de los explotados de ese momento.
Argentina está en bancarrota.
El mundo capitalista hace rato chocó con las rocas submarinas de una crisis económica sin precedentes, solo parecida a la crisis de los ‘30 del siglo XX, que llevara a la guerra. Los capitalistas se gastaron los beneficios que el trabajo humano aún no ha producido, mientras 260 millones de obreros migrantes recorren el planeta buscando un trabajo y una nación. ¡Eso es un retroceso a la barbarie!
¿Y la izquierda? ¿Y la lucha por revolución? ¿Y quemar las comisarías y colgar a los banqueros con el método de la guerra civil?
¿Y pelear como en Chile, Colombia, EEUU, Irak, Sudáfrica y en la misma Cuba contra traidores y entregadores del socialismo? Silencio.
¿Revolución socialista para salir de esta catástrofe? “No, eso saca votos”.
A esto se resume la miseria de la estrategia de la izquierda parlamentaria. Por ello son aplaudidos de pie cuando rotan sus bancas. ¡Una vergüenza para un socialista! Irse de un recinto aplaudido por los patrones, y sin ponerse por lo menos colorado.
¿Expropiar a los expropiadores del pueblo? ¿Eso también los haría perder votos?
Y hablamos de lo que dicen los candidatos de la izquierda en los programas de TV, no de sus documentos internos. Hablamos de lo que dicen cuando los ven millones.
No hay programa de TV donde no les pregunten cuál es vuestro modelo.¿Cómo no llaman a aplicar el “modelo” de las ofensivas revolucionarias de América a Latina? ¿Cómo no llaman a la juventud a preparar los escudos de las primeras líneas? ¿Y el “modelo” del combate de los obreros negros de EEUU, porque las vidas de ellos importan? ¿Y el de los levantamientos revolucionarios de Medio Oriente contra el saqueo imperialista, para que vayan los oligarcas a comer con tuppers a los comedores y no los trabajadores, expropiando a la oligarquía, a los capitalistas y banqueros con el método de la revolución?
¿En serio se creen que votando a la izquierda los trabajadores resuelven sus problemas en este Parlamento que no es otra cosa que una cueva de bandidos de la oligarquía y el imperialismo?
La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos.
Esto debería afirmar un candidato revolucionario que busca utilizar la tribuna parlamentaria para la revolución.
Seguir la campaña electoral de la izquierda por sus spots ruboriza. ¿Podrían pasar el video del combate contra el Parlamento fantoche en el diciembre caliente de 2017 y las miles de toneladas de piedras arrojadas sobre el mismo? Ese es el camino en el que los trabajadores demostraron cómo se combate y se trata a sus enemigos en el Parlamento antiobrero: peleando contra todos esos diputados de la burguesía que escapaban de sus bancas como ratas. Sobre esto, los candidatos del FIT-U guardan silencio.
¿“Renovar a la izquierda para ser una nueva alternativa”? ¿De que se ríe Manuela Castañeira, la candidata del NMAS?
¿Luchar “por ser la tercera fuerza”, como dice el FIT?
Esto es una verdadera confesión de parte de quienes se han integrado y pelean por integrarse a este régimen infame de la más feroz dictadura del capital, bajo formas semi-parlamentarias, ¡pero como “tercera fuerza”! ¡Vaya la aguerrida campaña electoral del FIT-U!
Lamentablemente, lo que dicen los “socialistas” no prepara a los explotados para los choques de guerra civil que están por delante.
De eso se trata la crisis de la clase obrera: la de su dirección o de los que hablan en nombre de ella y son un cero a la izquierda para preparar y organizar los combates contra el hambre generalizado que ya está aquí.
Si esto no fuera así, estarían llamando a poner en pie un gran parlamento de delegados de trabajadores y trabajadoras, desocupados y ocupados como en las asambleas piqueteras del 2001, con sus comités de autodefensa y sus aguerridos piquetes, que abrieron con su heroico combate la ofensiva revolucionaria de masas en Argentina en aquel año.
¡Pero ni para eso sirven! Solo para dividirse en las luchas y con sus aparatos por abajo, y unirse por arriba por las bancas.
La clase obrera marchará nuevamente al Argentinazo. Ella no falta ni faltará a la cita.
Los que lo callan y no lo preparan hoy, no estarán allí.
No hay que olvidarse del 2017 cuando pedían “plebiscito, plebiscito” contra la ley de jubilaciones de Macri... y el Congreso no quedaba con una baldosa en su lugar.
Ese será un excelente punto de partida para responder a la brutal guerra que los de arriba le declararon a los trabajadores.
Una excelente respuesta a Berni y Milei. Un buen comienzo.
Un “gran modelo” para mostrar en esta campaña electoral.
Sabemos que esto es lo que añoran, desean y buscan conquistar todos los días gran parte de los obreros de base del FIT, inclusive candidatos que van en sus listas como Sebastián Romero y el compañero Daniel Ruiz, brutalmente perseguidos por aquellos combates de 2017.
A propósito del “modelo” por el que luchamos hoy los socialistas
Cuando les preguntan a los candidatos de la izquierda en los programas de TV sobre cuál es su “modelo”, ellos tartamudean políticamente sin responder nada, nada. Es que la revolución socialista es un “modelo” que a los reformistas les quema las manos.
Como vemos, a los capitalistas el llamado a la contrarrevolución los apasiona.
Vamos Del Caño, Pitrola, anímense. Si hasta el mismo Fernández dijo que él era “revolucionario”… Por lo menos muestren los “genes” ustedes también.
La clase obrera norteamericana marcó el camino, no hace mucho tiempo atrás, llamando a disolver la policía asesina de Minneapolis, poniendo en pie los piquetes en Portland y en más de 50 ciudades, aplastando a palazos en las calles, con el pueblo negro y la juventud revolucionaria, al movimiento de supremacistas blancos. Ese modelo, y el del combate de toda la clase obrera mundial, es nuestro modelo
Vamos... La clase obrera norteamericana y a nivel mundial hace rato han mostrado sus “genes”: que es la clase más revolucionaria de la historia. El problema es que no tiene la dirección que se merece.
Por ello, volver a poner en pie la IV Internacional, el Partido Mundial de la Revolución Socialista, es una tarea inmediata.
Comité Redactor del periódico Democracia Obrera |