Argentina - 4 de noviembre de 2021
Declaración de la LOI-CI / Democracia Obrera
ante las elecciones generales del 14/11
√ Con millones de obreros desocupados, trabajando en negro, precarizados…
√ Con una carestía de la vida insoportable…
√ Con un gobierno antiobrero sostenido por la gran patronal y el imperialismo, y por sus socios de Juntos por el Cambio en el Parlamento…
√ Con un pacto social infame con los burócratas sindicales millonarios y entregadores de las conquistas obreras…
√ Con un país saqueado por el FMI y los banqueros de Wall Street…
Está en marcha una trampa electoral infame:
un “frente de todos” los partidos patronales
y el FMI contra los trabajadores
Los partidos de la gran patronal, la oligarquía y el FMI nos sacaron el salario, el trabajo y la vida. El gobierno de Fernández, apoyado en la UIA y las grandes transnacionales, vino a continuar la obra del gobierno de Macri y demás gorilas de la Sociedad Rural. Este gobierno del PJ viene pagando con el hambre del pueblo más de 4.000 millones de dólares al FMI y otro tanto a los banqueros de Wall Street de una fraudulenta deuda externa. Se trata de un gobierno administrador de los negocios del conjunto de la patronal y el imperialismo.
La carestía de la vida no se aguanta más. Se ataca al salario obrero. Y en un pacto con los traidores de la burocracia sindical, la única mercancía que no aumenta su valor es la fuerza de trabajo, mientras los precios de alimentos y los gastos del pueblo pobre están totalmente dolarizados, con una devaluación que escala semana a semana y día a día.
Los de arriba, amasando enormes fortunas con el saqueo, la carestía de la vida y la explotación obrera, nos han sacado todas nuestras conquistas. La lucha no puede ser otra que ir por todos ellos para recuperar lo que le robaron a los trabajadores y el pueblo.
En el Parlamento, que es una verdadera escribanía de Wall Street, el PJ y Juntos por el Cambio luego de las elecciones van a formalizar con fuerza de ley el acuerdo con el FMI que ya están aplicando, mientras el Ministro de Economía del gobierno “popular” recorre de rodillas los palacios de los banqueros imperialistas. A esto se resume la cobardía de las burguesías nacionales, que son “valientes” para reprimir a palazos a los trabajadores y al pueblo cuando se sublevan, y son serviles y lacayos de sus jefes mayores que son los grandes capitales imperialistas.
¡Así conspiran la burguesía y sus políticos contra la clase obrera! El procesoelectoral que está en curso no es más que una cortina de humo que esconde como una trampa mortal este brutal ataque contra los trabajadores.
La democracia para ricos: una feroz dictadura del capital
Con las elecciones burguesas, las clases dominantes solo intentan edulcorar a la más feroz dictadura del capital para sostener a esta democracia para ricos que se asienta sobre los hombros, el sacrificio y la sangre de millones de explotados.
Basta correr apenas algo el telón de este régimen infame, para ver los garrotes y las feroces fuerzas represivas que atacan a pobladores sin tierra y sin vivienda, a obreros que defienden su fuerza de trabajo, que luchan contra los despidos, que reclaman un miserable plan social. Son las fuerzas represivas asesinas de Facundo Castro, Santiago Maldonado, Kosteki, Santillán y demás mártires de la clase obrera argentina, mientras en sus cuarteles tienen resguardada a una casta de oficiales salida de las entrañas de los milicos genocidas.
Sus jueces y fiscales millonarios solo están para condenar a los trabajadores y el pueblo. Ahí están los compañeros Romero, Arakaki, Ruiz y los petroleros de Las Heras perseguidos, enjuiciados o encarcelados, mientras millones de ladrones, delincuentes políticos y estafadores-que fugaron más de 400.000 millones de dólares de las riquezas nacionales- pasean libremente, entran y salen del país, son diputados y gobiernan la nación.Esta es la Argentina de los de arriba.
No se combate al capitalismo sin luchar
por la victoria de la revolución socialista
La clase obrera, sus trabajadores conscientes y las corrientes que dicen reivindicarse de la izquierda, tenemos la obligación de enfrentar en este proceso electoral a los políticos patronales y desenmascarar esta trampa como lo que es: una dictadura del capital que se maquilla para preparar las mejores condiciones para imponerle un ataque decisivo a la clase obrera bajo el mando del imperialismo.
Los trabajadores necesitan una dirección que colabore con ellos para responder a la guerra que le han largado los de arriba. La bancarrota del sistema capitalista mundial se ha demostrado ya con dos enormes crisis, en 2008 y 2019-2020. Ha estalladola división del trabajo a nivel mundial y las potencias imperialistas le tiran su crisis a los trabajadores y pueblos oprimidos del mundo en una feroz guerra comercial. Todo esto demuestra que este sistema putrefacto ya no deja resquicios para que las masas puedan mejorar o recuperar su nivel de vida sin la victoria de la revolución socialista.
Con esta cuestión, que es de vida o muerte para la clase obrera, no se puede jugar a las escondidas. El FIT-U, la izquierda parlamentaria reformista argentina, ha sacado una proclamael 2/11, donde llama a los trabajadores a difundir “10 motivos por los cuales votar a la izquierda”. En este llamamiento plantean los ejes de su política electoral, como lo afirma en su presentación. Una especie de los “10 mandamientos” por los cuales votar al FIT-U, que son los puntos que desarrollaron durante toda su campaña electoral.
En este artículo, callan y silencian que, sin derrotar al sistema capitalista con una revolución socialista, es impensable romper con el imperialismo, expropiar sin pago a los capitalistas, sus bancos y sus transnacionales, conquistar la tierra e inclusive imponer la escala móvil de salarios y horas de trabajo.
En una ruptura abierta con el marxismo revolucionario, el FIT-U planteaque presionando a este Parlamento burgués se puede expropiar y atacar la propiedad de los capitalistas y recuperar todas las conquistas de la clase obrera.
La izquierda parlamentaria se ha integrado
a la labor orgánica dentro del Congreso
Lamentablemente, el FIT-U se ha integrado a la labor orgánica dentro del Parlamento donde han votado o propuesto, junto a los partidos de los capitalistas, centenares de proyectos de ley que ellos consideran “progresivos para el pueblo”. Así, rompiendo con toda política de independencia de clase que pregona en las elecciones, el FIT-U termina apoyando, como toda corriente históricamente reformista, las medidas que ellos llaman “progresistas” de la burguesía y criticando las que consideran “negativas”.
Nosotros nos preguntamos: ¿qué proyecto de ley ha mejorado el salario, el trabajo o la vivienda de los trabajadores, o les ha atacado la propiedad a las transnacionales, a la oligarquía y los capitalistas?
Esta políticadel FIT-U solo ha servido para crear ilusiones en las masas de que aliados a burgueses “progresistas” y en esa cueva de bandidos del Parlamento, pueden resolver sus padecimientos inauditos. La izquierda reformista ha abandonado en el Congreso el apotegma de que el combate es clase contra clase.
Los militantes socialistas que integran las filas del FIT-U, no pueden permitir que sus partidos y dirigentes hagan acuerdos políticos, aunque sean parciales, con la burguesía y los políticos patronales en el Parlamento. Eso es abandonar todo combate por poner las bancas al servicio de la lucha extraparlamentaria de masas.
Estamos frente a una política totalmente “democratizante”, de integración al régimen. Porque,¿dónde y cuándo ha existido un Parlamento burgués que satisfaga simultáneamente los intereses de la burguesía y los de la clase obrera? A esa y todas las instituciones del estado burgués, solo nos dirigimos para exigir los derechos de los trabajadores para desenmascarar continuamente a esa cueva de bandidos del Congreso y para demostrar que este no es más que una maquinaria que le sirve a la burguesía para apropiarse del sudor y la sangre de los obreros y el pueblo pobre.
No se puede engañar a los trabajadores hablando de la “independencia de clase” para luego confraternizar con la burguesía en el Parlamento.
En ese artículo de 10 puntos por el cual votar al FIT-U, lo que se esconde es la lucha por el socialismo. Es la gran ausente. No es de socialista esconder el combate por el socialismo ante las grandes masas y en la agitación cotidiana durante la campaña electoral. El que esconde la pelear por la revolución socialista, deja de ser socialista.
¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!
El camino es un Argentinazo triunfante
La burocracia sindical y piquetera son parte del gobierno y del ataque de los de arriba…
Unos reparten y administran, tal cual punteros del PJ, el hambre y la miseria de los trabajadores, separando la lucha de millones de hambrientos por trabajo digno, del combate por el salario y contra la carestía de la vida, que estrangulan y entregan los traidores de la burocracia sindical que hoy son verdaderos “ministros sin cartera” en el gobierno de los Fernández.
Han dividido las filas obreras. No se puede luchar ni dar ningún paso decisivo para conquistar el salario mínimo, vital y móvil de acuerdo a la canasta familiar de 120.000 pesos, la reducción de la jornada laboral, trabajo digno para que todas las manos entren a producir, conquistar vivienda digna y mucho menos romper con el imperialismo y el FMI, como demandas mínimas e inmediatas, sin comenzar por unir las filas obreras y derrotar a los traidores de la burocracia sindical.
¡Ya no podemos pelear divididos! Hay que poner en pie un:
Frente de Lucha del sindicalismo combativo, el movimiento piquetero, los trabajadores autoconvocados y las masas sin tierra que buscan conquistar vivienda
Un Frente de Lucha unitario que retome el camino de la unidad de trabajadores ocupados y desocupados que se conquistó en las calles en el 2001, combatiendo contra el Menemato y el gobierno gorila de la Alianza, bajo las mismas condiciones que hoy padecen las masas.
La burocracia sindical está en un verdadero pacto social con el gobierno. Sus matones a sueldo ya engrosan sus filas. Actúan como una verdadera policía interna en los sindicatos y organizaciones obreras. Y son el verdadero sostén y guardia pretoriana de la patronal.
Hay que terminar con los burócratas sindicales empresarios y con el infame pacto social que han puesto de pie con la UIA, la Sociedad Rural y los banqueros imperialistas.
Hay que generalizar a todas las fábricas y establecimientos, con el método de la democracia obrera, los comités de trabajadores autoorganizados y autoconvocados.
Hay que unir a los que luchan para abrir el camino a la Huelga Generalpara enfrentar la guerra de los capitalistas con la lucha aguerrida dela clase obrera argentina.
¡Fuera los traidores de la CGT y la CTA!
¡Basta de direcciones reformistas de los masivos
y sacrificados movimientos de desocupados!
¡La lucha es por trabajo digno; no por limosnas para la clase obrera!
Los socialistas intervenimos en las elecciones para enfrentar al régimen, al estado capitalista y sus instituciones de dominio, y para organizar y preparar la lucha extraparlamentaria de masas.
De eso se trata el combate inmediato por convocar sin demora a un Encuentro y Congreso de las organizaciones de lucha de las masas. Lamentablemente, el FIT-U, desesperado por ser “tercera fuerza” en el Parlamento burgués, se niega a poner en pie una primera fuerza en la clase obrera para expulsar a la burocracia sindical y preparar los combates que ya están aquí y los que están por venir.
¡Estado asesino! ¡Libertad a Sebastián Romero!
¡Juicio y castigo a los asesinos del pueblo!
La lucha por la libertad de Sebastián Romero y el desprocesamiento de todos los luchadores perseguidos, se torna de vida o muerte para enfrentar la feroz represión que el estado burgués ha desatado contra cuanta lucha seria y de ataque a la propiedad de los capitalistas y sus negocios que hicieron los trabajadores. La policía de los Fernández ha reprimido violentamente en portuarios, Guernica, Penta, Arre Beef, etc. mientras los matones de la burocracia sindical y sus barrabravas amedrentan a los trabajadores que luchan.
La burguesía y el gran capital ya han sacado a las calles movimientos proto-fascistascomo los de Milei, apoyados en las clases medias desesperadas, a las que hoy llenan de odio contra la clase obrera y luego las arrojarán con formas de guerra civil contra los trabajadores y las masas en lucha. La burguesía prepara para la guerra de clases todos los dispositivos contrarrevolucionarios de represión. Acusan de “terroristas” a los que reclaman tierras en el sur. A no dudarlo que todo aquel que luche será considerado como un “terrorista”, sujeto a la represión del estado.
En diciembre de 2017, apoyado por el PJ, Juntos por el Cambio le robaba a mano armada las jubilaciones a los trabajadores. Estos ejercieron el legítimo derecho a la autodefensa y derrotaron a la policía.
Hacemos nuestra la proclama de Romero y su partido: nosotros los acusamos a ustedes, a los capitalistas, al Poder Judicial, a los políticos patronales, a las fuerzas represivas, a la dirigencia traidora, de hambrear y reprimir al pueblo y de entregar la nación al imperialismo.
¡Disolución de las fuerzas represivas! ¡Comités de autodefensa obrera! ¡Trabajo digno para todos! Este es el único camino para conquistar la tranquilidad y la seguridad para las familias obreras.
Ningún voto a los partidos del FMI,
la oligarquía, los banqueros y los capitalistas
¡Los obreros no votamos a nuestros verdugos!
Desde la Liga Obrera Internacionalista (LOI-CI) / Democracia Obrera, llamamos a los trabajadores a romper todo apoyo político a los partidos de la burguesía. Ellos son un “frente de todos” contra la clase obrera: el PJ, Juntos por el Cambio, Milei y demás representantes de los capitalistas. El régimen burgués necesita de todos ellos para engañar y reprimir al pueblo y mantener sus ganancias.
La clase obrera ha sido llevada a esta trampa electoral en medio de una feroz crisis económica provocada por los capitalistas a nivel internacional y en nuestro país, que ha sido brutalmente arrojada sobre los hombros de los trabajadores, luego de una pandemia donde la burguesía salvó sus negocios y los explotados fueron llevados a la mayor de las desesperaciones.
Las traiciones de la burocracia sindicalimpidieron a la clase obrera dar una respuesta contundente a la catástrofe que los de arriba le arrojaron al pueblo pobre.
Millones de los nuestros, de los explotados, han quedado en la marginalidad, en la desocupación crónica, en la desesperación.
El voto inclusive a Juntos por el Cambio por parte de sectores de los trabajadores y de las masas arruinadas, es la expresión de esta desilusión y desesperanzacon el gobierno de los Fernández.
La clase obrera, con las manos atadas al PJ y al estado, no ha logrado intervenir con todo su peso en la vida política nacional. Cuando la esperanza y la lucha revolucionaria se apoderan de la gran masa del proletariado, este arrastra inevitablemente tras de sí a todas las capas oprimidas de la población y las clases medias arruinadas. Cuando no lo hace, sus fuerzas se dividen. Se asientan las traiciones de sus direcciones. Ese es el momento.
Las masas fueron sacadas de las calles cuando en diciembre de 2017 tuvieron en sus manos la posibilidad de sacar a Macri en helicóptero de la Casa Rosada. En medio de una feroz crisis económica, los explotados fueron llevados a un recambio “democrático” de gobierno, el cual le tiró todo el crac sobre sus espaldas.
En estas condiciones, la pequeño-burguesía no giró en dirección de la clase obrera, sino que, en su desesperación, giró hacia la reacción imperialista más extrema.
Hay que decirle la verdad a las masas por más cruel que esta sea: el FIT-U no tiene nada que festejar, aunque su voto ultra minoritario sea un reflejo de la esperanza que anida en sectores de la clase obrera para pelear. Pero indudablemente, frente a estos factores objetivos de millones de explotados atrapados en la trampa electoral e inmovilizados por los traidores de la burocracia sindical, su autoproclamación sectaria es más una campaña para juntar votos que su intención de preparar al proletariado para los duros combates que se vienen, mostrándole con claridad cómo está el campo de batalla. De mantener esta política, el FIT-U será un escollo más para liberar a la clase obrera de las cadenas que hoy le impiden pelear. Su persistencia en negarse a poner en pie un gran Frente de Lucha de trabajadores ocupados y desocupados, de propagandizarlo y organizarlo, es un obstáculo que la vanguardia y sus militantes deben superar.
Los obreros socialistas y de izquierda no pueden permitir que se asiente esta política y este programa totalmente electoralista, que debilita al ala izquierda de la clase obrera, en un momento decisivo de agudización de la guerra de clases. No hay tiempo que perder.
Luchamos bajo las banderas de la IV Internacional, por el internacionalismo proletario y la revolución socialista
Los trabajadores necesitan un nuevo reagrupamiento de sus filas bajo un programa revolucionario. Los trotskistas combatimos bajo las banderas de la IV Internacional. Luchando todos los días por la revolución socialista, no dudamos en arrebatarle a los explotadores tal o cual conquista parcial. Pero sabemos y le decimos a los trabajadores que, sin pelear por todo, sin ponerle el pie en el pecho a la burguesía, no le podemos arrancar ni la más mínima de nuestras conquistas y que si las conseguimos y no tomamos el poder o avanzamos hacia ello, todas se pierden. Ahí estánlos aumentos de salario que son festejados por sectores de la izquierda combativa como una “victoria” en sindicatos que dirigen, que en semanas o días se pierden con el aumento de la inflación.
La lucha por el control obrero, por la apertura de los libros de contabilidad de las empresas para demostrar las superganancias que hacen los capitalistas a espaldas del pueblo, por expropiar sin pago a los banqueros y las transnacionales, es imposible de conquistar sin desarrollar el doble poder armado de las masas, sin poner en pie los comités de fábrica revolucionarios. Estas tareas implican y se desarrollarán en un proceso agudo de lucha revolucionaria de masas, con la clase obrera a la ofensiva con sus organismos de autodeterminación, que abrirán un régimen de doble poder dentro de cada establecimiento y en todo el país.
Como ya dijimos, el FIT-U pregona a los cuatro vientos que este “programa anticapitalista” puede ser conquistado en el Parlamento burgués, lo que no solo es una utopía reaccionaria, sino que, a la vez, le cierra el camino a las masas y a su vanguardia a comprender que solamente con un gobierno revolucionario de la clase obrera y el pueblo pobre se podrán imponer estas medidas de transición a la revolución socialista.
En los 10 puntos o “mandamientos” con los cuales el FIT-U llama a votar por sus listas, proclama “nacionalizar la banca” y “expropiar a los grandes terratenientes”, pero omite que esto debe realizarse sin pago, tal como lo plantea el programa marxista. De no ser así, están hablando de expropiaciones burguesas con indemnización, que es lo que utilizan los capitalistas para salvar a sus empresas o negocios en bancarrota, como hicieron con la banca de Wall Street: la estatizaron para cubrir sus deudas y luego la privatizaron saneada. Este no puede ser un olvido ni un descuido ni una falla de redacción: es el verdadero programa del FIT-U para no asustar a la burguesía y que no se enoje la oligarquía.
El Programa de Transición trotskista repudia la “consigna reformista demasiado vaga de nacionalización”, puesto que “rechazamos toda indemnización” y condenamos a los que plantean “nacionalización de palabra, pero son agentes del capital en los hechos”. Llamamos a las masas a que “confíen solamente en su propia fuerza revolucionaria” y, lo que esmás importante, “ligamos la cuestión de la expropiación con la de la toma del poder por parte de los obreros y los campesinos”.
Hace rato que la así llamada “Nueva Izquierda anticapitalista” ha roto toda amarra con el programa del trotskismo y la IV Internacional para no incomodar a la burguesía con la cual se ha integrado en el Parlamento burgués.
Estamos ante un reformismo sin reformas en un capitalismo en bancarrota. Los socialistas revolucionarios de Democracia Obrera afirmamos que es impensable romper con el FMI, expropiar sin pago a la oligarquía, las transnacionales y los bancos, recuperar la tierra y nacionalizar la cadena de comercialización de alimentos para comer, si la clase obrera no rompe con el régimen y los partidos burgueses, y sino se une en una sola lucha contra el imperialismo junto a los obreros y campesinos de América Latina, con los que combaten en Colombia y Ecuador, como ayer en Chile, y con los millones de migrantes que buscan entrar a EEUU, donde una clase obrera aguerrida retoma el camino de combate que en 2020 demostrara todo el poderío de los obreros que cercaban Wall Street.
Lejos están los trabajadores de conseguir o mantener las más mínimas conquistas inmediatas, de romper con el imperialismo, de conquistar la tierra y el pan, sin unir sus luchas con la clase obrera internacional.
Los capitalistas y las direcciones traidoras, bajo el mando del imperialismo, centralizan sus fuerzas para golpear en todo el mundo a los explotados. Las direcciones reformistas los tienen combatiendo país por país. La clase obrera fue fuerte y por qué no, invencible, cuando logró unir sus fuerzas en un mismo combate internacional. Así se consiguieron las 8 horas y tantas demandas mínimas de los trabajadores a principios del siglo XX. La victoria de la Revolución de Octubre en la URSS y la amenaza de que se extienda a toda Europa y a nivel internacional, hizo temblar al sistema capitalista mundial.
Solo retomando ese camino volveremos a recuperar las conquistas perdidas y a terminar con la catástrofe, la flexibilización laboral y la esclavitud asalariada que se siguen agudizando. 250 millones de obreros migrantes buscan un país donde vivir y trabajar. Por delante, en este oscuro siglo XXI, de no triunfar la revolución socialista, solo se avizora la barbarie, la guerra y el fascismo. El reformismo pregona un programa para la paz social, cuando lo que se recrudece es la más feroz guerra de clases.
Afirmamos que hace rato ha quedado desenmascarada la que ayer se llamaba “revolución bolivariana”, una caricatura de revolución de burgueses nativos que en América Latina expropiaron la lucha antiimperialista de las masas de nuestro continente. Ahí está la Venezuela mil veces saqueada, con millones de obreros hambrientos buscando asilo y un lugar donde vivir y comer. Ahí está el castrismo deviniendo en nueva clase dominante, entregando Cuba al imperialismo y al sistema capitalista. Ahí están los “socialistas” salvando al capitalismo en su fase de abierta descomposición y putrefacción.
Las condiciones para la revolución proletaria ya están más que maduras. La crisis actual de la clase obrera y de la civilización humana se reduce, en última instancia, a la crisis de dirección revolucionaria del proletariado mundial. Estas premisas para el combate del movimiento marxista se reafirman más y más.
Llamamos a los obreros y la juventud rebelde a organizarse junto a nosotros bajo este programa de lucha obrero, socialista e internacionalista de los que combatimos bajo las banderas del trotskismo y la IV Internacional.
En estas elecciones en Argentina, llamamos votar a Romero y Ruiz que van en las listas del FIT-U y a todos los partidos que se reivindican de la clase obrera indistintamente en todo el país
Llamamos a no votar a los partidos burgueses y a rápidamente dar pasos decisivos para pelear en cada fábrica y establecimiento para unir las filas de la clase obrera en un Frente de Lucha para enfrentar la guerra que nos han declarado los capitalistas.
Llamamos a votar por los partidos que se reivindican de la clase obrera: al FIT-U, el NMAS y Política Obrera indistintamente, allí donde presentan listas. Por un voto de clase contra los políticos de la patronal y el imperialismo.
Llamamos a los militantes de la izquierda argentina que se reclaman del socialismo y de la clase obrera, a no permitir que los votos que van a sus partidos, luego se transformen en acuerdos parlamentarios con la burguesía y a poner juntos todas nuestras fuerzas para unir a los que luchan.
Se trata de organizar y preparar los grandes combates contra los traidores de la burocracia sindical, contra el “frente de todos” los partidos capitalistas, su gobierno y su estado, para reabrir el camino a la Huelga General para que la clase obrera vuelva a pesar en la vida política nacional y para que los trabajadores argentinos seamos parte del torrente revolucionario antiimperialista de los obreros y campesinos de América Latina y de la clase obrera norteamericana.
En esa lucha estaremos peleando codo a codo con todos los luchadores de la clase obrera. El único derecho que reclamamos es el de combatir por nuestras ideas y por nuestro programa, que no es otro que el de la lucha por la revolución socialista. |