Argentina - 25 de agosto de 2022
ARGENTINA: VIRREINATO DE WALL STREET
El embajador Stanley disciplina a los políticos patronales desde el Consejo de las Américas.
Massa y los Fernández aplican el plan del FMI, con el apoyo del PRO-UCR desde el parlamento.
La burocracia sindical sostiene a todos con el pacto social…
Abajo el pacto de hambre y saqueo
del gobierno, el PRO-UCR y los yanquis
¡Fuera la burocracia sindical y piquetera!
Hay que reabrir el camino a la huelga general
La movilización del 17 de agosto de la CGT y la CTA no fue una marcha más. La burocracia volvió a la calle en respaldo del gobierno -su gobierno- que está ejecutando un brutal plan de ataque a los trabajadores, con tarifazos, recortes en salud y educación y entrega nacional, en medio del polvorín de la inflación y la miseria.
Fue una marcha reaccionaria que agitó el fantasma de “la derecha” para atar la suerte de la clase obrera al gobierno pro-yanqui de Massa y los Fernández.
Carneros. El que aplica el plan del FMI y Wall Street es Massa, un hombre directo de la embajada yanqui, con el apoyo de los Fernández y del PRO-UCR desde el parlamento.
Con la marcha del 17, la burocracia buscó reforzar su férreo control sobre los sindicatos y fortalecer al gobierno. Massa, necesita sindicatos totalmente disciplinados, apéndices del gobierno para avanzar en el plan del FMI y Wall Street.
Esa es la base de la ofensiva de Massa-Fernández y la embajada yanqui sobre la nación: el pacto social de la burocracia con el gobierno y los grandes capitalistas. ¡Abajo la burocracia sindical y piquetera y su pacto social!
El imperialismo norteamericano viene por todo
El imperialismo está decidido a derrotar a la clase obrera y recolonizar Argentina y América Latina. El punto de apoyo de esta ofensiva imperialista con los gobiernos cipayos de los burgueses “democráticos”: Fernández, Petro (Colombia), Boric (Chile), Castillo (Perú) o Arce (Bolivia), garantes del saqueo y la opresión de nuestros pueblos.
Por eso es tan cínica la campaña de la Kirchner contra el “la derecha”. A Massa lo puso a dedo el embajador yanqui Stanley, que días después, desde el Consejo de las Américas, dio las directrices del plan norteamericano frente a un auditorio de CEO’s de empresas yanquis y británicas, con Massa, Rodríguez Larreta y el kirchnerista De Pedro presentes.
Wall Street quiere transformar a la Argentina en proveedora de energía y materias primas bajo el control de sus bancos y monopolios y garantizarse así los saldos comerciales para cobrarse la deuda externa infame, de la cual es el mayor acreedor.
Para garantizar este plan, que significa un salto en el saqueo y la miseria de los trabajadores, Stanley llamó a Massa y a Rodríguez Larreta a cerrar un pacto de unidad nacional bajo dirección norteamericana. Massa se cuadró como Rodríguez Larreta y respondió “ustedes inviertan, nosotros garantizaremos estabilidad macroeconómica y paz social”.
La burocracia sindical había hecho su parte del trato el día anterior, marchando del 17 de agosto con la política de unidad nacional de Stanley bajo la consigna “Primero la patria”.
El plan Stanley es claro: mientras Massa encabeza el ataque, el PRO lo sostiene desde el parlamento y a burocracia sindical, con su pacto social, los sostiene a todos. La embajada monitorea que cada uno de sus agentes cumpla su función dentro del plan de entrega de la nación.
La Kirchner es la gran perdedora de este acuerdo. El partido judicial de la embajada norteamericana la tiene con la soga al cuello: se disciplina o termina presa como Lula.
El FIT-U sostiene por izquierda al pacto social de la burocracia sindical y piquetera
Dijimos que el pacto social es el pilar del plan de Stanley. El FIT-U es la pata izquierda que sostiene al pacto social y a la burocracia. En todos estos años han llevado a la derrota y la dispersión al ala izquierda de la clase obrera. Hoy dan un brutal giro a la derecha del FIT-U para sostener a la burocracia sindical y el pacto social, profundizando su política de colaboración de clases con el peronismo.
Su raleado acto del 17 de agosto en Plaza de Mayo fue una nueva muestra de esto. Lejos de llamar a los sectores en lucha a un combate común contra el gobierno y el imperialismo, el FIT-U realizó una marcha de presión impotente para que Massa reciba a Belliboni y les dé más planes sociales para administrar.
En junio habían tenido una reunión amistosa con la burocracia de la CGT para pedirle que llame al paro general, apenas después de que Crespo (PO), sec. gral. del SUTNA, llamara a los obreros del neumático a integrarse al Confederal de la CGT y que Romina Del Plá (PO) le entregara pacíficamente el SUTEBA-Matanza a Baradel tras un fraude escandaloso.
El PTS no quiso ser menos y lanzó la fórmula presidencial Bregman-Vilca para el 2023, adelantándose incluso a la burguesía, que todavía no se siente fuerte para desviar el odio y el hambre hacia la trampa electoral.
Su política de presión sobre la burocracia agente del imperialismo para que ésta llame al paro general está en un ángulo de 180º con los trabajadores que se rebelan contra la burocracia y se autoconvocan para defender su salario y su trabajo, como los portuarios de Terminal 5. Esto demuestra que cuando se agudizan las condiciones de crisis y ofensiva imperialista, la izquierda parlamentaria se lleva a patadas con las masas.
La lucha por el salario, el pan y la vivienda es la lucha contra el FMI y el imperialismo…
¡Abajo el pacto de hambre y entrega del gobierno, el PRO-UCR y los yanquis!
Mientras los de arriba se pelean por los negocios, todos juntos matan de hambre al pueblo. Los trabajadores deben intervenir en defensa de sus demandas y los de la nación oprimida y saqueada.
La clase obrera es la única clase verdaderamente nacional, porque no tiene nada que la ate al imperialismo. Es la única que puede acaudillar la lucha contra la entrega de la nación al imperialismo a manos del gobierno y los partidos patronales, atados por mil lazos y negocios con las transnacionales y los bancos de Wall Street.
La resistencia obrera de los portuarios de Terminal 5, desocupados, SUTNA, Bagley, choferes de Línea 60, los trabajadores de FYRSA, docentes de La Rioja, etc., que presenta batalla en durísimas luchas aisladas, no puede seguir peleando dividida.
Hay que llamar a un Frente de Lucha Nacional contra el ataque del imperialismo y los capitalistas, para unir y coordinar a la heroica resistencia de los trabajadores.
¡Paso a la rebelión y a la autoorganización contra la burocracia sindical y piquetera! ¡Fuera los carneros de nuestras organizaciones!
Hay que desconocer los acuerdos de miseria de la burocracia sindical: ¡$250 mil de salario y reparto de las horas de trabajo para que todas las manos disponibles se pongan a producir!
La plata para el trabajo, el salario, la salud y la educación se la llevan el FMI y los banqueros. Se la llevan los monopolios cerealeros, mineros y petroleros. Se la llevan la oligarquía parásita y la UIA. Se la llevan los parásitos de la patria contratista.
Hay que romper con el FMI y expulsar al imperialismo de la Argentina. ¡Expropiación sin pago de las transnacionales y los bancos imperialistas y de la oligarquía que se robó las mejores tierras de la Pampa Húmeda!
Los trabajadores no defendemos a la Kirchner. No defendemos a los patrones. ¡Defendemos a nuestros compañeros perseguidos por los Macri, la Kirchner, Massa y Fernández: ¡Absolución de Goodman, Ruiz, Arakaki, los petroleros de Las Heras y todos los compañeros perseguidos por los capitalistas y sus jueces!
¡Comités de autodefensa de las organizaciones obreras y populares!
Es hora de abrir el camino para derrotar a la burocracia sindical e imponer la huelga general. Solo la clase obrera ha combatido los planes del FMI en América Latina, como en Ecuador, Chile, Colombia y Perú. Nuestros aliados en la lucha contra el imperialismo son los obreros y campesinos de Estados Unidos y Latinoamérica. ¡Por una lucha antiimperialistas unificada desde Alaska a Tierra del Fuego!
Al FMI, la embajada yanqui y a este gobierno antiobrero hay que tratarlos como a De la Rúa en 2001, como en el Cordobazo o el Chubutazo de 2021.
Hoy más que nunca, hay que volver a gritar “que se vayan todos y no quede ni uno solo”. Hay que volver a poner en pie la alianza obrera y popular, para derrotarlos en las calles, con paros piquetes y la huelga general.
La izquierda parlamentaria abre ilusiones en que se puede resolver la miseria y los padecimientos de las masas trabajadoras en este sistema capitalista en bancarrota. Una vil mentira. El capitalismo descarga toda su crisis sobre nuestras espaldas. Solo un gobierno obrero y popular, apoyado en la autoorganización de las masas armadas y sobre las ruinas del régimen, en alianza con las masas explotadas del continente, podrá terminar con los padecimientos del pueblo poniendo fin al saqueo imperialista y a la gran propiedad terrateniente de la oligarquía parásita.
La bancarrota capitalista pone al orden del día la lucha por la revolución socialista internacional. Hay que poner en pie un nuevo partido revolucionario e insurreccionalista en Argentina, con el Programa de Transición de la IV Internacional. Los trotskistas de la LOI-CI / Democracia Obrera hemos puesto nuestras fuerzas en esta batalla.
|