Argentina - 8 de diciembre de 2022
Reportaje a obreros de FATE: los protagonistas de una dura lucha
"El reclamo pasó a segundo plano
Se trataba de ganar o ganar"
Tuvimos la oportunidad de conversar con varios compañeros de FATE.
Aquí sus reflexiones sobre la pelea que protagonizaron en defensa de sus conquistas.
DO: ¿Qué pueden contarnos sobre cómo vivieron este nuevo round contra las patronales del neumático, el gobierno, sus instituciones y la burocracia sindical que los sostiene?
P: Arranco yo. Lo primero que se me viene a la cabeza fue que fueron 5 meses duros, en los cuales hubo 36 audiencias en el Ministerio de Trabajo. Algo monstruoso. Claramente fue una política pensada para desgastarnos en negociaciones que no iban a ningún lado. Pero se “olvidaron” que en nuestro gremio hay compañeros que venimos de muchos años de luchas, lo cual nos ha dejado cierta práctica para afrontar momentos como estos.
DO: ¿Por qué tantas reuniones de negociaciones?
S: Yo creo que el sindicato calculaba que iba a llegar a buen puerto en la negociación.
Pero iban pasando los meses, las audiencias, y la patronal nunca cedía. Madanes salía en los medios diciendo que era “una locura pagar las horas del fin de semana al 200% cuando ganamos un muy buen sueldo”. Y en relación al aumento paritario decía que “los operarios ganan 400 mil pesos por mes”. Una mentira tras otra que los periodistas manipulaban para favorecer a la patronal. Acá están los recibos de sueldo, incluso con el aumento actual nuestro salario es entre 160 y 180 mil pesos mensuales.
DO: Para ustedes ¿qué destrabó esta situación?
T: Que la base empezó a descubrir el sistema en el que vivimos, y sacó la conclusión de que ya no se trataba de una negociación más. Porque en la política contra nosotros no había “grieta”. El Frente de Todos, Juntos por el Cambio, el Pro, los libertarios, la burocracia sindical, todos se alinearon para acusarnos de “salvajes, locos, que estábamos desabasteciendo al país”. Patricia Bulrich nos filmaba a modo de provocación. Hasta Espert llegó a decir “cárcel o bala”, y Marra que “estaba a disposición para ir a trabajar a la fábrica”.
P: También se insultaba al gobierno y al “super ministro” Massa, y eso que muchos compañeros nos decían que lo habían votado en las anteriores elecciones.
S: Y a los traidores de la burocracia sindical. Se acuerdan el canto de “a dónde está q no se ve esa famosa CGT”. La misma le cabía a la CTA. Ni una sola acción, que digo acción…, ni un solo apoyo nos dieron estos traidores. Están siempre del lado de los patrones…
P: Paso de ser un reclamo sindical a un cuestionamiento a este sistema en el que vivimos. Hasta los compañeros más de base se los escuchaba hablar de la “plusvalía” y de cómo se complotan todos para hacer mierda a los trabajadores. Cada día que pasaba… cada provocación de la patronal y su gente, cada traición de la CGT y la CTA: hacía que la bronca crezca y crezca.
S: Fue impactante ver a muchos compañeros, que en los primeros meses apoyaban más pasivamente las medidas, verlos después peleándola, haciendo el aguante, discutiendo en la fábrica, entendiendo que nadie le iba a resolver nada si no tomaba la lucha en sus manos. Cuanto más parecía que estábamos desgastados por tantas negociaciones, más daban pasos al frente. Y eso fue muy motivador para todos.
T: La base empezó a cuestionar que en 5 meses solo se impulsaban paros escalonados o por turnos, asambleas informativas, que no eran asambleas resolutivas. Y al gremio se le empezó a exigir que cambie la postura.
S: Sí, había discusiones y posiciones encontradas entre los representantes de La Negra (Lista que dirige al SUTNA) y la base. Fuertes debates. Como en todas las fabricas y establecimientos donde la base pelea y sabe el riesgo que corre para que no lo quiten el pan de la mesa a nuestras familias. Los ánimos y la temperatura aumentan. Decir esto no tiene que enojar a nadie.
P: Pasaba que (los dirigentes, NdR) nos informaban lo que había pasado en el Ministerio. Entonces todos se preguntaban: “vienen acá, dan el discurso, te decimos si estamos de acuerdo o no, ¿y después qué?”. Y a medida que iban pasando las asambleas informativas, la exigencia era más grande. La base empezó a decir: “che, ¿cómo es? Paro hoy, pero mañana venimos, ¿ya está? Hace tres meses que estamos parando 1 día o 2 por semana, paremos indeterminadamente y que se pudra todo si igual ya está todo podrido”. La base empezó a pujar, a presionar, a decidir…
P: Al paro indefinido lo conquisto la base. El gremio venia aceptando eso de que la patronal decía “yo con paro no negocio”. “Ah, ¿no vas a negociar?, ¿le faltas el respeto a los dirigentes de nuestro gremio?”, fue la respuesta que vino de abajo. Por eso el paro indeterminado fue total, el 98% de compañeros participaron de esta acción decisiva. Y la patronal, el gobierno y todos se la tuvieron que comer y firmar el acuerdo.
S: Así y todo, si vas a los resultados, no fue tanto lo conseguido: achicar la edad jubilatoria no se consiguió, y solo nos llevamos dos puntos de aumento por encima de la inflación interanual. Muy poco para tanta lucha. Pero, en definitiva, el reclamo pasó a un segundo plano. Se trataba de ganar o ganar. Es que era: ellos o nosotros. Se delimitó bien el terrero.
DO: Cuando llegué los escuché contando anécdotas. ¿Fue fundamental el apoyo de las familias?
P: ¡Sí! Acá la peleamos todos. Los descuentos por los paros y las asambleas, nos pegaron duro al bolsillo. Cuando cobrabas se veía. Algunos estaban pagando su casa, o el terrero. Otros el alquiler, otros la tarjeta de crédito. Venía uno y te decía “che, yo vendí la bici para comer, estoy sin un mango”.
T: Por eso fue fundamental el apoyo de nuestras familias, principalmente el de nuestras compañeras. Ellas bancaban todo. Nuestras compañeras además de laburar, vendían productos para poder bancar el faltazo de plata por los descuentos que nos hacían los patrones. Ellas se merecen los honores de esta lucha, laburando, bancando la olla, atendiendo a nuestros hijos, siempre de pie y empujando para que nadie vaya para atrás.
DO: Había mucha simpatía por esta lucha en amplios sectores del movimiento obrero.
T: Esa simpatía venia de que nuestro reclamo era justo. En un sentido estábamos representando al conjunto de nuestra clase.
P: Y todos los trabajadores lo sentían así, porque notaban que los gremios, la patronal, el gobierno y la oposición, salían a pegarnos en bloque por un reclamo (aumento de salario, NdR) tan básico y vital para nuestra subsistencia. Es más, con el paro indefinido firmaron rápido (patronal, gobierno, etcétera, NdR) porque estaban cagados de que nuestro conflicto empezara a extenderse hacía centenares de fábricas y establecimientos del país. Temían que la base se empezara a sublevar contra la CGT y la CTA, y que una lucha de esa envergadura patee el tablero e imponga la Huelga General. Es que nuestro reclamo por más pequeño que fuese, cuestionaba los planes anti obreros de este gobierno cipayo del FMI y de los buitres imperialistas. Que son hambre y miseria para nosotros, y super ganancias para los bancos y empresarios.
DO: ¿Cómo están ahora? ¿Cuál es la situación?
S: No hay que bajar la guardia. En FATE en el último tiempo nos metieron cámaras dentro de planta y vigilancia por todos lados. Crespo (secretario general del SUTNA, NdR), ante nuestra advertencia al gremio, decía que “eso pasaba en todos lados”, pero nosotros sabemos que se está poniendo cada vez peor.
En Pirelli los policías ya venían instalados adentro de planta. Los de allá decían “los mandar a nuestro comedor y nosotros no queremos comer con estos buchones que son los que nos van a reprimir”.
P: Por eso no podemos dormirnos en los laureles. Nos están apretando en todas las plantas. Por ejemplo, uno tiene un descanso de 15 minutos en su jornada. Si uno se excede 2, 3 minutos, viene el capataz y te dice que va a hacer un informe por haberte excedido del descanso. Lo mismo pasa en el comedor, donde uno tiene 20 minutos o media hora, para comer, y si te pasaste unos minutos también viene el capataz y te hace amonestaciones y te manchan el legajo laboral.
DO: La patronal y su gobierno preparan otra batalla…
T: Si. Por eso hay que realizar asambleas por fábrica y llamar a la asamblea general para seguir organizando los próximos rounds. Hay que seguir organizándonos y buscar coordinarnos con todos los que tienen los mismos reclamos e incluso más problemas que nosotros. La situación económica del país es muy crítica. Nosotros somos obreros sindicalizados, tenemos un convenio y estamos en blanco. Pero somos conscientes de que la mayoría de nuestra clase no. Por eso desde el SUTNA debemos llamar a unificarnos todos los trabajadores, ocupados y desocupados, contratados, tercerizados y en negro. No podemos pensar en nuestra quintita, mientras vemos en todos lados y en nuestros barrios, principalmente, a mucha gente pasándola muy mal.
Hay que terminar con la burocracia sindical y la división que nos impone. Necesitamos juntar todas las fuerzas de los trabajadores para enfrentar a esta gobierno y oposición esclavistas
DO: ¿Algo más que quieran decir?
P: Esto no terminó.
S: Esto recién empieza.
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