Argentina - 26 de abril de 2023
Argentina al borde de la hiperinflación. Deuda externa, hambre, miseria. La catástrofe ya está acá...
¡Esto no se aguanta más!
¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!
Para pelear por salario, trabajo y vivienda digna…
Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados
¡Fuera la burocracia sindical! Hay que unir a los que luchan…
Hay que retomar el camino de las
Asambleas de base, piquetes y la huelga general
Los banqueros y la gran patronal comenzaron la corrida cambiaria. El dólar, que ya llega a $500, parece no tener techo.
Las góndolas explotan. Todas las mercancías siguen el valor del dólar, con las clases poseedoras remarcando al día para preservar sus ganancias y riquezas, mientras el salario se hunde con una inflación que amenaza con convertirse en hiper.
Ya está claro. Entre Fernández y Macri dinamitaron la nación al servicio del FMI y Wall Street.
El tsunami del crac mundial, las crisis de deuda y el estrangulamiento de decenas de países saqueados golpea a la Argentina. Con el aumento de la tasa de interés de los bonos del Tesoro norteamericano, Estados Unidos succiona las riquezas del mundo y, a cambio, le arroja a este toda su crisis.
Argentina es el Titanic. Los grandes monopolios exportadores, la oligarquía, la Bolsa de valores, los banqueros que prestan al Estado con las tasas más altas del mundo, todos estos parásitos se salvan. Ya están arriba de los botes, mientras a la clase obrera y el pueblo pobre los inunda el agua.
La catástrofe ya está aquí. Los de arriba se blindan y amenazan con sacar al ejército. Los grupos de Milei provocan impunemente a los partidos obreros.
La gendarmería y la policía, socios y jefes del narco y la trata, dicen que vienen por nuestra seguridad. ¡Mentira! ¡Ellos solo cuidan la propiedad de los ricos contra el hambre y la bronca del pueblo pobre!
¡Las organizaciones obreras tienen que poner en pie sus comités de autodefensa contra estos perros rabiosos de la gran patronal!
El FIT-U anuncia que esta crisis se resuelve con elecciones y más diputados de izquierda. De ninguna manera. Acá todo se define en la embajada norteamericana y con la Jefa del Comando Sur del Pentágono, que recorre Latinoamérica dando instrucciones a sus lacayos.
¡El Parlamento de la gran burguesía, los banqueros, la Bolsa, la Sociedad Rural y la UIA funciona en el Hotel Llao Llao, donde rinden examen los aspirantes a presidente!
Solo la clase obrera puede resolver esta catástrofe, acaudillando a las clases medias arruinadas con los métodos y el programa del Argentinazo, los paros, los piquetes y la huelga general... ¡Que se vayan todos los hambreadores del pueblo y los entregadores de la nación!
La burocracia sindical amiga de la embajada yanqui defiende al gobierno de la bronca obrera. Hay que derrotar a esos carneros en las calles. ¡Fuera la burocracia sindical! ¡Paso a la autoorganización de los trabajadores!
¡Que vuelva el movimiento piquetero de 2001, que se unía con los trabajadores ocupados para luchar por trabajo digno para todos! ¡Basta de pelear solo por planes y bolsones!
¿El primer paso? Terminar con la división entre ocupados y desocupados. Nadie se salva solo. Docentes, portuarios de Terminal 5, el SUTNA, el Garrahan, los desocupados de la Unidad Piquetera, los choferes, no pueden seguir luchando divididos. ¡Unidad de los trabajadores, como en el 2001, para que la clase obrera vuelva a pesar en la vida nacional!
Hay que convocar a una Asamblea Nacional de Trabajadores para unificar todos los reclamos de los ocupados y los desocupados y luchar en las calles por un programa contra la catástrofe que ya está acá:
Por un salario básico de $350 mil, indexado por inflación, y reducir la jornada laboral sin rebaja salarial, para que haya trabajo para todos.
Para echar al FMI y al embajador norteamericano y romper con el imperialismo.
Para expropiar sin pago a los bancos y a todos los sinvergüenzas fugadores de divisas.
Para terminar con el secreto comercial de la gran patronal que remarca todos los días e imponer el control obrero de las grandes empresas.
Para echar a Cargill, ADM y las cerealeras que se roban la renta agraria y nacionalizar el comercio exterior.
Para recuperar para la nación las tierras de la oligarquía, nacionalizando toda propiedad de más de 200 hectáreas y estableciendo estancias colectivas con alta inversión garantizada por el Estado.
Para renacionalizar sin pago y bajo control obrero de todos los puertos del Paraná y todo nuestro litoral marítimo.
Para enjuiciar a los que entregaron Vaca Muerta a la Chevron, el gas y el litio a las empresas yanquis, inglesas y canadienses.
Para garantizar vivienda para el pueblo, escriturando las tierras ocupadas y lanzando un plan de obra pública y viviendas bajo control de los sindicatos y movimientos de desocupados.
¡Para que la crisis la paguen los que nos roban el salario, el trabajo y hambrean a nuestros hijos!
Solo un Argentinazo triunfante abrirá paso a estas demandas. En 2001 echamos a De la Rúa. Hay que terminar de echarlos a todos. La clase obrera debe pesar en la vida política nacional, comenzando por romper con todos los partidos políticos de la burguesía, con esta democracia para ricos y con el gobierno peronista antiobrero, lacayo del imperialismo.
Hay que terminar con esta feroz dictadura del capital tutelada por un puñado de empresas imperialistas, el FMI, la oligarquía y la gran patronal desde el Llao Llao y la Embajada yanqui.
Solo un gobierno obrero y popular apoyado en la movilización auto-organizada de las masas podrá conquistar el pan, el trabajo digno y la vivienda, para la amplia mayoría de los trabajadores y del pueblo pobre. HAY QUE EXPROPIAR A LOS EXPROPIADORES DEL PUEBLO. ¡Que se vayan todos y no vuelva ni uno solo!
¡Argentina será socialista o colonia de Wall Street!
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