Argentina-
3 de junio de 2023
Con la participación de organizaciones obreras, jóvenes combativos, de distintas partes del mundo…
Se realizó la jornada internacional:
El Cordobazo en Argentina, un eslabón del ascenso revolucionario internacional del 68/74
La actualidad de la época de crisis,
Guerras y revoluciones
Adelanto de la Jornada Internacional
El sábado 3 de junio se realizó vía zoom la jornada internacional en la que contó con la participación de organizaciones obreras y jóvenes combativos de distintas partes del mundo.
En la misma se transmitieron videos del “Cordobazo y la Argentina del‘70”y así también un video del “ascenso generalizado del ‘68-‘74”, que fuera realizado por el equipo técnico de LOI-CI (Democracia Obrera) de Argentina.
En esta jornada internacional, la Intervención de Carlos Munzer, en representación del Comité Redactor del periódico “El Organizador Obrero Internacional”, vocero de la FLTI, giro en sacar las lecciones de lo que fue una gesta histórica de la clase obrera argentina, como parte de un eslabón de una cadena de revoluciones del siglo XX que conmovieron al mundo en el ’68-’74 y la crisis de dirección en siglo XX y en la actualidad.
Esta iniciativa a la que los invitamos desde el Organizador Obrero Internacional buscó transmitirles a las nuevas generaciones de obreros y jóvenes revolucionarios de todo el mundo las lecciones fundamentales de lo que fue ese enorme embate de nuestra clase.
Vimos allí cómo nuestra clase venía siendo sometida a un enorme pacto contrarrevolucionario conocido como fue Pacto de Yalta y Potsdam, impuesto por la dirección contrarrevolucionaria del stalinismo con el imperialismo “democrático”, fundamentalmente con el imperialismo yanqui, inglés y francés a la salida de la Segunda Guerra Mundial. Es que, a la salida de la guerra, la clase obrera y el campesinado pobre de la Unión Soviética, dejando más de 20 millones de mártires defendiendo el estado obrero, derrotaron al ejército nazi de Hitler, avanzando desde oriente a occidente, llegando a las puertas de la Europa imperialista y poniendo a la orden del día el triunfo de la revolución socialista en el viejo continente.
En el desarme y liquidación de los partisanos italianos, de los maquí franceses y griegos y en la división del proletariado Alemán entre un occidente capitalista y un oriente controlado por la burocracia del Kremlin, junto al control férreo de Europa del Este fue donde se concentró centralmente este pacto contrarrevolucionario de Yalta y también se expresó en China y posteriormente en Corea del Norte.
Este régimen de dominio de posguerra y el llamado “boom de posguerra”, que duró desde 1953 a 1968 entra en crisis y el imperialismo buscó avanzar, apoyado en la dirección contrarrevolucionaria del stalinismo, sobre las conquistas arrancadas a la burguesía en Europa occidental y fundamentalmente sobre los estados obreros para reincorporarlos plenamente a la economía mundial bajo su control y a la división mundial del trabajo por ella creada. Pero, cuando lo intentó, el imperialismo se chocó de frente con un ascenso generalizado de 1968-1974.
El ascenso del ’68-’74 como vimos en el video fue un enorme ensayo general revolucionario que abarcó a los países imperialistas, coloniales y semicoloniales y también marcó en el levantamiento de Checoslovaquia, de Ucrania y de forma menos desarrollada en Polonia, el reinicio de la revolución política en los estados obreros deformados que habían sido aplastados a sangre y fuego por el Ejército Rojo dirigido por el stalinismo desde el Kremlin en 1953 en Alemania y en 1956 en Hungría.
Este proceso, no sólo convulsionó a Latinoamérica, sino que fueron las que moldearon el Cordobazo y la Argentina revolucionaria de los ‘70, siendo esta un eslabón de las cadenas de revoluciones que conmovieron al mundo en el siglo XX, lo vimos en la revolución de los Cordones Industriales de Chile en 1973, en el ascenso de los estudiantes de México masacrados en Tlatelolco en 1968, en la Asamblea Popular de Bolivia de 1971 o la oleada de huelgas con ocupación de fábricas en Uruguay, así también conmovió al continente africano, con el triunfo de Angola por su independencia de Portugal (marcando el inicio de la revolución portuguesa del ’74) y al mismo tiempo enormes levantamientos revolucionarios sacudieron al continente asiático con la lucha anticolonial de sus naciones, donde, sin duda, la guerra revolucionaria de las masas vietnamitas por la expulsión del imperialismo yanqui fue su punto más alto.
Es entonces que se sacaron las lecciones de lo que fue la gesta histórica donde se vio la revolución y contrarrevolución en Argentina 70, el Cordobazo fue sin dudas el comienzo de la revolución en Argentina, donde previamente venían desarrollándose enormes combates como el del Rosariazo o el ascenso estudiantil en Corrientes en 1969. Con la caída de Onganía y la asunción del General Levingston en 1970, en Córdoba se ponen en pie de comités de fábrica y comisiones internas que barren con la burocracia y, en 1971 con el “Viborazo” hicieron caer a Levingston asumiendo Lanusse. Se desarrolla en 1972 el Mendozazo y posteriormente el Tucumanazo, mientras enormes luchas y movilizaciones se llevaban adelante en el resto del país como en Rosario, La Plata, Corrientes, Mar del Plata, etc. como muestran las imágenes en el video que se transmitió en la jornada.
Ante el terror de la brguesía y el imperialismo que veían peligrar sus intereses, comienzan a organizar el desvío de estas acciones independientes de la clase obrera y, en 1973 triunfa en las elecciones el FREJULI (Frente Justicialista de Liberación Nacional) organizado por el propio Perón poniendo como presidente a Cámpora y posteriormente con el regreso de Perón en el ’73 y su triunfo electoral en 1974 luego de la renuncia de Cámpora. Aún así se desarrolla el Villazo protagonizado por los obreros metalúrgicos y fuertemente reprimido por la policía y las bandas fascistas de la Triple A. Posteriormente se ponían en pie también las coordinadoras del Gran Buenos Aires. El ’74 fue un año clave para la contrarrevolución, que impuso por unos meses un pacto social infame con la burocracia sindical y también impuso las AAA para comenzar a asesinar a lo mejor de la vanguardia obrera.es así que “Del Cordobazo que se generalizo a la Argentina en una grandiosa revolución que hizo tambalear a los gobiernos y regímenes, fue aplastada a sangre y fuego con la contrarrevolución videlista del ’76”.
Es así que en la jornada internacional Carlos Munzer como parte del Comité Redactor del periódico “El Organizador Obrero Internacional”, continuó con su intervención sacando estas lecciones fundamentales, que toda la nueva generación y obreros de vanguardia deben saber, de cómo la vanguardia de la clase obrera argentina dejó enormes jalones de socialismo a partir de la puesta en pie de los comités de fábrica y las coordinadoras.
Por su parte el Secretariado Unificado apoyó desde mediados de los 60 años al PRT-ERP y estos últimos rompen con la IV Internacional en 1974 y avanzando hacia el castrismo donde terminan ingresando en el año 1978.
El PRT, que logró peso en la vanguardia obrera en los ’70, aplicó una política nefasta al separar a la vanguardia obrera y estudiantil de la lucha revolucionaria... siguieron los Pasos del pablismo hasta el final apoyando a la dirección estalinista de La Habana, tal como lo había hecho toda la dirección de la IV Internacional desde 1960.
Una tragedia... esto pasaba mientras el castrismo marchaba a la política de “vía pacífica al socialismo” traicionando la revolución chilena.
Por otro lado el PST termina ingresando al “Grupo de los 8” en lugar de organizar su política para aplastar al fascismo impulsando las coordinaras y las milicias obreras. Lejos de hacer esto, fueron corriendo tras los pasos del “frente democrático” del dirigente de la Unión Cívica Radical, Ricardo Balbín y demás partidos patronales que proclamaban que había que aplastar a la “guerrilla fabril”, mientras por atrás negociaban el golpe con el genocida Massera impuesto en marzo de 1976.
Los partidos y la IV Internacional estallaban en plena revolución argentina. Algunos tras el castrismo y otros tras su régimen burgués y el engaño.
Muy caro pagó el trotskismo argentino y la vanguardia obrera los años de capitulaciones y traiciones de las direcciones oportunistas y revisionistas de la IV Internacional.
Por ello, el inicio de los años ’80 encontró a todos los renegados del trotskismo abrazados al estalinismo mientras se les caía en la cabeza a las masas todo el rigor de la contrarrevolución con la entrega de los Estados Obreros a Wall Street y el imperialismo por parte del stalinismo.
Una de las conclusiones más destacadas hechas por el camarada Carlos Munzer fue que el programa del trotskismo pasó la prueba, pero los trotskistas no.
Es imprescindible sacar lecciones revolucionarias de este período, cuyos resultados marcaron las tragedias de la clase obrera en los ’80 y ’90.
Las direcciones traicionaron, las masas nunca dejaron de combatir.
Ayer como hoy, LA SOBRE ABUNDANCIA DE DIRECCIONES TRAIDORAS ES LO QUE IMPIDE EL CAMINO A LA VICTORA.
En este siglo XXI enormes acciones revolucionarias se desarrollaron al calor de la catástrofe y bancarrota capitalista en su época de decadencia actual. Aquí y allá, las masas de forma ciega, movilizada por sus padecimientos inauditos embistió y embiste contra la ciudadela del poder, quebrando incluso enormes dispositivos contrarrevolucionarios. Pero nuevamente, son las direcciones traidoras, centralizadas y financiadas por el capital financiero internacional las que paralizan y descincronizan el combate revolucionario actual.
Hoy, en plena catástrofe y bancarrota del capitalismo, desde el Organizador Obrero Internacional reafirmamos que la IV Internacional, su legado, su teoría y su programa han pasado la prueba. Los que no la han pasado son aquellos que, vistiéndose con ropaje de trotskista, la única corriente que puede mirar a los ojos a la clase obrera, se han sometido y se han centralizado en un partido único con el stalinismo a nivel internacional. Estas corrientes de la llamada “Nueva Izquierda” han quitado de su lenguaje la palabra “revolución socialista” y todos los días aplican el programa de esa nueva burguesía cubana encabezada por los Castro y el Partido Comunista de que “el socialismo no va más”.
La clase obrera, embistiendo contra los regímenes y los estados burgueses, no hacen más que sobrepasar los diques de contención que las direcciones traidoras, incluidas las de los liquidadores del trotskismo, ponen en pie para hacer de enfermeros de este sistema decrépito que sólo merece morir.
Allí están las fuerzas para organizar a los cuadros que bajo el programa de la IV Internacional de 1938 y preparar esta vez la merecida victoria para nuestra clase.
Por ello son claves estas lecciones de revolución y contrarrevolución para que le llegue a la nueva generación, a los jóvenes revolucionarios y los obreros de vanguardia, pues las mismas se resumen en la crisis de dirección revolucionaria.
Es entonces que nuestra pelea no es más que la de poner en pie una dirección revolucionaria internacionalista, que la clase obrera se merece para lograr la victoria de los explotados.
Los revolucionarios y sus nuevas generaciones nos debemos este balance internacional del Cordobazo. Generaciones anteriores combatieron bajo las banderas del trotskismo. Es hora de sacar lecciones.
LA REFUNDACIÓN DEL TROTSKISMO ARGENTINO, COMO REFRACCIÓN DE LA RECUPERACIÓN DE LAS BANDERAS DE LA IV INTERNACIONAL ES LA TAREA DEL MOMENTO.
¡Es necesario recuperar y refundar la IV internacional de 1938 sin revisionistas y secuaces de estalinismo!