Argentina - 21 de febrero de 2023
Acindar - Villa Constitución
Un acuerdo de flexibilización vergonzoso firmado por la Comisión Interna de Acindar
En Acindar- Arcelor Mittal, Villa Constitución, durante 2022 venían dándose una serie de reclamos y medidas por sector, paralelamente a las discusiones por paritarias. Esto expresaba que el salario había quedado muy por detrás del costo de vida, que esta situación no se aguantaba más y que los porcentajes obtenidos en paritaria eran totalmente insuficientes. Así la burocracia sindical de la UOM llevó a los obreros a tener que aceptar acuerdos sector por sector ante la necesidad de estos de compensar en parte los salarios miserables que negoció a nivel nacional el entregador Furlán. Estos acuerdos por sector bajo la trampa de conseguir unos puntos porcentuales más en realidad enmascaran una feroz flexibilización. Allí en Acindar la Comisión Interna, de la cual uno de sus miembros es Cristian Miguez de Política Obrera, secundó cada uno de los acuerdos firmados por la directiva de la seccional, tanto en cuanto a salario como a estos acuerdos por sector.
La “nueva modalidad de trabajo” de Acindar, un verdadero ataque flexibilizador encubierto
Hace unos días, el gremio con la patronal de Acindar, acordaron implementar la “movilidad” o “nueva modalidad de trabajo” esta vez para el sector galvanizado. El acuerdo por esta movilidad venía siendo impulsado y negociado por Miguez, y el delegado de la lista azul (CTA-Yasky). Los términos del arreglo implican que la empresa puede mandar al operario a otra línea a cubrir un puesto y poner en su lugar a otro operario sin que se baje la velocidad de las máquinas. Es decir, la patronal podrá mover trabajadores en el sector sin respetar su puesto de trabajo a la vez que mantendrá una velocidad constante en las líneas. Por estas nuevas tareas la patronal pagaría un adicional de un 7% si el operario está habilitado en 2 puestos y del 17%si está habilitado en 4 o más puestos. Esta nueva modalidad se empezaría a aplicar en febrero-marzo de este año. En este sector se instalara una nueva línea, que reemplazara a las líneas que hay actualmente y ese es uno de los argumentos de la patronal o sea que “los obreros se adapten”. El acuerdo establece que se hará una revisión en julio de 2024 con la línea nueva ya instalada. También plantea que tiene que haber “paz social” en lo que se refiera a ese acuerdo ¡No se puede creer que Política Obrera avale la firma de este acuerdo flexibilizador!
Miguez firma este acuerdo luego de que, cerradas las paritarias cerradas finalizando 2022, la brutal inflación de las últimas semanas está arrasando con el salario conseguido con tanto esfuerzo y horas extenuantes de trabajo. Los obreros que tienen trabajo relativamente estable, con suerte, ganan el sueldo considerado por el INDEC para que una familia no sea considerada pobre, de $163.539 mientras ya no hay ni pan en la mesa de millones de desocupados.
Mientras, la patronal, que tuvo una fiesta de beneficios, subvenciones y prebendas desde la pandemia, no hizo más que engrosar sus ganancias con obreros y convenios entregados por la burocracia sindical, con paritarias en cuotas sobre salarios devaluados y con una terrible explotación, flexibilización y precarización.
Miguez se negaba a pasar de las palabras a los hechos en momentos en que el salario se derrumbaba ante la inflación
El 2 de diciembrePolítica Obrera publica una nota de Miguez titulada “El plenario de secretarios generales de la UOM resuelve no luchar por el salario”, allí decía “Los trabajadores hartos de esta situación debemos comenzar a expresarnos y organizarnos para poder enfrentar este ninguneo tanto de las patronales cómo del gremio y del Estado. Asambleas en cada lugar de trabajo exigiendo que el salario inicial cubra la canasta familiar y votar un plan de lucha para conseguirlo.”
Miguez denunciaba en esa nota a los secretarios generales por no hacer paro, pero en el período previo, él jamás llamó a hacer ninguna medida para organizar a la base metalúrgica para preparar la derrota de toda la burocracia sindical carnera. Es que como iba a llamar a derrotar a la burocracia si en Villa a estado codo a codo con la directiva de la seccional en cada acuerdo firmado y supeditándose a ella, porque “otra cosa no se puede hacer”.
Exigía que el salario sea igual a la canasta familiar, pero ¿Qué ha hecho para pelear por esto? Si fuera de las palabras a los hechos inmediatamente tendría que haber sublevado a toda la base, no solo de Acindar sino de todos los metalúrgicos llamando a desconocer el porcentaje de miseria que imponía Furlán. Esto hubiera convertido a Villa en un polo de agrupamiento de la vanguardia metalúrgica, que con, por ejemplo, plenarios de delegados con mandato de base pelearan por recuperar en serio el salario, defender el convenio y por sacarse de encima a la burocracia sindical. En lugar, de impulsar asambleas generales para una pelea unificada, se dedicó a avalar los acuerdos por sector que termina debilitando las fuerzas de la base obrera mientras la patronal se fortalece para nuevos ataques.
Los metalúrgicos no estaban solos en su demanda de un salario digno
Mil y una oportunidades hubo para que los metalúrgicos pudieran conseguir un salario acorde a la canasta familiar indexado según el costo de vida, y no tener que aceptar acuerdos flexibilizadores, que además condicionaran a los nuevos obreros que entren a trabajar a superiores ritmos de producción y explotación.
Por ejemplo, cuando aún se estaba discutiendo la paritaria de siderúrgicos en diciembre, la base tenía predisposición a pelear, este estado de ánimo motorizo que desde la directiva y comisión interna tuvieran que llamar a la asamblea general, a la cual quisieron darle un carácter informativo. Pero la base impuso una medida de fuerza al grito de ¡“que se vote”!. Esta decisión fue desestimada los días siguientes por la directiva y comisión interna bajo el pretexto de que había que esperar la negociación. Una verdadera conspiración para desconocer lo votado en la asamblea.
Ya antes en el acto de Furlán –Cristina la base no callaba su reclamo de “¡La UOM quiere aumento!” a pesar de la dirección que los llevaba a subordinarse a esa patrona antiobrera. Sobre esta infamia contra los trabajadores, lamentablemente Miguez se llamó a silencio siendo que la comisión interna de Acindar fue parte de este acto.
Los metalúrgicos podrían haber encontrado sus fuerzas para pelear en sectores de la clase obrera que dieron duros combates por salario y contra la reforma laboral, esto lo vimos en la lucha de los obreros del neumático, de la Terminal 5 del puerto de Buenos Aires. También mientras los trabajadores metalúrgicos pugnaban por salir a pelear por una recomposición salarial se desarrollaba una dura lucha de los portuarios de Rosario contra los despidos de la patronal de Vicentin-Ultramar y contra la reforma laboral. Allí eran brutalmente reprimidos por el gobierno peronista de Perotti, demostrando una vez más la falsedad de la declaración de la Kirchner de que “el peronismo no reprime obreros”
La unidad de los trabajadores estaba al orden del día ya que la patronal, el gobierno y la burocracia sindical se complotaban para reventar cada lucha ¡ahí estaban las fuerzas para conseguir las demandas de los metalúrgicos!
Pero en lugar de pelear por esta perspectiva, Miguez y la Comisión Interna de Acindar se dedicó a negociar acuerdos por sector ¡Miserables!
A ésta reforma laboral que ansiaba imponer el gobierno de Macri, que tuvo momentáneamente que ser descartada luego de los enormes combates frente al Congreso en diciembre de 2017 , en lucha contra la reforma previsional, es el gobierno antiobrero de Fernández –Fernández junto a la burocracia sindical el que la impuso fábrica por fábrica, sector por sector . Lamentablemente Miguez, de una organización socialista, al promover y firmar estos acuerdos y negarse a luchar por un salario digno se vuelve la pata izquierda del plan de este gobierno. Altamira y Política Obrera deben pronunciarse inmediatamente sobre la firma de uno de sus dirigentes en esta acta flexibilizadora. El silencio no es salud.
Las seccionales, comisiones internas y delegados que son parte del Plenario del Sindicalismo combativo o que son opositores a la burocracia sindical, no pueden mirar para otro lado y deben repudiar la firma de estos acuerdos que son ataques sobre los convenios de trabajo.
Corresponsal
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