Argentina - 1 de septiembre de 2024
Ha fallecido Alejandro Villarruel, dirigente obrero trotskista de Democracia Obrera (LOI-CI) y del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI
Producto del agudizamiento de una grave enfermedad, en el día de hoy, domingo 1° de septiembre, ha fallecido nuestro compañero y camarada Alejandro Villarruel.
Nosotros, sus compañeros de militancia, estamos recibiendo una enorme solidaridad de distintas agrupaciones, corrientes, delegados y trabajadores del Astillero Río Santiago, donde el camarada trabajó durante casi 20 años. Estamos recibiendo ya saludos fraternales de solidaridad de grupos revolucionarios de Sudáfrica, Zimbabwe, Francia, Siria, Brasil, Colombia, Chile, Italia, Perú, Bolivia, con los que Alejandro y nuestra corriente luchamos por refundar y recuperar nuestro partido mundial, la IV Internacional.
Alejandro fue un buen compañero, querido por todos y a la vez respetado puesto que jamás claudicó durante su vida a sus ideas. Fue un luchador incansable por los intereses de la clase obrera argentina e internacional. Un socialista que comprendía que sin revolución obrera no hay salida para este podrido sistema capitalista putrefacto.
Mientras en los últimos años en Argentina participaba de la lucha de los obreros del Astillero Río Santiago, fue un impulsor destacado de la puesta en pie allí del movimiento de autoconvocados, enfrentando a las burocracias sindicales y a los políticos patronales.
Combatió por la independencia de clase y luchó incansablemente por la unidad de todos los obreros navales. Recibió así la solidaridad de los trabajadores portuarios despedidos de la Terminal 5 de Buenos Aires, a quienes apoyó incondicionalmente durante los 3 años de su lucha en defensa de sus puestos de trabajo, luego de ser dejados en la calle por el gobierno de los Fernández y traicionados por la burocracia sindical.
El camarada Alejandro fue un obrero internacionalista. Cuando en 2019 fue procesado por la lucha del astillero, por llamar a los obreros a enfrentar el cierre de la fábrica que buscaba el gobierno de Macri, el compañero recibió una enorme solidaridad de organizaciones obreras a nivel internacional.
Su “delito” fue haber intervenido en una asamblea y haber planteado que la tarea fundamental que tenían los trabajadores era volver sobre la senda que se había abierto con el levantamiento revolucionario del 2001. Fue acusado de “insurgente” y procesado por los jueces del estado capitalista y sus políticos patronales.
Los obreros de las grandes fábricas automotrices y azucareras de Irán hicieron una gran campaña y pintaron las calles de Teherán por la libertad de sus presos políticos y el desprocesamiento de Alejandro Villarruel.
Los obreros en lucha de la Bahía de Cádiz en el Estado Español, que tenían los astilleros paralizados, habían recibido la solidaridad de nuestro compañero y desde allí también se impulsó la campaña por su desprocesamiento, a la que adhirieron decenas y decenas de organizaciones obreras y de derechos humanos de Argentina.
Con nuestra corriente internacional, Alejandro jugó un rol muy destacado colaborando con los núcleos trotskistas que en Colombia estuvieron en las primeras líneas de lucha contra el gobierno asesino uribista de Santos. Fue parte de la organización de corrientes revolucionarias en Bolivia, en Chile y en Perú, donde fue un gran impulsor de la solidaridad latinoamericana con el Comité de Lucha de las Regiones que llegaba a Lima enfrentando el golpe de Dina Boluarte.
Estamos despidiendo a un dirigente internacionalista, militante por la IV Internacional. El camarada Alejandro, un obrero de toda la vida, supo ganarse el odio de los opresores, de su “justicia”, de las burocracias sindicales y de las corrientes reformistas que hace rato renegaron de la lucha por la revolución socialista.
Despedir a Alejandro hoy es hablar de más de dos décadas de lucha de la construcción de nuestra corriente revolucionaria internacional, puesto que él fue, como obrero consciente, un animador destacado. Combatió toda su vida bajo las banderas de la IV Internacional y enfrentó a los que la entregaron y pusieron a los pies del stalinismo y las burocracias sindicales.
Alejandro fue parte y vocero de nuestra corriente en la despedida y el homenaje que hicimos al fundador del trotskismo de Siria y Medio Oriente, el compañero Abu Al Baraa, cuando fue asesinado en 2016 por las fuerzas contrarrevolucionarias de Putin y el fascista Al Assad, sostenidos por todas las corrientes de la izquierda reformista traidora, que aún tienen cuentas que saldar con los mártires de las revoluciones de Medio Oriente, en momentos en que las masas palestinas sufren una masacre igual o superior al genocidio sirio.
Hoy despedimos a nuestro dirigente y compañero. Sabemos que la lucha que dio en su vida militante de cuatro décadas, no es ni será en vano. Una nueva generación de revolucionarios se está formando en los grandes combates de la clase obrera mundial, sacando lecciones y aprendiendo de duras derrotas y enormes traiciones que sufrieron las masas.
Rendimos nuestro homenaje hoy a un gran obrero internacionalista.
Alejandro fue un combatiente del internacionalismo militante y la solidaridad de los obreros del mundo. Ese es el carácter decisivo y particular de su combate. Peleó en el astillero y en Siria; luchó en la Terminal 5 y en Colombia; ayudó al movimiento revolucionario en Chile y Bolivia; fue un dirigente de una corriente internacional que combate por la revolución socialista mundial. Así lo despedimos hoy y le rendimos nuestro homenaje.
Rescatamos que fue un revolucionario valiente. Jamás dejó de pelear por sus ideas y sus convicciones, en primer lugar, dentro de su organización, de frente y lealmente. Así se formó como luchador obrero para enfrentar a todas las direcciones que traicionan a nuestra clase y para ser leal con las masas.
Villarruel sabía que su final estaba cerca. El deterioro gravísimo de su salud lo anunciaba. Días antes de su fallecimiento le había dicho a su compañera que quería que lo acompañara en su aliento final la bandera de la IV Internacional, la bandera de la revolución siria y la bandera palestina, donde hoy se presenta una de las batallas centrales de la clase obrera mundial contra el imperialismo.
Desde ya, que estas banderas lo acompañarán como lo acompañaron siempre porque él las levantó y las hizo suyas.
Alejandro mantuvo su actividad militante hasta su último día. Ya en condiciones de extrema gravedad de su salud, no abandonó su lucha revolucionaria, la participación en reuniones con sus compañeros y hace apenas una semana, desde la agrupación que encabezaba, Avanzada Obrera del Astillero Río Santiago, se le publicó un reportaje que fue distribuido por miles dentro de la fábrica. Su llamamiento a recuperar el astillero querido de su vida, obrero y combativo, poniendo en pie un movimiento de autoorganización y democracia obrera y de coordinación de las luchas que la burocracia sindical divide y entrega, hoy se discute en la fábrica y por los obreros avanzados y perspicaces que organizan la resistencia contra el gobierno de Milei, títere de la embajada yanqui en Argentina.
Su lucha inclaudicable, como lo expresa este reportaje, llamando a los obreros a confiar en sus fuerzas y romper toda colaboración con el gobierno burgués de Kicillof (que mantiene paralizado el astillero y lo está llevando a la ruina, como ayer Vidal), para poder enfrentar y derrotar al gobierno de Milei con la unidad de toda la clase obrera, es una tarea pendiente de los trabajadores si quieren mantener y recuperar su fuente de trabajo. Su pelea mantiene total vigencia.
Compañero Alejandro, ¡tu lucha no ha sido en vano!
¡Hasta la revolución socialista internacional siempre!
En el momento de tu partida, le rendimos honor a tu vida combatiendo bajo las banderas de la IV Internacional.
Secretariado Internacional del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional /FLTI
Liga Obrera Internacionalista – Cuarta Internacional (LOI-CI) / DEMOCRACIA OBRERA |