¡Abajo la dictadura judicial y la casta de jueces heredada del videlismo y sostenida por los partidos políticos de las transnacionales y la patronal esclavista! Quienes dirigen este país con los políticos patronales, son un puñado de jueces, fiscales, oficiales y servicios de inteligencia; los cuales, al servicio del gobierno K o al servicio de la oposición gorila, aplican los planes dictados desde la embajada yanqui, por las transnacionales y los grandes banqueros; y monitoreados por la CIA y la Mossad. Las elecciones son una cortina de humo. Nada se decide por votos, ni mucho menos en el Congreso de la Nación (por más que el FIT se empeñe en embellecer este mecanismo de engaño). Las pandillas burguesas mandan o no en función de cuantos jueces, fiscales y servicios secretos tienen en su haber. Es más, son los jueces y fiscales, con sus servicios secretos y oficiales, uno de los pilares del estado burgués (esa “banda de hombres armados” al decir de Marx), los que hoy elevándose por encima de las distintas pandillas burguesas y haciendo de árbitro entre ellas, son los garantes y defensores de los intereses del conjunto de la burguesía. Es decir, juegan el rol que antes ejecutaba la casta de oficiales del ejército y el “partido militar” que luego de la dictadura y de la derrota nacional en la guerra de Malvinas (1982) perdió toda legitimidad ante los explotados. Las pandillas capitalistas han entrado en una abierta disputa por el botín y por la sucesión y la administración de negocios multimillonarios a la salida del gobierno de Cristina Kirchner (cuyo mandato vence en este 2015). Este “partido judicial”, como ya dijimos, –compuesto por jueces y fiscales de carrera política durante la última dictadura- tiene un frondoso prontuario: salvó a De la Rúa, el asesino de 40 obreros en el 2001, y a Duhalde, el asesino de Kostequi y Santillán. Le dio vía libre a que en la década menemista se entreguen al saqueo y al despojo, todos los bienes de la nación. “Encarceló” en prisiones VIP y countries, a un par de milicos genocidas ya gerontes, para salvar a la mayoría de los hombres del aparato represivo de la dictadura videlista que aún sigue intacto. ¡Permitió y legalizó el más grande robo y latrocinio de la nación como es la deuda externa! ¡Permitió y legalizó que los bancos se roben los ahorros de trabajadores, pequeños comerciantes y jubilados en el 2001! La cínica burguesía, ahora habla de “jueces y fiscales de La Nación”… pero ¿de qué nación? Seguro que de la norteamericana, porque cuando un juez pueblerino –Griesa- de la Corte de Nueva York en apoyo a los “fondos buitres” embargó parte de las reservas del Banco Central de Argentina, estos jueces y fiscales siguieron de rodillas y abrazado al amo yanqui imperialista. Digamos la verdad, la única clase defensora de la nación es la clase obrera la única clase productora que con sus músculos, nervios y huesos es generadora de todas las riquezas del país; esas mismas riquezas que se roban las transnacionales y sus bancos y empresas, con la venia cómplice del gobierno K y la oposición gorila. Toda esta estafa de la supuesta existencia de una “sagrada justicia”, esta “legitimada” por la Constitución gorila de 1853 y su reforma de 1994, que tiene en la Suprema Corte de Justicia al poder del estado más aristocrático y separado “del pueblo”, que por encima de todos garantiza que la propiedad privada de los capitalistas no se toca. |