El Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI marcha a su segundo congreso. Las posiciones de la "nueva izquierda" como el FIT de Argentina, Syriza de Grecia, PODEMOS de España, el SWP inglés -que es el partido madre que dirige al PTS argentino-, serán debatidas como un punto muy importante por todos nuestros delegados y nuestra corriente internacional. La entrevista a Altamira en cuestión puede ser encontrada en la edición impresa del diario Clarín del 16 de mayo de 2015 en la página 20. Esta entrevista no tiene desperdicios. De entrada plantea, como lo dicen las notas que proceden a esta introducción, que “El FIT sigue con la idea de poblar de izquierda las legislaturas”, y entusiasmándose el dirigente del FIT afirma que “esta campaña política nos puede presentar como una alternativa de poder”. Es decir, no es la clase obrera, organizada en consejos obreros, con sus milicias, con sus organismos de autodeterminación y democracia directa la que debe tomar el poder con una insurrección victoriosa; sino que la alternativa de poder vendría por una victoria electoral. No de un doble poder de los explotados, sino de poblar los parlamentos con diputados de izquierda. Cuando las masas van a votar por presidente, gobernadores, diputados... van a votar qué poder y qué gobierno deben tener. De eso se trata la trampa de las elecciones burguesas. La burguesía les dice: "voten a nuestros partidos burgueses. Vamos a mantener el capitalismo. Acá, la propiedad no se toca". Y, de forma demagógica promete hasta entregar su riñón. Y les dice a las masas: "con el sufragio universal, en las urnas, ustedes resolverán sus problemas, delegando en nosotros". En esto coinciden el PO, el PTS, IS… Syriza de Grecia, todos los partidos anticapitalistas europeos… Ellos se han declarado enemigos de proclamar la lucha por la toma del poder de forma revolucionaria por la clase obrera. Por supuesto que están lejos de preparar esta lucha. Está por demás claro que han retomado en sus manos la lucha por la “vía pacífica al socialismo”, aunque ya ni hablan de "socialismo", como sí lo hacían sus predecesores socialdemócratas. Solo hablan de socialismo para denostarlo, para decir que es un salto al vacío. Por eso, en el programa del FIT del término “revolución”, ni hablar. Está prohibido. No vaya a ser que les venga a los trabajadores la memoria del 2001, o se percaten que los grandes combates de las masas oprimidas de todo el mundo son porque en este sistema no se puede ni vivir ni comer más. Es para que no se percaten de que la burguesía no da nada si no está a punto de perder todo... Y si otorga una mínima concesión, luego la saca.
Para el FIT, el gobierno de los Kirchner es de una burguesía progresista y no un "mosquetero del ajuste", cuando en realidad es D'artagnan En esa entrevista, Altamira se entusiasma y manifiesta lo que dicen Del Caño, Bregman y demás dirigentes del PTS, cuando afirma que “Scioli, Macri y Massa van a hacer una gran coalición que están preparando un ajuste”. El PO y el PTS inclusive llaman a estos políticos de la burguesía como los “mosqueteros del ajuste”. Se olvidan de D'artagnan, el gobierno. Altamira y los dirigentes del FIT no denuncian a Cristina, la más grande ajustadora de la Argentina, que creó las condiciones para que el que la siga en la presidencia tenga que ajustar un millón de veces más. Cristina le dio 5000 millones de dólares a Repsol, arregló pagar miles de millones de dólares al Club de París y al FMI, entregó Vaca Muerta, hizo la Argentina maquila con el 70% de obreros en negro y esclavos… Y Altamira y el PTS la salvan. No comienzan por denunciarla como la más grande enemiga de la clase obrera. Para ellos es un gobierno de la burguesía progresista. Lo dicen con claridad cuando afirman que "le cede a la derecha". No hasta hace poco el PTS se lamentaba, en uno de sus tristes y lamentables artículos que escribió sobre el conflicto de Lear, que “la izquierda peronista no desarrolla una práctica militante en el movimiento obrero, cuestión que debilita a la vanguardia”. Menos mal que no la desarrolla… porque si además de la burocracia sindical, además de la política del FIT de dividir a toda la vanguardia obrera, los trabajadores tendrían que soportar a la izquierda de la Kirchner, ya sería el colmo… Esto último sí que es pedirle peras al olmo. La Kirchner “organiza” al movimiento obrero con los planes trabajar, con la asignación universal por hijo y los subsidios que dan los caudillos peronistas en los municipios, y con la burocracia sindical de Caló. Esa es el "ala izquierda" de militancia sindical de la Kirchner: los traidores de Caló, Martínez, Cavallieri... ¿O acaso la burocracia kirchnerista no es la burocracia sindical que le da garantías al ajuste y al ataque que sufre el movimiento obrero hoy? Parece mentira, pero llega hasta estos dislates esta gente totalmente antimarxista. Altamira, como vemos, es más claro que el PTS. Se edulcora menos. Es un socialdemócrata respetuoso, porque quiere que se entienda que es realmente un socialdemócrata. En esta entrevista en cuestión, Altamira admite, como dice el mismo periodista de Clarin, que "la revolución puede tener gradualismos". Dice: "defendemos que no haya trabajo precario, y eso todavía no es socialismo. Estamos reclamando el 82% móvil, un salario mínimo igual a la canasta familiar, cuestiones muy elementales. No vamos a dar un salto al vacío." asustándose a sí mismo. Ya las cuestiones mínimas, elementales, básicas, como el salario igual a la canasta básica o la jubilación digna, no la puede dar más este podrido sistema capitalista en bancarrota, y menos en este país saqueado mil veces por el imperialismo. Si Altamira supiera que la estupidez que ha dicho lo vuelve abiertamente anti socialista sería, más cauto. Porque hay una cuestión mínima, elemental, la más democrática de todas las tareas en esa nación oprimida, que es que el imperialismo se deje de llevar 30 mil millones de dólares por año del saqueo de este país. Sin resolver esta cuestión de ruptura con el imperialismo y con el saqueo que éste impone a la Argentina no puede haber ni 82% móvil, ni salario igual a la canasta familiar, ni salud, ni trabajo... Altamira se "olvidó" de una tarea elemental y democrática para resolver los reclamos mínimos que son la expropiación sin pago y la ruptura con el imperialismo, sus transnacionales, sus bancos saqueadores, la ruptura de los pactos con la Chevron. ¿O no es una tarea mínima e inmediata expropiar sin pago a la Chevron, a la Telefónica, a las grandes transnacionales y bancos que saquearon y saquean al país? Los dirigentes del FIT están en plena borrachera electoral. Algo les cayó entre las manos -que fueron muchos votos- y se han enceguecido. Se los ve felices, exultantes... se aflojan y disparan al corazón del marxismo y el socialismo para no dejar nada de él. Sueñan con "poblar de izquierda las legislaturas" para "ser una alternativa de poder".
El embellecimiento del parlamento burgués por parte de los reformistas: A los trabajadores hay que decirles las cuestiones con claridad y la verdad. Supongamos que el FIT gana las elecciones y tiene mayoría absoluta en la cámara de diputados. Y vota un salario mínimo vital y móvil para todo el movimiento obrero, desde la empleada doméstica hasta el camionero y el obrero industrial y de la construcción, y a la ama de casa obrera, con su jubilación correspondiente. El senado, si tuviera mayoría la burguesía, le votaría en contra de la ley, salvo que los patrones se vuelvan buenos y estén dispuestos a ceder sus ganancias por los papeles en una urna, o por las manos de centenares de diputados de la izquierda. Lejos de utilizar la tribuna parlamentaria para elevar la consciencia y la organización de lucha de la clase obrera, la intervención electoral de esta izquierda -devenida cada vez más en una pata de este régimen burgués, que intenta heredar por izquierda al cristinismo- es para someter cada vez más a las masas a las instituciones de dominio de la burguesía. Ya es un cretinismo parlamentarista sin regreso. Cualquiera que siga atentamente las posiciones escritas y los reportajes de los dirigentes del PTS, podrá ver que plantean exactamente la misma posición que Altamira, nada más que la disfrazan un poquito. Se quiere dar lustre intelectual, pero son gente que no brilla. El fetichismo que hacen del sufragio universal -para "poblar las legislaturas con la izquierda"- es digno de un demócrata vulgar. Esta gente está diciendo que votando se resuelven los problemas. Y nosotros decimos con claridad que cuando se vota se entra al cuarto oscuro, se pone el sobre en la urna, y luego se va sin llevarse ni el pan, ni la jubilación del 82% móvil, ni el salario igual a la canasta familiar... nada. Eso sólo se consigue luchando y derrotando al régimen de los explotadores. El socialista que no diga esto en la utilización de la tribuna parlamentaria es un vulgar sostenedor del régimen burgués. Alguien tiene que decirle a esta izquierda cholula que la burguesía y sus políticos jamás van a cambiar el carácter de clase del estado desde adentro ni jamás se lo han propuesto hacer… Altamira lo dice con claridad: “nosotros tampoco”.
En el reportaje a Clarín del 16 de mayo los reformistas hablan sin pelos en la lengua y llevan tranquilidad a las clases dominantes. Para ellos el socialismo es un "salto al vacío" Estamos ante una intervención del dirigente máximo del FIT que le da tranquilidad y seguridad absoluta a todas las fracciones burguesas en Argentina. Lo que están diciendo es que ellos no luchan por el socialismo, ni van a incendiar con el fuego de la revolución el país. Es un discurso para las clases dominantes, no para la clase obrera ni mucho menos para organizarla para la revolución.
Mientras Altamira daba el reportaje a Clarín el 16 de mayo, los aceiteros llevaban decenas de días luchando por un salario igual a la canasta familiar. Eso no le mereció al presidente del FIT ni una mención Cualquier observador se dará cuenta que esa entrevista se hizo EL 16 DE MAYO. Llevaba 12 días la heroica huelga de los aceiteros, que exigía un salario igual a la canasta familiar, de 15 mil pesos. En ese combate de los aceiteros se jugaba la suerte de todo el movimiento obrero argentino. Eran combates contra el ajuste de la Kirchner, contra el pacto de Calo con este gobierno reaccionario que se firmó 3 días después de la entrevista a Altamira en Clarín. Nada de esto le importaba a Altamira y el FIT en ese momento y en ese reportaje. Los trabajadores luchaban por un salario mínimo, vital y móvil de 15 mil pesos para todos, con piquetes y lucha en las calles, enfrentaban la precariedad laboral y la traición de la burocracia sindical, y todo esto no le mereció una sola palabra para Altamira. Ellos nada más luchan por "poblar de izquierda las legislaturas".
En medio de un marasmo de la economía capitalista mundial, como el abierto en el 2008, Altamira afirma que el Socialismo es "un salto al vacío". ¿El terreno firme y llano son los parásitos de Wall Street? No les bastó el crack del 2008. No les bastaron las guerras con las que el sistema capitalista se reproduce a sí mismo. No les basta que 800.000 obreros del mundo hayan quedado en los últimos años fuera del proceso productivo. No les basta con que el 1% de los más ricos del planeta tengan el 50% de las riquezas. No les basta que hayan un millón de jóvenes que no estudien ni trabajen en Argentina, que haya un 10% de desocupación crónica -lo que equivale a 2 millones 600 mil obreros que no están produciendo riquezas- y que haya un 50% de los trabajadores ganando 5000 pesos. No pueden seguir mintiendo más. No pueden tapar el sol con una mano. 800 millones de explotados salieron al combate en el Magreb y Medio Oriente por pan. Las marchas eran con pedazos de pan duro, que era lo que las masas tenían en sus casas, como en Yemen. Mohamed Bouazizi en Túnez se inmoló por no poder ni siquiera vender verduras en un puesto en una plaza.
El FIT es la sección nacional de un partido único internacional de desechos del stalinismo con los renegados del trotskismo Nos encontramos con una discusión abierta con el FIT, que no es más que un eslabón de un partido único internacional de la “nueva izquierda” que surge de los desechos del stalinismo y los renegados del trotskismo, tomando la posta del FSM, que ya no puede hablar más, como dijimos al inicio de este artículo. Este nuevo partido centralizado a nivel internacional, del cual el FIT es su sección nacional, viene a tomar la posta del viejo FSM y de su jefe Fidel Castro. Altamira le da la razón al PC cubano cuando en boca de Fidel Castro manifestó que: "no podía haber una nueva Cuba" en ningún lugar de América Latina, ni siquiera en Cuba. Es justamente lo que repite Altamira cuando plantea que conseguir un salario igual a la canasta familiar y una jubilación justa no admite luchar por el socialismo, porque eso sería "un salto al vacío". Nada nuevo bajo el sol. Es el programa "gradualista" de Syriza en Grecia y de PODEMOS en España. Este último les ha dicho a los trabajadores del Estado Español que "se puede hacer una revolución democrática con la monarquía que se ha reformado". Es decir, una "revolución democrática" con los jefes de las pandillas imperialistas del estado español. Pablo Iglesias -dirigente del PODEMOS- diría "llegar al socialismo es un salto al vacío; y luchar contra la monarquía también". ¡Ese es el partido de los expropiadores de la República de los indignados! Altamira y todos los grupos del FIT tienen el mismo pensamiento y el mismo relato. Ellos dicen "vamos a conseguir el salario igual a la canasta familiar y el 82% móvil" en el sistema capitalista. Pero si no expropiamos ni expulsamos al imperialismo que saquea nuestra nación... ¿cómo lo conseguimos? Es que es justamente el imperialismo el que se roba las riquezas para conseguir estas demandas. Parecería que los discursos del FIT los escribe Fidel Castro. No hablan de la revolución, pero tampoco de la entrega de las revoluciones que triunfaron contra la burguesía. Para el FIT está prohibido decir que las masas cubanas comieron, tuvieron educación y salud cuando tomaron el poder. Y cuando la burocracia castrista empezó a estrangular y entregar las revoluciones latinoamericanas, y apoyarse en la burocracia restauracionista de la URSS y China -que devinieron en nuevas burguesías- se perdieron todas las conquistas. ¿O tiene alguna duda Altamira y el PTS que en la ex URSS y en la ex China socialista y en la ex Cuba obrera y campesina se comía y se tenía trabajo seguro? No queda más nada de eso. No porque "se había caído al vacío" con la revolución socialista, sino porque la entregaron al capitalismo. Ahí se perdió la jubilación, el salario mínimo, la vivienda... todas las conquistas. Aquí lo que está claro es que el FIT es un engaño. El FIT no provocó ninguna ruptura de la clase obrera con el gobierno ni con el régimen burgués. Tan sólo capitalizó, a través de ley proscriptiva de las PASO -las internas abiertas-, con un rejunte de partidos de izquierda, los votos de una enorme franja de la clase obrera y las masas explotadas que en el 2001 rompieron con los partidos burgueses. El grito de ese jalón de independencia de clases conquistada por los explotados fue "que se vayan todos, que no quede ni uno solo". Esto dejó herido gravemente al régimen de la constitución de 1853 y sus partidos, el PJ y la UCR, que hoy están en grave crisis. El kirchernismo, el macrismo y de vez en cuando Massa expresan la reconstitución de ese régimen de partidos burgueses. La burguesía, con las PASO, ante la crisis histórica de partidos, los reagrupó por "familias política". Las PASO es una ley proscriptiva y antidemocrática del régimen de partidos en Argentina, donde el que no saca un piso elevadísimo de votos no puede pasar a las elecciones generales, y sólo puede otorgarle los votos a los que sí lo hacen. Cuando Kirchner decía que "sacó a la Argentina del infierno" se refería al fuego de la revolución. El FIT también viene colaborando mucho en eso, con su política anti socialista y la cobertura por izquierda que siempre le dio al kirchnerismo, a sus "jueces progresistas", a su ministerio de trabajo bonachón... El FIT es hijo de una paradoja: una franja de las masas, a las que se le expropió su revolución, han roto con los partidos burgueses y han votado al FIT; y éste lo único que hace es someterla al régimen de la constitución de 1853 remodelado con nuevos partidos: Macri, un frente kirchnerista "bicéfalo" con Massa y Scioli. Esas son las grandes familias políticas remodeladas que hacen de pilar de este régimen infame de sometimiento de la nación al imperialismo y hambre a los trabajadores y el pueblo. El FIT pone su hombro para constituir la cuarta pata de este engaño.
El FIT ya ha devenido abiertamente en la cuarta pata del régimen de partidos de la reaccionaria constitución de 1853 Las peleas que vemos entre Del Caño y Altamira no son ni por programa, ni por estrategia, ni por cuál es la mejor política para que triunfe la lucha del movimiento obrero. Sus disputas son para ver, dentro de su familia de izquierda reformista, quién acapara más bancas y poder en el régimen burgués. Todo lo demás es engaño. Para la cuarta pata "de izquierda" del régimen burgués plantearse el socialismo como una necesidad inmediata de las masas es un "salto al vacío". Para quienes el socialismo es un "salto al vacío" es para la burguesía, para los explotadores, para los banqueros, para los expropiadores del pueblo, para Wall Street. ¡No tiene razón la dirección del FIT! Centenares de miles de jóvenes y trabajadores se pusieron de pie en EEUU combatiendo por un salario mínimo de 15 dólares la hora, lo cual es lo verdaderamente mínimo necesario para vivir en EEUU. Se sublevaron los trabajadores de los Fast Food y luego, en 400 ciudades, se levantaron millones de trabajadores que ganaban 5 dólares la hora sumándose a esta gran demanda que unifica a toda la clase obrera norteamericana. La mediocridad, la falsificación del socialismo, las cortinas de humo que le tira a la clase obrera mundial esta "nueva izquierda" para reformar y sostener al capitalismo -porque el que no lucha por derrotarlo lo sostiene- es inversamente proporcional a la valentía, el coraje, y a los jalones de socialismo que ponen las masas en su ofensiva revolucionaria. Allí están las fuerzas para volver a poner en pie el partido mundial de la revolución socialista que se merece la clase obrera, que es la IV Internacional. Le guste o no le guste a las direcciones del PTS o del PO -que de vez en cuando hablan del trotskismo- y a pesar de que algunos nieguen que la IV Internacional ya ha sido fundada -como lo hace de forma descarada la dirección del PTS, que ya hace rato huyó del trotskismo-, afirmamos: "La IV Internacional goza ya, desde ahora, del justo odio de los stalinistas, socialdemócratas (N. del T: entendemos por qué nos odian tanto), los liberales burgueses y los fascistas. No tiene ni puede tener lugar alguno en ningún frente popular. Combate irreductiblemente a todos los grupos políticos ligados a la burguesía. Su misión (N. del T.: no se trata de un "salto al vacío", sino de la misión de la IV Internacional) consiste en aniquilar la dominación del capital. Su objetivo es el socialismo. Su método: la revolución proletaria..." (El Programa de Transición de la IV Internacional) Publicamos distintas cartas de jóvenes y obreros revolucionarios, puesto que ya son parte de los debates del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI hacia su congreso. Estas cartas las haremos públicas, como así también todo el debate de los trotskistas que luchamos bajo la bandera de la IV Internacional contra este nuevo engaño a los trabajadores y sus franjas más avanzadas. Julián Juárez ……………………………………………………………………………… “Altamira, hablando de “gradualismo” les está diciendo a los trabajadores que es el Estado burgués el que puede, con “sus legislaturas pobladas de izquierda”, solucionarles los problemas a los trabajadores”. “Defendemos que no haya trabajo precario, eso todavía no es el socialismo, estamos reclamando el 82 por ciento móvil, un salario mínimo igual a la canasta básica, cuestiones muy elementales. No vamos a dar un salto al vacío”. Repite Altamira. Y “poblando de izquierda las legislaturas” llama a los trabajadores a depositar su confianza en que sus demandas serán otorgadas mediante leyes en el Parlamento. Altamira no le dice la verdad a sus votantes y a la clase obrera. Oculta que para conquistar la jubilación del 82% móvil, el salario igual a la canasta familiar y terminar con la precariedad laboral, hay que organizar una gran lucha que ataque la propiedad privada de los capitalistas. Es más, una lucha por estas demandas mínimas y elementales, tan necesarias para la supervivencia de la clase explotada, plantea enfrentar de lleno los planes esclavistas de la Argentina maquila que impone el gobierno, el conjunto de la burguesía nativa, las transnacionales y los banqueros de Wall Street. Plantea la ruptura con el imperialismo, el FMI y el no pago a la deuda externa. A decir verdad, es “utópico” lo que propone Altamira. Puesto que la lucha por pan y la libertad, demandas mínimas y elementales, en los países del Norte de África, el Magreb y Medio Oriente, significó la apertura de la revolución obrera y socialista; puesto que la burguesía es incapaz de darle de comer a sus esclavos y solo cede algo cuando ve que puede perderlo todo. Es más, sino se la derrota, lo que la burguesía te da con la mano izquierda te lo quita –el doble- con la mano derecha con genocidios y aplastamientos contrarrevolucionarios. Los obreros petroleros de Las Heras (Santa Cruz, Argentina) en el 2006 encabezaron la lucha contra la precariedad laboral y el impuesto al salario; al grito de “somos todos petroleros”, enfrentando a las petroleras que saquean la nación, el estado y el régimen burgués (que embellece el señor Altamira). La respuesta de la burguesía y sus instituciones -como la justicia, las fuerzas represivas, los servicios de inteligencia- a esta lucha por demandas ultra “elementales”: fue reprimir, encarcelar, torturar y condenar a cadena perpetua a los trabajadores petroleros de las Heras (cuestión que Altamira olvida). Altamira, hablando de “gradualismo” les está diciendo a los trabajadores que es el Estado burgués el que puede, con “sus legislaturas pobladas de izquierda”, solucionarles los problemas a los trabajadores. Contra esta teoría que hoy reflota Altamira, los fundadores de la IV Internacional afirmaban que: “La social-democracia clásica que desplegó su acción en la época del capitalismo progresivo, dividía su programa en dos partes independientes una de otra; el programa mínimo, que se limitaba a algunas reformas en el cuadro de la sociedad burguesa y el programa máximo, que prometía para un porvenir indeterminado el reemplazo del capitalismo por el socialismo. Entre el programa máximo y el programa mínimo no existía puente alguno. La social-democracia no tenía necesidad de ese puente, porque sólo hablaba de socialismo los días de fiesta. (…) “La IV Internacional no rechaza las del viejo programa “mínimo” en la medida en que ellas han conservado alguna fuerza vital. Defiende incansablemente los derechos democráticos de los obreros y sus conquistas sociales, pero realiza este trabajo en el cuadro de una perspectiva correcta, real, vale decir, revolucionaria. En la medida en que las reivindicaciones parciales –“mínimum”- de las masas entren en conflicto con las tendencias destructivas y degradantes del capitalismo decadente -y eso ocurre a cada paso, la IV Internacional auspicia un sistema de reivindicaciones transitorias, cuyo sentido es el de dirigirse cada vez más abierta y resueltamente contra las bases del régimen burgués. El viejo “programa mínimo” es constantemente superado por el programa de transición cuyo objetivo consiste en una movilización sistemática de las masas para la revolución proletaria”. (1938, Programa de Transición de la IV Internacional, “el programa mínimo y el programa máximo”). En la revolución “gradual” de Altamira, mientras se legisla en el parlamento burgués por mejorar las condiciones de “precariedad laboral” de los obreros, son las PASO el terreno donde los trabajadores “elevarían su conciencia” votando por diputados de izquierda. Esto, además de darle un valor, que no tiene, al sufragio universal (donde el obrero se disuelve en la “ciudadanía” y su voto vale lo mismo que el de un patrón, cura o medico), es la forma de negar que la clase obrera eleva su conciencia peleando y poniendo en pie los organismos de autodeterminación y democracia directa. Desgraciadamente, Altamira no llama a enfrentar esta trampa de fortalecimiento del régimen burgués. Cuando la clase obrera este proscripta, sin democracia, con sus organizaciones estatizadas, con un régimen policiaco en las fábricas, con presos, 7.000 procesados y obreros condenados a cárcel y cadena perpetua. Lo que la clase obrera necesita es un verdadero congreso obrero, de ocupados y desocupados, con delegados votados en asambleas de base y para conquistarlo, y no para el exclusivo uso de sacar diputados y ubicar al FIT como la pata izquierda del régimen burgués, debe ser puesta la tribuna electoral. Juan Rep
……………………………………………………………………………… “Altamira embellece a las PASO que son un mecanismo restrictivo y anti democrático del sistema electoral de la reaccionaria constitución argentina” El día 16/05, Altamira del Partido Obrero, pre candidato por el FIT a Presidente, dio una entrevista al diario Clarín. En el siguiente párrafo que citamos de dicho diario, está concentrada una de las posiciones políticas centrales del candidato Altamira: “Lo preocupa más la precariedad laboral que la inflación y alerta sobre la solvencia de los bancos. Cauto, admite que la revolución puede tener gradualismo. “Defendemos que no haya trabajo precario, eso todavía no es el socialismo, estamos reclamando el 82 por ciento móvil, un salario mínimo igual a la canasta básica, cuestiones muy elementales. No vamos a dar un salto al vacío”, promete”. (Clarín Edición Impresa, 16 de mayo de 2015). Dice que la “conflictividad social” va a ayudarlo en su plan de “proyectarse como una alternativa de poder” ante el gran “conflicto social” que se avecina por el derrumbe del capitalismo. A decir verdad, con su política, el FIT, ante el panorama de “gran conflicto social” que augura Altamira, no se proponen atacar al sistema capitalista ni derrocarlo con la revolución socialista. Pues las consecuencias de su “estrategia” de “poblar de izquierda las legislaturas” es subordinar la “conflictividad social”, es decir la lucha de clases, al Parlamento de los explotadores, y comportarse como verdaderos enfermeros del capital y no como sus sepultureros. Cuestión que han venido sosteniendo desde su conformación como “Frente de Izquierda”. La “toma de conciencia de los trabajadores” fue el “Que se vayan todos y que no quede ni uno solo”, que concentraba el odio de las masas contra el régimen del Pacto de Olivos, el bipartidismo de alternancia entre el PJ y la UCR. Con la lucha revolucionaria en las calles, siendo sujeto de su propio destino, al igual que con el “Rodrigazo” de 1975, la clase obrera rompió con el peronismo y conquistó su independencia. El FIT con su adoración a las PASO se ubica en la trinchera opuesta de ese combate, que la clase obrera debe volver a transitar para tomar la solución a los problemas en sus propias manos. Puesto que, en contradicción a lo que pregona el FIT y Altamira, y como lo afirma el “Manifiesto Comunista”: “LA LIBERACIÓN DE LOS TRABAJADORES SERÁ OBRA DE LOS TRABAJADORES MISMOS”. Walter Montoya
……………………………………………… “Altamira y el FIT no hablan de la revolución socialista
1- La raíz de las posiciones de Altamira expresada en una entrevista a Clarín, es su revisionismo teórico. Ellos pretenden hacerles creer a los trabajadores de que en este sistema putrefacto en que la burguesía les está quitando todo a los obreros, atacando sus conquistas, se le puede arrancar reformas, mejorar todos los días un poquito la situación de los obreros, lograr conquistas en el parlamento votando al FIT y sus proyectos de leyes “favorables a los obreros”. El FIT con su política, y las declaraciones de sus representantes, termina ubicado como sostenedor del régimen burgués de la constitución de 1853-1994. “La socialdemocracia inauguró el periodo del reformismo planteando que se podía dar un carácter socialista al parlamento y al gobierno en Alemania por la vía parlamentaria. Berstein y Kautsky decían que le pueden cambiar el contenido a socialista, al parlamento y al régimen burgués”. (OOI Nº 15 Parte II). Hoy el FIT, como lo demuestran las declaraciones de Altamira, ha demostrado ser continuador de esta vieja política.
2- En la entrevista que le hace El Clarín, Altamira plantea: “que las PASO le servirán a la izquierda para dar un paso hacia la “toma de conciencia” de los trabajadores”. Los trotskistas afirmamos que lasPASO, son parte de la proscripción a la clase obrera de este régimen infame, que cada vez que los trabajadores intentan expresarse con la lucha, son brutalmente reprimidos y perseguidos. Con las PASO, el único que se fortalece, es el régimen burgués de la constitución de 1853-1994. Y con el programa que tiene el FIT en las mismas, el régimen burgués se fortalece el doble.
3- Y sigue la entrevista: “Seguimos con la idea de poblar de izquierda las legislaturas. Mi juicio y el de otras organizaciones del FIT es que esta campaña política nos puede proyectar como una alternativa al poder. (Daniel) Scioli, (Mauricio) Macri y (Sergio) Massa anuncian que van a ser un gobierno de coalición y que están preparando un ajuste”, afirma.” Los obreros votaron por el FIT en el 2013, dándole más un millón y medio de votos, diputados nacionales, provinciales y legisladores municipales. Pero el FIT justamente bajo la premisa de Altamira y Del Caño de “poblar de izquierda la legislatura” no quiso organizar a la clase obrera para luchar y derrotar a la burocracia de los sindicatos. No hacerlo permitió que las viejas cúpulas gremiales, odiadas por la base proletaria, recupere el poder de fuego.
4- Altamira constata una realidad: que los trabajadores estarían rompiendo con el kirchnerismo, y sueña con que el FIT canalice esta ruptura mediante los votos. ¿Organizarlos para profundizar la lucha contra el gobierno y sus ataques a cuenta del imperialismo? No. ¿Usar la tribuna parlamentaria para llamar a los obreros a no ir a votar a los patrones, destruir al régimen burgués, a organizarse en sus organismos de autodeterminación? Jamás ¿Llamar a preparar la lucha y la huelga general, expulsando a los burócratas y sus matones asesinos de obreros? ¡Ni palabra! Altamira y el FIT no hablan de la revolución socialista ni siquiera de forma propagandista.
5- Altamira en su entrevista no denuncia al gobierno de Kirchner, cuando esta es la mayor “pagadora serial” al imperialismo. No hacerlo, es ocultar el carácter lacayo y pro yanqui de la actual presidenta. Y también su carácter represivo y anti obrero, pues no solo que Argentina está plagado de precariedad laboral; si no de obreros procesados, condenados y encarcelados; y muchos de ellos hasta asesinados por las fuerzas represivas y los gánster de la burocracia. Y encima pretenden que los trabajadores crean que en este sistema, en esta nación sometida al imperialismo y las transnacionales saqueadoras, es posible conquistar demandas con leyes en el parlamento. Decir que la clase obrera puede triunfar sin una lucha revolucionaria, sin preparar y organizar una huelga general derrotando a la burocracia sindical, es llamar a los trabajadores a entregarse atados de pies y manos a los capitalistas que utilizan esta democracia para ricos para envolver la más feroz dictadura del capital, encubriendo el brutal saqueo de Wall Street. Es que el programa del FIT no está hecho para unir las filas obreras, por eso no tuvieron ningún reparo a la hora de dividir a la vanguardia combativa y permitir así que esta fuera derrotada.
6- El FIT se viste con el ropaje de la vieja socialdemocracia alemana. De su teoría de que el Estado y sus instituciones tienen un carácter neutro. El rol de los reformistas de ayer y de hoy, es el de maquillar con un rostro “humano” y “democrático” a la dictadura del capital. Por eso son enemigos de la dictadura del proletariado; de demoler y destruir la maquinaria del estado burgués. Y con su “gradualismo” terminan adoptando las premisa estalinista que en Francia en los años treinta decía: “Combatiendo cada día para aliviar a las masas laboriosas de las miserias que les impone el régimen capitalista, los comunistas subrayan que la liberación definitiva no puede ser lograda más que por la abolición del régimen capitalista y la instauración de la dictadura del proletariado”. (...) ¡Y estas gentes invocan a Marx y a Lenin!”. Contra esta “estrategia” del estalinismo, emulada por el FIT en la actualidad; León Trotsky planteaba que: “los estalinistas se adornan con los despojos del reformismo. La fórmula política marxista, en realidad, debe ser la siguiente: explicando todos los días a las masas que el capitalismo burgués en putrefacción no deja lugar, no sólo para el mejoramiento de su situación, sino incluso para el mantenimiento del nivel de miseria habitual; planteando abiertamente ante las masas la tarea de la revolución socialista, como la tarea inmediata de nuestros días; movilizando a los obreros para la toma del poder; defendiendo a las organizaciones obreras por medio de las milicias; los comunistas (o socialistas) no pierden, al mismo tiempo, ni una sola ocasión de arrancar al enemigo, en el camino, tal o cual concesión parcial o, por lo menos, impedirle rebajar aun más el nivel de vida de los obreros. Compárese atentamente esta fórmula con las líneas de la resolución del Comité Central citadas más arriba. Esperamos que la diferencia sea clara. De un lado, el estalinismo; del otro, el leninismo. Entre ellos, un abismo”. (“¿Adónde va Francia?”, León Trotsky). Cuanta vigencia, contra las posiciones y declaraciones de Altamira, mantienen en la actualidad estas palabras que son una verdadera guía para la acción revolucionaria de la clase obrera y las masas explotadas.
Laura Sánchez de LTI de Bolivia |