Miguel, trabajador de Brukman, dirigente nacional de Democracia Obrero y del Colectivo por la IV Internacional

“…En Las Heras te sentís como preso
en el mismo pueblo, lo transformaron
en una verdadera cárcel a cielo abierto.”

Democracia Obrera: ¿Qué sensaciones te dejó mientras estuviste acompañando a los compañeros procesados en el pueblo petrolero de las Heras?

M.: Entrar al pueblo y vivir en carne propia lo que se vive en Las Heras es totalmente impactante. Yo creo que hace falta ir mas allá de las puertas del juzgado para entender las dimensiones de la persecución, de la militarización y de cómo lo viven realmente en la piel los compañeros que están siendo enjuiciados. El pueblo mismo. Las Heras no parecía Argentina, es otra cosa, es diferente, los Kirchner la transformaron en Irak, 7 años de terror cambiaron a ese pueblo que ayer se alzaba por sus demandas…

DO: ¿Cómo es eso que el “pueblo cambio”? 

M.: Desde aquella huelga del 2006 muchas cosas han cambiado. El pueblo quedó muy golpeado, la clase obrera esta muy golpeada, muy aterrorizada, muy sometida. Las condiciones de vida son terribles, es un pueblo chico que quedó aislado. No se ven a trabajadores compartir en un bar, en un boliche, entre vecinos, todas estas cosas yo no las he visto. Este aislamiento se impuso mediante el terror, mediante el manejo directo de las petroleras, por la burocracia sindical petrolera que extorsionan por un puesto de trabajo. Todo es apriete… En Las Heras te sentís como preso en el mismo pueblo, lo transformaron en una verdadera cárcel a cielo abierto.

Las Heras parece tierra de nadie, se parece a una población luego de quedar devastada, como Siria, Palestina que pasaron a escombros las casas de los trabajadores hundiéndolos en la miseria misma. No digo porque hayan devastado con bombas a Las Heras, lo han devastado por el régimen militar; es como la época de Videla lo que se vive. La gente tiene miedo hasta de hablar porque no sabe después que le va pasar. Mas que tierra de nadie, es tierra de domino imperialista, con sus petroleras haciéndote sentir extraño en tu propia tierra.

DO: ¿Cómo ves la campaña por la absolución de los compañeros? 

M.: Muy positivo, fuimos a ver a docentes, a municipales, quienes se comprometieron a estar en la próxima audiencia del juicio. Logramos también hablar en las dos radios mas escuchadas de la zona, inclusive extendiéndonos del horario pactado porque la gente no paraba de llamar y de hacer llegar su apoyo a los trabajadores perseguidos. Se comenzó a romper el miedo, se comenzó a demostrar a los 13 compañeros que no están solos, los trabajadores de la zona se vieron motivados a dar su apoyo luego que nosotros comentáramos de todo el apoyo que están recibiendo los compañeros desde los comités que se pusieron en pie en distintos puntos del país y con la solidaridad de los trabajadores de Siria, de Libia, de Japón, de Nueva Zelanda, Bolivia etc. Esto sorprendió a los oyentes, pudiendo ver que este ataque de las trasnacionales y del gobierno patronal, era una cuestión de máxima importancia para la clase obrera Argentina y mundial y que ni una ni otra podían estar ausentes en esta pelea, dejando en claro que si nos tocan a uno nos tocan a todos. Ahora hay que redoblar la campaña para terminar de romper el cerco sobre Las Heras.