El gobierno fascista de Áñez, apoyado en la “ley de pacificación del país” firmada con la burocracia de la COB y el MAS sobre la sangre derramada en Senkata, ahora va por la privatización de todas las minas y los hidrocarburos para los yanquis…
¡FUERA ÁÑEZ, LA OEA, LA ONU Y LOS MILITARES BANZERISTAS!
¡Abajo el pacto infame del MAS de Morales
y la burocracia de la COB con el gobierno golpista!
Hay que reagrupar las fuerzas en El Alto revolucionario para retomar el combate contra el golpe y los fascistas…
¡CONGRESO OBRERO Y DE CAMPESINOS POBRES EN EL ALTO YA!
• ¡Basta de burócratas colaboracionistas en nuestras organizaciones de lucha!
• ¡Por una COB independiente y revolucionaria!
• ¡Paso a la alianza obrera y campesina con la dinamita del minero!
• ¡Paso a los comités de soldados rasos!
• ¡Libertad a todos los presos por luchar! ¡Juicio y castigo a los milicos asesinos del pueblo!
• ¡Nacionalización sin pago y bajo control obrero del litio, los minerales y los hidrocarburos!
• ¡Tierra a los campesinos pobres con la expropiación de la oligarquía terrateniente de la Media Luna!
¡Fusil, metralla, Bolivia no se calla!
El 10 de noviembre la OEA, la ONU, los yanquis y casta de oficiales banzerista, después de haberlo sostenido a Morales durante 14 años, lo tumban para que asuma la fascista Áñez a cuenta de la Media Luna. Se daba un putch fascista, es decir un motín policial, bandas fascistas cruceñas que ganaban las calles rompiendo cabezas de obreros y campesinos al grito de “fuera collas” en Cochabamba, La Paz y Santa Cruz avivadas por Camacho, y por su lado las Fuerzas Armadas educadas por West Point le decían a Morales que renuncie. La policía quemaba la wiphala, humillaba a las mujeres de pollera y el fascista Camacho con Áñez junto a los comités cívicos burgueses y grupos fascistas ingresaban, resguardados por el ejército banzerista al Palacio Quemado con la Biblia en la mano. Morales, quien no le tocó ni un metro de tierra a la Media Luna y le garantizó los negocios a las transnacionales imperialistas durante años, prefirió huir cobardemente a México antes que enfrentar el golpe imperialista, puesto que él sabía que para derrotar el golpe fascista tenía que armar a los obreros y campesinos pobres, lo que pondría en peligro incluso a la misma burguesía bolivariana a quien le fue fiel.
Los obreros y campesinos de El Alto llenos de ira, conscientes que volvían los racistas y fascistas que echaron el 2003-2005, impulsaron y respondieron al golpe con acciones independientes de masas que transformaron esa crisis del pacto de Morales y la Media Luna fascista en una verdadera crisis revolucionaria que ponía en jaque el golpe fascista tutelado por la OEA y la ONU. La burguesía estaba dividida, y se disputaba qué pandilla burguesa nativa será el nuevo administrador de los negocios del Estado semicolonial y por esas brechas en las alturas las masas insurrectas de El Alto irrumpieron heroicamente con sus métodos de lucha, con cabildos donde resolvían luchar por “fuera Áñez, Mesa y Camacho de Bolivia”, hacían llamados a sus hijos –soldados rasos en armas- a que desacaten a los oficiales y bajaban a la plaza Murillo al grito de “¡ahora sí guerra civil!” y “¡fusil metralla Bolivia no se calla!”.
Desde el 11 de noviembre se vivió una turbulenta semana contra el golpe, día a día la lucha subía un escalón más contra los fascistas, en Sacaba se tomaban el campo Carrasco y la compresión de hidrocarburos, mientras El Alto indomable atacaba el corazón de los negocios imperialistas bloqueando la planta de Senkata que abastece de combustible a La Paz y de gas a las transnacionales del Cono Sur, llegaban delegaciones mineras (Colquiri, Sayaquira y Coro Coro), centenares de miles de campesinos cortaban rutas de las zonas rurales de Cochabamba, Oruro y La Paz, salían delegaciones de campesinos de Potosí y las 20 provincias de La Paz a la ciudad de El Alto para combatir juntos y tirar abajo el golpe.
Se dieron brutales combates cerca de la plaza Murillo contra la policía asesina que tenía atrás a grupos fascistas de Camacho, los tanques y blindados del ejército que por decreto de Áñez podían masacrar impunemente. ¿Y la dirección de la COB? No llamó a ninguna acción contra el golpe fascista. Por ello la dinamita del minero estuvo ausente cuando ya contábamos muertos, desaparecidos y centenares de presos después de la masacre de Sacaba y Senkata. Con bronca por los más de 30 asesinados de Senkata, el 21 de noviembre descendieron miles y miles de campesinos desde El Alto insurrecto llevando los féretros en sus hombros a la ciudad de La Paz. Allí se encontraron con el movimiento obrero fuera de escena, con los trabajadores dentro de las fábricas y los mineros dentro de los socavones, por responsabilidad de la dirección de la COB. Esa fue la gran traición. ¡Bastaba con que la COB llamara a una huelga revolucionaria para reestablecer la alianza obrera y campesina con la dinamita de los mineros, junto a los soldados rasos y este gobierno fascista no duraba ni un día más! ¡Una alevosa traición que debilitó a El Alto sublevado y lo dejó peleando solo!
La burguesía aterrada por las acciones independientes de masas pugnaba por cerrar la crisis revolucionaria a toda costa ¿Y cómo lo hicieron? Votando la “ley de pacificación”, donde se sentaron todas las bancas de senadores y diputados del MAS con la dirección de la COB, el Pacto de Unidad de organizaciones afines al MAS, y la fascista de Áñez con su gabinete de ministros bajo la tutela de la OEA y la ONU. La Media Luna fascista lo llama al MAS de Morales para que lo ayude a sacar a las masas de la calle. Se puso en pie un verdadero consejo de pacificación sobre la masacre de Senkata y Sacaba, un pacto de la “paz de los cementerios” de gobernabilidad entre el MAS de Morales y la COB, con la Media Luna golpista que ahora administra los negocios del Estado para los yanquis y Wall Street sin demagogia. Y que, a no dudarlo, que intentarán privatizar los últimos resabios de las empresas estatales que dejara Morales ¡Fuera Áñez, la ONU, la OEA y las Fuerzas Armadas golpistas que quieren volver Bolivia en una colonia de Wall Street! ¡Abajo el pacto infame de “pacificación del país” sobre la sangre derramada de Senkata, los desaparecidos, detenidos y heridos!
La última palabra no está dicha
El Alto insurrecto enfrentó heroicamente el golpe de los fascistas, pero las direcciones de la COB, la Federación Minera de Bolivia entre otras terminaron arrodilladas a los fascistas. Ayer ataban la suerte de la clase obrera y el movimiento campesino a Morales que flexibilizaba la fuerza de trabajo y le sacaba conquistas y ahora la atan al pacto de pacificación de los fascistas de Áñez, Camacho y el ministro de gobierno Murillo.
Es por eso que el conjunto del movimiento obrero debe saber que con las actuales direcciones no se puede luchar y mucho menos derrotar el golpe fascista… Ante el sometimiento de nuestras organizaciones obreras y campesinas a la burguesía se pone a la orden del día recuperar la independencia política.
¡Por una COB independiente y revolucionaria como la del 52! ¡Recuperemos la COR de El Alto, la FEJUVE, la Confederación de Fabriles de Bolivia y todas nuestras organizaciones de lucha de las manos de los traidores! ¡Echemos a Huarachi y a todos los dirigentes colaboracionistas que firmaron el infame pacto de pacificación sobre la sangre de nuestros mártires!
El gobierno fascista y su parlamento fantoche, ilegítimos, nos hablan de pacificación del país, cuando lo que padecemos todos los días es terror, persecución, cárcel y además está en vilo una brutal guerra de clases que no da sosiego a los obreros de Bolivia y el mundo. ¡La sangre derramada no será negociada!
Trump y los yanquis, después de haber restaurado el capitalismo en Cuba con el apoyo de los ricachones Castro, vienen por todo su patio trasero para quedarse con los minerales, los hidrocarburos, la soja y todos los recursos naturales de Latinoamérica. ¡Pero ya se pelea a nivel internacional como en Chile, Honduras, Haití, Colombia! ¡El Alto no está solo carajo porque es un eslabón de la revolución latinoamericana!
De asentarse el golpe en Bolivia a no dudarlo que el imperialismo y las burguesías lacayas nativas querrán generalizarlo en todo el continente… ¡no lo podemos permitir!
Hay que volver a reagrupar las fuerzas en Senkata, desde los sindicatos y organizaciones obreras combativas bolivianas y a nivel internacional para aplastar el golpe de los fascistas tutelada por la ONU y la OEA.
¡Todos a El Alto! ¡POR UN CONGRESO OBRERO Y CAMPESINO EN EL ALTO YA! ¡Que vuelva el cuartel general de la revolución boliviana como fuera decretada por la COR en el 2003-2005!
¡Paso a la alianza obrera y campesina! ¡Paso a la dinamita del minero! ¡Paso a los comités de soldados rasos! ¡Milicia obrera y campesina ya! ¡Juicio y castigo a los milicos asesinos del pueblo! ¡Disolución de la policía y todo el aparato represivo!
Solo así avanzaremos para hacer realidad el grito de “¡fuera gringos de Bolivia!”, “¡el gas y los minerales para los bolivianos!”, retomando la lucha de Senkata y retomando la revolución del 2003-2005, para conquistar la nacionalización sin pago y bajo control obrero y la tierra para los campesinos pobres con la expropiación a la oligarquía de la Media Luna fascista.
Los obreros y explotados ya tenemos el programa de la Tesis de Pulacayo para aplastar el golpe fascista de Áñez-Camacho que afirma en su capítulo VII, numeral 7 “armamento de los trabajadores”: “Hemos dicho que mientras exista el capitalismo la represión violenta del movimiento obrero es un peligro latente. Si queremos evitar que la masacre de Catavi se repita tenemos que armar a los trabajadores. Para rechazar a las bandas fascistas y a los rompehuelgas, forjemos piquetes obreros debidamente armados.” Y en su capítulo de la lucha contra el fascismo afirma tácitamente: “Obreros y explotados en general: ¡Destruyamos al capitalismo para destruir definitivamente el peligro fascista y los grupúsculos fascistizantes! Sólo con los métodos de la revolución proletaria y en el marco de la lucha de clases podremos derrotar al fascismo”. (Negritas nuestras).
¡Basta de falsos cargos imputados, persecución y tortura a los obreros y campesinos pobres! ¡Libertad y desprocesamiento inmediato e irrestricto a todos los presos y detenidos por luchar! ¡Por comités obreros y populares para juzgar y castigar a los asesinos de todos nuestros mártires!
¡BOLIVIA SERÁ SOCIALISTA O COLONIA DE WALL STREET!
Liga Socialista de los Trabajadores Internacionalistas de Bolivia
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Columas de Opinión
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y ahora a la fascista Añez
Por Iván León
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Por Camilo Bravo |
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