Bolivia -20 de noviembre de 2019
Trump dio la orden…
El imperialismo concentró sus fuerzas en Bolivia para contener y aplastar la lucha revolucionaria de las masas de América Latina
En El Alto y en La Paz se juega una batalla decisiva de las que recorren todo el subcontinente, desde las masas sublevadas en la Plaza de la Dignidad en Santiago, el Haití insurrecto, el Quito revolucionario, a Colombia que ya ha entrado en huelga general contra el régimen de las 9 bases militares yanquis
¡El Alto revolucionario no puede quedar aislado!
¡Abajo la dictadura militar de los generales banzeristas y su gobierno fascista!
¡Fusil, Metralla, Bolivia no se calla!
Para que las masas de América del Sur triunfen…
Para que caigan ya Piñera, Duque, Añez, Lenin Moreno y todos los gobiernos y regímenes lacayos de toda la región
¡Huelga general
revolucionaria latinoamericana!
Ya son 32 los muertos en Senkata
Decenas de obreros y campesinos fueron asesinados por el gobierno de Añez y los generales fascistas, que están bajo las órdenes del Pentágono, la oligarquía y la burguesía boliviana. Allí, como ayer en Sacaba, provocaron, junto a la policía asesina y las bandas armadas de Santa Cruz, una verdadera masacre. Aún siguen llegando los muertos, con disparos en la nuca. Muchos murieron desangrados, pues cortaron los accesos a El Alto a los médicos y ambulancias. Una saña feroz.
En El Alto, en 2003/2005, se puso en pie el cuartel general de la revolución boliviana, que derrotó a Goni, a la Rosca y luego a Mesa. Allí se organizaron los guardianes de los hidrocarburos, que luego Morales siguió entregando al Imperialismo y las transnacionales. Él ha huido. Decía que “no quería derramar sangre”… será la de él y la de sus amigos y socios que estaban en el gobierno. Ya hay decenas de muertos, centenares de heridos, miles de presos. Los senadores de Morales están negociando con el gobierno golpista, al que ya reconocieron como un “gobierno constitucional”, mientras preparan nuevas elecciones con la fascista Añez, e inclusive negocian que vuelva Morales. Esa nueva burguesía agraria y contratista del Estado ha demostrado tenerle más miedo al pueblo en armas que a la pandilla burguesa que circunstancialmente se lo quiere sacar de encima disputándose negocios.
Los aguerridos trabajadores y el pueblo de El Alto sabían que tenían que tomar la planta de gas e hidrocarburos de Senkata.
Las masas saben que el que controla el gas, controlará la energía de Bolivia, que abastece a toda América del Sur. Pero, a diferencia del 2003-2005, la dinamita del minero no está a su lado.
La dirección de la COB dejó solo al pueblo alteño. El zarpazo contrarrevolucionario no se hizo esperar.
No hay tiempo que perder. El Alto no puede quedar aislado ni un día más. ¡Hay que aplastar la contrarrevolución de los generales banzeristas y el gobierno agente de los yanquis! ¡Hay que desacatar a la dirección de la COB, que negocia con los asesinos de obreros y campesinos! Una burocracia corrupta, que no le tiembla la mano en entregar y negociar la sangre obrera a cambio de sus privilegios. Le dice a los mineros que si salen de sus minas los desocupados u otras “hordas” se las van a tomar. ¡¡¡Mentira!!!! Son carneros y rompehuelgas. Si se asienta el gobierno de Añez, van a despedir a mansalva a los mineros de las minas estatales, porque serán todas privatizadas y entregadas a las transnacionales. Están preparando una gran derrota, como Judas, por unas monedas.
¡Hay que poner de pie y armar el cuartel general de la revolución boliviana! El Alto no puede caer…
Desde fabriles y las minas, desde la educación y la salud, desde los trabajadores rurales y los campesinos, ¡Hay que marchar a El Alto! Sólo desde allí se podrá recuperar una COB independiente y revolucionaria que retome su programa de 1952, las Tesis de Pulacayo, que condena a todos los traidores que pactan con la burguesía y sus gobiernos. Hoy más que nunca se necesita de la dinamita del minero para aplastar a los oficiales fascistas y ganarse a los soldados, los hijos de obreros y campesinos, para que con sus armas se pasen a defender al pueblo.
En Bolivia se juega el destino de toda América Latina. Allí el imperialismo concentró todas sus fuerzas para aplastar y escarmentar a los trabajadores y los pueblos oprimidos de nuestro continente que están en estado de sublevación. Se ha ensañado con los obreros y campesinos bolivianos.
El imperialismo llamaba a las masas de Medio Oriente “tribus bárbaras, atrasadas y terroristas”. Lo mismo hacen en América Latina, llaman a los pueblos indígenas, a los obreros y campesinos como “hordas salvajes”, “borrachos” e incluso “terroristas” y demás atrocidades contra los explotados que somos los que realmente producimos todas las riquezas de la nación.
Ellos dicen que son la civilización, pero son la barbarie, el saqueo, la muerte y el fascismo, son los que destruyen la cultura, la salud y la educación de nuestros pueblos.
La masacre de El Alto es un hito, que está marcando a fuego la contrarrevolución.
Los yanquis actúan como en Medio Oriente. Para parar la cadena de revoluciones que allí se levantó en 2011-2012, ha concentrado sus fuerzas en Siria para aplastar a la revolución y llenar ese país de sangre obrera y popular. Si el ataque pasa en Bolivia, vendrán por todos en el continente.
En Chile, luego de una semana de sacar las fuerzas armadas pinochetistas a las calles, el gobierno de Piñera volvió a guardar a los leones en los cuarteles. Posan de neutrales, pero, entre promesas de “más democracia”, “constituyentes” y “plebiscitos”, solo buscan adormecer al pueblo y crear las condiciones para que los generales pinochetistas vuelvan a masacrar como en los ‘70.
Mientras tanto, en esta ofensiva de masas, centenares de obreros y campesinos ya caen no solo en Bolivia sino en Colombia, Ecuador, Chile, Haití. ¡Esta masacre en Senkata no puede quedar impune! ¡Es un golpe dado a los trabajadores, campesinos y pueblos oprimidos de todo nuestro continente!
La revolución “bolivariana” demostró ser una estafa y un rodeo para que vuelvan los yanquis y su contrarrevolución directa a América Latina.
Maduro en Venezuela hace rato se ha rendido, como lo hizo Morales en Bolivia. Pero los que no se han rendido ni se rendirán jamás son los millones de obreros y campesinos que están en estado insurreccional en toda América Latina. Desde las maquilas de Matamoros a los estudiantes y obreros de Nicaragua, Panamá y Honduras.
Los obreros y campesinos se pusieron de pie en Ecuador, derrotando la ofensiva del FMI y el ataque brutal de Lenin Moreno. Con autoorganización obrera y campesina, pararon el ataque de los capitalistas e iniciaron una revolución que está muy lejos de haber terminado.
En Haití, la insurrección de las masas no cesa. Chile está en estado de revuelta y revolución desde hace 30 días.
En Argentina y Brasil se resistió y se resiste duramente a la ofensiva de los gobiernos de gerentes directos de los negocios del imperialismo en toda la región.
Wall Street, los yanquis y sus gobiernos asesinos le han declarado la guerra a los obreros y campesinos de América Latina. Ellos vienen por nuestro gas, petróleo, minerales, cereales… vienen por todas nuestras riquezas. Y vienen por nuestra mano de obra, para que sea barata y esclava.
La izquierda reformista ahora pregona “más democracia”. Pero aquí se pelea por pan, tierra, independencia nacional y contra la esclavitud asalariada. Aquí y allá, combatiendo por la revolución, los obreros y campesinos defenderán las libertades democráticas con las armas en la mano. Pero jamás se puede seguir utilizando la democracia para seguir manteniendo desarmados a los obreros y campesinos para que sean luego masacrados por el fascismo.
Estos nuevos partidos socialdemócratas dicen que a estos Estados asesinos de gendarmes contrarrevolucionarios se los para votando a fastuosas asambleas constituyentes, que solo ellos venden en sus engaños y que ya no convencen a nadie. ¡No señores! ¡Viene el fascismo y el bonapartismo!
La guerra ya está aquí...
A esto se lo enfrenta con luchas y huelgas revolucionarias y armamento de las masas.
El stalinismo Cubano está recluido en la Habana... una tragedia. Le han entregado la Cuba obrera y campesina a los yanquis. Maduro sólo mata de hambre a los trabajadores mientras hace rato prepara la dolarización de Venezuela como lo hizo su socio Correa.
Todos, como Morales, huyeron del campo de batalla de la lucha antiimperialista de América Latina. Esta solo puede ser llevada a la victoria por el triunfo de las revoluciones obreras y campesinas, que recuperen la tierra y romperán con el imperialismo, expropiando a todos los parásitos que viven del trabajo ajeno.
El llamamiento a la solidaridad y luchas en las calles está al orden del día. El desconocimiento del gobierno de la Añez no es suficiente. No hay medicinas en El Alto para curar a centenares de heridos y no hay armas en las manos de los obreros y campesinos.
La dirección de los sindicatos, como la COB en Bolivia, negocia con el gobierno fascista de Añez y ha dividido la lucha revolucionaria del pueblo boliviano: ¡traidores, mil veces traidores! No son para nada distintos a los burócratas sindicales que hace décadas sostienen a estos regímenes de oprobio y entrega al imperialismo en todo el continente.
Organicemos desde los sindicatos combativos y los estudiantiles rebeldes una caravana de solidaridad al alto de Bolivia.
La Añez y sus generales fascistas quieren cercar a El Alto revolucionario, cuartel general de la revolución ¡No lo podemos permitir!
¡Medicinas, alimentos y voluntarios para pelear!
Desde la plaza de la dignidad en Santiago. Desde la CONAIE y el FUT de Ecuador. Desde los aguerridos obreros de las maquilas de México a El Alto revolucionario y desde las revueltas de las masas haitianas, ha llegado la hora de llamar ya, sin demoras, a poner en pie un Estado Mayor latinoamericano de todas las organizaciones obreras y campesina y de las masas en lucha.
La CSP-Conlutas debe encabezar el llamado a pelear junto a los compañeros de Bolivia llamando a la huelga general en Brasil, para golpear contra Bolsonaro y luchar como un solo puño junto a los obreros y campesinos pobres, chilenos y ecuatorianos. Los compañeros docentes del CNTE de México y los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa tienen que unirse para enfrentar el golpe de los yanquis. El comité organizador de la huelga del 21 de noviembre en Colombia debe ser parte de este combate contra el imperialismo. El sindicalismo Combativo debe llamar ya mismo a coordinar las fuerzas de los trabajadores de Argentina junto a todo el continente.
Que todas las organizaciones que hablan en nombre de los obreros y campesinos rompan todos los pactos y acuerdos con la burguesía y pongan todas sus fuerzas, apoyados en la lucha de las masas, para preparar una contraofensiva en América Latina contra el imperialismo.
Tenemos un gran aliado en América del Norte. Millones de los nuestros, como inmigrantes, somos parte de la clase obrera de EEUU. Con nuestros hijos, somos encarcelados en la frontera, transformada en un Guantánamo para la clase obrera centroamericana y mexicana. Los obreros negros enfrentan en el norte del continente a los supremacistas blancos, nada distintos a los blanquitos fascistas de la oligarquía de la Media Luna y seguidores de Camacho. Allí también están nuestros aliados, los obreros de la General Motors y los docentes, que se levantan contra la flexibilización laboral y en defensa de sus salarios y conquistas.
El imperialismo se coordina y se centraliza a través de la OEA y la ONU. Desde el Comando sur de EEUU se organiza a los ejércitos asesinos de América Latina para masacrar a su propio pueblo.
La puesta en pie de un comando de organizaciones obreras y campesinas de América Latina y EEUU está al orden del día.
La huelga general continental y en América Latina en particular ya no puede esperar
Para expulsar al imperialismo y al FMI, para parar la flexibilización laboral, para luchar por la educación, la salud y las jubilaciones, para conquistar la tierra y apoyar los combates revolucionarios de las masas en el continente, para parar la masacre de la contrarrevolución que ya ha comenzado… ¡Paso al internacionalismo militante en el movimiento obrero! ¡Una misma clase, un mismo enemigo, una misma lucha!
Ellos vienen por todo lo nuestro. Nosotros tenemos que ir por todo lo de ellos.
Hoy el ataque se concentra en Bolivia. Pero la reacción ya se prepara para masacrar en Chile y Ecuador... mañana vendrán por todos nosotros… y será ya demasiado tarde.
Ellos se han robado nuestras riquezas. Nosotros lucharemos por la nacionalización sin pago y bajo control de los trabajadores de las minas, los pozos de petróleo y los bancos con los que saquean nuestras riquezas.
Iremos por las mejores tierras de nuestras naciones, que se han apropiado las transnacionales, con sus agroindustrias, mientras despojan de las tierras a millones de campesinos.
Los yanquis se merecen mucho más que 2 o 3 Vietnam. Se merecen el avance de una revolución socialista victoriosa, que recupere la Cuba obrera y campesina entregada por el stalinismo y que aplaste a los regímenes y gobiernos contrarrevolucionarios de los Piñera, de Bolsonaro, de Macri, de las Añez, de Lenin Moreno y de todos los lacayos del imperialismo.
Una revolución obrera y socialista que termine con esta farsa de “revolución bolivariana”, que estaba llena de promesas de victoria y solo ha entregado derrotas a las masas.
Insistimos, desde la Plaza de la Dignidad en Santiago, desde El Alto, desde el Haití insurreccionado y el Ecuador revolucionario debe salir ya un solo grito.
¡Huelga general revolucionaria de Alaska a Tierra del Fuego!
¡Que se pare América de Norte a Sur!
¡Hay que derrotar al imperialismo y sus regímenes lacayos!
¡Por los Estados Unidos Socialistas de Centro y Sudamérica!
Liga Socialista de los Trabajadores Internacionalistas (LSTI), de Bolivia
Partido Obrero Internacionalista – Cuarta Internacional (POI-CI), de Chile
Liga Obrera Internacionalista Cuarta Internacional (LOI-CI) – Democracia Obrera, de Argentina
Comité Revolucionario Obrero y Juvenil por la Autoorganización (CROJA), de Brasil
Liga Socialista de los Trabajadores Internacionalistas (LSTI), de Perú
Núcleo Revolucionario Internacionalista (NRI), de Colombia
Avanzada Obrera del Astillero Río Santiago, de Argentina
Grupos latinoamericanos adherentes al Colectivo por la Refundación de la IV Internacional (FLTI)
http://www.flti-ci.org
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