Brasil - 01 junio de 2017
¿Quién sostiene al gobierno ilegítimo de Temer?
Temer pende de un hilo y es odiado por las masas. En solo tres meses decenas de millones de trabajadores, jóvenes combativos y campesinos pobres fueron protagonistas de fenomenales combates en las calles. Cada paso que la burguesía pretende dar en su ofensiva antiobrera se choca con enormes acciones revolucionarias que le impide avanzar. Todos los trabajadores y explotados del país quieren que caiga el gobierno. El grito de FUERA TEMER encabeza todas las demandas de trabajo, salario, tierra, educación, salud y vida digna.
Entonces… ¿Por qué el gobierno aún no cae?
Lula, Cardoso y Sarney, quieren sellar un pacto para impedir
que caiga Temer y garantizar la gobernabilidad
Los dos pilares de este pacto:
La burocracia pelega y la izquierda reformista
A Temer no lo apoya nadie, las masas lo odian, todos quieren su caída. Este burgués que posa de omnipotente ya dijo “No voy a renunciar, si quieren que me derrumben”. Es que se siente fuerte porque lo sostiene el imperialismo, pero también lo sostienen todos los partidos del régimen tanto los oficialistas como los “opositores” y para impedir que la clase obrera avance en su combate y abra la revolución cuentan con la burocracia pelega y la izquierda reformista.
Ante semejante situación, determinados a impedir una acción independiente de masas ante el peligro inminente de que el gobierno sea derrocado, Lula, Cardoso y Sarney, sellan un pacto para impedir que caiga Temer y para garantizar la gobernabilidad si este cae. El PT, junto con el PSDB y el PMDB se disponen a sellar un pacto de gobernabilidad. Estos partidos que gobernaron bajo el Pacto Social saben de qué se trata, puesto que han aprendido de los diversos combates de la clase obrera y los campesinos pobres de Brasil y del continente Latinoamericano. Ellos saben que no pueden permitir que suceda como sucedió en la revolución argentina de 2001 con la caída de De la Rúa, con la burocracia echada a patadas de las calles y de las reuniones obreras, sin ningún político burgués prestigiado. Quieren evitar que Temer tenga que irse en helicóptero, que caiga a mano de las acciones revolucionarias de las masas en las calles.
Justamente este plan para impedir que el gobierno de Temer caiga cuenta con un sostén fundamental: la burocracia pelega.
Esta excrecencia surgida de la corrupción de la dirección de nuestras organizaciones obreras, que durante décadas puso nuestros sindicatos de rodillas ante los patrones y los ministerios de la burguesía, que nos llevó a confiar en Lula primero y luego en Dilma, para que nos dejáramos explotar de forma pasiva. Cada día queda más claro que no existió ningún golpe contra Dilma y el PT, cada día queda más claro que Lula y Dilma fueron la garantía de que el país se encuentre en esta situación calamitosa, con el engaño del “golpe” la burocracia sometió mucho más nuestras organizaciones de lucha al PT. Esto se mostró inclusive cuando, ante su afirmación de que hugo “golpe”, no movieron un solo dedo ni organizaron una sola lucha seria contra el imperialismo, tampoco llamaron a desconocer ningún acuerdo firmado con las transnacionales imperialistas que sin duda alguna son las que comandan la economía y claramente comandarían un golpe. Por el contrario, se dedicaron a promover el engaño terrible de que la solución es la vuelta de Dilma y la elección de Lula en 2018.
El grito de “Ellos no nos representan” que retumbaba en los combates del 2013 ya había identificado que los responsables de las penurias de las masas estaban dentro de nuestras propias filas, era la burocracia, los sostenedores del PT, el stalinismo y los renegados del trotskismo que durante décadas se dedicaron a someter nuestras organizaciones de lucha a la burguesía y sus ministerios. Eran los que firmaban los acuerdos de entrega de nuestras conquistas en la mesa de negociación y los que impedían que luchásemos contra el PT en el gobierno, puesto que eso sería “hacerle el juego a la derecha” o que “perjudicaba el ciclo de crecimiento del país”. Por eso cuando las masas salieron en acciones de revueltas en 2013, al grito de “sin partidos” y “no nos representan” y comenzaban a expulsar de las calles a todos los que sostenían banderas rojas con las que se sostuvo al PT durante años, rompiendo los diques de contención del Pacto Social, fueron calumniados por la burocracia y la izquierda reformista de “fascistas”.
La burocracia pelega se llena la boca hablado de “democracia” pero impuso el terror en las fábricas. Hoy ataca y golpea a los militantes de las listas opositoras cuando pierden una elección, como sucedió en seccionales de la APEOESP (Sindicato de Profesores del Estado de San Pablo).
Y como si fuera poco, comienzan a quedar al desnudo los millones y millones de dólares que recibían de la patronal a cambio de entregar las luchas obreras, de impedir que surgieran las huelgas y de entregar los convenios en la mesa de negociación. Lo que sucedió con Paulinho da Força no es una excepción, es la norma, ellos están para eso, esos burócratas millonarios son los principales responsables de la miseria y las penurias que sufrimos. ¡Abajo la burocracia pelega! ¡Hay que recuperar nuestras organizaciones de lucha echando a todos los traidores y entregadores!
Hoy nuevamente se pretenden montar sobre nuestro combate. Lo vimos en la jornada de lucha del 24 de mayo en Brasilia, donde nos impidieron que tomásemos el Palacio del Planalto, donde se dedicaron a calumniar de “vándalos” y “violentos” a los trabajadores y la juventud que combatió la represión policial y que descargó su odio contra los Ministerios. PERO ESTA VEZ AVAZAMOS SOBRE ELLOS, LA BUROCRACIA TUVO QUE SALIR DEL MEDIO, LOS ECHAMOS PROVISORIAMENTE DEL FRENTE DE LA MARCHA, AVANZAMOS SOBRE LOS MINISTÉRIOS Y RESISTIMOS LA REPRESIÓN ¡Ese es el camino! ¡Hay que echar a los burócratas de nuestras organizaciones y de nuestras luchas!
Obligados a tener que salir de sus despachos para ponerse a la cabeza de la lucha en las calles, estos burócratas, juegan su última carta en el engaño contra los trabajadores bajo el ropaje de exigir “democracia”. Con el programa de “elecciones directas” no hacen más que llevar a las masas a un callejón sin salida para que elijan a su próximo verdugo mientras son la garantía absoluta de que hoy Temer siga gobernando. Mientras el otro pilar fundamental que sostiene al gobierno es la izquierda reformista.
La presión parlamentaria, las “elecciones generales” y las “elecciones directas”, son para hacer retroceder nuestro combate revolucionario y que se siga Temer
Toda la política de las direcciones al frente de nuestras organizaciones de lucha y de la mayoría de la izquierda reformista es para que nunca sea planteada la pelea por el poder, poniendo en pie las organizaciones de lucha aptas para derrotar a la burguesía, su régimen y su gobierno, expropiando a los expropiadores.
Por eso es clave sacar estas lecciones para que la clase obrera brasilera no sea llevada a amargas derrotas. En Grecia y en Francia tuvimos dos grandes ejemplos, grandes lecciones que se tornan claves para que no nos impongan la derrota.
En Grecia hubieron más de 40 huelgas generales en 8 años, todas ellas fueron llamadas bajo programas económicos y para enfrentar una “ley de austeridad”. En todo momento las direcciones de los trabajadores y la juventud se dedicaron a impedir que se desarrollasen acciones independientes de masas que avanzaran contra el gobierno y el régimen imperialista. Cuando las masas estaban a punto de tomar el parlamento la burocracia sindical stalinista encabezó el apaleamiento de los manifestantes, defendiendo esa cueva de bandidos a los palazos limpios.
Así, desgastaron poco a poco las fuerzas de los trabajadores haciendo de la huelga general una acción terriblemente impotente, puesto que ya primaba la desocupación y la frustración, cuando lo mejor de los combatientes estaban presos. Así pasaron los gobiernos hasta imponer la mayor trampa de la historia que fue la elección de un gobierno del “Frente de Izquierda” (Syriza) del “Anticapitalista” Tsipras, al que apoyó toda la izquierda, y que hoy comanda el peor ataque de la historia de la clase obrera griega, mantiene en campos de concentración a los refugiados y encarcelada a la juventud rebelde.
En el caso francés, la política no fue tan diferente. En 2016, la clase obrera y la juventud encabezaron enormes combates contra la llamada “Ley el Khomri” que atacaba las 35 horas de trabajo, para poner a la clase obrera a producir el doble, además de liquidar todas las conquistas de años de combate. La burocracia sindical y la izquierda reformista, volvieron a esconder al verdadero enemigo: el gobierno de Hollande y la V República imperialista.
Hicieron esto después que durante años sostuvo al imperialismo francés, no enfrentó la invasión a Mali en 2013, no movió un solo dedo contra los bombardeos en Siria y que apoyó la militarización de toda Francia con la excusa del terrorismo que significó la ofensiva terrible contra la clase obrera francesa y los refugiados, como en el campamento de Calais.
La burocracia sindical desde la Intersindical francesa, con Martinez de la CGT a la cabeza y con el apoyo de toda la izquierda reformistas desde sus aparatos sindicales, desviaron el camino de la huelga, de la ocupación de fábricas y de la lucha de todos los sectores en las calles por la presión para "mejorar la ley”, llegando a decir que eso era todo lo que podían hacer. Así desgastaron las fuerzas de la clase obrera y la juventud. El gobierno de Hollande terminó imponiendo la “Ley el Khomri” por decreto y así liquidó de un plumazo todas las conquistas históricas de la clase obrera y derrotó provisoriamente el camino hacia un nuevo Mayo Francés.
La diferencia fundamental del combate que se desarrolla en Brasil es que no hay una sola lucha, por más mínima que sea, que no levante como primera demanda “FUERA TEMER”. Esta cuestión ha puesto en alerta a todas las fracciones burguesas y, claro, a sus agentes de la burocracia sindical y a las corrientes de la izquierda reformista. Por eso su política se ha reducido a querer llevar al combate en Brasil por el mismo camino y vía muerta que se impuso en Grecia y Francia: presión parlamentaria y elecciones burguesas.
Las direcciones de las centrales sindicales mayoritarias como la CUT, CTB, Força Sindical y direcciones de las organizaciones de lucha que han quedado sometidas al PT como el MST y el MTST defienden la política de “Elecciones directas ya”. Durante todo el combate que se viene desarrollando, se han dedicado desde el “Frente Brasil Popular” o el “Frente Brasil Sin Miedo” a sostener a Dilma y al PT desde la “oposición”, han combinado constantemente esta política con los slogans de “Que vuelva Dilma” y “Lula 2018”.
Por otro lado, la mayoría del PSOL (Insurgencia, MES, LSR, NOS, etc.), el MAIS y otros grupos de la “Nueva Izquierda” levantan el programa de “elecciones generales”, mientras determinan toda su política hacia la conformación de un “Frente de Izquierda” para presentarse a la disputa electoral como un “Tercer campo”.
La contracara de esta misma política es la del MRT-Esquerda Diario de “asamblea constituyente”, sin definir la lucha por el poder obrero y campesino, sin el armamento generalizado de las masas autoorganizadas, sin destruir al ejército ganando a los soldados rasos, sin expropiar al imperialismo y romper todos los acuerdos de opresión y saqueo, etc. Plantea que hay que hacer una Asamblea Constituyente (una institución de democracia burguesa extrema) para que la dirija la burguesía y el imperialismo, o sea no hacen más que definir una política de Asamblea Constituyente como la que votó la Constitución de 1988 que salvó a la casta de oficiales, a todos los políticos burgueses y garantizó el “Orden y Progreso” para la superexplotación y el saqueo imperialista, solo que con más verborragia “radical”.
Las elecciones generales o directas como la contracara de la asamblea constituyente, no serán más que un rodeo para mantener esta democracia para ricos. Esta política es el sostén de izquierda al pacto que montaron entre el PT, PMDB y PSDB para garantizar la gobernabilidad de la burguesía y es esta trampa la que ha garantizado hasta hoy que el gobierno de Temer no caiga. Puesto que las “elecciones generales” estarán determinadas por los mismos que hoy comandan, tras bambalinas, el sostenimiento de Temer. Insistir en una salida de este tipo es defender una salida burguesa, es pretender que la clase obrera salte de las brasas ardientes del gobierno de Temer al sartén hirviendo de un próximo gobierno burgués. Esta izquierda reformista, quiere hacer retroceder el reloj de la historia, quiere que retrocedamos del combate que ya hemos conquistado, los combates en las calles demuestran que no existe ninguna confianza en las elecciones burguesas. Las masas ya no se tragarán el sapo de las “elecciones” que no le devolverán el pan, ni le garantizarán el trabajo.
Pero la izquierda reformista insiste: “elecciones generales”, “Frente de Izquierda”. Ya vimos a Freixo (PSOL-RJ) levantar la consigna de “Río de Janeiro más humano”, jamás se dignaron a levantar una sola consigna de lucha por la revolución, de lucha extraparlamentaria de masas, su política siempre fue la de embellecer a este régimen burgués putrefacto y su democracia para ricos. Ya hace años que vemos al FIT argentino prometer “leyes a favor de los trabajadores”, cuando prima la feroz flexibilización. El ejemplo más claro del “Frente de Izquierda” continúa siendo Tsipras en Grecia, que hoy es el gobierno de la “izquierda” de la Troika.
¡Basta de engaño! ¡Hay que llamar a la clase obrera a tomar la resolución de la crisis en sus propias manos! NO HAY QUE DETENERSE… ¡QUE COMIENCE LA REVOLUCIÓN!
Para avanzar en conquistar nuestras demandas hay que derrotar a la burocracia sindical, romper el sometimiento de nuestras organizaciones de lucha y avanzar hacia la revolución
Por su lado el PSTU-LIT y la CST-UIT levantan el programa de “Fuera todos, gobierno de los trabajadores”. Sin embargo, se niegan a trabar una lucha seria contra la burocracia sindical y las direcciones traidoras que someten nuestras organizaciones de lucha a la burguesía.
No han movido un solo dedo para que desde la CSP-CONLUTAS, desde la Intersindical, Unidos Para Lutar y desde las oposiciones sindicales definir un combate sin cuartel contra la burocracia sindical y también contra la posición de las corrientes que engañan a los trabajadores con esperanzas “democráticas” con su programa de “elecciones”.
Es un engaño definir la pelea por el poder de la clase obrera sin derrotar a las direcciones que han sometido nuestras organizaciones de lucha, sin derrotar a los dirigentes que nos han entregado durante año y que nos pusieron de rodillas ante los patrones.
Es imposible avanzar en conquistar un gobierno de los trabajadores sin romper el sometimiento de nuestras organizaciones a la burguesía. Por eso hay que derrotar a la burocracia sindical ¡Hay que llamar a romper todos los acuerdos de PPE, Lay-off, suspensiones, despidos y flexibilización, comenzando por los que se firmaron en São José dos Campos a manos de la dirección metalúrgica de la CSP-Conlutas! ¡Hay que romper la división entre sindicalizados y tercerizados, entre ocupados y desocupados!
Consideramos que estamos ante una situación prerevolucionaria que no termina de madurar y abrirse la revolución producto de las direcciones que se han montado sobre la lucha de la clase obrera. Por eso hay que combatir por poner en pie, desarrollar y centralizar los organismos que unifique a la clase obrera y la ponga como punta de lanza del conjunto de la nación explotada. Que basados en método de la democracia obrera elija sus representantes fábricas por fábrica, establecimiento, ocupación, movimiento de lucha, etc.
Que la clase obrera y los explotados comiencen a desarrollar sus organizaciones de lucha, de huelga, de abastecimiento, para coordinar y centralizar a todos los sectores por encima de los sindicatos, por encima de los oficios. Haciendo realidad la lucha unificada contra el imperialismo, la patronal, el gobierno y todos los políticos burgueses.
¡Lo que precisa la clase obrera es que comience la revolución! Por eso: que vuelvan los Comités de Fábrica, los Comandos de Huelga y los Comités de Abastecimiento, como en los 70-80 ¡Hay que saldar la alianza obrera y campesina!
La clase obrera necesita una organización de combate a la altura del ataque que han lanzado las pandillas capitalistas. La clase obrera precisa una organización apta para disputarle el poder a la burguesía, avanzando en expropiar todas las transnacionales, a sus bancos. ¡Hay que expropiar a los expropiadores!
Durante décadas la clase obrera dejó su sangre y sudor en la pelea por poner en pie sus organizaciones, de lucha y sus partidos. El PT demostró ser un rodeo sosteniendo al régimen burgués y que hoy se ha llenado de patrones y ladrones que para nada representan los intereses de los Trabajadores. La CUT se ha convertido en un apéndice del PT y de los ministerios de los explotadores. Las direcciones de nuestros sindicatos se han convertido en carceleros de los trabajadores y entregadores de nuestras conquistas en la mesa de negociación con la patronal.
¡BASTA! ¡No podemos permitir que se engañe nuevamente a la clase obrera y los explotados con falsas promesas reformistas! ¡Hay que expulsar de nuestras organizaciones de lucha a todos los pelegos y las direcciones colaboracionistas! ¡Hay que romper todos los acuerdos de entrega que firmó la burocracia con la patronal!
¡Lo que precisa la clase obrera es derrotar a los traidores y que comience la revolución! El PSTU y la CST no pueden mirar para otro lado, la clase obrera y la vanguardia las ha puesto en la dirección de las organizaciones de lucha en la CSP-Conlutas y Unidos Para Lutar, para que encabecen los combates decisivos como los que hoy están en desarrollo. Encabezan las centrales sindicales que han concentrado un sector de vanguardia importantísimo, que además de organizar a miles de compañeros en Brasil tienen influencia a nivel internacional, por ejemplo, la CST tiene parlamentarios en Argentina en el FIT y no han movido un solo dedo.
Por su parte el PSTU desde la CSP-Conlutas que tiene relación y encabeza una Red Internacional de Sindicatos que agrupan a más de 100 sindicatos en el mundo, y hasta el día de hoy no hemos visto ningún llamado internacionalista a concentrar las fuerzas de toda la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas para que se fortalezca y triunfe el combate de la clase obrera y los explotados de Brasil.
Durante años han dicho que las centrales que dirigen están a disposición de la “revolución socialista”. Es hora de que lo demuestren.
Basta de falsas promesas reformistas
No hay que detenerse… ¡Paso a la revolución socialista!
Las corrientes renegadas del trotskismo que han abandonado el programa de la “revolución socialista” y se ha abrazado a los despojos del stalinismo y la social democracia en su política de “Democracia Real” quieren hacernos creer dentro del capitalismo es posible avanzar en aliviar las miserias de las masas explotadas “luchando” todos los días por reformas mínimas, mientras se contentan con proclamar que “la liberación definitiva será lograda con la revolución socialista”, como un objetivo final dibujado en una lejana nebulosa de los años.
Estamos en una época de contrarreformismo, la crisis económica no da lugar ni siquiera a pequeñas limosnas que les sirvan a los traidores para hacer pasar como reformas. Afirmamos que la única alternativa es plantearles abiertamente a las masas todos los días que el capitalismo burgués en putrefacción no deja lugar, no sólo para el mejoramiento de su situación, sino incluso para el mantenimiento del nivel de miseria habitual; que por eso hay que combatir por la revolución socialista, como la tarea inmediata de nuestros días. Para ello hay que movilizar a los obreros para la toma del poder; defendiendo a las organizaciones obreras por medio de las milicias. Al mismo tiempo, los marxistas revolucionarios, los trotskistas, no perdemos ni una sola ocasión de arrancar al enemigo, en el camino, tal o cual concesión parcial o, por lo menos, impedirle rebajar aún más el nivel de vida de los obreros, como decía Trotsky en "Adonde va Francia".
Han comenzado a montarse enormes trampas contra los trabajadores por parte del conjunto de las direcciones de nuestras organizaciones de lucha para impedir que se avance por el camino de la revolución socialista, y lo más cínico es que estas direcciones lo hacen hablando en nombre del “socialismo”. Aquí hemos demostrado la falsedad de estas trampas. Cualquier joven u obrero perspicaz que compare atentamente la fórmula citadas más arriba por la mayoría de las direcciones de la “Nueva Izquierda”, entenderá y sabrá distinguir. Es que esta “nueva izquierda” siempre está buscando a un burgués democrático, progresivo y amigo de los pueblos, siempre están dispuestos a negociar nuestro futuro con la patronal, nunca llama a las masas a su autoorganización y a la puesta en pie de sus organismos de lucha.
La clase obrera no tiene la dirección que se merece. Si el capitalismo se sobrevive es porque ha comprado a las direcciones traidoras de las masas para que lo sostengan.
Desde la FLTI hemos determinado el 100% de nuestras fuerzas para centralizar el combate contra los que en nombre del socialismo lo entregan todos los días para engañar a los trabajadores y darle sobrevida al capitalismo putrefacto. Llamamos a todos los obreros y jóvenes que salen al combate a dar juntos esta pelea, por conquistar la dirección revolucionaria que necesitamos y merecemos para triunfar. Luchemos juntos por refundar la IV Internacional bajo su legado teórico y programático de 1938, así se forjará la dirección que garantice el triunfo de la revolución en Brasil, como parte del combate por conquistar un nervio sensible desde Alaska hasta Tierra de Fuego para luchar como un solo puño en todo el continente.
Hugo Parreira,
CROJA-FLTI