Brasil 3 de septiembre de 2019
El imperialismo yanqui en su ofensiva recolonizadora sobre América Latina avanza con flexibilización, saqueo y super explotación y con la excusa del incendio quiere quedarse con el Amazonas
Después de décadas de masacre en el campo a manos de los pistoleros fascistas, hoy, en un acuerdo con el imperialismo, los banqueros, las transnacionales del agro negocio y la oligarquía…
BOLSONARO DIO LUZ VERDE A LOS FAZENDEIROS
PARA DESTRUIR EL AMAZONAS
CON
INCENDIOS INTENCIONALES
Pasados solo ocho meses del gobierno de Bolsonaro-Moro-Guedes, el “látigo” de Trump y Wall Street, le abre las puertas a los yanquis
para que se queden con el Amazonas
El imperialismo yanqui, con Trump a la cabeza, avanza a pasos firmes sobre su “patio trasero” con una clara política de colonización de toda América Latina. De la mano de su látigo, es decir, del gobierno Bolsonaro-Moro-Guedes, avanza en el Brasil con privatizaciones, saqueo y miseria, la BOEING se ha quedado con la Embraer, la Exxon quiere la privatización de la Petrobras para quedarse con las riquezas de gas y petróleo como hizo la Angloamerican y las mineras imperialistas con la Vale, quieren toda la infraestructura del país bajo su control y para eso deben poner de rodillas a los explotados.
Hoy pesa sobre la clase obrera 15 millones de desocupados, 40 millones de parados crónicos, 8 millones bajo la línea de miseria, más de 400 explotados asesinados bajo la militarización en Río de Janeiro.
Como si ya no bastara con la enorme miseria que sufre la clase obrera, aprovechándose de los incendios que llevaron adelante los fazendeiros (hacendados), bajo el visto bueno de Bolsonaro en acuerdo con los banqueros, las transnacionales del agro negocio y la oligarquía, quieren quedarse con el Amazonas con la excusa de “apagar el incendio”.
Ayer, bajo el régimen del Pacto Social durante los gobiernos de Lula-Alencar y de Dilma-Temer, de la mano de la Iglesia y con el sometimiento de la burocracia sindical, las direcciones del MST y la izquierda reformista, se escondió la masacre campesina, que, bajo el gobierno de Lula y Dilma, masacraron más líderes campesinos incluso que Collor y FHC. ¡BASTA DE ESCONDER QUE EN BRASIL SE MASACRARON A MÁS DE 350 MIL EXPLOTADOS EN LOS GOBIERNOS DE LULA Y DILMA!
Antes de que sea demasiado tarde ¡Hay que romper el sometimiento a la burguesía y su estado de las centrales sindicales y los movimientos de Sin Tierra y de todas las organizaciones de lucha de la clase obrera y los campesinos pobres! Hoy más que nunca se torna indispensable pararle la mano a los pistoleros fascistas en el campo, que bajo el mando de las transnacionales y los gobiernos cipayos masacran a los campesinos en una verdadera guerra civil solapada y amparada por todo el régimen y sus instituciones, y que hoy se profundizará con la quema premeditada y pactada del Amazonas, que antecede la entrega de esta enorme riqueza, de la que Brasil detenta más del 60% de su extensión.
Hoy bajo el gobierno de Bolsonaro, al que todas las direcciones de la clase obrera y los explotados lo consideraron “fascista", no solo se han negado a organizar una lucha seria contra su ofensiva sobre los explotados del campo y la ciudad, sino que además siguen negándose a organizar la autodefensa armada de obreros y campesinos.
Bolsonaro no solo cumplió su promesa de la campaña electoral masacró en el campo y también en la ciudad. Las muertes en el campo son diarias, y ahora será militarizado. Si tenemos en cuenta que durante los 8 meses de Bolsonaro fueron asesinados más de 400 personas en los barrios obreros del militarizado Río de Janeiro, no se puede esperar menos en el campo, donde inclusive ya se ha dado luz verde a los pistoleros para portar armamento legalmente y defender los latifundios.
Lo que está en juego aquí es la colonización abierta de Brasil por parte del imperialismo que se disputa a dentelladas entre los yanquis y las transnacionales de la UE. Esta cuestión no se resuelve ni con presión parlamentaria como exige el PSOL pidiéndole al Ministro de Medio Ambiente que dé explicaciones ante la Cámara de Diputados. Tampoco se define exigiendo que se cumplan los acuerdos contra el calentamiento global. Mucho menos se podrán derrotar el plan de Bolsonaro y las transnacionales ni se salvará al Amazonas de la mano de las fracciones burguesas que posan de “ecologistas”. Un frente único con la burguesía “verde", es una alianza con los verdugos que hoy posan de defensores “democráticos”, “ecologistas” y “elocuentes", pero será llevar a un callejón sin salida a la clase obrera y los campesinos pobres.
Lo que está en cuestión no es solo el Amazonas sino la derrota de todos los planes de explotación, saqueo y flexibilización que están imponiéndose de la mano de Bolsonaro-Moro-Guedes en abierto acuerdo con el PT, PCdoB y PDT (que nada tienen de progresistas ni aliados “democráticos” de los explotados) que desde el parlamento y las gobernaciones garantizan que se aplique el plan del imperialismo y la patronal esclavista.
La cuestión del Amazonas puso al rojo vivo no solo la desidia de los capitalistas de destruir todos los recursos naturales y las fuerzas productivas a costa de la miseria de los explotados, sino que pone en cuestión nuevamente la pelea por derrotar a los terratenientes y a las trasnacionales del Agro que se cansaron de masacrar a los campesinos sin tierra y que hoy estarán resguardados también por la casta de oficiales que se prepara a militarizar al Amazonas con las mismas tropas que masacraron ayer en Haití bajo el gobierno del PT-PMDB y que masacran en las favelas de Río de Janeiro desde la transición de Lula y Dilma hasta hoy.
Por ello, cuando las potencias imperialistas se disputan el planeta a dentelladas en una feroz guerra comercial (ver recuadro) no hay ninguna salida intermedia para los explotados de la mano de sus verdugos “democráticos”. Sino que es contrarreloj la necesidad de unificar las filas de la clase obrera y de los campesinos pobres, organizar la autodefensa en el campo contra los pistoleros y en la ciudad contra la policía y la militarización.
Están planteadas tareas democráticas irresueltas en el Brasil semicolonial, que no resolverá de ninguna manera la burguesía nativa que está atada con miles de lazos al imperialismo. Estas tareas son la reforma agraria basada en la expropiación de la tierra en manos de las transnacionales imperialistas y los fazendeiros y la ruptura con el imperialismo, es decir, la ruptura con el FMI y todos los pactos de saqueo que atan a la nación al imperialismo, y la expropiación sin pago y sobre control obrero de todas más transnacionales y sus bancos.
Los únicos que tienen la solución para el Amazonas y las demandas más sentidas de los explotados son la clase obrera encabezando la alianza con los trabajadores agrícolas, los campesinos pobres y todos los explotados de la nación.
¡BASTA DE SOMETIMIENTO Y PARÁLISIS DE LAS CENTRALES SINDICALES Y LOS MOVIMIENTOS DE SIN TIERRAS!
Hay que derrotar el pacto del gobierno con el imperialismo, los banqueros, los fazendeiros y sus pistoleros.
Llamamos a la CSP-Conlutas y a las organizaciones combativas de la CUT, CTB, FS y todas las organizaciones de lucha a dar este combate impidiendo que se siga depositando confianza en las instituciones del régimen de la archireaccionaria Constitución de 1988.
Llegó la hora de que desde la CUT, CTB, FS, CSP-Conlutas y desde el MST y todos los movimientos de lucha campesinos se llame a un Congreso Nacional de delegados de base obrero y campesino.
La tarea más urgente de este Congreso no será la unidad con la burguesía opositora o ecologista, ni con la iglesia que está para dividir al campesino del obrero, sino la unidad de los de abajo, la alianza de los obreros y los campesinos pobres para derrotar a los de arriba.
Para eso hay que levantar un programa claramente antiimperialista y de combate contra el conjunto de los explotadores y sus ataques contra los explotados, que luche por:
- Organizar de manera urgente las autodefensas obreras y campesinas para defendernos de los pistoleros fascistas en el campo y de la militarización que nos masacra en la favela.
- Expropiación sin pago y bajo control obrero, de los trabajadores agrícolas y los campesinos pobres de todas las transnacionales del Agro negocio y de todos los latifundios para garantizar granjas colectivas y tierra productiva para todos los campesinos pobres y conquistar alimento barato para los explotados.
- No al pago de la deuda externa y ruptura con el FMI y todos los tratados de saqueo que atan a Brasil al saqueo imperialista.
- Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las transnacionales imperialistas y colocarlas bajo control obrero.
- Hay que preparar y conquistar la huelga general que le ponga el pie en el pecho a los exportadores y derrote firmemente el plan esclavista de flexibilización laboral, del robo a las cajas de previsión social y de la destrucción de los recursos naturales y del medio ambiente.
- Para defender la Embraer y la Petrobras, hay que expropiarlas sin pago y renacionalizarlas bajo control obrero, al igual que la Vale y todas las privatizadas.
Estas son las primeras demandas mínimas que motorizarán y que podrán a los explotados en pie de guerra contra el ataque de los capitalistas, que sostienen tanto los partidos oficialistas como la oposición del PT, PCdoB, PDT, etc.
No hay tiempo que perder. Hoy más que nunca: ¡Para que la clase obrera y los explotados vivan, el imperialismo debe morir!
¡La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos!
¡Brasil será socialista o será colonia de Wall Street!
CROJA
Adherente de la FLTI
Bolsonaro y el imperialismo
Sobre el TLC con la UE y el papel de Francia
EEUU y su guerra comercial con Europa en Brasil y el Mercosur
Una “guerra comercial" que la pagan las masas explotadas
Se han desarrollado algunas fricciones entre el gobierno brasileño y las potencias imperialistas europeas, que no pasaron de un “fuego de paja", pero que puso en alerta al conjunto de la burguesía por las consecuencias que los “exabruptos" de Bolsonaro puedan significar en el futuro inmediato.
Al mismo tiempo hay sectores de la pequeña burguesía y la burguesía que reivindican la actitud de Bolsonaro sobre la “autonomía” de Brasil como “patriota". Es que Macron declaró que hay una “internacionalización” del Amazonas y que “Francia es una potencia amazónica”.
La verdad es que Bolsonaro quiere entregárselo a los yanquis. Inclusive a costo de “poner en riesgo el TLC con Europa".
No hay ningún tipo de nacionalismo ni patriotismo de parte de este gobierno. Su respuesta frente a esta catástrofe fue abiertamente pro yanqui.
En su primer pronunciamiento oficial desde comenzada la crisis amazónica, el 23 de agosto, Bolsonaro “criticó” a Europa por reclamarle a él que cumpla los acuerdos de París cuando ni siquiera ellos lo cumplen y que en contrapartida aceptaba la ayuda de otros países que la habían ofrecido. Se refería a EEUU.
Por otro lado ya definió aplicar la GLO (Garantía de la Ley y el Orden). Es decir, avanzará en la intervención de las Fuerzas Armadas en la contingencia contra los focos de incendio… es decir impondrá la militarización de todo el Amazonas.
El principal problema de la región no se resolverá en base a “Pactos climáticos” sino que será por la vía política y militar. No es secundario que Macron declarara a Francia como Potencia Amazónica y Alemania definiera sanciones contra Brasil por no cumplir los acuerdos de París sobre el “calentamiento global". Tampoco es un hecho secundario que se privilegie a EEUU en contra de la UE.
Hay un punto central que debe tenerse en cuenta a la hora de definir las disputas interimperialistas por el Amazonas. Que si bien tiene en juego todo lo planteado hasta aquí, también ha puesto en cuestión al Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea y el Mercosur.
Este acuerdo determinaba que Brasil sería un proveedor agropecuario para Europa y recibiría productos industrializados, autopartes, automotriz, electro-electrónicos, etc. se haría efectivo en este mes de agosto. Sin embargo, no se efectuaría por el momento. La excusa hoy es “el Amazonas”.
Pero la verdad es que hace más o menos un mes, estuvo en Brasil el secretario de comercio norteamericano. En su visita declaró que si se efectivizaba el TLC con la UE se ponían en riesgo enormes acuerdos vigentes y otros que estaban previstos con los EEUU y que debería ser revisto.
El acuerdo, como dijimos, contempla que Brasil y Argentina serían proveedores agropecuarios. Esto significa una enorme crisis al interior de Francia y su enorme producción agroindustrial y la base social que el imperialismo tiene en la campiña francesa, que se quedaría por fuera de este negocio perdiendo subsidios, etc.
Justamente EEUU aprovecha esta cuestión a su favor y con la crisis frente al Amazonas afloran estas disputas, que nada tienen que ver con el “medio ambiente” y tienen todo que ver con la guerra comercial en la que EEUU no está dispuesta a sacar las garras de Brasil, con Bolsonaro entregando todo.
Pero insistimos en que fue sobre el camino allanado por el gobierno del PT-PMDB, de Lula-Alencar y de Dilma-Temer, que hoy Bolsonaro-Moro-Guedes, bajo el mando de Trump avanzan en su ofensiva, asentados en el Pacto Social que puso de rodillas a las organizaciones obreras y de campesinos pobres con sus direcciones sosteniendo al régimen y al gobierno, esta inercia sigue hasta hoy y es este sometimiento y parálisis que debe romperse para organizar al conjunto de los explotados en una lucha seria contra el imperialismo y el gobierno, para defender el Amazonas y para conquistar el pan, el trabajo y la tierra.
Si hoy Bolsonaro avanza a paso firme entregando Brasil a Wall Street no es porque está “desquiciado”. Ayer con enorme “elocuencia" Lula privatizó la Embraer e hizo negocios con las transnacionales aeroespaciales francesas, hoy Bolsonaro entrega la Embraer, la más importante montadora de aviones y satélites de América del Sur, a la BOEING.
Al mismo tiempo hay una enorme disputa sobre la Base espacial de Alcántara, en el norte del país, en una isla que se localiza en la costa del estado de Maranhão. Esta base está desactivada hace décadas y será puesta a disposición de EEUU en test aeroespaciales. Cabe aclarar que el estado de Maranhão lo gobierna el PCdoB (stalinismo-maoísta que gobernó junto al PT-PMDB y que tuvo la candidatura a vice durante la última elección) y que es un punto estratégico en el mapa, inclusive limitando con la Guayana Francesa.
Por eso se trata de imponer la ruptura del sometimiento de las organizaciones de lucha con el estado burgués, romper con la política de “exigir democracia" a los esclavistas, y que los parlamentarios que se reivindican “socialistas" utilicen la tribuna parlamentaria para la lucha extraparlamentaria, etc. Es decir hay que impedir que se imponga el camino al callejón sin salida al que el reformismo y la burocracia sindical llevan a los explotados, cuando Brasil es un botín que se disputarán los monopolios a dentelladas a costa de mayor hambre, miseria, saqueo y muerte para los explotados.
Una vez más, en medio de esta guerra comercial interimperialistas que solo la pagan los explotados, la alternativa contra el sometimiento y la rendición que el reformismo trasviste de “resistencia", es el combate por derrotar a los capitalistas con el método de la clase obrera, con la revolución socialista.
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La situación del Amazonas y una política
revolucionaria para defenderla
Durante el año 2019 se han registrado más de 75 mil focos de incendio en la región amazónica brasileña, son más de 6.500 focos registrados en el mes de agosto y más de 300 en los tres días que pasaron de septiembre.
El foco más importante se desarrolla en la triple frontera de Brasil, Bolivia y Paraguay.
Más de 40.000 especies de plantas, 1.300 tipos de aves y 426 diferentes de mamíferos viven en la selva tropical del Amazonas, la más grande del mundo con 6,7 millones de kilómetros cuadrados. En esta región brasileña hay una población de más de 20 millones de habitantes.
El papel fundamental del Amazonas es el clima, en relación y contraposición con el desierto del Sahara son responsables de equilibrar el clima del planeta.
Esto explica la posición del G7 y los países imperialistas que posan de defensores del clima y contra el calentamiento global. Por ejemplo por parte de Alemania y Francia y su posición de que “Bolsonaro no cumplió el acuerdo de París sobre el calentamiento global”.
Pero el Amazonas tiene, además de una enorme biodiversidad, enorme reservorios de minerales, gas, petróleo y piedras preciosas. Y es allí donde radica la principal intención del imperialismo de “resguardar" el Amazonas.
¿Por qué los incendios? Se llevan adelante quemas de campo casi todos lo años. Estas quemas las realiza directamente el latifundio, las trasnacionales del agro y de la industria pecuaria. Inclusive a comienzos de agosto se hizo un llamado desde los latitudinarios a “quemar todo” desde el estado amazónico de Pará (uno de los estados con más asesinatos de dirigentes campesinos). Llamaron a un “día de fuego", como mecanismo de presión sobre Bolsonaro para que avanzara en liberar las quemas.
Durante las campañas electorales Bolsonaro ya aclaraba que iba a disminuir drásticamente los controles sobre las quemas privilegiando abiertamente el latifundio e inclusive dejando abiertamente claro que correría de sus tierras a todos los “indios". También decretó la liberación de decenas de agrotóxicos que estaban totalmente prohibidos.
Todas las aldeas de pueblos indígenas estuvieron bajo asedio constante del gobierno y ya llevó a que se realizaran enorme marcha contra esta ofensiva.
Estos son verdaderos campesinos pobres sin tierra. El MST sigue inerte. Las direcciones del proletariado separan las demandas del campo de su caudillo, el proletariado. Se limitan a exigir que se les demarquen las tierras, que no los maten y que respeten a los pueblos. Una verdadera rendición.
Con su política de “ecosocialismo" desarrollan una exigencia de cumplimiento de las convenciones de París, las leyes contra la deforestación, demarcación de tierras, leyes de agro tóxicos, la defensa del Amazonas como recurso natural totalmente por fuera de una política de clases.
Por su parte la burocracia continúa sosteniendo al gobierno, boicoteando cada tentativa de lucha seria y entregando las conquistas obreras fábrica a fábrica. Su política, como la del reformismo, fue desviar todo a una política de presión y de seguir el calendario parlamentario para definir sus acciones, que para nada son definidas alrededor de la Huelga General ni de lucha en las calles.
La gran cuestión del Amazonas es la cuestión de la tierra en su máxima expresión y sin una política de expropiación del imperialismo, de los latifundios y del agro negocio, sin una política desde la Revolución Permanente para los países coloniales y semicoloniales de ruptura con el imperialismo y de expropiación de la tierra nada se resuelve y todo acaba en manos de la burguesía “ecologista" eso va desde el PT, el PDT o el PV de Marina Silva, hasta la burguesía alemana, francesa, Sanders y la burguesía “verde" imperialista.
Por el contrario, para los trotskistas hoy la cuestión del Amazonas pone nuevamente al rojo vivo la alternativa entre el programa de conciliación de clases del stalinismo (al que abrazaron la absoluta mayoría de las corrientes renegadas del trotskismo) y la teoría programa de la Revolución Permanente, que demuestra total vigencia y actualidad frente a este hecho que no es solo por el medio ambiente sino por la tierra y la independencia nacional, es decir por la reforma agraria y la ruptura con el imperialismo como las tareas democráticas fundamentales, que no se resuelven en una alianza con los explotadores como insisten los stalinistas y los renegados del trotskismo, como vemos las Tesis Fundamentales de la Revolución Permanente definen:
“2. Con respecto a los países de desarrollo burgués retrasado, y en particular de los coloniales y semicoloniales, la teoría de la revolución permanente significa que la resolución íntegra y efectiva de sus fines democráticos y de su emancipación nacional tan sólo puede concebirse por medio de la dictadura del proletariado, empuñando éste el poder como caudillo de la nación oprimida y, ante todo, de sus masas campesinas.
3. El problema agrario, y con él el problema nacional, asignan a los campesinos, que constituyen la mayoría aplastante de la población de los países atrasados, un puesto excepcional en la revolución democrática. Sin la alianza del proletariado con los campesinos, los fines de la revolución democrática no sólo no pueden realizarse, sino que ni siquiera cabe plantearlos seriamente. Sin embargo, la alianza de estas dos clases no es factible más que luchando irreconciliablemente contra la influencia de la burguesía liberal-nacional.”
Aquí está el programa de la IV Internacional que todos los reformistas quieren impedir que sea tomado por la clase obrera y al que los renegados del trotskismo han ocultado bajo siete llaves.
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