Brasil - 05 de septiembre de 2021
Entre el látigo y las amenazas de Bolsonaro, y los “cantos de sirena” de la burguesía opositora, Lula y la burocracia sindical
La burguesía y el imperialismo buscan impedir
un estallido revolucionario de masas
La clase obrera brasilera, un coloso a punto de despertar
Sobre las condiciones políticas y económicas
1) Las condiciones que golpean sobre el Mercosur están claramente marcadas por la crisis capitalista imperialista, sumada a la pandemia de COVID-19 que ya se cobró la vida de casi 600.000 explotados en Brasil. Justamente es aquí donde todas las corrientes de la “Nueva Izquierda” juegan un papel funesto: están determinados a esconder bajo siete llaves a los monopolios que comandan este feroz ataque y plan de esclavización de los explotados, es claro que Lula está bajo el comando del imperialismo que posa de “democrático”, como vocero directo de la gran patronal de la FIESP y FIRJAN (Federaciones patronales de San Pablo y Río de Janeiro). Estas Federaciones patronales están en su mayoría ligadas a los monopolios que se instalaron en Brasil durante los 13 años de gobierno de frente popular, como es la Volkswagen, Renault, ArcelorMittal, Totalfina, Carrefour, Telefónica VIVO, entre másda 250 transnacionales europeas que explotan alrededor de 3 millones de obreros en Brasil, y una cantidad próxima de transnacionales yanquis como Ford (que viene de cerrar todas sus plantas a principio de año), GM, Johnson&Johnson, Exxon, Chevron, etc. que ocupan a unos 2 millones de obreros en Brasil. El imperialismo yanqui en franca crisis de dominio ya no tiene el camino libre en su “Patio Trasero” y los piratas de la UE, Alemania y Francia también vienen por todo y le disputa palmo a palmo el dominio de América Latina.
2) Brasil ya no juega el papel de BRIC, hoy está en abierta bancarrota. El PIB cerró en baja el tercer trimestre. El llamado “Costo Brasil” esta por las nubes en medio de una infraestructura obsoleta para las reconversiones industriales que, por ejemplo se desarrollan en la industria automotrices, lo que explica el cierre de la Ford y el abierto chantaje de todas las montadoras, para destruir los convenios colectivos, mientras la burocracia se encarga muy bien de imponer el terror entre los obreros sindicalizados. En el país ya hay más de 30 millones de nuevos desocupados. Familias enteras tiradas en la calle, como se puede ver hoy en la Plaza de Sé que se ha convertido en un “campo de refugiados” a cielo abierto con centenares de familias viviendo en carpas. Decenas de miles de explotados tuvieron que refugiarse de la ola de frío en las estaciones del Metro, luego de una intervención de la Iglesia. Las filas obreras están totalmente separadas, mientras la patronal pega a diestra y siniestra. Esto sucede en medio de una feroz ruptura burguesa y en el momento de mayor debilidad del gobierno y las instituciones del régimen.
3) Wall Street no tiene el camino libre en su “Patio trasero”. La disputa interimperialista está marcada por hacer del Brasil una maquiladora mil veces peor que México y Bangladesh. Todas potencias imperialistas están determinadas en este objetivo: recolonizar y definir sus zonas de influencias con abiertas condiciones de esclavitud y para ello deben conseguir imponer feroces regímenes cada vez más bonapartistas. Es en los tiempos y las formas en que se definirá el régimen más apto para poner a las masas de rodillas y hacer rendir a la clase obrera, que se han abierto enormes brechas en las alturas.
4) Si por un lado una fracción de los monopolios azuza a Bolsonaro y a un sector de la casta de oficiales de las FFAA, al tiempo que alistan a sectores de los altos mandos de las Policías Militares, por otro lado la FIESP y más de 200 cámaras empresariales e instituciones capitalistas quieren frenar a Bolsonaro. Como fueron algunas tentativas de exigirle en definitiva que “Cumpla con la Carta Magna y respete las instituciones y los poderes institucionales de la República”, con un claro intento de impedir un choque de clases anticipado y que el plan termine siendo un “tiro en el pie”.
Estas instituciones de la gran burguesía brasilera han destacado en dos propuestas de cartas al Presidente – que luego el presidente de la FIESP, Paulo Skaf, pidió que no se enviaran para no profundizar la brecha en las alturas – donde expresaron en su segundo borrador de carta: “El momento exige de todos serenidad, diálogo, pacificación política, estabilidad institucional y, sobre todo, un enfoque en acciones y medidas urgentes y necesarias para que Brasil supere la pandemia, vuelva a crecer, genere empleos y así reduzca las necesidades sociales que llegan a grandes segmentos de la población.”Vean las dos cartas en anexo al informe de fecha 30 de agosto.
Llaman a que actúe el régimen de conjunto. Aunque, no está demás decir que estas federaciones de la burguesía fueron las que organizaron con el imperialismo el Golpe de 64, entonces su carta es más un alerta de “pónganle el bozal al perro”. Verán que las cartas expresan, posando de “democráticos, constitucionalistas y republicanos” que aún no es tiempo de lanzar un choque con métodos de guerra civil contra los explotados.
5) Por otro lado son estas fracciones burguesas las que, con la casta de jueces, están avanzando en la CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación) de la COVID, que ya ha llevado algunos burgueses y políticos presos y ha abierto investigaciones contra la pandilla de Bolsonaro que hizo fortunas con la pandemia, inclusive han decretado que se rompa el sigilo de las cuentas de Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente y Diputado Federal, que durante las elecciones fue quien declaró “que ya estaba montado al caballo y con el sable en manos, si era necesario reivindicar el poder”. Esto llevó a que se desarrollaran fricciones entre la justicia y el Ejecutivo y también entre el ejecutivo, los Ministros y las cámaras parlamentarias que llevan adelante las “investigaciones”. El ejecutivo retrucó con pedidos de Impeachment de Bolsonaro contra dos Jueces del TSJ. S3ectores de la casta de oficiales salió a decir que “velan por las instituciones y la Constitución”. Bolsonaro se apoya en algunos sectores del Ejército y principalmente en los comandos de las Policías Militares (PM), donde tiene su principal peso político.
6) Como veremos más adelante, el día 7 de septiembre, es el Día de la Independencia de Brasil. Bolsonaro llamó a ganar las calles, hizo un llamado en particular a las Fuerzas Armadas, algunos aseguraron que participarán, otros, por el momento mayoritario, decidieron no intervenir para no profundizar la crisis institucional. Pero sectores de la PM dijeron que saldrían a la calle.
Las organizaciones obreras de Brasil y las centrales históricamente llamaron para este día a acciones pacifistas en las calles bajo el mote de “El día de los excluidos”. Y también llaman a hacer acciones el 7 de septiembre en las calles. Varios sindicatos se plegaron, las direcciones del reformismo llaman abiertamente “A la más amplia unidad contra la tentativa golpista”, es decir, con la burguesía. Todo se define en los marcos del régimen burgués. Están todos conflagrados, cada un jugando su papel, en defender al régimen, silencian la pelea por la huelga general, no plantean organismos aptos para el choque violento que preparan los esclavistas, su política, DE TODOS, desde el PSTU y el PSOL hasta el CUT y el PT, es de “Impeachment contra Bolsonaro”. El pacifismo abunda entre sus discursos y esto demuestra un claro preanuncio de que están rendidas de antemano.
7) La fracción que está en el poder no se queda de brazos cruzados. También dice ampararse en la Constitución. Una Constitución claramente hecha a los moldes de los intereses imperialistas, que sirve como dos puntas de la misma soga, para esclavizar a las masas. Por eso, en nombre de la “lucha por la independencia”, Bolosnaro salió a responder y ha hecho de su centro en la amenaza el llamado a acciones ofensivas, se han plegado a él también varios pastores evangélicos que discursan en los santuarios en nombre de la defensa armada del gobierno. Bolsonaro no se detiene, viene de amenazar de bloquear el proceso electoral de 2022 alegando que las urnas eléctricas son fraudulentas, debido a la pérdida de bancadas en las elecciones parlamentarias de 2020. En sus discursos no ahorra palabras para llamar a que “las personas compren fusiles” y llegó a dejar claro “el que no quiera comprar armas y se quiera comprar frijoles que se joda, si no tienen plata que no molesten”.
8)Sobre el papel de Lula, debe verse junto al giro abierto del PSOL como garantía del engaño. Lula,ya ha declarado sin ningún tapujo que está abierto a alianzas con los partidos patronales más abiertamente que en los 13 años de gobierno junto al PMDB. Su plan no lo oculta ni lo disfraza, sino que lo expresa claramente en diversas declaraciones donde asegura que no tendrá ningún tipo de límites para representar a los capitalistas, mientras deja siempre claro que dejará el camino libre a Bolsonaro para que termine su mandato y “enfrentarlo” en las elecciones. Por causa de este engaño garantizan que la vanguardia y la clase obrera no distinga a sus enemigos y los someten a la fracción burguesa que posa de “opositora” y “democrática”.
El ala mayoritaria del PSOL se determina 100% a una alianza con este, pidiendo de buenos modales que Lula no se alíe a la “derecha y a la burguesía”. Esto ya no es nada creíble, el ocaso de Lula ya hace tiempo que es un hecho.
Por eso, para que este veneno penetre entre las masas y la vanguardia, el PSOL es fundamental. Un dato clave es que en el año de 2021 el PSOL ha conseguido más de 22 mil afiliaciones y el PT un poco más de 600. Este hecho es categórico, demostrando que ha llegado el momento en que el PSOL juegue abiertamente el papel que juegan sus jefes del PODEMOS, Syriza, etc. Aunque estas afiliaciones son “afiliaciones legales” para mantenerse como partidos aptos para candidatearse, es un dato muy importante.
La situación de la clase obrera y los explotados
1) Las condiciones objetivas están más que maduras para que comience el combate revolucionario de la clase obrera. Las brechas en las alturas han puesto bajo una tensión y crisis total a las instituciones de dominio de los capitalistas.
Bolsonaro representa claramente al sector de los monopolios, no es para nada un “loco”, ni “megalómano”; tampoco es un “aventurero”, ni actúa por cuenta propia. Es un claro vocero de una fracción de los monopolios y la gran burguesía que consideran que las masas y la clase obrera están adormecidas lo suficiente y que las direcciones están claramente dispuestas a rendirse ante el primer ataque serio.Las condiciones para una intervención decisiva del proletariado están más que maduras, pero la catástrofe que se está imponiendo está signada por una enorme centralización de las direcciones traidoras que mantiene a la clase obrera de Brasil encorsetada y atada de pies y manos. Pero la otra fracción burguesa le advierte, le pone un freno, “la clase obrera no está derrotada”, expresan, y llaman a mantener la institucionalidad y es aquí donde apelan al reformismo como un agente fundamental en la defensa del régimen de la Constitución de 1988.
2) El plan de los parásitos imperialistas es que, mientras esta disputa se desarrolla, se avance a pasos largos en llevar a las masas a condiciones de miseria inaudita, hambrunas, desesperación de decenas de millones en condiciones de pobreza extrema y desempleo crónico. Estas condiciones donde prima la ofensiva de los esclavistas y se retrasa la respuesta de la clase obrera, nuevamente es lo que define el papel de sostén directo del régimen tanto desde los pelegos como desde la Nueva Izquierda. En este contexto se redobla la lucha de la puesta en pie de la vanguardia revolucionaria por derrotarlas y también las tareas planteadas para la clase obrera brasileña. Aquí se demuestra claramente la terrible consecuencia que significó cada derrota impuesta a los combates revolucionarios del último período, tanto en Medio Oriente, en Europa y en su inacción ante los combates de Colombia, Chile, etc.
3) Los explotados de Brasil no dejaron de pujar por tomar el centro de la escena en innumerables acciones en las calles. Luchó con huelgas y ocupaciones de fábricas contra los despidos y la flexibilización. A pesar y en contra de sus direcciones, tuvo una clara perspicacia de comenzar a unir su lucha a la clase obrera de EEUU, primero frente a la ejecución de Marielle, con Beto Silveira, obrero negro muerto a manos de la seguridad de Carrefour, se volvió a poner en las calles “Las Vidas Negras Importan”, en momentos que se sublevaban sus mejores aliados al interior de la bestia imperialista. Rápidamente fue desviado y sepultado por el reformismo a medida que en EEUU sostenían la trampa electoral y al carnicero Biden.
Los explotadores saben muy bien que todo su plan se impone en la medida que derroten e impongan nuevos grilletes a la clase obrera y los explotados de Brasil. Saben que esto no se impone de manera pacífica y que sólo se consigue con el método de la guerra civil. Justamente para avanzar en ello deben haberse impuesto las traiciones de sus direcciones, la desmoralización de la vanguardia y garantizar que los explotados se rindan y abrir el camino a su aplastamiento. Justamente el principal punto de crisis en las alturas está determinada por las formas y con qué tiempos que se impondrá este plan, aunque no hay ninguna diferencia en el objetivo.
4) Se están empezando a gestar ciertos sectores de vanguardia en la clase obrera como es el caso de los metroviarios y los ferroviarios que vienen sufriendo ataque del gobierno y han respondido con el método de la huelga y la asamblea votando plan de lucha e inclusive con una enorme tendencia a la unidad entre estos dos sectores. Sin embargo, aún el proletariado industrial sigue encorsetado por la burocracia y el reformismo, aunque pueden desprenderse sectores de este en medio de la enorme carestía de la vida que ya no se soporta.
Si bien el proletariado no ha entrado en acción, no está todo dicho, tanto que el propio senado tuvo que vetar una propuesta de reforma laboral que ponía a la clase obrera bajo condiciones aún peores, ya sin convenios estables, la patronal pretendía imponer jornadas de producción determinadas libremente por los patrones, quites de horas extras, indemnizaciones, etc. es decir que impondría con peso de ley las condiciones de maquiladora y obreros a destajo. Pero no pasó esta ley, puesto que la patronal tiene que medir la relación de fuerzas y debió poner un freno a este plan en corto plazo.
Las posiciones de la Nueva Izquierda
1) El PSTU, está en su clásica postura de “ni ni”, pero con una ubicación cada vez más abierta en el programa de toda la Nueva Izquierda. Son parte abierta de la campaña por un “Impeachment contra Bolsonaro”, aunque lo decoran con fraseologías de “sacar al gobierno y toda su tropa”, “tirar abajo a Bolsonaro”, “ganar las calles”, etc.
Como toda la izquierda reformista ocultan abiertamente el papel del imperialismo. Sacaron una última nota sobre el 7 de Septiembre “por una segunda independencia”, hablan de costado sobre el imperialismo y durante todas sus declaraciones se callan abiertamente de la lucha por la expropiación de los monopolios, sus bancos, etc.
También posando como “no pacifista” destaca en una nota una posición frente al posible choque que ese espera para las acciones del 7 de Septiembre. Obviamente no plantea la milicia obrera y popular, ni nada cercano a esto, solo se limita a defender la puesta en pie de “una primera línea” como en Colombia y Chile, “de defensa de los actos, de forma unitaria y democráticamente controlada por las propias movilizaciones…”
https://www.pstu.org.br/contra-ameacas-autoritarias-de-bolsonaro-ir-as-ruas-dia-7-de-setembro/
https://www.pstu.org.br/contra-as-ameacas-da-ultradireita-construir-a-auto-defesa-das-mobilizacoes/
https://www.pstu.org.br/7-de-setembro-botar-pra-fora-bolsonaro-deter-a-boiada-e-a-recolonizacao-imperialista/
2) El PSOL en el caso de la corriente de Pedro Fuentes, es abiertamente convocante a acciones con contenido de colaboración de clases, a lo que llaman, como ya es costumbre, de “amplia unidad”. En su declaración sobre los actos del 7 de Septiembre llaman a masificar los actos y dicen: “Las direcciones mayoritarias deben cambiar su política de pasividad y convocar con toda la fuerza a respuestas callejeras (…) También el único camino para defender las libertades democráticas de provocaciones golpistas (…) movilizar al máximo para este día decisivo, actuando en conjunto con las fuerzas de la iniciativa Pueblo en la Calle, Campaña Fuera Bolsonaro y todos los sectores de la oposición que quieran ir a las calles, con unidad, amplitud y combatividad.”
https://movimentorevista.com.br/2021/08/as-ruas-no-7-de-setembro-golpistas-nao-passarao/
3) Estas organizaciones “Pueblo en la Calle” (Povo na Rua) y la Campaña Fuera Bolsonaro, son organismos que se pusieron de pie durante este último período y que son los que convocan a las acciones en las calles desde hace algunos meses atrás, el “Pueblo en la Calle” está conformado por sectores y corrientes sindicales y partidos de izquierda, el de “Fuera Bolsonaro” está más ligado a corrientes de partidos como el PT, PCdoB, partidos burgueses como el PDT, etc. Aunque ambos se organizan mancomunadamente con el firme propósito de impedir la entrada en escena de la clase obrera de forma independienteporque así, a través de sus organizaciones de lucha, podría acaudillar a todas las masas explotadas del campo y la ciudad.
4) Estas dos variantes las podemos encontrar en el conjunto de las corrientes de la Nueva Izquierda. Algunos más abierta o más solapadamente, pero todos levantan una política de colaboración de clases. Todos callan la lucha contra el imperialismo. Todos callan la pelea por construir la huelga general. Sobre los organismos de lucha nadie sale de los marcos de los tinglados políticos controlados por la burocracia y el reformismo o por la misma burguesía como son “Povo na Rua” y “CampanhaFora Bolsonaro”. La pelea por los comités obreros, comandos de lucha unificados, los comités de autodefensas armados, etc. está enterrada.
De esto se trata el rol de los frentes de colaboraciónde clases con las así llamadas burguesías “progresistas” que hace rato han demostrado que son incapaces de llevar adelante toda lucha seria contra el imperialismo e inclusive hasta el final contra el bonapartismo y las intentonas fascistoides del gran capital. Es que todos ellos salen de la misma cloaca que es el sistema capitalista.
El sometimiento de la clase obrera a la burguesía “democrática” significa someterla a una de sus verdugos, cuyo objetivo es echar agua al fuego de la revolución y desorganizar las ofensivas de masas para que luego la contrarrevolución las golpee duramente y les imponga derrotas estratégicas en las calles. De eso se tratan sus “cantos de sirena”.
Este es el caso de Brasil, donde el conjunto de la izquierda reformista aliada a sectores de la gran burguesía paulista y de un sector de las transnacionales y los monopolios, buscan a toda costa que las grandes masas -con millones de obreros y campesinos hambrientos, desesperados, desocupados y sin tierra- no intervengan en enormes acciones revolucionarias capaz de derrotar en las calles al gobierno de Bolsonaro y al conjunto de las instituciones del régimen infame. Es que ellos saben que una sublevación revolucionaria de masas iría por todos los de arriba, que hace rato le sacaron ya todo a los de abajo.
Al decir de Trotsky, la alianza con la burguesía “liberal” o “democrática” es una alianza contra las clases medias arruinadas y contra las capas bajas y desesperadas de las masas que buscan una salida rápida a su crisis y pueden ser caldo de cultivo del fascismo.
Más allá de esta cuestión, la clave es que si Bolsonaro se sostiene es porque Lula, el PT y las burocracias sindicales han centrado su política en “sacarlo en el 2022 con las elecciones”, mientras este llama a las fuerzas reaccionarias a las calles e inclusive afirma que va a desconocer el resultado electoral.
Bolsonaro existe porque Lula, el PT y la burocracia sindical están conteniendo una acción decisiva de masas que barra con él y todo su gobierno. Este es un pacto infame de gobernabilidad. Atar a las masas a él es ponerle a estas una soga en el cuello.
5) Lo que se refleja en Brasil es la cínica política de colaboración de clases de la Nueva Izquierda como se plantea en la Carta del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional a la 59° Asamblea Internacional Antiguerra de Japón:“El reformismo pretende combatir al fascismo y a los regímenes bonapartistas sometiendo al proletariado a las fracciones de la burguesía que se pintan de “democráticas”. Esto es una falacia. El proletariado defiende las libertades democráticas con las armas en la mano y con el método de la revolución proletaria.”
De la misma manera, aquí está planteada la pelea que en esta declaración se define: La pelea por poner en pie organismos de doble poder armado de las masas al inicio de toda situación pre-revolucionaria o revolucionaria, es una cuestión clave y decisiva para la victoria de las masas y para evitar su aplastamiento a manos del fascismo.El combate por conquistar direcciones revolucionarias en los sindicatos, asentadas en la democracia obrera más audaz, es la forma de colaborar decisivamente con las masas para que se saquen de encima a las direcciones traidoras. El imperialismo centraliza su ofensiva y a las direcciones traidoras. Unir la lucha internacional del proletariado es una necesidad urgente.”
La lucha por un partido revolucionarioes clavepara las luchasque ya están en ciernes, para romper el cerco del reformismo y los pactos de colaboración de clases que impiden que las masas derroquen a Bolsonaro con un combate en las calles hoy. Es que todos intentan “derrotarlo en las elecciones del año próximo”.
La pelea por un partido revolucionario es decisiva para conquistar un reagrupamiento independiente de la clase obrera.
Con su política oportunista, la izquierda reformista ha demostrado ser servil al régimen burgués. Las masas ya no aguantan más aquí y ahora.
En Brasil se ha puesto en pie uno de los focos centrales del partido único de renegados del trotskismo y stalinistas, bajo el mando del Partido Comunista Cubano, como fue el último foro donde sellaron la unidad continuando la políticade colaboración de clases del stalinismo y la socialdemocracia. Una verdadera tragedia en momentos en que venían de levantarse contra el hambre centenares de miles de explotados en La Habana y en América Latina, y cuando más se profundizan las condiciones para la sublevaciónrevolucionaria de las masas de Brasil.
En el PSOL están, al decir de Lula sobre Boulos, sus “herederos”. Pujals (Pedro Fuentes), el dirigente de su comisión internacional, fue a proponerle a Sanders, el hombre de izquierda de los piratas de Wall Street, hacerle su “internacional en América Latina”. Todas lascorrientes de los renegados del trotskismo del continente y el mundo están en el seno del PSOL y conviven en paz, tal como lo hacen gran parte de ellas en el NPA francés, actuando allí como verdaderos consejeros de “izquierda” de las aventuras coloniales de la V República francesa.
Mientras tanto, el PSTU y la LIT-CI, desde la CSP-Conlutas, sostienen una política que se ha probado abiertamenteen América Latina. Brindaron un apoyo descarado a la fraudulenta y fantoche a la Constituyente en Chile, siendo parte de una lista de colaboración de clases con sectores de la burguesía, que hoy estalló en mil pedazos. En Perú, llamaron a votar al partido burgués de Castillo en las últimas elecciones. Así, la LIT-CI contribuye en poner a la clase obrera a los pies de la burguesía “democrática”. Con esta política, la LIT-CI en Brasil está muy lejosde disputarle la clase obrera a la burocracia sindical traidora de la CUT.
La poderosa clase obrera brasileraestá destinada a jugar un rol histórico decisivo en la lucha de las masas del continente americano para sacarse de encima el sometimiento y el saqueo del imperialismo.
La historia la va a escribir la lucha de clases, que será más fuerte que cualquier aparato y les dará mil oportunidades a los trotskistas y los revolucionarios para reagrupar sus fuerzas.
Las generaciones anteriores hicieron mil intentos para poner en pie un partido revolucionario en Brasil. En décadas pasadas, el trotskismo brasilero dejó hilos de continuidad. Poner en pie un nuevo reagrupamiento internacionalista de la clase obrera brasilera, es la tarea del momento y solo será posible bajo las banderas de la IV Internacional.
Corresponsal
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