Brasil - 13 de octubre de 2022
Tras los pasos del PODEMOS del Estado Español, asimilados al régimen burgués
El PSOL en bancarrota
Junta al PT, la iglesia, los capitalistas, los banqueros y el imperialismo
Hoy vemos a los fundadores del PSOL que rompieran con el PT en 2014, Juliano Medeiros (presidente del PSOL), Luciana Genro, Heloísa Helena y demás dirigentes mandelistas, hoy abiertos castro-stalinista travestidos de trotskistas bajo la dirección del PC Cubano y de Frank Hernández. De la mano de Lula, la burguesía y los banqueros, se declaran enemigos de la revolución socialista, usurpando las banderas de la IV Internacional y el nombre del socialismo poniéndose a los pies del régimen esclavista brasileño y del imperialismo.
Este partido que viene de aumentar en más de 200 mil sus afiliados en los últimos dos años demuestra su abierta bancarrota. Sus candidatos fueron Lula-Alckmin. Se federaron con la Rede (el partido del banco Itaú) y se integró a la fórmula “Brasil de la Esperanza”, junto al PSD, al PCdoB, al PV, Rede, Solidaridad, PROS, entre otros partidos burgueses
Boulos, Medeiros, Genro y compañía aplican en Brasil lo que ya hicieron apoyando a Boric en Chile, a Petro en Colombia y por supuesto, de la mano de Sanders, apoyando a “Biden contra Trump” en EEUU. Lo hicieron a pesar de ser denunciados por la propia base del partido por aplicar esta política a pesar y en contra de las resoluciones de su último Congreso de diciembre de 2021, donde se definió una política electoral independiente.
Boulos, candidato del PSOL a diputado federal por San Pablo, resultó ser el candidato a Diputado Federal más votado en el Estado, y el segundo más votado en el país ya se arrodilla a la candidatura burguesa de Lula-Alckmin y hasta lo imita muy bien, como su fiel “heredero”, a Lula en sus mítines.
El PSOL ha muerto como alternativa para la clase obrera y en un camino sin vuelta se alían a la burguesía, a su régimen y a sus intereses en nombre de la “democracia y la libertad”. En su alianza con la Burguesía consiguió millones de votos, nuevos escaños en los Parlamentos tanto Federal como en los Estados y junto a sus aliados de los partidos burgueses obtienen algunas gobernaciones.
Y aún así vemos que a la CST-UIT, a la LS-LIS, y a decenas de grupos del llamado “Bloque de Izquierda Radical”, que también llaman al voto crítico en Lula-Alckmin, continúan dentro del PSOL. ¡Aberrante! No solo se niegan a romper ese partido traidor, sino que llaman a votar a la clase obrera “críticamente” en Lula-Alckmin ante la amenaza bolsonarista.
¡Digamos la verdad! Todo aquel que se disponga a ofrecerle a los capitalistas, aunque más no sea el dedo meñique en su apoyo, no hace más que “venderle el alma al diablo”. Su voto significará su responsabilidad ante las tropelías que preparan Lula-Alckmin contra los trabajadore y los explotados del país, que dejaran a la represión de Boric, de Castrillo y Petro como un juego de niñas. Mientras todos le rezaban a Nuestra Señora de Aparecida para Lula ganara en el primer turno, que les hubiera ahorrado la tarea sucia de llamar a votarlo como “mal menor“, ante Bolsonaro.
El PSOL se dispone a gobernar con ellos, pero antes que todo ya han concentrado todas sus fuerzas para desmoralizar a la vanguardia que no se quiere someter a la colaboración de clases. Sus argumentos cínicos ya se escuchan “aquel que no vote a Lula será responsable de la victoria del golpismo”, “No votar a Lula es hacerle el juego a la derecha”, etc.
Desde ya, su asimilación a la burguesía y su disposición a sostener al régimen burgués es total. Tampoco está descartado su disposición en asumir un Ministerio como ayer el lambertista Antonio Palocci, que fue Ministro de Hacienda de Lula de 2003 a 2006, Ministro de la Casa Civil de Dilma por cinco meses y hoy goza de prisión domiciliaria en su mansión ante la condena por el Lava Jato. O el flamante Miguel Rosseto, organización mandelista Democracia Socialista,quien ocupó el Ministerio de Desarrollo Agrario, es decir encabezó el destierro y la masacre en el campo, tanto durante el gobierno de Lula como en el de Dilma, además en la segunda presidencia de Dilma ocupó la cartera de la Secretaría General de la República y como Ministro de Trabajo fue garante del surgimiento de la actual Reforma Laboral. Esto no está descartado ante la bancarrota del PSOL, que se abraza a los candidatos de la patronal, del vaticano y del imperialismo.
Se integran a “velas desplegadas” el frente con Alckmin de la FIESL, ex jefe del PSDB que gobernó San Pablo con mano de hierro, el hombre de la FIESP y del Opus Dei, tanto que tienen el apoyo del Papa Bergoglio.
El PSOL no hace nada nuevo solo revive la política del stalinismo. Pero lo trasviste de trotskista cubierto por todas las alas morenistas que siguen dentro del él, mientras el PSTU y los “viejos” anti-lulistas los cubren por izquierda. Es que, para hacerlo y legitimarlo ante la clase obrera y su vanguardia, mientras a coro dicen que “El socialismo no va más”, necesitan hacerlo en nombre del trotskismo y de la IV Internacional como parte de una única política mundial para salvar al capitalismo putrefacto tal cual enfermeros, es decir, justo cuando queda claro que no hay salida sin la revolución socialista triunfante y sin una dirección bajo el legado de la IV Internacional y del bolchevismo. Es que el imperialismo sabe claramente que la clase obrera no está derrotada, que el trotskismo vive en cada combate y cada sublevación que aquí y allá estallan como hoy en Irán, por ejemplo. El PSOL sabe de esto pero es enemigo de que triunfe, su papel hoy es absolutamente el contrario… llama a apoyar las candidaturas burguesas y a sostener a los gobierno de los esclavistas.
Boulos, el “Iglesias brasileño” (Por Pablo Iglesias del PODEMOS Español), con un millón de votos en la espalda, es el jefe de los “anticapitalistas”. Este ex dirigente del PCB (Partido Comunista Brasileño), a quien los dirigentes del PSOL, Juliano Medeiros y compañía, lo nombraron líder del Partido, hacen lo que sus jefes determinaron y, con la complicidad de los renegados del trotskismo de Medeiros, Pedro Fuentes, Luciana Genro y una larga cadena de colaboracionistas, sea bajo la dirección del viejo “Secretariado Unificado” o como morenistas seniles, en nombre de la IV Internacional, se han colocado a 180º grados de los combates en curso de la clase obrera y de sus intereses y, como el PODEMOS, el PSOL se ha pasado al campo de la burguesía contra las masas explotadas.
¡HAY QUE ROMPER CON LA BURGUESÍA! ¡HAY QUE DESACATAR A LA BUROCRACIA PELEGA, AL PSOL Y A TODOS LOS COLABORACIONISTAS! Los viejos “anticapitalistas” se han ido abiertamente con la burguesía, es un camino sin retorno. Hoy más que nunca ¡QUE VIVA LA LUCHA POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
Hay que reagrupar las filas obreras antes de que sea demasiado tarde. Hay que reagrupar las fuerzas de los que nos negamos a someternos a los cantos de sirena del frente de Colaboración con la burguesía que nos llevará inevitablemente a la derrota. ¡Las masas revolucionarias y los firmes militantes trotskistas, que combatimos bajo las banderas de la IV Internacional de Trotsky y el joven Mario Pedroza, no permitiremos tanta entrega del legado y programa de la revolución socialista y la IV Internacional! No estamos ante una elección o una lucha sindical como quisiera el reformismo, estamos ante toda una época de revoluciones, contrarrevoluciones, guerra y fascismo. Hoy le ha tocado el momento al frente popular, en su camino se ha deglutido a la mayoría de las corrientes que hablaron en nombre del socialismo.
La clase obrera tendrá mil y una oportunidades de cambiar el rumbo de la historia que está marcado por un camino tortuoso plagado de direcciones traidoras como hoy estamos viendo con el PSOL en Brasil. A los que los obreros le dieron su confianza, décadas de enormes esfuerzos y devoción, e incluso su sangre como la compañera Marielle Franco, y que cuando más se lo necesita demuestra su servilismo a la burguesía y se preparan para hacer todo lo contrario a lo que dijeron ayer. Es el momento de saber nadar contra la corriente, el reformismo a cada paso corta su propia rama que lo sustenta. Porque con Lula-Alckmin no se derrota a Bolsonaro, no viene ni democracia ni concesiones, sino más entrega, represión y miseria. Aquellos que lo sostienen y generan ilusiones en él y serán los principales responsables.
La IV Internacional no ha muerto y vive en cada combate decisivo y recuperaremos sus limpias banderas de sus detractores ¡Viva la IV Internacional y el trotskismo! ¡Muera el reformismo y el colaboracionismo! Como dice el Programa de Transición: “La Cuarta Internacional ya goza del merecido odio de los estalinistas, los socialdemócratas, los liberales burgueses y los fascistas. No tiene ni puede tener lugar en ninguno de los frentes populares. Se opone irreductiblemente a todas las agrupaciones políticas vinculadas a la burguesía. Su tarea es acabar con la dominación capitalista. Su finalidad es el socialismo. Su método es la revolución proletaria”.
Por CROJA, SP, Brasil
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