Brasil - 3 de enero de 2023
Asumen Lula-Alckmin y sus ministros capitalistas
Un gobierno a los moldes de Wall Street y
el imperialismo que viene a someter a los explotados
Luego de un mes y medio de trabajo conjunto entre los ministros de Bolsonaro y el “equipo de transición”, asumen Lula-Alckmin. Bolsonaro se recluye en EEUU y provisoriamente saca a sus fuerzas reaccionarias de las calles para garantizar que asuma el gobierno que el imperialismo necesita. Lula-Alckmin y sus ministros capitalistas asumen, sostenido por la burocracia sindical y las direcciones reformistas de la clase obrera y los explotados que gobernarán con él. Mientras, con un discurso de “paciencia y gobernabilidad”, se preparan para atacar al ala izquierda del proletariado.
Este gobierno “progresista” que posa como un gobierno amigo de los pobres y los oprimidos, viene a impedir que estos irrumpan con sus demandas, para cumplir su papel de garantizar los intereses del imperialismo y la patronal esclavista. Este viene a desorganizar la ofensiva obrera con frases dulzonas y promesas de manos vacías.
Lula da garantías a las clases dominantes de que hará un gobierno de unidad nacional y defenderá hasta el último centavo del imperialismo en el banco central y garantizará el saqueo de sus transnacionales. Aunque haya cambiado a último momento a Meirelles por Fernando Haddad (PT) en el Ministerio de Finanzas y Hacienda, estos hombres de confianza de Wall Street y la Unión Europea se mantienen como laderos del gobierno para garantizar todos los intereses del FMI y el imperialismo, que vienen a cobrarse una histórica deuda externa.
Si bien designó ministros del PT en algunas carteras, ha nombrado en los Ministerios claves a hombres del MDB en Planificación, Ciudad y Transporte. El partido bolosnolarista Unión Brasil comandará los ministerios de Integración Nacional, Turismo y Comunicaciones, siendo que en este último se designó al ex Diputado por Maranhao Juscelino Filho, uno de los impulsores del Impeachment contra Dilma Rousseff. Mientras el vicepresidente Alckmin, el hombre de la gran burguesía paulista, comandará el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, uno de los ministerios claves para organizar los planes de saqueo y explotación de las transnacionales imperialistas. ¡Vaya gobierno “progresista”!
El PSOL, llamó a las masas a votar a un hombre que supuestamente iba a “luchar por los trabajadores”, luego dijeron que “en las urnas se había derrotado a Bolsonaro y a la reacción” y movilizando decenas de miles de militantes de todo el PSOL, del Movimiento de Trabajadores Sin Techo, del Movimiento Sin Tierra y acompañados por la burocracia de la CUT; CTB, FS y demás centrales sindicales, participaron de la pose de Lula-Alckmin al que pintan como el gobierno “de la democracia y la libertad”. Este partido de la izquierda del régimen, luego de ser miembro del “Equipo de Transición” de Lula-Alckmin con su presidente Juliano Medeiros y con Boulos (el “heredero de Lula”), ocupará el Ministerio de Pueblos Indígenas con Sonia Guajajara. Mientras mantienen su Federación con el partido burgués Rede Sustentabilidade, el partido del Banco Itaú, de Marina Silva, que comandará el Ministerio de Medio Ambiente.
El PSTU, que bregó por una política de independencia de clase en la primera vuelta, luego en la segunda vuelta, en aras de “derrotar a Bolsonaro”, llamó a votar al frente Lula-Alckmin. Ahora, los que se dicen revolucionarios, dicen que hay que “organizar una oposición de izquierda al gobierno”. El PSTU ve que las masas van al precipicio y deciden “acompañarlas” a la muerte, en lugar de alertarles para enfrentar la traición que ata sus manos y prepara futuras derrotas. Nada raro. Fue la política que tuvieron apoyando todos los frentes burgueses de colaboración de clases proimperialistas en Latinoamérica.
Al contrario de lo que afirma la izquierda del régimen y la burocracia sindical, lo que asumió fue un gobierno de banqueros y oligarcas, que gobernarán con pactos con el bolsonarismo en los ministerios, en el Congreso y en las gobernaciones, apoyado en las fuerzas armadas y lo más rancio de la justicia burguesa de Brasil.
¡Basta de izquierda reformista y colaboracionista sirviente del imperialismo! ¡Hay que combatir por una estrategia independiente y revolucionaria para la clase obrera brasilera! Hay que romper con la burguesía y sus partidos capitalistas que someten y aíslan a la clase obrera de sus aliados del campo y la ciudad. ¡Paso a la unidad obrera, campesina y popular!
Para conquistar la tierra, el techo y el pan. Para que la clase obrera y los explotados vivan, el imperialismo debe morir ¡Fuera el FMI! ¡Fuera el imperialismo! El proletariado, con un programa de ataque a la propiedad de los capitalistas, el imperialismo y el FMI, debe demostrarles a las clases medias arruinadas del campo y la ciudad que puede sacarlas de la ruina expropiando a los expropiadores del pueblo. Esa política independiente del proletariado vaciaría rápidamente el apoyo con el que cuentan Bolsonaro y las fuerzas reaccionarias de Brasil.
Hay que unir las filas obreras y conquistar una estrategia independiente y revolucionaria para la clase obrera brasileña, que le declare la guerra a las direcciones colaboracionistas que los someten a sus verdugos y les defienden los intereses a las transnacionales.
Ya es hora de poner en pie un partido revolucionario, bajo el legado de León Trotsky y el joven Mario Pedrosa, que retome los combates de los trotskistas internacionalistas que en los ’30 dejaron un gran legado a la clase obrera brasileña y latinoamericana.
Los liquidadores del trotskismo no han dejado ni rastros del bolchevismo y la IV Internacional. Y le preparan, con esta nueva oleada de gobiernos de colaboración de clases, agentes del imperialismo en el continente americano, nuevas derrotas al proletariado, si antes no se pone de pie un partido revolucionario que le dispute al reformismo las capas más perspicaces y avanzadas de la clase obrera y la juventud rebelde.
Comité Revolucionario Obrero y Juvenil por la Autoorganización
Adherente de la FLTI |