Brasil - 10 de septiembre de 2023
II Encuentro “León Trotsky” en San Pablo, Brasil
Convergencia entre renegados del trotskismo y stalinistas reciclados
Corresponsalía por Walter Montoya del Comité Redactor del Organizador Obrero Internacional
Hugo Parreira por Luta pela Base
Realiza su segundo congreso el partido único de un nuevo reformismo
Tras las huellas de la vieja socialdemocracia y los PC stalinistas
Como continuidad del I Encuentro de La Habana de 2019 y el Encuentro Virtual de 2021 organizado desde Brasil, ahora se realizó en San Pablo el II Encuentro León Trotsky que volvió a reunir a todo el abanico de las corrientes renegadas del trotskismo del mundo junto a las corrientes stalinistas.
Del mismo participaron las corrientes de la LIT-CI, la UIT-CI, la Corriente Marxista Internacional que dirige Alan Woods, quien hace años atrás le entregara el Programa de Transición trotskista a Chávez para mostrarlo como “socialista”, el FIT-U de Argentina (PTS, PO, MST e Izquierda Socialista/UIT-CI), la corriente Política Obrera de Altamira, las corrientes que provienen del espartaquismo y el EEK de Grecia. Jugaron un rol destacado la mayoría de estas corrientes que son tendencias dentro del PSOL de Brasil, incluyendo a todas las tendencias mandelistas, que son los autodenominados “anticapitalistas” del NPA francés. También intervino la ex ISO de EEUU, el SWP de Inglaterra y Die Linke de Alemania.
Como vemos, casi todo el abanico de los renegados del trotskismo se dieron cita en este evento que fue dirigido directamente por el Partido Comunista de Cuba, a través de Frank García Hernández. Este dirigente del stalinismo cubano fue el mismo que en 2019 organizó el I Encuentro sobre Trotsky en La Habana.
Este II Encuentro se realizó a 83 años del asesinato de León Trotsky a manos de un agente stalinista. Estos ex trotskistas se reunieron con los partidos stalinistas asesinos de Trotsky y los bolcheviques leninistas.
Durante una semana se reunieron en las instalaciones de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo. A lo largo de 13 simposios y 5 mesas debate llevaron adelante, en base a falsificaciones, la tarea de transformar a León Trotsky en una figura más de la revolución rusa, liquidando su obra más grande que fue la fundación de la IV Internacional y su legado teórico político y programático.
Un nuevo Encuentro que avanza en centralizar al partido único
de ex trotskistas con los stalinistas, los verdugos del movimiento revolucionario internacional.
Como en 2019 y en 2021 el evento fue dirigido directamente por el Partido Comunista de Cuba, a través de Frank García Hernández. Es alrededor de este hombre de La Habana, dirigente castrista del PC, que reivindican a Trotsky como un ícono inofensivo, junto a los entregadores de la IV Internacional para que cubran con ropaje rojo al partido del castrismo que recibió con honores y cobijó como un héroe a Mercader, el asesino del camarada León Trotsky.
Frank García Hernández, de la corriente “Comunistas Cuba” planteó abiertamente que Cuba aún es un “estado obrero en transición al capitalismo” y que aún “no se ha consumado la restauración capitalista de forma completa”. Este fue un punto clave del Encuentro, puesto que, son los ex trotskistas los que legitiman y le cubren la espalda al castrismo, ocultando que la restauración capitalista en la isla se impuso con hambre, superexplotación, represión salvaje y cárcel para la clase obrera. Ocultan que se restableció la propiedad privada, se montan las maquilas y que Puerto Mariel es zona franca, sin impuestos, para los jugosos negocios de las transnacionales imperialistas. Mientras tanto la nueva burguesía cubana se enriquece asociada al imperialismo en el turismo, la minería del níquel, el petróleo, etc., y los obreros cubanos cobran salarios miserables y ni siquiera tienen para comer como vimos en las jornadas del 11J de 2021, sobre la cual aún se mantienen más de 700 presos políticos condenados a decenas de años de cárcel.
Fue aquí que, tanto los que acuerdan como los que niegan que Cuba aún sea un estado obrero, se han disciplinado ante el dirigente castrista, para darle un ropaje de revolucionario. Por eso en las jornadas se hizo referencia al “trotskismo” cubano, queriendo hacer pasar a Frank Hernández como su continuador. Para eso trajeron al hijo de uno de los fundadores del “trotskismo” en Cuba, Rafael Acosta, dirigente castrista de la Biblioteca Nacional José Martí de La Habana. Pero la verdad es que esta supuesta “continuidad” que reivindican es la de una corriente que pasó algunos años luchando junto al trotskismo, pero que durante los ‘30 adhirió al POUM que rompió con la IV internacional. Para luego reivindicar al “posadismo” que se hizo castrista en el ’59, luego de la revolución cubana, entrando al Movimiento 26 de Julio de Fidel Castro y después al PC, apoyado por la dirección de Michel Pablo, el usurpador de la IV Internacional. Pero a mediados de los años ‘60 todos fueron expulsados por los estalinistas.
En este II Encuentro se demostró que Frank Hernández no tiene como objetivo construir ningún partido revolucionario, ni mucho menos trotskista, puesto que ni él ni ninguno de los ex trotskistas que participaron en este evento, combaten por construir los comités de fábrica, los sindicatos independientes, por liberar a los presos políticos, por sublevar a los explotados y derrotar al gobierno capitalista cubano del restaurador Díaz Canel, con el método de la guerra civil, como plantea el programa del trotskismo y la IV Internacional.
Pero también participaron de este evento las corrientes social-imperialistas como el SWP de Inglaterra, que son los mejores militantes de Corbyn del Partido Laborista de los piratas imperialistas, haciéndolo pasar como un político “antiimperialista” y “antimilitarista”. Son los sirvientes de la AngloAmerican y demás transnacionales inglesas que saquean el continente africano y el mundo. Ellos son quienes impulsaron en EEUU la disolución de su grupo, la ISO, para integrarse a los “Socialistas Democráticos de América” (DSA) de Bernie Sanders, es decir, la “izquierda” del Partido Demócrata yanqui.
Así la extinta ISO de EEUU intervino nuevamente en este II Encuentro con su dirigente Paul Le Blanc, quien jugó un papel fundamental, puesto que se lo ubicó como “vocero” del trotskismo norteamericano.
Le Blanc, usurpando al trotskismo y su legado, llegó a afirmar que el combate de la clase obrera norteamericana contra la guerra, el movimiento “Occupy Wall Street”, el combate del pueblo negro de “Las Vidas Negras Importan”, hoy se expresan y se organizan en el DSA de Sanders. Con lo que no hicieron más que someter a los carniceros del Partido Demócrata y al gobierno asesino de Biden a los procesos revolucionarios al interior de la bestia imperialista yanqui.
Y tuvo la libertad, sin que nadie lo enfrentara durante el simposio que discutía sobre la “Historia del Trotskismo”, para afirmar que el SWP de Trotsky y Cannon dejó las lecciones necesarias para la construcción de un partido de vanguardia en EEUU.
Y, sin sonrojarse, afirmó que fue la ISO la que dio continuidad a la IV Internacional, para concluir que “hoy el trotskismo vive y se fortalece en la vanguardia obrera dentro del DSA de Sanders”, es decir, dentro del Partido Demócrata del carnicero Biden con quien gobiernan. Ni Stalin se atrevió a tanto en su falsificación de Lenin, como lo hace Le Blanc con el trotskismo.
También participó Isabel Loureiro de la Fundación Rosa Luxemburgo de Brasil y América Latina, perteneciente al Partido Die Linke (La Izquierda) de Alemania, quien planteó claramente durante la mesa debate sobre “La Revolución alemana de 1923-24”, que ella ni es trotskista ni es conocedora del trotskismo, pero que tiene serias discrepancias con el Partido Bolchevique de Lenin y Trotsky. Es que Loureiro estuvo en representación de la corriente socialimperialista alemana Die Linke, es decir, el sucesor del partido stalinista de Honecker (SED) de la vieja Alemania del Este, enemigos mortales del bolchevismo y su continuidad, el trotskismo y la IV Internacional. Es que Die Linke hoy gobierna en varios estados de Alemania, tiene representación en el parlamento alemán y en la UE como mayoría del bloque de Eurodiputados de Izquierda. Este partido, junto a Melenchon (Francia Insumisa) y Varufakys (ex ministro de Finanzas de Syriza de Grecia), como bloque de corrientes socialimperialistas europeas, fueron quienes elaboraron el llamado “Plan B” para plantear que en el Maastricht imperialista “Una Europa social es posible”. Es que tras los pasos de Syriza y el Podemos de España, se preparan para sostener su política de colaboración de clases en el corazón del imperialismo europeo, ante un futuro estallido de la socialdemocracia alemana. Estos son los responsables absolutos, junto a la burocracia sindical stalinista de la CGT, de llevar a un callejón sin salida el combate revolucionario de la clase obrera francesa y de su juventud de las cités, salvando al asesino de Macron y al régimen esclavista de la V República. Estas corrientes de la izquierda del Maastricht imperialista son las que impiden que se una el combate en Francia con el de las colonias francesas en el África martirizada como en Sudán, Níger, ahora en Gabon y en todas las colonias francesas de ultramar.
De esta forma los destructores de la IV Internacional disciplinados al stalinismo y a las corrientes social-imperialistas yanquis y europeas, usurpando las limpias banderas del trotskismo, legitiman y encubren a los nuevos multimillonarios del Partido Comunista Cubano devenidos en burguesía. Así falsificaron y destruyeron el programa, la estrategia y todo el legado revolucionario de la IV Internacional para borrar el río de sangre que existe entre trotskismo y stalinismo, para poner en pie un partido común con la lacra stalinista. que impuso en el continente americano un “nuevo 1989” (año en que el stalinismo consumó la restauración capitalista en la URSS, China y demás ex estados obreros). Y cuando se está propinando la mayor puñalada por la espalda a la lucha revolucionaria por la toma del poder de obreros y campesinos, haciendo creer a las masas de Cuba y el continente que el “socialismo” es el hambre y la miseria que padecen los explotados de la isla, los ex trotskistas se encuentran abrazados a los entregadores de la revolución socialista.
Participaron de este II Encuentro corrientes que provienen del espartaquismo y el EEK de Grecia. Este último, junto al PO de Argentina (incluyendo a la Tendencia, Política Obrera de Altamira) se dedicaron años atrás a hacer conferencias y a discutir poner en pie una Internacional común con una representante del carnicero Putin, Darya Mitina del Partido Comunista Unificado (OKP) de Rusia. En el debate de la guerra en Ucrania las corrientes espartaquistas de la Tendencia por la IV Internacional y Reagrupamiento Revolucionario intervinieron fervientemente por el triunfo de Putin. Y se pudo ver cómo discuten fraternalmente la LIT y la UIT sobre la guerra en Ucrania, donde dicen defender a la clase obrera ucraniana, junto a los que marchan en los tanques de Putin y luchan por el triunfo de la invasión rusa, como si fuesen pequeñas diferencias tácticas.
Es que la LIT y la UIT hacen sus campañas de solidaridad en general y todo lo reducen a pedir armas para Ucrania... a la OTAN. Mientras tanto, sus oponentes en los simposios y mesas debate, como los espartaquistas, les planteaban que “no se puede ser trotskista sin apoyar a Rusia en la guerra contra la OTAN”. Los unos y los otros pisoteaban el programa del trotskismo y la IV Internacional. Pero todos juntos ocultaron y ocultan la huelga general indefinida a partir de este 10 de septiembre que llaman los obreros de Mariúpol, en los territorios bajo la ocupación del carnicero Putin. Es que, a decir verdad, en la guerra de Ucrania queda al descubierto que ambas “alas” de este partido único de stalinistas y renegados del trotskismo, son enemigos de la lucha por la dirección proletaria de la guerra, de la lucha por la liberación nacional de la nación ucraniana, de la lucha por una Ucrania soviética e independiente y, obviamente, por la restauración de la dictadura del proletariado en Ucrania, Rusia y en toda la ex URSS.
La LIT-CI, no es para nada marginal, es la dirección de la CSP-Conlutas que agrupa a más de 4 millones de obreros en Brasil y a la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas junto a la central anarco-stalinista la CGT del Estado Español y de los “anticapitalistas” de Solidaires de Francia, representes de 80 centrales sindicales y sindicatos del mundo. Estas fuerzas deberían estar a disposición de extender el combate de la clase obrera de Mariúpol y su llamado a la Huelga, que plantea generalizarlo a toda Ucrania para combatir así por la dirección proletaria de la guerra, como el primer paso para unir las filas de la clase obrera de toda Ucrania y Rusia, para romper el sometimiento a Zelensky y la miserable oligarquía ucraniana, para derrotar al carnicero Putin. Esto plantea más que nunca que la huelga de Mariúpol sea bandera de lucha en toda Europa y que está claramente al alcance de la mano que esta sea una tarea de primer orden de la CSP Conlutas y la Red Sindical Internacional, que sesionará en su congreso desde el 7 al 12 de septiembre en San Pablo.
Así también es fundamental señalar que la gran ausente en todas las jornadas de este II Encuentro León Trotsky han sido las masas sirias y los nuevos levantamientos de la resistencia, con una sublevación generalizada contra el perro Bashar, Putin, Turquía, Irán, etc., que trabajan a cuenta del imperialismo yanqui y europeo… Mientras toda la izquierda mundial las calumniaba, las masas sirias salieron nuevamente a las calles.
Los que ayer se juramentaban luchadores de la revolución en Siria y Medio Oriente, como la LIT y la UIT, hoy se llaman a silencio. Es que en Siria sus representantes eran los generales sin batalla del Ejército Sirio Libre. Hoy las masas vuelven al combate en las zonas controladas por el fascista Al Assad y bajo el bombardeo de Putin y, particularmente, salen enfrentando a los entregadores de la revolución, la burguesía del ESL, Turquía, la burguesía kurda y el PKK stalinista y de todas las fracciones que apuñalaron desde adentro su revolución. Es que las fracciones stalinistas y la mayoría de los ex trotskistas de este partido único, sostuvieron y sostienen al genocida Al Assad y Putin. El silencio de la LIT y la UIT es para no incomodar a sus aliados.
El POR de Lora, también participó de este Encuentro. No llama la atención. Éstos se presentaron como “la única corriente en el mundo que no le había capitulado al stalinismo”. Pero, sin ir más lejos, son los que años atrás hicieron votar en el Congreso Minero el apoyo al chacal Khadafy y en los últimos años sostuvieron y apoyaron el golpe de Áñez en 2019.
Por su parte el PTS de Argentina ha roto con el trotskismo para arrodillarse ante el PC cubano. Particularmente el PTS hace realidad en este II Encuentro lo que anhela desde hace años, cuando se dedicaron a escribir ríos de tita sobre las convergencias entre el stalinista Antonio Gramsci y León Trotsky, llevando a la vida el partido único de ex trotskistas y stalinistas, sepultando el rol contrarrevolucionario del castrismo y ocultando el programa revolucionario del trotskismo.
Participaron la mayoría de las tendencias internas del PSOL de Brasil que hoy son parte del gobierno de Lula-Alckmin, incluyendo a todas las tendencias mandelistas, autodenominados “anticapitalistas”, como también la Corriente Marxista Internacional que dirige Alan Woods, quien hace años atrás le entregara el Programa de Transición trotskista a Chávez para mostrarlo como “socialista”.
La UIT (Unión Internacional de los Trabajadores), que en Brasil rompió con el PSOL hace poco tiempo, ahora, se posiciona “críticamente” a la política de colaboración de clases hablando en nombre del “trotskismo ortodoxo”. Pero silencian que fueron impulsores de los “10 millones de votos por Chávez” antes, y ahora vienen de llamar a votar críticamente a la “burguesía progresista” en Perú, Chile, Colombia y en todo el continente. Ahora la Corriente Socialista de los Trabajadores, corriente brasilera de la UIT, que estuvieron dentro del PSOL desde su fundación en 2004, en este Encuentro se llenan la boca diciendo que “nunca se disciplinaron a la política mayoritaria del PSOL”, pero no les tembló el pulso para poner a la clase obrera a los piés del PT y el PSOL en Brasil llamando a votar al frente amplio de Lula-Alkcmin en la segunda vuelta. Es que claramente este II Encuentro ratificó a velas desplegadas el punto en común que tienen todos los que participaron: la defensa de la política de colaboración de clases, de llamar a la clase obrera a apoyar a sus verdugos “democráticos”. Es decir, reeditan la política stalinista demostrando así que todos se han disciplinado al castro-stalinismo, a Frank García Hernández, Paul Le Blanc, a Die Linke y a Bernie Sanders.
¡Hay que decir la verdad! Todas las corrientes que se agrupan en este Encuentro, aunque lo disfracen de “táctica” electoral contra la “ultraderecha”, apoyaron políticamente el voto en Lula-Alckmin en la segunda vuelta en Brasil. ¡Y el PSOL integra el gobierno con Ministros y lo apoya en el Parlamento y las Legislaturas! ¡Así termina la “táctica” de llamar a los obreros a apoyar a las burguesías “democráticas”! Una verdadera estafa contra el trotskismo y el marxismo revolucionario, haciendo pasar la política stalinista como una política trotskista.
El II Encuentro León Trotsky de San Pablo:
Una verdadera estafa política contra el marxismo revolucionario
Luego de décadas de revisionismo del marxismo y de sostener sobre sus hombros al stalinismo, ahora, los renegados del trotskismo con todas sus variantes, centralizan sus fuerzas junto al stalinismo para destruir toda continuidad de la IV Internacional e impedir que, ante cualquier tendencia de acción internacionalista revolucionaria de la vanguardia del proletariado, no lleve a que se ponga de pie el partido mundial de la revolución socialista, la IV Internacional, en medio de la bancarrota del capitalismo imperialista.
En este II Encuentro no se hizo más que liquidar el programa de la IV Internacional de combate a muerte contra el stalinismo, la socialdemocracia, las aristocracias obreras y las burocracias sindicales. Presentaron la lucha del trotskismo contra el stalinismo como si fuesen diferencias “ideológicas” o “teóricas”, liquidando el legado revolucionario de Trotsky y la IV Internacional, que llamó a enfrentar a esos verdugos contrarrevolucionarios sirvientes del imperialismo con la guerra civil, es decir, con la revolución política para derrocar a la burocracia soviética y volver a transformar a la URSS en un bastión de la revolución mundial.
Borraron de un plumazo que, por combatir por esa política, el stalinismo persiguió, encarceló y asesinó a los trotskistas, comenzando por el propio camarada Trotsky. Es que, aunque aparezcan en “trincheras distintas”, en este nuevo Encuentro, los liquidadores de la IV Internacional, volvieron a confirmar que han devenido en corrientes neo-stalinistas.
A decir verdad, todas las corrientes de ex trotskistas se han unido al stalinismo en un partido único, han abrazado la política que definió Fidel Castro: “El socialismo no va más en Cuba” y la revolución como tarea inmediata no está planteada en ningún lugar del mundo. Sometieron a la clase obrera a sus verdugos con la farsa de que “es posible conseguir mejores condiciones de vida”, en medio de la mayor catástrofe del sistema capitalista mundial.
Los renegados del trotskismo junto al stalinismo reencarnan la política de colaboración de clases, la vieja receta del stalinismo de apoyar a los “campos burgueses progresivos” o “democráticos” en aras de “enfrentar a la derecha” y al “fascismo”, sometiendo al proletariado a un sector de sus verdugos y liquidando toda política de independencia de clase.
Por eso, nuevamente, los ex trotskistas callaron, abrazados a Frank Hernández, tanto las traiciones históricas del castro-stalinismo a la revolución mundial y la entrega de Cuba al imperialismo, como las puñaladas por la espalda que le propinaron las direcciones traidoras a los combates revolucionarios de los trabajadores y oprimidos del continente, como en EEUU, Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia, como así también en Ucrania, Francia, Siria, y los nuevos combates de los explotados en el África negra. Así lo vemos no solo con el partido de Sanders en EEUU sosteniendo a Biden, sino también con el PSOL gobernando junto a Lula-Alckmin. Es la misma receta que aplicaron en Chile, con la excusa de enfrentar a Piñera y al régimen de la Constitución del ’80, terminaron todos a los pies de la estafa de la Asamblea Constituyente pinochetista, mientras que en Perú llamaron a votar a Castillo o por Petro en Colombia.
Los renegados del trotskismo colaboran en sostener los desvíos impuestos a los procesos revolucionarios que se desarrollaron en todo el continente. Por eso en todos los simposios silenciaron la estrategia del trotskismo que, contra toda política de colaboración de clases, pelea por el surgimiento de los soviets armados para el triunfo de los combates de masas y la revolución socialista. Así, enarbolan la pseudo teoría del stalinismo de “revolución por etapas”, diciéndole a la clase obrera que por delante tiene toda una etapa de lucha por “más democracia” y por conseguir nuevas conquistas, contra los burgueses “reaccionarios”; en medio del hundimiento del sistema capitalista en descomposición.
Una ruptura abierta con la teoría-programa de la Revolución Permanente del trotskismo.
Walter Montoya
Hugo Parreira |