“Vote a cualquiera para presidente y al PTR para diputados”… la verdadera posición del PTR que en su afán de conseguir más votos desplegó una abierta política de colaboración de clases
Para las elecciones del 19/11 el PTR presentó dos candidatos a diputados, uno para el distrito 10 de Santiago y otro para el 3 de Antofagasta, y algunos candidatos a CORES.
Hablando de un falso “anticapitalismo”, el PTR desplegó su campaña electoral a que llamen a votar por sus candidatos. Pero la gran definición del 19/11 no era quiénes iban a conformar esa cueva de bandidos del Parlamento, sino que la principal elección era para presidente. Ante esto, el PTR se llamó al silencio y siguió gritando “anticapitalistas al Parlamento”. Salvo tímidas denuncias a Guillier, algunas más fuertes a Piñera y muchos consejos a la “Bea” Sánchez en sus artículos, en ningún lado, ni en alguna declaración perdida de algún medio digital, ni muchos menos desde su tribuna electoral, el PTR dijo qué llamaba a hacer ante las elecciones presidenciales.
Un “gran dilema” se habrá abierto entre las 15.000 personas que fueron en esos dos distritos y votaron por el PTR a diputados. ¿Qué debían hacer, según el PTR, con la papeleta de los candidatos presidenciales una vez que estaban en el cuarto oscuro? ¿Debían impugnar su voto, dejar la papeleta en blanco, quizás marcar con una cruz a la “Bea”… o a Guillier?
Parecería ser una verdadera “incógnita”. Pero remitiéndonos a los crudos hechos, la verdadera política del PTR fue que con tal de que los voten a ellos a diputados, que voten a cualquier para presidente. ¡Esa es la verdad!
En toda elección presidencial está en discusión el problema del poder porque se les plantea a la clase obrera y a las masas quién debe gobernar. Frente a esta cuestión, el PTR guardó un vergonzoso silencio. En primer lugar porque de ninguna manera planteó que los que deben gobernar son los trabajadores y que para ello hay que retomar el camino de 2011-2013, volver a poner en pie los gloriosos Cordones Industriales y derrotar al gobierno y al régimen pinochetista con la revolución obrera y socialista. Todo lo contrario, toda su campaña “anticapitalista” no fue más que una reedición senil de la “vía pacífica al socialismo”, buscando hacerle creer a los trabajadores que de la mano del Parlamento y en los marcos de las instituciones del régimen burgués es posible conseguir sus demandas. Así demostraron que son el “ala izquierda” del Frente Amplio, que en esencia plantea lo mismo que el PTR.
Pero encima de esto, por la vía de “no sentar posición” ante las elecciones presidenciales, el PTR admitió que los trabajadores voten por sus verdugos para la candidatura a presidente.
De esta forma, el PTR no sólo no combatió las candidaturas presidenciales de los partidos patronales agentes de Wall Street, sino que desplegó una clara política de someter a la clase obrera a la burguesía en estas elecciones. Es que un sobre donde estén marcados en la papeleta los candidatos del PTR para diputados y Guillier, Sánchez o cualquier otro candidato patronal para presidente, configuró un voto de colaboración de clases.
Esta fue la verdadera política frentepopulista que desplegaron en estas elecciones. “Vote a cualquiera para presidente y al PTR en diputados”… pero encima esto sólo era posible hacerlo en sólo 2 de los 28 distritos electorales del país… Entonces ni hablar del 99,9999999% de Chile, donde el PTR no se presentaba: no le plantearon ninguna alternativa de qué hacer a los trabajadores ante la farsa de las elecciones, salvo la del “libre albedrío” que incluye ir a votar por los candidatos de la burguesía.
Así terminó el PTR en el afán de conseguir votos a cualquier precio. Por eso, en su borrachera electoral no tuvieron ningún tipo de tapujo en celebrar que sacaron 15.000 votos en total para diputados y CORE… ¡cuando los candidatos patronales obtuvieron más de 6 millones y medio de votos, sólo contando la elección presidencial! ¡El imperialismo y la burguesía fueron los absolutos ganadores de la trampa electoral
La clase obrera no tiene nada que celebrar. Por más que sigan de fiesta, los 15.000 votos que festeja el PTR de nada les sirven a los trabajadores en momentos en que ya el imperialismo y la burguesía redoblan su ataque contra las masas.