Chile- 14 de noviembre de 2017
A 180º de la política cretinamente parlamentaria del PTR:
La actuación de los revolucionarios chilenos en el Parlamento burgués en la década de los ‘30
Como vimos, la dirección del PTR se encuentra utilizando su actual campaña electoral para afirmar que desde esa cueva de bandidos del Parlamento burgués es posible que las masas conquisten sus demandas. Opuesta por el vértice fue la intervención en el parlamento chileno que hicieron los revolucionarios que adherían a la Oposición de Izquierda dirigida por el camarada Trotsky en los ’30 que combatía la política de colaboración de clases de la burocracia stalinista con su pseudo-teoría de “socialismo en un solo país” y “revolución por etapas”.
Los parlamentarios de la Oposición de Izquierda son un verdadero ejemplo de cómo los revolucionarios utilizamos la tribuna electoral y parlamentaria para la denuncia del régimen burgués y como punto de apoyo secundario para desarrollar la movilización extraparlamentaria de masas. Contra tanto veneno esparcido por los destructores de la IV Internacional con el PTR, el diputado Emilio Zapata Díaz el 24 de enero de 1933, intervenía en el Congreso chileno planteando:
“El Parlamento, institución que cumple con un papel, el papel de mistificar a las masas trabajadoras y facilitar la dominación de ellas por las clases gobernantes, se ha convertido en la forma DEMOCRÁTICA de dominación de la burguesía, a la cual le es necesario, en un momento dado de su desarrollo, una ficción de representación popular que expresa en apariencia la “voluntad del pueblo” y no la de las clases, pero que constituye, en realidad, en manos del capital imperante, un instrumento de coacción y opresión. (…)
Aquí se pretende engañar al proletariado y al campesinado legislando y encubriendo, retardando y adormeciendo el movimiento liberador de las grandes masas explotadas. Aquí se pretende digo, hacer creer que HAY POSIBILIDAD DE ALIMENTO, DE ROPA, DE TECHO Y DE TRABAJO, dentro del marco del capitalismo explotador, dentro de este sistema putrefacto, en descomposición y que quiere hundirse exterminando el máximo de proletarios, el máximo de campesinos, el máximo de pequeños productores: quiere en resumen, morir matando.
No podemos sino gritar aquí, en plena institución burguesa, el sentir, el derecho de las grandes masas del campo y la industria, a imponer sus reivindicaciones económicas y políticas; no podemos sino convertir a esta tribuna que ha sido creada para adormecer a los trabajadores, en una tribuna revolucionaria que sirva para impulsar la revolución proletaria que dará al traste con todo este régimen afianzado en la explotación feroz de millones de hombres, mujeres y niños.
“La miseria no se disminuirá un ápice porque pasemos de un dueño a otro o porque aquí se tomen medidas de socorro o de limosnas (…) y todas la iniquidades que se han cometido y se cometen a diario; medidas de emergencia para solucionar la cesantía, nada de eso disminuirá en nada la miseria y el hambre crónica de las masas trabajadoras y esto por la sencilla razón de que queda incólume el sistema, el régimen entero con todas sus posiciones intocadas, con sus inmensas reservas de artículos de primera necesidad acaparadas por unos cuantos privilegiados a quienes las leyes amparan y protegen y porque el poder político sigue en manos de los explotadores, en manos de la burguesía en estrecha alianza con la oligarquía, con la iglesia y con el imperialismo internacional.” (negritas nuestras)
Contra la dirección del PTR que se empecina en afirmar que su programa “anticapitalista”, como “la expropiación sin pago y bajo control obrero de La Escondida”, se puede conquistar en el Parlamento burgués, el senador Manuel Hidalgo el 24 de febrero de 1933 afirmaba en la Cámara de Senadores: “Así se explica que, siendo los obreros la inmensa mayoría de la población electoral, sólo llegue al Congreso un reducido número de genuinos representantes de ellos. Esto se debe a que las elecciones no corresponden sino a una determinante del régimen capitalista, cuyos dirigentes se hacen elegir por las fuerzas electorales de que disponen en sus fundos, fábricas, etc. Hay, pues, que llegar a la conclusión de que por medio de la elección según el sistema democrático, la clase trabajadora no llegará jamás a conquistar su independencia económica, la que sólo alcanzará por medio de una revolución estableciendo la dictadura del proletariado.”
Esto es un botón de muestra más de que la actual intervención electoral del PTR no tiene nada que ver con cómo utilizamos los revolucionarios las elecciones y las instituciones burgueses y confirma una vez más su total sometimiento al régimen burgués y su “democracia para ricos”.