FALLECIÓ A LOS 82 AÑOS EL DIRIGENTE
TROTSKYSTA RAMIRO MÉNDEZ
Obrero agrícola desde su juventud dedicó su vida a la lucha por la revolución socialista y a combatir por recuperar y refundar la IV Internacional
Fundador del Partido Obrero Internacionalista de Chile (POI-CI) y dirigente de la Fracción Leninista Trotskysta Internacional (FLTI)
Hoy despedimos a un militante revolucionario de la clase obrera internacional
Camarada Ramiro:
HASTA EL SOCIALISMO SIEMPRE
Camaradas, acabamos de recibir un duro golpe todos los trotskistas. Hoy a la mañana falleció el camarada Ramiro, nuestro dirigente, nuestro compañero. Se ha ido un revolucionario intachable e íntegro, combatiendo por el trotskismo y la IV Internacional hasta su último aliento.
Creemos que todos los compañeros y toda la vanguardia obrera y juvenil revolucionaria del mundo merecen saber quién fue el compañero y cómo combatió toda su vida. Porque Ramiro era de esos revolucionarios imprescindibles, que luchan no algunos años, sino que le dedicaron toda su vida a la causa de la liberación del proletariado.
Ramiro comenzó a trabajar muy joven, a los 15 años, en el campo, como obrero agrícola en Chile. Él nos contaba que allí conoció en carne propia las injusticias, las penurias y la explotación que imponían los patrones contra los trabajadores. Y que así había surgido su odio de clase, que con el pasar de los años solo se fue incrementando contra los enemigos y traidores de la clase obrera y las masas.
Peleando contra estas condiciones que padecían en el campo, Ramiro conoció al Partido Comunista de Chile y empezó a militar allí en 1959. Ese mismo año triunfaba la revolución en Cuba. Como cientos de miles de obreros en el continente y el mundo, Ramiro vibraba con la victoria del estado obrero cubano. Ello lo llevó a romper con el Partido Comunista porque su objetivo no era la revolución, sino todo lo contrario, y luego de un breve paso por una corriente maoísta, ingresó al MIR en el año ‘68.
Ramiro fue parte de la generación de obreros que protagonizó la revolución de los ’70 en Chile, como parte del ascenso revolucionario del ’68-’74. En esos años Ramiro trabajaba en una fábrica textil llamada Comandari y participó del Cordón Industrial San Joaquín en la zona sur de Santiago. Nos contó infinidades de anécdotas de lo heroico de esa grandiosa revolución y también de cómo actuaban sus traidores y entregadores. Siempre recordaba, sobre todo, la masiva marcha que se realizó después del intento de golpe militar llamado “Tancazo” en junio de 1973, que fracasó. Miles y miles de obreros pidiendo armas y que se cierre el Parlamento, mientras Allende se sentaba a negociar con la Democracia Cristiana que estaba preparando el golpe y luego lo pondría a Pinochet como miembro del gabinete, diciendo que era un “general democrático”. Esta era la “vía pacífica al socialismo” que fue a pregonar Fidel Castro a Chile y que terminó siendo la “vía sangrienta” a la imposición del golpe contrarrevolucionario del chacal Pinochet y el imperialismo.
Pero Ramiro siempre nos remarcaba que esto no fue lo peor. Para él la tragedia era que él estando dentro del MIR, que sostenía por izquierda esta política, conoció a Vitale y a Valenzuela, que eran los dirigentes del POR, el grupo de la IV Internacional en Chile, que bajo las órdenes de Pablo y Mandel se habían disuelto dentro del MIR.
Nos decía: “Yo a los primeros ‘trotskistas’ (entre comillas) que conocí fue adentro de un partido castro-stalinista. No hubo un partido trotskista independiente en plena revolución, cuando más se lo necesitaba”.
Cuando se impuso el golpe militar sangriento de Pinochet el 11 de septiembre de 1973, Ramiro tuvo que pasar a la clandestinidad. Y unos años más tarde exiliarse en Europa. Estuvo viviendo en Bélgica durante varios años.
Allí conoció a distintos grupos que se reclamaban del trotskismo en el exterior. Militó un tiempo en la Liga Comunista mandelista y luego terminó entrando a militar a la LIT. Al regresar a Chile, tiempo después se unió al PTS. Al calor de la revolución Argentina, Palestina y Boliviana, rompió con el PTS y finalmente en el año 2003 comenzó a combatir en nuestras filas, orgulloso de haber entrado en lo que él siempre definía como “trotskismo principista”. El camarada pasó décadas buscando un camino revolucionario, una organización revolucionaria. Peleó por sus convicciones como lo hace un revolucionario intachable, aunque se equivoque. Cando se convenció del programa de la IV Internacional de 1938 y de la necesidad de conquistar una dirección revolucionaria internacional para derrotar a las direcciones traidoras, no dejó de pelear por ello ni por un segundo. “El trotskismo me salvó la vida”, siempre nos decía. Porque para él haber encontrado un programa y una corriente revolucionaria por la cual dar la vida, era todo.
El compañero afrontaba hace muchos años enormes problemas de salud. Padecía diabetes hace décadas. Él decía que era un “cáncer silencioso”, que le provocó la pérdida de la visión y que le tuvieran que amputar sus dos piernas. Estaba ciego y en silla de ruedas, pero jamás fue un alma cansada y jamás dejó de pelear por la revolución y por el trotskismo, por la IV Internacional, contra sus liquidadores y contra el stalinismo, a los que odiaba con todas sus fuerzas.
Jamás dejó de estudiar y seguir apasionado toda la pelea internacional de la FLTI, sobre todo en Siria y Medio Oriente. Jamás dejó de tener confianza en la clase obrera y odiar a sus traidores y entregadores. Jamás dejó de discutir con sus compañeros apasionadamente sus posiciones y diferencias. Jamás dejó de dar la pelea política por abrazar la teoría marxista. Siempre inculcando sobre todo a los compañeros más jóvenes la necesidad de estudiar teoría, porque el marxismo revolucionario no es para ignorantes y la clase obrera se merece lo mejor.
El campo de batalla está lleno de inválidos políticos, de arribistas, de escombros de las corrientes reformistas y contrarrevolucionarias. Hay muchos más corruptos que irreductibles en el planeta. Tú Ramiro eres de estos últimos, de los combatientes íntegros por la causa del proletariado. Por eso eres el presidente de la FLTI y fundador del trotskismo internacionalista chileno. Fue un honor y un orgullo haber podido combatir contigo.
Camarada Ramiro: ¡Hasta el socialismo siempre! ¡Hacia el triunfo de la revolución socialista internacional! ¡Viva el combate por la refundación de la IV Internacional!
Partido Obrero Internacionalista- Cuarta Internacional (POI-CI) de Chile |