Chile - 9 de junio de 2021
Se consumó la farsa de las elecciones para “constituyentes”, sostenida en la traición de la burocracia sindical y la izquierda colaboracionista
El imperialismo y los capitalistas festejan: Piñera se salvó del fuego revolucionario de las masas y sigue en La Moneda atacando a la clase obrera y los explotados
La victoria para los trabajadores y el pueblo pobre vendrá cuando hagamos realidad el grito de Octubre de 2019:
¡Fuera Piñera y todo el régimen pro-imperialista de la Constitución del ‘80!
El 15 y 16 de mayo se realizaron las elecciones municipales, para gobernadores y centralmente, para elegir a los 155 miembros de la Convención Constitucional. La misma quedó compuesta por 37 representantes de la Derecha pinochetista, 25 de la ex Concertación, 28 del frente PC - Frente Amplio), 48 “independientes” (que son de distintas listas como la Lista del Pueblo) y 17 escaños para los pueblos originarios.
Piñera y la Derecha pinochetista obtuvieron tan solo el 8% de los votos del total del padrón electoral y la ex Concertación un 5%. Además, estos dos pilares del régimen cívico-militar perdieron comunas claves que históricamente fueron controladas por ellos. Todo esto demuestra el profundo odio de masas a los partidos burgueses que desde hace 30 años vienen administrando el régimen pinochetista. Y también, el repudio de los explotados contra sus sostenedores: los traidores de las burocracias sindicales de la CUT y la Mesa de Unidad Social, que no consiguieron un solo escaño “constituyente”. Esto mientras volvió a haber cerca de un 60% de abstención, demostrando el enorme desprestigio que mantiene el régimen cívico-militar ante las grandes masas.
Ante estos resultados, el PC, el Frente Amplio y toda la izquierda reformista afirman que Piñera, la Derecha y también la ex Concertación sufrieron una “derrota estrepitosa” y que los trabajadores y explotados fueron los grandes vencedores de esta jornada. Una verdadera cortina de humo porque con estas elecciones “constituyentes” los que realmente ganaron fueron todos los que pugnamos por derrotar en las calles con la lucha revolucionaria iniciada en Octubre de 2019.
Los de abajo dejamos todo en el combate, protagonizando enormes jornadas de huelga general revolucionaria, acciones masivas en las calles, choques con los pacos asesinos desde la “primera línea”, etc. Pusimos a la orden del día echar abajo al gobierno, hacer volar por los aires al régimen sirviente del imperialismo y así avanzar en conquistar nuestra dignidad y nuestros justos reclamos. Pero nos arrebataron el triunfo de la mano. Piñera se salvó luego de que su cabeza pendiera de un hilo, jaqueado por la lucha revolucionaria de masas. El presidente del 8%, odiado por todo el pueblo, sigue en La Moneda atacando sin piedad a los trabajadores y las masas bajo las órdenes de Biden y los piratas de Wall Street. ¿De qué “triunfo” nos hablan si gracias a este desvío del “proceso constituyente” sigue ese gobierno asesino en el poder, cuando teníamos todo para tirarlo?
Los generales pinochetistas festejan porque siguen siendo el pilar fundamental del régimen y quedándose con su jugosa porción de los negocios del cobre. Las transnacionales y banqueros imperialistas continúan saqueando todas las riquezas de la nación, con sus negocios y su propiedad resguardados del peligro del fuego revolucionario de los de abajo.
Mientras tanto, la DC golpista y demás partidos de la ex Concertación continúan en la cueva de bandidos del Parlamento legislando contra el pueblo al servicio de los capitalistas.
Y todos los políticos corruptos, los milicos genocidas, los pacos represores y demás asesinos de nuestros mártires siguen en libertad, mientras 2.500 de los nuestros siguen presos y son sometidos a condenas del infierno por los jueces pinochetistas que siguen dirigiendo la justicia patronal antiobrera.
Todos nos quieren convencer que este fue un triunfo nuestro… pero terminaron estas elecciones y los que siguen en el poder son Piñera, los oficiales genocidas y la casta de jueces pinochetista-concertacionista, todos dirigidos desde la Embajada yanqui.
Para nosotros continúan los salarios de hambre, la cesantía, la esclavitud laboral, la educación privada, el robo de nuestras pensiones, la salud colapsada y cada día sufrimos más y peores penurias, agravadas por la pandemia del Covid19. No conquistamos nuestra dignidad y ninguna de nuestras demandas fue resuelta.
Este engaño y esta trampa es el resultado del “Pacto por la Paz y la Nueva Constitución” de Piñera, la Derecha pinochetista, la ex Concertación y el Frente Amplio, junto a los “pacos de rojo” del PC. Ellos, desde la dirección de la CUT y junto a todas las burocracias sindicales de la Mesa de Unidad Social sacaron a la clase obrera del camino de la Huelga General Revolucionaria para echar abajo al gobierno y al régimen y separaron al movimiento obrero de la juventud rebelde de la “primera línea” y de las masas en lucha. Pusieron todas sus fuerzas para sacarnos de las calles, sometiéndonos primero a la estafa del plebiscito y ahora a la farsa “constituyente”.
Así la burguesía logró que se fortalezcan sus malditas instituciones de dominio y se conforme este fraude de Convención Constitucional, que no afecta a ninguno de sus negocios e intereses y que está reglamentada por los políticos patronales. Esta “Constituyente” es un rodeo para desviar nuestro combate revolucionario y que siga intacto el régimen burgués, haciéndole alguna que otra auto-reforma cosmética a la maldita Constitución del ’80 para mantener a salvo el dominio de los explotadores contra la clase obrera y las masas explotadas. Esta Constituyente amañada y antidemocrática, que salvó a Piñera que estaba agonizando y con él a todo el régimen cívico-militar, no nos representa.
La gran elección del PC, el Frente Amplio y los “independientes”: el stalinismo en todas sus variantes siempre listo para salvar al régimen pinochetista
Mientras la Derecha pinochetista de Piñera y la ex Concertación se hundieron electoralmente, el PC y el Frente Amplio hicieron una buena elección, obteniendo 28 escaños “constituyentes”.
Los stalinistas del PC han apostado a la renovación de sus principales candidatos, poniendo nuevas caras públicas para mejor engañar a los trabajadores y explotados, como Irací Hassler, que viene de ganar la alcaldía de Santiago.
Mientras tanto, sus ahora socios de ese frente de colaboración de clases que es el Frente Amplio también desarrollaron una buena elección, ganando por ejemplo la gobernación de Valparaíso.
La “gran novedad” fue la elección que realizó la Lista del Pueblo de los autoproclamados “independientes”, que se quedaron con 27 escaños en la Convención Constitucional, con un programa que no cuestiona la propiedad y los negocios de los capitalistas y el imperialismo, sino que solo proclaman oponerse al “abuso de los monopolios”
Al igual que el PC y el Frente Amplio, la Lista del Pueblo habla de “alcaldías constituyentes” y de que pugnarán por una Convención consultada con el pueblo a través de “mecanismos de mayor participación ciudadana y de la sociedad civil en la toma de decisiones”. Esta política, significa asfixiar cada combate que libremos por nuestras justas demandas para someterlo a la Convención Constitucional, las alcaldías y demás instituciones del régimen pinochetista. Ya vimos a Podemos en el Estado Español aplicar esta receta para salvar a la monarquía de los Borbones del combate de los Indignados de 2011.
Mientras tanto, el PC y sus apéndices alistan sus fuerzas para las elecciones presidenciales de noviembre diciéndonos que hay que “ir todos contra la Derecha” para sacarlo a Piñera en las urnas… ¡Su programa es que Piñera termine tranquilo su mandato!
El MIT y el PTR quieren “democratizar” al régimen pinochetista de la mano de la “constituyente” amañada
Lamentablemente, corrientes como el MIT/LIT-CI (que obtuvo un escaño “constituyente” como parte de la Lista del Pueblo) y el PTR/PTS, se dedican a legitimar esta nueva trampa contra las masas afirmando que esta Convención totalmente amañada y fraudulenta puede “devenir en soberana, destituir a Piñera y asumir el poder”.
Su lucha es por “democratizar” esta Convención para que saquen a Piñera los mismos que lo salvaron y que asuma el poder un gobierno burgués de la “constituyente”: de los políticos patronales de la Derecha, de la DC golpista y la ex Concertación, junto a las fuerzas del PC, el Frente Amplio y los “independientes”. ¡Nos quieren hacer creer que de la mano de ese poder burgués se puede derrotar a Piñera y al régimen pinochetista y otorgarle la democracia, el pan y la libertad a los explotados!
Así siembran ilusiones en esta farsa de Convención Constitucional, cuando la misma no va a garantizar ni la más mínima demanda democrática a las masas, porque es un apéndice del régimen pinochetista y está bajo el control de esa casta de oficiales contrarrevolucionarios de las FFAA que a punta de fusiles custodian la propiedad privada de los capitalistas y el imperialismo.
Incluso, quieren que asuma el poder la Convención Constitucional que es una institución totalmente antidemocrática, establecida por el “Pacto por la Paz y la Nueva Constitución”. A espaldas del pueblo, allí acordaron las reglas de esta estafa de “constituyente” controlada por el régimen pinochetista, sin el poder de definir nada. Con fuerza de ley reglamentaron esta Convención, estipulando que sus diputados se escogen con las reglas electorales de la Constitución del ‘80, que no vota por mayoría y minoría sino que tiene quórum para sesionar, que no puede presentar ningún artículo que plantee destituir a Piñera, ni romper ningún tratado de sumisión de la nación al imperialismo, ni rever las sentencias judiciales contra los presos políticos.
Frente a esto, estas corrientes piden que esta Convención amañada rompa con esos “acuerdos prestablecidos”. Esto es como pedirle a un león que se vuelva herbívoro. ¿Por qué la mayoría de esa Convención va a romper los acuerdos si la Derecha Pinochetista, la Concertación, el Frente Amplio y el PC son los que avalan y defienden ese pacto a rajatabla? Y si lo llegaran a hacer, los generales saldrían a impedirlo en nombre de la “ley” y en “defensa de la democracia”. Aunque estas corrientes lo quieran ocultar, no hay posibilidad de conquistar la más mínima de las demandas democráticas sin aplastar a esa casta de oficiales pinochetista.
Hace rato que el MIT y el PTR dejaron de pelear por la revolución socialista, pero ni siquiera son demócratas consecuentes, porque para luchar por la democracia hasta el final tendrían que movilizar y armar a los trabajadores para derrotar a las fuerzas represivas del estado y a sus generales asesinos. Su política es la “vía pacífica” a “democratizar” a un régimen que se impuso masacrando a los obreros revolucionarios de los Cordones Industriales y bombardeando La Moneda.
Contra lo que plantean estas corrientes, los trotskistas afirmamos que solo un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, basado en los organismos de autoorganización de las masas explotadas, es el único poder que podrá garantizar hasta la más mínima demanda democrática para los explotados porque habrá derrotado a la casta de oficiales pinochetista, desarmado a los pacos asesinos, expulsado a la base militar yanqui de Con Con, etc. Por ello este gobierno obrero y campesino podrá expulsar al imperialismo, expropiando a los banqueros y las transnacionales que expolian el cobre y rompiendo sus tratados políticos, económicos y militares de sumisión de la nación. E inclusive será el único que, contra la estafa de esta Convención Constitucional, podrá garantizar una Asamblea Constituyente revolucionaria, verdaderamente libre y soberana, impuesta sobre los escombros del régimen de la Constitución del ’80. Una Asamblea Constituyente compuesta por un delegado cada 10.000 electores escogidos tomando el país como distrito único, con delegados revocables que ganen el salario medio de un obrero, con una Cámara única que declare la cesación de todos los poderes del estado y del régimen cívico-militar, que podrá resolver democráticamente porque no tendrá las bayonetas de los generales pinochetistas apuntando sobre sus cabezas. Solo con las armas en manos del pueblo conquistaremos la independencia nacional, la tierra, la libertad y la dignidad.
Por eso hay que volver a la Plaza de la Dignidad, a ganar La Alameda y las calles de todo Chile y retomar el combate revolucionario de masas para derrocar a Piñera, al régimen de la Constitución del ’80 y a todo el poder de los explotadores. Y, sobre los escombros del estado burgués, imponer el poder de la clase obrera y las masas explotadas, el de la amplia mayoría de la nación, que es del camino del que nos sacaron con esta farsa de “proceso constituyente”.
¡Nuestro combate por la dignidad no se entrega!
La lucha por barrer al gobierno de Piñera, al régimen de la Constitución del ’80, por las más elementales demandas democráticas y por nuestros justos reclamos, deben volver a las manos seguras de la clase obrera y los explotados.
Las demandas democráticas de los de abajo las conquistaremos y defenderemos no con una Constituyente amañada, sino con los métodos de lucha de la clase obrera: los paros, los piquetes, la huelga general, el combate de barricadas, retomando el camino revolucionario de Octubre de 2019 poniendo en pie los organismos de autoorganización y democracia directa de los trabajadores y explotados, como las asambleas de base, los comités de fábrica unitarios como fueron los Cordones Industriales en los ‘70, la “primera línea” en cada fábrica, mina, puerto y centro de trabajo.
Hoy el stalinismo en todas sus variantes pregona que conseguiremos la libertad de los presos políticos presionando por que se apruebe la ley de indulto general, es decir, de la mano del mismo Parlamento que votó todas las leyes represivas por las que nuestros compañeros están presos. La política del PC es que Piñera libere a algunos de nuestros compañeros, para así avanzar a un “pacto de reconciliación” que va a consagrar la impunidad a todos los políticos y milicos asesinos.
¡Los de abajo no perdonamos ni nos reconciliamos! ¡Sin justicia, no hay paz! ¡Libertad incondicional a los más de 2.500 presos políticos y juicio y castigo a todos los asesinos y represores! Contra los tribunales pinochetistas, tenemos que imponer tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a todos los asesinos de nuestros mártires de ayer y de hoy. Para que dejen de reprimir y matar a los que luchan, debemos pelear por la disolución de los pacos asesinos, de los servicios de inteligencia y todos los aparatos represivos del estado y poner en pie comités de autodefensa y la milicia obrera y campesina.
Los de arriba nos hablan de “democracia” cuando los milicos pinochetistas patrullan las calles de Chile. Hay que imponer el fin del toque de queda y el “estado de excepción”, disolver la casta de los generales pinochetistas, terminar con su robo de los negocios del cobre y expulsar a la base militar yanqui de Con Con. Estas son las verdaderas demandas democráticas elementales por las cuales debemos pelear, junto al derecho incondicional de los soldados rasos a organizarse, elegir democráticamente a sus jefes y con esos comités unirse a las organizaciones de masas en lucha.
No habrá “democracia” ni “libertad” con el imperialismo saqueando nuestra nación. El cobre debe volver a manos de los chilenos, expulsando a las transnacionales y haciendo volar por los aires los TLC. Así podremos conquistar nuestros derechos democráticos fundamentales: educación y salud pública, gratuita y de calidad, trabajo, salarios y pensiones dignas, y la tierra para los campesinos pobres contra las forestales y grandes terratenientes, usurpada a sangre y fuego contra los comuneros mapuches.
Para ello debemos pelear por la renacionalización sin pago y bajo control obrero del cobre, los bancos y los puertos de todo Chile y por la expropiación sin pago de las AFP.
El escaño de María Rivera del MIT/LIT-CI y de todos aquellos “constituyentes” que se reclaman de la clase obrera, las mujeres trabajadoras, etc. no puede estar al servicio de legitimar esta Constituyente amañada, haciendo creer que algo bueno puede salir de allí para los explotados.
La compañera Rivera, una de las pocas constituyentes que pelea desde el primer día por la libertad de los presos políticos y la única que recorrió las cárceles para defenderlos, ha manifestado públicamente en espacios de televisión que no se sentará en la Convención Constitucional hasta que no sean puestos en libertad los compañeros. Nada impide ahora que la compañera Rivera y todos los “constituyentes” que reivindican el combate revolucionario de masas de 2019 rompan con ese apéndice del régimen pinochetista y utilicen su tribuna y todas sus fuerzas al servicio de llamar a la clase obrera y las masas a volver a organizarse y sublevarse contra este gobierno y régimen malditos.
Para hacer realidad este programa, la clase obrera debe tomarlo en sus manos y volver a irrumpir en la primera línea de combate con sus métodos de lucha, siguiendo el camino del paro nacional portuario de abril
¡Fuera los traidores de la burocracia de la CUT y todas las direcciones colaboracionistas!
Frente de Lucha Nacional para reabrir el camino a la Huelga General
Con delegados con mandato de base de todo el movimiento obrero, la juventud rebelde y los campesinos pobres
La lucha por nuestras justas demandas está en las calles. Desde la Unión Portuaria y todas las organizaciones obreras combativas, desde la Coordinadora 18 de Octubre, desde la ACES y los colectivos secundarios combativos, desde las asambleas territoriales que han llamado a enfrentar esta farsa electoral, pongamos todas las fuerzas para hacer realidad este Frente de Lucha Nacional para centralizar el combate por nuestros reclamos.
Por su parte, la Coordinadora Nacional del MIR ha proclamado su oposición a la estafa del proceso “constituyente”, pero su política fue pregonar la “lucha popular en las poblaciones”. Esto significa seguir dejando a la juventud rebelde y a las masas explotadas separadas de sus mejores aliados, la clase obrera, que es la única que por su rol en la producción puede pegarle al gobierno, a los capitalistas y al imperialismo donde realmente les duele: en sus ganancias y en su propiedad de las minas, puertos y fábricas de todo Chile. Si la Coordinadora Nacional del MIR realmente quiere enfrentar el fraude de la Convención Constitucional debe poner todas sus fuerzas al servicio de conquistar este Frente de Lucha Nacional, para avanzar en derrotar a la burocracia sindical rompehuelgas y liberarle las manos a la clase obrera para acaudillar el combate del conjunto de las masas oprimidas de la nación. De lo contrario, lamentablemente, seguirán permitiendo que la burocracia stalinista de la CUT y de la Mesa de Unidad Social siga traicionando a la clase obrera y sometiendo a los explotados a la farsa de la “constituyente”
¡La única solución para los de abajo es la victoria de la revolución socialista!
Los trabajadores y explotados pondremos en pie el poder de los de abajo, derrotaremos a este régimen infame y llevaremos al triunfo la revolución que aplastaron en el ‘73 y la que ahora volvieron a entregarnos.
Combatiremos junto a las masas insurrectas de Colombia y haremos flamear la bandera Palestina en cada rincón de Chile porque nuestra lucha vive en Gaza, Jerusalén, Haifa y cada rincón de la Palestina ocupada.
¡Chile será socialista o será colonia de Wall Street! |