Colombia- 17 de octubre de 2019
A propósito del periódico Tribuna Obrera
Carta de la dirección de la FLTI
Las relaciones sanas a nivel internacional en el marxismo se construyen, como diría Trotsky, discutiendo “primero el programa, segundo el programa, tercero el programa”.
El eclecticismo y la alquimia centrista es un camino abierto a la descomposición del marxismo.
Compañeros de Tribuna Obrera
Toda relación proletaria revolucionaria entre corrientes que se reivindican del trotskismo, que no sea una alquimia centrista, debe estar asentada en bases sólidas, programáticas y políticas. Con ustedes existe una gravísima anomalía sobre la relación que tienen con la FLTI, que lleva ya casi un año y medio.
Ustedes participaron del II y III Congreso de la FLTI. Después de un año de realizado este último, el día 5/11/2018, en una nota que nos envían, ustedes nos informan que el 12 y 13 de octubre de ese año vuestro grupo ha realizado una reunión de balance y se comprometían a mandarnos un documento sobre el hecho de que se habían constituido en grupo simpatizante de la FLTI, es decir, provocaron una ruptura con el centralismo-democrático que rige en nuestra corriente internacional.
En una carta que les enviamos al otro día, con fecha 6/11/2018, nosotros les insistimos en que nos debían enviar ese balance realizado y las conclusiones que sacaron de vuestra conferencia. Es que, como ya dijimos, se habían declarado “grupo simpatizante de la FLTI” y habían cambiado toda la relación política-organizativa de ustedes con nuestra corriente.
Al día de hoy, aún no tenemos ese documento con las consideraciones y las cuestiones de programa que los llevaron a dar este paso de colocarse por fuera del centralismo democrático de la FLTI y pasar a ser “simpatizantes”.
Durante 2019, ustedes han editado dos periódicos donde dicen ser “simpatizantes de la FLTI”. En ellos publicaron algunos artículos de la FLTI, otros de vuestra autoría y otros de JT. Pero aquí lo importante es que la vanguardia no conoce ni los acuerdos ni las diferencias que ustedes tienen con la FLTI, como no los conocemos nosotros. Es más, no sabemos qué hacen ustedes cotidianamente en vuestra intervención y actividad militante en Colombia. Y esto es lo más grave, puesto que nosotros nos reconocemos como revolucionarios viéndonos actuar en la vida misma, en los combates directos de la lucha de clases. Si no es así, no podemos reconocernos como revolucionarios.
Ustedes son raros “simpatizantes” que no tienen absolutamente ninguna relación, ni política ni organizativa, con la corriente con la cual dicen simpatizar. Y aún no explicaron los puntos de acuerdos y diferencias que tienen con la FLTI, después de un año (desde octubre de 2018) en que quedaron en mandarnos su documento, cuestión que aún no han realizado.
Ustedes solo utilizan el nombre de la FLTI y algunas de sus declaraciones como un paraguas para aplicar su política. Esto no es serio. Pero lo más grave es que esto está reñido con toda relación entre revolucionarios. Objetivamente, esto es cuasi un entrismo o una fracción pública.
Ustedes no son simpatizantes ni tienen ninguna relación orgánica con la FLTI. Son un grupo que ha roto con la FLTI, desde hace ya un año.
¿Qué dirían ustedes si hubiera compañeros que se dicen simpatizantes de Tribuna Obrera, que reproducen vuestros artículos y no tienen ninguna relación con ustedes y militan por su cuenta en el movimiento obrero y estudiantil aplicando su propia política? Esto sería un camuflaje desleal.
Esto es lo que hacen ustedes con la FLTI: usan su nombre y alguna tapadera sobre la cuestión siria para aplicar vuestra política.
La vanguardia socialista debe saber de qué se trata vuestra escisión con la FLTI que hoy ustedes buscan ocultar y esconder bajo la alfombra:
El 29/3/2018, la FLTI sacó una dura polémica con el PST (el grupo de la LIT en Colombia) por su apoyo al frente político burgués de Gustavo Petro, cuyo título es “¿Hacia un Podemos en Colombia?”, que está publicada en nuestra página web. Ya para esa fecha, veníamos discutiendo con ustedes que ignoraban, no denunciaban ni desenmascaraban la política de la LIT en Colombia ni enfrentaban al frente popular de Petro. Esta discusión se había abierto luego de publicado vuestro periódico del 22/1/2018, donde, ante las elecciones en Colombia, llaman a votar en blanco, ignorando y renegando de todo combate contra el frente popular.
El día 3/4/2018, ustedes intentan reubicarse frente a esta discusión que había dejado al desnudo vuestro abstencionismo en la lucha política de partidos y un sindicalismo que los empujaba peligrosamente a rebajar el programa ante las masas. Así, después de meses de debate, sacaron un documento de crítica a Petro y la LIT, que también está en nuestra página web.
Se había establecido con ustedes un debate por demás claro. La relación era fluida. Colombia se comenzaba a poner en el centro de la lucha política de partidos, en este caso, contra la LIT y su política de darle “apoyo crítico” al frente popular.
Nosotros les mandamos una carta a ustedes el 5/4/2018 titulada “Sobre el documento del grupo adherente de la FLTI en Colombia”. Les enviamos en adjunto ese documento, porque allí quedaron claras, blanco sobre negro, las diferencias que teníamos. También lo pueden encontrar en la página web.
En esta carta damos cuenta que no había acuerdo sobre la situación mundial y que ustedes ignoraban la lucha política contra la Nueva Izquierda que estaba surgiendo a nivel internacional, en América Latina en particular, y se iban “a las masas” en general, es decir, adaptarse al sindicalismo oportunista. Tan es así que, en ese mismo documento, establecimos las graves diferencias que teníamos con el trabajo en los sindicatos que estaban realizando, en algunos casos, dándoles cursos sobre “sindicalismo” a las direcciones sindicales reformistas.
El programa trotskista de independencia de los sindicatos ante el estado estaba ausente en vuestra lucha cotidiana. Habían liquidado todo programa por la democracia obrera para los sindicatos. Pero lo grave de su documento era que llamaban a hacer un Congreso obrero y campesino en Colombia negando la lucha por los comités de autodefensa, la milicia obrera y campesina… ¡Y esto nada más y nada menos que en Colombia! donde todos los días matan dirigentes obreros y campesinos.
En este documento del 5/4/2018 firmado por compañeros de Brasil, Chile, del Estado Español y Bolivia, se les hizo una crítica profunda a vuestra intervención. Este es el debate que precedió vuestra ruptura con la organización.
A partir de este documento del 5 de abril de 2018 ustedes rompen toda relación con la FLTI hasta, como vimos más arriba, el 5 de noviembre de 2018 cuando ustedes nos informan que realizaron su Conferencia el 12 y 13 de octubre de 2018. Ya en retirada, el 13 de octubre de ese año, en lugar de enviarnos el balance de su escisión con la FLTI, nos envían una corresponsalía de la lucha del movimiento estudiantil en Colombia.
Desde ese entonces hasta ahora, ustedes sacaron dos periódicos… Jamás discutieron con nosotros la política para los mismos. ¿Cómo pueden ser simpatizantes nuestros? En todo caso, lo serán del camarada JT, que colabora con ustedes.
Por otra parte, enviaron “como simpatizantes de la FLTI”, sin discutir nada con nosotros, una carta a la Asamblea Antiguerra de Japón que se realizó el año pasado. O sea que ustedes inclusive intervienen sobre corrientes que están en discusión con la FLTI sin discutir nada con nosotros. Esto le llamó la atención a los mismos camaradas de la JRCL-RMF y nos preguntaron quiénes eran ustedes. Nosotros les respondimos la verdad: que ustedes habían roto con la FLTI, que no tenían ninguna relación con nosotros y que jamás habían terminado de responder a la crítica política que les habíamos realizado.
Estos son los hechos y la verdad sobre las relaciones entre ustedes y la FLTI. Resumiendo, hubo un profundo debate político. Nosotros les criticamos vuestra política sindicalista de adaptación a la burocracia sindical de izquierda, realizando acuerdos por arriba con dirigentes de sindicatos, con lo cual no coincidimos. Les criticamos el abandono del programa trotskista frente a los sindicatos. Polemizamos con ustedes sobre vuestro abstencionismo en la lucha política contra la Nueva Izquierda a nivel internacional, como así también le criticamos duramente vuestro brutal pacifismo en Colombia ante los ataques paramilitares y fascistas bajo el régimen de las 7 bases militares yanquis. Ustedes no nos responden hasta octubre del año pasado, momento en que nos dicen “nos constituimos en grupo simpatizante, ya le mandaremos nuestro documento”… y todavía lo estamos esperando.
Conclusión:
1) Nosotros haremos pública esta nota para clarificar una relación totalmente confusa y utilitaria que ustedes tienen con la FLTI, tal cual queda demostrado.
2) Aclaramos que no nos hacemos responsables no solamente de vuestras posiciones políticas, sino de la actividad que realizan cotidianamente, sobre la cual no conocemos absolutamente nada, sabiendo ustedes que hay camaradas de la FLTI en vuestro país, a los que ignoran totalmente. Es más, estos camaradas han sido solidarios con miembros de vuestro grupo, y ustedes los han ignorado y los siguen ignorando.
3) Para establecer relaciones con la FLTI, ustedes deben escribir un documento sobre el balance de nuestra lucha común en el período anterior, cuáles son los acuerdos y diferencias que provocaron vuestro paso a simpatizante y cuáles son los acuerdos y diferencias que tenemos hoy.
4) Deben establecer qué relación y compromiso orgánico y político-organizativo tienen con la FLTI. Así actúa una corriente simpatizante seria, marxista y sana, en relaciones entre comunistas. Ustedes deben rever vuestra política de golpes de efecto y de pequeñas maniobras y tener una política principista en el movimiento revolucionario. Ya es hora.
Una nueva crisis se abre en el movimiento revolucionario, cuando alas derechas del mismo van al encuentro sin principios de las “alas descontentas” que rompen con el reformismo:
Ya está por demás claro que, diariamente, la crisis imperialista le impone al reformismo ser su escudero ante su bancarrota y manifestarse abiertamente ante las masas como lo que es: salvador del sistema capitalista y de sus regímenes. La IV Internacional y lo que quedaba de sus partidos “independientes” se han pasado definitivamente al frente popular. Eso ha provocado profundos estallidos, como en la ISO de EEUU, en el NPA francés, en la CRCI del PO de Argentina y el EEK de Grecia, en la CWI de Peter Taafe, en la LIT, etc.
Nosotros comprendemos vuestra ansiedad por salir al campo de batalla, pero consideramos que lo están haciendo con una política sin principios, sin clarificar los programas, haciendo aquí y allá verdaderas alquimias, acuerdos poco claros… A nivel internacional se han despertado decenas de viejos grupos dormidos que, ahora que el reformismo está en crisis y estalla, creen que pueden ir en busca de ellos luego de no haberle presentado ninguna batalla.
Otros, como Socialist Action de EEUU, Izar de España o el PCL de Italia, mantienen las formas del trotskismo, pero para hacer “grupos tapón” que interrumpan el giro a la IV Internacional de los elementos sanos y honestos que rompen con el oportunismo yendo a la izquierda.
Nosotros creemos que ustedes están en el primer caso. Ha llegado la hora, ante vuestro silencio, de definir una caracterización clara de la evolución de nuestras relaciones. Están yendo a buscar un camino a las masas donde no importa el programa ni mostrar con claridad las banderas por las que se lucha. Toman de aquí y de allí retazos de la política marxista y lo que construyen es un pequeño Frankenstein. Basta ver su último periódico para dar cuenta de ello.
Desde la FLTI opinamos que primero hay que delimitar los principios y los programas. Trotsky aclara que para hacer y deshacer todo tipo de acuerdo que sea realmente revolucionario lo que hay que discutir es “primero el programa, segundo el programa y tercero el programa”.
Queremos ir al encuentro del corazón de los obreros avanzados, que producto de enormes combates van de derecha a izquierda, y para nada aceptamos ir a agrupamientos prematuros con grupos de descontentos, inválidos políticos que durante años sostuvieron sobre sus hombros a cuanta corriente contrarrevolucionaria destrozó la IV Internacional.
Se trata de ajustar nuestro programa, de sacar las lecciones del último período histórico y también de nuestros fracasos. Se trata de aprender de nuestras adaptaciones. Estamos entrando dentro de un nuevo período histórico de la lucha de clases y de pudrición del sistema capitalista mundial.
Desde 2008, con ˝LA CRISIS” el planeta se vio convulsionado por el crac capitalista. Se desarrollaron enormes acontecimientos de la lucha de clases. Como hicimos con las Tesis del ’89 en el año ‘98, o con el programa de la FLTI en el año 2008, hoy hay que sacar lecciones programáticas. Hay que pasar la teoría por el “árbol verde de la vida”, rearmar y formar cuadros. Y, como hicimos también en el ‘98 cuando rompimos con el PTS, hay que desprenderse de todo lastre centrista o sectario en nuestras propias filas, tal cual aconsejaba la III Internacional revolucionaria para sus partidos.
Sabemos de las enormes presiones que existen y a las que estamos sometidos. Ser conscientes de ellas nos permitirá mantener el rumbo.
Sabemos que en nuestras filas hay algunos compañeros quizás desesperados saliendo en búsqueda del estallido del reformismo. Otros, se han cansado y ya están lejos del campo de batalla. Llevamos dos décadas de un extenuante y feroz combate por el trotskismo, sujetos a miles de presiones. Contamos nuestros muertos… y la IV Internacional está destruida y disuelta en las filas del reformismo. Todas las presiones son a la adaptación y a la capitulación, a buscar “nuevas vías”… a armar “nuevas recetas” que, como dice Trotsky, en realidad son viejas recetas que hace rato envenenaron al proletariado.
Sabemos que años de intentos fallidos de los trotskistas de llegar a las masas han dejado también pequeños grupos dispersos que intentan sostenerse a como dé lugar, sin importarle la suerte de los obreros avanzados. Eso destaca déspotas brutales, que no son más que burócratas de pequeños grupos o aspiran a serlo, sin aportar una sola palabra de marxismo.
Estas condiciones de lucha contra la corriente de la FLTI crean y recrean no solamente presiones oportunistas sino también sectarias. Estas últimas empujan a ignorar los giros a la izquierda de franjas de obreros que buscan un camino a la revolución ante la bancarrota del reformismo, que ya ni siquiera puede mostrar como reformas las miserables limosnas que consigue.
Desde el punto de vista de la lucha de clases, tenemos un tiempo precioso, pero limitado, para conquistar un rearme estratégico de nuestra corriente. El impresionista que ve las victorias de la contrarrevolución (como Siria, Yemen, Ucrania, el control burgués sobre Rusia y China, el retroceso de las situaciones pre-revolucionarias en Europa y las duras derrotas en África y América Latina) solamente ve una situación reaccionaria o no revolucionaria. Mientras tanto, otros impresionistas, impactados por Irak, Egipto, Catalunya, Ecuador, etc. solo ven revolución en todas partes. El impresionismo no es un buen consejero para encontrar la brújula y orientarse correctamente en la lucha de clases a nivel internacional.
Para nosotros no existe una situación revolucionaria mundial ni mucho menos el imperialismo yanqui está en bancarrota, ni perdió el control el mundo. La guerra comercial, que hoy entra en un impasse agudo y profundiza el crac económico, es la expresión del control de las distintas potencias imperialistas de la economía mundo, luego de desviar, derrotar o expropiar los fuertes procesos revolucionarios que surgieron a partir de 2008 y que amenazaban con transformarse en un ascenso revolucionario mundial como lo fuera el ‘68/’74. El imperialismo yanqui se sostiene con una brutal competencia con el resto de las potencias imperialistas, como es normal que lo sea… mucho más en medio de la recesión y la crisis mundial, mientras arroja la guerra comercial sobre los hombros de las masas.
Las sublevaciones de masas de hoy en focos del planeta como Ecuador, Egipto, Irak, etc. es una respuesta a una brutal ofensiva del imperialismo, cuestión que está polarizando la lucha de clases en el planeta. El reformismo está lejos de morir y los pactos contrarrevolucionarios como el de Minsk en Ucrania o el de Ginebra en Siria, y ni hablar el de Obama-Castro, están lejos de fracasar. Basta ver Colombia para ver la fortaleza del pacto Obama-Castro, entre las FARC y el régimen burgués, que está provocando una masacre de obreros y campesinos.
Esto lo decimos porque, camaradas, tenemos diferencias con ustedes sobre la situación mundial y de Colombia en particular.
En esta situación, para nosotros transitoria, comienzan a emerger los procesos de radicalización. Lo hacen como rupturas y escisiones a la izquierda, como en China o Irán, en condiciones de dura resistencia como en Siria, o en ofensiva revolucionarias como Ecuador y Catalunya. Esos procesos aún están en ciernes, mientras las sucesivas derrotas del auge proletario revolucionario de 2008 actúan como lastre del pasado, que los nuevos combates deben remontar.
No somos morenistas. No opinamos que haya una etapa de “inminencia de la revolución” ni que esta “avanza en todos lados”. La crisis de dirección existe y se agudiza, y aquí y allá se desorganizan las ofensivas de masas. Es el momento de preparar los cuadros para trabajar sobre el centrismo y provocarle duras derrotas teóricas, políticas y programáticas al reformismo ante las masas. Es el momento de selección de cuadros revolucionarios armados con las lecciones teóricas y estratégicas sacadas en los focos de la revolución y de la contrarrevolución mundial.
El camino que han elegido ustedes para transitar, con programas eclécticos, sin principios, con acuerdos con cualquiera a nivel internacional (inclusive con nosotros sin decirlo, utilizando algunas de nuestras posiciones como vituallas), no es ni nuestra orientación ni nuestros principios. Trotsky decía que Lenin jamás firmaba ningún acuerdo con quien opinaba que podía traicionar mañana. Combatía duramente a Stalin, que era menos principista y más aventurero en sus acuerdos internacionales que en su política nacional en la URSS.
Nosotros tenemos este método, que no solamente incluye dejar claras las diferencia políticas que tenemos, sino también repudiar lo que hacen ustedes de tomar vituallas de corrientes internacionales para aplicar su propia política, sin que esas corrientes internacionales tengan ningún tipo de control ni conocimiento de lo que ustedes hacen todos los días en la lucha de clases.
Los llamamos a reflexionar. Efectivamente, tenemos diferencias desde todo punto de vista. Ustedes han provocado una escisión y jamás han explicado por qué. Miran para otro lado, mientras utilizan a la FLTI para aplicar su política y su praxis, que ninguno de nosotros conoce. En estas condiciones, no consideramos al grupo “Tribuna Obrera” como simpatizante de la FLTI.
Un núcleo trotskista de revolucionarios internacionalistas se está poniendo de pie y reagrupando sus fuerzas en Colombia. Ellos se reivindican de todas las batallas dadas en estos 20 años por nuestra corriente contra el stalinismo y los renegados del trotskismo en el continente americano, y en Colombia en particular.
Existen decenas de documentos fundacionales de la batalla dada por la FLTI sobre la cuestión colombiana contra las corrientes reformistas. El núcleo revolucionario de Colombia que comienza a ponerse de pie, sacando lecciones de esas batallas, de los intentos fallidos por poner en pie un núcleo trotskista principista, lo hace lejos de todo eclecticismo, de todo aventurerismo y de acuerdos sin principios.
Ese esfuerzo contará con todo nuestro apoyo y solidaridad.
Ustedes tienen la palabra.
Hugo de CROJA de Brasil
Paula Medrano de Democracia Obrera del Estado Español
Felipe del POI-CI de Chile
Olvis de la LSTI de Bolivia
PD1: Aclaramos que ser grupo simpatizante de una corriente internacional impone obligaciones. La primera obligación es definir con claridad los acuerdos y las diferencias. En esta relación, ustedes han tomado la resolución organizativa que quisieron, cuando quisieron y como quisieron.
PD2: Hay una nefasta tradición del reformismo de hacer grupos gemelos para comprometer el programa y la política de los revolucionarios. Toman vituallas del movimiento revolucionario, aparentando serlo, pero negándolo en su práctica.
Ni en el centrismo trotskista de Yalta se actuaba de forma tan desleal y poco seria como lo hacen ustedes. Muchos grupos trotskistas durante Yalta se decían “simpatizantes del Secretariado Unificado (SU)”, como el morenismo, por ejemplo. Pero iba a sus congresos y abría su partido para los debates. La diferencia era que en los congresos del SU, no votaba, sino que tenía voto consultivo. Y las diferencias que habían estaban totalmente claras, con documentos, al interior de la militancia trotskista y hacia la vanguardia.
Ustedes tienen más bien el método del pablismo, que entró a la IV Internacional, habló en su nombre, publicaba el Programa de Transición, para luego tener una política y praxis liquidacionistas.